Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

In Italia, la bella vita. por Teddy_Freddy

[Reviews - 369]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, gracias por sus comentarios. 

 

https://www.youtube.com/watch?v=v-Ao1ZBYyWA

Capitulo 1. -Como empezó todo.


Por quinta vez te paraste frente al espejo para verte, el traje que usabas te hacia sentir extraño y es que nunca en tu vida había usado un traje tan elegante... Pero esta fiesta lo requería.
Como te gustaría que tus amigos estuvieran allí para apoyarte o al menos para poder tener a alguien con quien conversar, pero ellos decidieron dejarte ir solo a la fiesta e ir de turistas por Italia y la verdad no los culpas, Italia es un hermoso lugar, al menos lo que has visto ya que las ocupaciones a penas te dejan respirar.

Te miras una ultima vez en el espejo y te acomodas el rubio cabello hacia atrás con una mano. "Vamos, no puedes pasar toda la noche en el baño" Te regañas mentalmente y sales del baño.
Te ofrecen una copa de un liquido espumoso que supones es champagne, tomas la copa dando un sorbo, el sabor es bueno. De verdad se lucieron para la fiesta ya que todo parece perfecto, como sacado de una película.

Caminas por el salón buscando con la mirada a alguien con quien conversar, una hermosa mujer se acerca a ti con una sonrisa. Saluda moviendo la mano y tú le sonríes de regreso aunque secretamente tienes miedo que este saludando a alguien detrás de ti, así que te giras para verificar.

—Hey, Rayo McQueen! -te saluda llegando hasta ti.
—Carla Veloso, Hola. -le sonríes. Es tu primera vez hablando con la corredora de Brasil, sin embargo ella te habla como si se conocieran de toda la vida y agradeces eso. Ya no te sientes tan solo en esa aburrida fiesta, al menos eso piensas hasta que las chicas empiezan a juntarse en un lugar. Te preguntas que esta pasando allí y al ver mejor te das cuenta de que en medio de las chicas esta Francesco Bernoulli. Frunces el ceño, ese tipo no es de tu agrado.

Te ofrecen otra copa pero ahora de vino y la tomas notando que Carla ya no esta a tu lado, puedes ver su cabellera azabache donde esta Francesco, ruedas los ojos fastidiado. ¿Que demonios tiene ese tipo para que todas las chicas se derritan por él? Incluso Sally suspira cada vez que menciona su nombre.

Tomas todo el liquido en tu copa y te entregan otra de inmediato, pierdes la cuenta después de unos minutos y ya no sabes que es lo que estas tomando. Te llevas una mano a la frente, sera mejor dejar de tomar o lo mejor seria regresar a tu habitación. Cuando estas pensando en la posibilidad de retirarte de la fiesta alguien te toma del hombro.

—Ciao McQueen. ¿Que haces tan alejado de todos?!
—Francesco... -La única persona con la que no querías hablar.
—¿Donde esta tu novia? No me digas que te dejaron plantado. -pregunta en tono burlón.
—Claro que no, eso no es posible. Ella no quería estar aquí porque piensa que eres molesto y no quería toparse contigo.
—Ja! jaja eso es imposible, todas quieren toparse con Francesco. -dice el italiano rodeando su brazo por tus hombros. —Escucha Rayito, si te sientes solo aquí te presentare a unas chicas.
—No, gracias... -pero aun ante tu negativa él te arrastra hacia el montón de chicas con quien estaba antes.
—Belle ragazze, Il mio amico , McQueen. Como pueden ver él es guapo, pero no tanto como Francesco lo es.
—¿Mm? ¿Ciao? -saludaste no muy seguro y de inmediato las chicas te rodearon también.

Después de eso la noche transcurrió un poco menos aburrida, aunque cada vez que alguien te preguntaban por Sally simplemente tomabas todo en tu copa y pedías otra evadiendo la pregunta. Esa fue la razón (y tu poca tolerancia al alcohol) por la cual estabas sintiéndote mareado.

A paso lento caminas por el pasillo hacia el elevador, ya fue suficiente de fiesta así que quieres regresar a tu habitación, casi tropiezas un par de veces por suerte tienes algo a que sujetarte, excepto esa ultima vez cuando ibas a caer contra el suelo, pero alguien te detuvo.
Sin darte cuenta te llevo a su habitación para que descansaras un poco, ahora te encuentras en su cama mientras él te cuenta una historia sobre una vez que se ligo a una francesa y a su amiga al mismo tiempo. Te ríes sin saber exactamente porque, tal vez estas tan borracho que hasta empiezas a pensar que las historias de Francesco son divertidas.

—Me siento mareado, acostarse no fue buena idea. -dices mientras aprietas los parpados extendiendo tus brazos en la cama, abres los ojos cuando sientes los dedos de Francesco recorrer tu rostro y tus ojos azules se encuentran con los avellana del italiano.
—Tengo curiosidad... ¿Lo has hecho con un hombre?
—¿Hacer que? -preguntas alejando su mano, pero de inmediato su otra mano te acaricia.
—¿Qué? No me digas que no lo has hecho ni con una mujer?
—¿Hacer qué? -preguntas molesto alejando su otra mano pero él toma tus muñecas y las pone contra la cama.
—¡Eres tan puro McQueen! Es la primera vez que veo a un virgen en el mundo de las carreras de autos. ¿debo pedir un deseo?
—Yo no...! -desvías la mirada avergonzado. —¿Acaso lo has hecho con un chico?
—Claro, Francesco es demasiado deseado por chicas y chicos que seria imposible no haber probado un poco de todo. ¿Quieres probar? McQueen.
—No, y ya suéltame. -ordenas en tono serio, pero el italiano no se mueve ni un centímetro. Tratas de liberarte pero Francesco aprieta un poco mas su agarre a tus muñecas, eso comienza a asustarte y tratas de liberarte con mas ganas. Tal vez el miedo se reflejo en tu expresión y por eso el italiano te hablo con voz tranquilizadora.
—Shh, shh... No tengas miedo rayito... Déjame todo a mi y se sentirá genial.

Sus palabras no lograron tranquilizarte nada, lo que lo hizo fue el beso que te dio después.Un beso que empezó lento y fue aumentando de ritmo, un beso demandante que te robo la respiración y te hizo quedar aun mas mareado que el alcohol.
Tus manos seguían a los lados de tu cabeza, pero él ya no sujetaba tus muñecas, el italiano ahora estaba ocupado desvistiéndote y tu cabeza estaba tan nublada y tu cuerpo tan caliente que ni siquiera podías detenerlo.
La sensación de sus labios recorriendo tu cuello, tus hombros, tu pecho, tu abdomen.

"Ahh, Francesco..." Tu voz sonaba en un tono tan extraño que te resultaba desconocido, era como si no fueras tu quien estaba jadeando y gimiendo el nombre del italiano. Pero sí, ese eras tu...

—Ngh!! D-detente, eso duele... -te quejaste mientras tus ojos se llenaban de lagrimas, volteaste el rostro para evitar que él te viera. Una de tus manos trato de empujarlo pero él la detuvo.
—Tranquilo, pronto se sentirá mejor. -dijo besando la mano con la que antes lo empujabas y moviendo sus dedos dentro de tu cuerpo, seguía siendo incomodo pero poco a poco la sensación fue cambiando. Levantaste la mirada encontrándote con que Bernoulli te veía atento, jadeaste su nombre sin notarlo y el maldijo bajito en su lengua materna antes de sacar sus dedos y sustituirlos por otra parte de su cuerpo.

Un fuerte gemido escapo de tus labios mientras lo sentías adentrarse a tu cuerpo, apretaste con fuerza las sabanas mientras respirabas agitado, sentiste sus dedos recorrer tu cabello y abriste los ojos para encontrarte con sus ojos avellana viéndote fijamente. De nuevo te calmo con un beso y te hizo abrazarlo mientras empezaba a moverse.
Clavaste las uñas en su espalda, al principio como reprimenda porque te dolía cada embestida, después dejaste de darte cuenta cuando lo hacías.
La habitación se lleno de gemidos y el sonido de sus cuerpos chocando, tu cuerpo estaba caliente el alcohol había desaparecido el pudor en ti y tu voz rogaba entre gemidos por más.

"Francesco, Francesco, Francesco, Francesco"

Lo único en lo que podías pensar y lo único que lograbas articular entre tus gemidos mientras el italiano entraba y salia a su antojo de tu cuerpo. No paso mucho tiempo antes de que te hiciera alcanzar el orgasmo haciéndote sentir como nunca nadie lo había hecho, como recompensa (según él) te dio un beso demandante que hizo que te desmayaras (literalmente).

Ahora que lo pensabas todo había sido un error, podías culpar al alcohol de ello. Podías decir que estabas tan borracho que no tenias idea de que demonios estabas haciendo...
Entonces recuerdas que Francesco no bebió nada esa noche... Todo lo que él hizo, lo hizo estando consiente.

¿Que significaba eso?

No quieres preguntarle directamente... Menos ahora que te ve como si te quisiera devorar con la simple mirada.

—Felicidades McQueen! -dice Carla Veloso palmeándote la espalda, todos se giran para ver a la corredora. Iban a hacer una carrera de demostración así que todos los corredores estaban reunidos antes de empezar.
—¿Que celebramos McQueen? -pregunto el español Miguel Camino.
—¿No saben? Nuestro McQueen se va a casar! -presumió tu amigo Mate. —Con su novia Sally.

Y la mirada de Francesco sobre ti no sabias como interpretarla.

 

https://www.youtube.com/watch?v=v-Ao1ZBYyWA


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).