Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

In Italia, la bella vita. por Teddy_Freddy

[Reviews - 369]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola!

 

Aqui estoy de nuevo con una continuacion.- Esta vez no tarde tanto.

Quiero decirles que hice unas pinturas /dibujos de Francesco y McQueen. Pero no son bonitos asi que no se hagan muchas iluciones XD

Si aun asi quieren verlos mi deviantart es Teddy-Freddy. 

 

Un saludo especial para Room13943, EClover, Febe, zakdeadpool y Kagamine jack Bienvenida ValeryStark-Laufeyson .

 

Muchas gracias a todos los que comentaron. Saludos. 

Capitulo 9. -Recuerdos.

Tus pies descalzos estaban lastimados de tanto caminar sobre el frió asfalto. Podías ver tu aliento por el frió que hacia y lo que tenias puesto ni siquiera lograba calentarte un poco, sentías el frió en tu cuerpo y eso hacia arder tus heridas. Dejaste de caminar un momento para tallar lo que sea que escurría por tu mejilla, uno de tus ojos ni siquiera podías mantenerlo abierto y eso que escurría era sangre.


Con esfuerzo lograste abrir tu ojo, era un alivio que aun pudieras ver con el, al menos ese estúpido hombre no te había dejado medio ciego.


—Stupido uomo. Si può avere il vostro cibo disgustoso . Non mi interessa. (Estúpido hombre. Puedes quedarte con tu asquerosa comida, no me importa!) -Gritaste hacia la nada, estabas molesto, te sentías tan inútil. —Non riusciva a trovare cibo per mia mamma.. Io sono un idiota ... (soy un idiota... No puedo encontrar comida para mi madre)

Tus lagrimas empezaron a correr por tu rostro sucio, solo querías un poco de pan para tu madre y el dueño de el lugar te había dado una golpisa. Te había tratado peor que un animal sin escuchar tus razones para tratar de tomar un poco de comida. A paso lento caminaste hasta un parque cercano, era un poco tarde así que no había nadie allí.
Te metiste debajo de un juego que parecía un queso lleno de agujeros, abrazaste tus rodillas mientras sollozabas con fuerza. ¿Como podías volver ahora con las manos vacías?
Le habías prometido a tu madre que le llevarías algo de comer. Y allí estabas, con las manos vacías. Con tu ojo hinchado, tus manos y rodillas con raspones, con un fuerte dolor en tus costillas y un nudo en la garganta que parecía que te iba a matar.

No te importaba si te lastimaban, si tenias una costilla rota o si la herida en tu frente dejaba una marca muy visible... Todo lo que querías era ayudar a tu madre. ¿Pero que podías hacer tu?
Justo en este momento no tenias fuerza para ir de nuevo a intentar conseguir algo de comida.

Definitivamente todos los stupidi americani estaban en tu lista negra.

Apretaste con fuerza los puños y entonces escuchaste un ruido que te hizo levantar la mirada. Frente a ti viéndote desde afuera de el patético juego con forma de queso, estaba un niño. O tal ver era una niña. Su cabello rubio brillaba con la luz de la lampara que estaba sobre ese juego, su piel era mas pálida que la tuya y sus ojos se veían oscuros en ese momento.

 

—Cosa vuoi? va via! (¿Qué quieres? ¡Vete!) —Le gritaste encogiéndote de hombros, lanzandole una mirada de advertencia.

—¿Que?... -lo escuchaste preguntar mientras se agachaba para entrar a donde estabas. Subiste los hombros crispandote y gruñendo. Tu madre solía decir que tenias un comportamiento muy gatuno a veces.

—Fuori di qui, ragazza! (vete de aquí, niña)- le gritaste, sin embargo continuo acercándose a ti.

—¡Oye!, se lo que significa eso! No soy una niña, soy un niño. ¿Acaso estas ciego?! -te grito de regreso aunque estaba a menos de dos metros de ti. Sin embargo detuvo su caminata hacia ti y se quito la mochila que cargaba.
Arrugaste las cejas mientras lo veías buscar algo y de pronto una luz blanca fue apuntada hacia ti. Te cubriste porque la luz era molesta.

—¡Estas herido! -dijo sorprendido o tal vez asustado.

—che osservatore ... idiota. -gruñiste, el arrugo la cejas. No sabias si te había entendido. Bajaste los hombros relajándote un poco ya que parecía inofensivo, pero volviste a ponerte en guardia cuando estiro una mano hacia ti. —Non mi tocchi. (No me toques). —Le diste un manotazo, aun así continuo tratando de tocarte.

De alguna manera que no recuerdas bien terminaste sobre él, sujetando sus muñecas contra el suelo. La linterna lograba iluminarlos a los dos.

—¿Que rayos haces? Estoy tratando de ayudarte! -dijo quejándose por sus muñecas sujetas. Te lanzo una mirada furiosa y fue allí que notaste el color de sus ojos... un azul como el cielo despejado.

Lo soltaste susurrando un pequeño "Mi dispiace ..." (lo siento) El te dijo que solo te perdonaría si lo dejabas curarte. No discutiste mucho eso, porque tenias que regresar con tu madre y esperabas que al menos no te viera tan herido.
El extraño niño rubio limpio tus heridas y te puso algunas banditas adhesivas. También te puso una venda o al menos lo intento.
Le preguntaste porque tenia todo aquello y él te explico que a veces sus compañeros tenían accidentes y en el orfanato le habían enseñado a curar heridas menores.
Él había sido adoptado hace meses, pero seguía teniendo la costumbre de llevar un montón de cosas por si acaso.

—Sei un ragazzo molto...strano. (Eres un tipo ... muy extraño.) -Hablaron un poco y solo un poco porque él no entendía del todo lo que decías y viceversa. Pero podías entender que hablaba de autos y carreras a todo velocidad por como movía sus manos simulando que sostenía un volante. poco después él dice que tiene que irse y eres consiente de que tienes que irte también.

Te levantas y caminas a paso lento, después de todo regresas con las manos vacías. Sin embargo antes de pensar mas en eso alguien tomo tu brazo. Cuando volteaste te encontraste con aquel niño que puso una galleta en tus manos. La galleta mas grande que jamas habías visto.
Lo miraste con desconfianza pero al ver esos ojos tan hermosos te quedaste en blanco.


—come ti chiami? Ho bisogno di sapere il tuo nome, per favore. -susurraste y el se encogio de hombres diciendo "I do not understand.". Sonreíste viendo que tenia una etiqueta con "Hello, my name is McQueen "

Y después él se alejo de ti y desapareció de tu vista... Y mientras lo veías alejarse, juraste para ti mismo que esos ojos volverían a verte en mejores condiciones y que esta vez no lo dejarías irse de nuevo.

 

[]-[]-[]-[]-[]-[]-[]-[]

—Hey, Mr. San Francisco. ¿Porque estamos haciendo todo esto? -la voz molesta (para ti) de el operador de grúas te saca de tus pensamientos.

Dijiste que no te pasearías por ahí con él viéndose como un idiota americano con mal gusto. Así que te lo llevaste y le estabas haciendo el grandicimo favor de comprarle algo que lo hiciera ver "menos ordinario".

—McQueen se pondrá feliz si vamos los tres a pasear. Así que solo te pongo apropiado para esto. -respondiste sin siquiera verlo. Antes habían ido a que le arreglaran el cabello y el chico había llorado por media hora porque le habían cortado su cola de caballo.

Y como eres Francesco voz super sensual Bernoulli le pusiste una etiqueta en la boca para que se callara.

"Puedo arreglar tu aspecto, pero tu maldito acento campirano no pudo quitartelo con nada" Así que le pegaste una etiqueta -la cual habías quitado hace minutos porque ya había dejado de llorar.

Una vez habías dicho "lo que sea por un amigo de McQueen" Pero ciertamente era algo difícil de cumplir cuando ese amigo no dejaba de contarte cosas que no sabias de McQueen. Cosas que tu querías averiguar por ti mismo.
Lo amenazaste con pegarle la etiqueta de nuevo y él se quedo callado.

Cuando regresaron a donde estaba el rubio el los observaba con ojos bien abiertos. Seguro estaba sorprendido de ver a su amigo.

—Te dije que se sorprendería... Ahora sonríe como te enseñe. -le susurraste al oído al americano.

—Ciao MQueen. -saludaste al rubio con una sonrisa. El te vio con ojos bien abiertos antes de jalarte a un pasillo lejos de su amigo.

Fue una sorpresa que te besara, normalmente tu iniciabas los besos. Aun asi no dudaste en corresponder.

—No te acerques tanto a Mate... N-no es que me moleste. Solo no lo hagas. -te dijo mirándote enfadado... Eso si te había sorprendido.

¿Acaso McQueen estaba celoso?

Sonreíste amplio cuando se alejo, definitivamente McQueen estaba cayendo bajo los encantos de Francesco Bernoulli-.


[]-[]-[]-[]-[]-[]-[]-[]-[]-[]-[]-[]-[]


Extra


Mate el observador.

Tu nombre es Mate, como Tomate, pero sin el "to". Fue lo que dijiste cuando te presentaste por primera vez antes el rayo McQueen, poco sabias de ese chico rubio de aspecto pomposo y mal humorado. Siempre tenia el ceño fruncido y su auto era tan raro que no tenia luces verdaderas. Raro...
Cada vez que lo veías no podías dejar de pensar que el Rayo McQueen era super raro.- Pero de alguna manera super rara te agradaba. Querías que fuera tu amigo, de hecho lo elegiste como tu mejor amigo sin cosultarselo.

Aunque al principio el rubio era mas bien huraño contigo poco a poco se fue acostumbrando a ti mientras las horas pasaban y tenia que reparar la calle de Radiador Springs. Cuando trato de escapar una vez fuiste el encargado de traerlo de regreso y también el encargado de vigilarlo.

—Soy tu carcelero así que te vigilare toda la noche para que no te escapes. -dijiste entrecerrando tu mirada aceitunada sobre el azul claro que eran los ojos del corredor.
—Tu también necesitas dormir ¿no?. -pregunto viéndote del otro lado de las rejas. Sonreíste preguntándote si no tenia frió ¿porque se estaba quitando la chaqueta.
—Si, pero me han encargado la importante tarea de cuidarte. Y no te voy a quitar lo ojos de encima...-y de hecho no podía quitarle los ojos de encima, ese cabello tan rubio como el oro era bastante bonito y se veía tan brilloso y suave. Querías tocarlo a el y a su dueño, pero no sabias si eso haría que McQueen no quisiera ser tu amigo.
—Pero tengo que ir al baño... -se quejo. —No puedes verme entonces, seria vergonzoso..
—Oh, oh!! Lo siento! -te volteaste avergonzado, te sentías como un mal tipo (pervertido) por ver tan insistente al rubio.
—Mate... -te volteaste a verlo muy despacio, el rubio te veía inclinando un poco la cabeza hacia un lado.— ¿podrías quitarme las esposas? se que soy un criminal porque mate a una calle, pero esto es un poco... por favor.
—Hum.... -¡¡¿Como podías decirle que no a esa expresión?!! Sus mejillas sonrojadas y sus ojos con unas pequeñas lagrimas, ese tipo no podía hacer nada malo a nadie!

Si, mato a una calle... pero estaba reparándola así que no era tan malo.
Abriste la celda, le quitaste las esposas y el huyo.... tal vez debiste tener cuidado con eso. Como sea el sheriff lo trajo de regreso y se te prohibió terminantemente caer en sus encantos.

—Mate... ¿Sabes? Si me dejas ir a recuperar mi auto tal vez yo pueda hacer algo por ti... Lo que sea.
—¿Lo que sea? -preguntaste pegándote a la pared a su lado.
—Lo que sea. -y sus ojos añil brillaron viéndote con fiereza.


McQueen era un chico tramposo... pero te caía muy bien.
Cuando se llevaron mejor lo llevaste a espantar "vacas"

—Hice una buena elección. -dijiste emocionado.
—¿En que? -pregunto curioso y tu lo viste directo a los ojos.
—Mi mejor amigo.
—... -lo escuchaste susurrar un "eres mi primer amigo" y después el tomo tu mano. —Me alegro de haber chocado en este pueblito en medio de la nada... gracias a ello te conocí.

Tanto tus mejillas como las de él se sonrojaron mientras entrelazaban los dedos y luego lo aliens los secuestraron.-

—Eso nunca paso... -te interrumpió McQueen. Frente a ti un italiano estaba sumamente intrigado con lo que habían hecho esa noche.
—McQueen sei così adorabile. -Francesco dijo tomando la mano del rubio con fuerza. —Yo también quiero ser u mejor amigo McQueen.
—¡Seamos amigos los tres! -dijiste tomando la mano del italiano y la del rubio.

Aunque no sabias porque ellos apretaban tan fuerte. ¿Estaban molestos?

Notas finales:

#McQueen tsundere.
#Partamosle la madre al tipo que golpeo a Francesco.

 

Saludos!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).