Ritsu Pov
El amor es un sentimiento maravilloso que se graba en lo más profundo de tu corazón para que todos los instantes que vivas sean hermosos pese a la incertidumbre que conlleva tener que lidiar con un futuro desconocido, un romance es algo que siempre fantasee poder gozar pero jamás me atreví a tener, sin embargo, nunca espere que fuera de esta manera, mi relación con Akihiko ha roto cada una de mis expectativas.
Aunque ambicionaba ser la pareja de Masamune y no pensaba que lo mío con el pretendiente a escritor llegara más lejos que una torcida broma del destino, debo confesar que mi mundo se ha volteado desde su llegada y mis emociones se han mesclado hasta desaparecer las líneas llenas de etiqueta con la que anhelaba poder marcarnos.
ME he preguntado tantas veces sobre lo que es correcto de hacer en esta situación, estoy consciente de las verdades en las desgarradoras confesiones del peli plata; debo aceptar que el hombre de ojos miel me rechazo de la manera más cruel y egoísta que podía haber pedido, me entrego sin tomar en cuenta las pasiones que atacaba mi sangre, ignoro los rápidos latidos de mi corazón y procuró no ver las lágrimas que derrame por él, pero aun estando sensato acerca de esto, no puedo evitar amarlo con todo mi ser.
Por otro lado tengo a mi novio actual, aquel peli plata que tanto se ha esmerado por ganarse un lugar que siempre le perteneció, ni si quiera yo me profeso apto para identificar el momento exacto en que mi existencia se volvió dependiente de la suya, porque a pesar de no conocernos desde tantos años si lo quiero, y me gustaría poder arrojarme con él a la incertidumbre para ver a donde los senderos del futuro nos quieren guiar.
Por esa razón me encuentro tan confundido, había escuchado que el amor se duplica en lugar de dividirse, no obstante, en ningún momento profese que esa clase de situaciones podrían envolverme hasta asfixiarme en un intenso mar lleno de confusiones del cual no puedo escapar sin importar lo mucho que me esfuerce.
Porque estas turbaciones se están convirtiendo en mi condena en lugar de mi verdad, me transforman en una carta escrita con escarlata revelado mis profundas dolencias cuando se supone que mis heridas deberían comenzar a cicatrizar, este juego se nos salió a todos de las manos ahora pagamos la penitencia mientras el infierno nos consume.
Me importan ambos hombre que irrumpieron en mi vida, por ese motivo me lástima tanto ser el causante de sus dolencias, yo he estado con Masamune toda una subsistencia, lo conozco a la perfección, por esa razón tengo la certeza de que la presencia de Akihiko lo incomoda, puedo observar esa mirada llena de rencor que ambos se arrojan sin tener un motivo concreto.
Y con esta clase de pensamientos y emociones una profunda opresión en mi pecho se va formando apretando con sadismo mi alma para que esta sufra por todo el daño que está causando, sin escuchar mis patéticos pedidos por ayuda que no merezco, marcándome con cicatrices que tatuaran mis pecados.
¡Maldición!; esto me duele más de lo que me permito expresarle a estos dos; ser el promotor de que su amistad se derrumbe me esta matando, aunque no conociera con profundidad esa relación puedo percibir como tome entre mis manos esa unión de cristal para arrojarla sin piedad, no era mi intención que todo acabara de esta manera, no pretendía quemar tal tesoro, pese a esto mis acciones ya se resolvieron y los escombros de ese hermoso futuro se han escrito por mi culpa.
¿Qué debo hacer si me importan ambos? ¿Qué derecho tengo para seguirlos dañando? Solté un suspiro angustiado cerrando con fuerza los ojos como si de esta manera mis problemas se borraran como por arte de magia, no sé qué hacer, no tengo las respuestas correctas para estas pruebas de supervivencia y eso me hace profesarme como un incompetente mentiroso que prometió resguardar ambas almas para terminar dañándolas.
Lo único que puedo hacer es pedir una disculpa silenciosa, porque no quiero ser el causante de que se apaguen sus miradas ¿Qué es lo correcto? Si me quedo con Akihiko el azabache borrara por siempre su sonrisa, sin embargo, si me separo del peli plata este será quien termine lastimado, no codicio que alguno sufra, no me importa el dolor que esto me cause, solo quiero que sean felices, después de todo estas personas se han convertido en seres esenciales para mi persistencia.
“Te ves tan concentrado en los tiempos oscuros” Murmuro divertido mi novio mientras me recostaba en su regazo sin liberar el enorme libro de mis manos, al cual no le estoy prestando la atención que merece al ser víctima de nuevas batallas.
“Insisto; es imposible leer esta cosa en dos días, yo soy fanático de la lectura pero las horas no me alcanzaran para acabarlo” Me queje abiertamente intentando en vano retirar el pesado manuscrito de mi pecho.
“Ya veremos cómo lo resolvemos, después de todo el trabajo es para dos semanas, es el libro el que tenemos que devolver en tan corto lapsus de tiempo” Murmuro el hombre de ojos violeta jugueteando con mis cabellos de manera infantil.
“¿Tienes idea de cuánto cuestan estos manuscritos?” Lo regañe empujando nuevamente el gigante objeto de mi regazo.
“Supongo que debe valer mucho, pero eso no importa, de igual manera hare que mi padre lo pague, es para nuestros estudios” Abrí mi boca para reclamarle al petulante hombre con un increíble complejo de superioridad cuando su dedo rosando mis labios me indico dulcemente que guardara silencio “Además no quiero que te falte nada, me enfadaría que no apruebes solo porque no pudimos leer apropiadamente el material” Mis mejillas se calentaron al percatarme de la seriedad con las que esas frases eran profesadas sin vergüenza alguna.
“Idiota” Reclame refugiándome en su pecho “Si es por mí no te preocupes, no quiero convertirme en una carga que debas llevar, no seré el causante de más problemas” El más alto me quito el libro para dejarlo en el suelo de su apartamento y aprisionar mi rostro entre sus frías pero acogedoras manos.
“Es natural que quiera mimar a la persona que amo” Confeso sin vergüenza entrelazando nuestras miradas “Es normal que me preocupe cada instante por ti Ritsu, cuando estas cerca te vuelves el centro de mi atención y cuando estas lejos el universo en mis divagaciones, siempre serás mi prioridad, tenlo claro” Antes de poder bajar el mentón el mayor leyó mis intenciones levantándome para acercarme a sus labios.
El más alto rozo mi boca con timidez pidiéndome permiso para poder ingresar, sin vacilar abrí con vergüenza mis labios mientras mis manos se aferraban a su camisa y mi cuerpo comenzaba a temblar por la repentina intromisión de mi pareja, quien acariciaba sin pudor mi desnuda espalda debajo de mi polera.
MI legua permitió que la suya la guiara por una danza armónica en la que ambas batallaban para no perecer en la agonía que implicaba su lejanía, aspire con fuerza el aroma a tabaco y menta que despedía el cuerpo de mi novio, me deleite con lo suave que era su formado pecho plasmando una inconsciente sonrisa en mi boca.
EL mayor recorrió con lascivia cada uno de mis rincones para después separarse con lentitud aprisionando mi labio superior con los suyos, para eventualmente acariciarlos con arrogancia y mostrarme su luminosa sonrisa socarrona al vislumbrar el sonrojo causado por las múltiples vergüenzas que este hombre me obliga a pasar.
“Tu sabor es tan dulce, es el más exquisito que he probado” Musito acercándose a mi frente para depositar un tierno beso en esta.
“¿Por qué amas decir cosas tan vergonzosas?” Le reclame escondiendo en su pecho sorprendiéndome al percatarme del ritmo con el que se aceleraban los intensos latidos de su corazón.
“Porque te ves muy lindo cuando te molesto” Proclamo con autoridad acariciando mi nariz con su dedo índice sin borrar aquella preciosa sonrisa que me regalaba, una que estremeció todo mi cuerpo al advertir su modestia.
“Akihiko” Murmure escondiendo mi expresión debajo de mi flequillo regularizando mi ritmo cardiaco ante los temores que expresaría “Necesito hablar seriamente contigo y no es un tema fácil” Él más alto me tomo de los hombros para crear una pequeña distancia entre nuestros cuerpo y de esa manera exponerme con sus penetrantes y reveladoras orbes violetas, enseñándome la verdadera alma que ocultaba en mi ser.
“Quiero saber qué es lo que te molesta, lo que te disgusta, lo que te aterra, pero el tono de voz que has usado para proclamarme esto me pone bastante nervioso” Pregono sin liberarme de su cariñoso agarre.
“Sé que puede llegar a ser molesto todo esto que estamos viviendo” Musite apenado desviando mi mirada con un notorio temblor en mi cuerpo “Akihiko nuestra relación comenzó de una manera tan extraña; no la escogimos iniciar nosotros, además ni si quiera nos conocíamos, y tu sabias lo que yo sentía por Masamune” El peli plata al notar mi angustia revolvió mis cabellos inspirando con fuerza para no desfallecer.
“Por supuesto que estoy consciente de eso, tu y yo comenzamos jugando a la pareja feliz, Takano nos antepuso sus reglas con tener un tiempo límite juntos, pero yo termine estropeándolo todo cuando me enamore de ti” Proclamo con dulzura mientras mi cuerpo se removía ante cada uno de sus toques.
“Eso es lo que temo” Musite sin fuerzas “Tú y Masamune son lo más importante que tengo, por eso me duele ver como los lastimo con mi inseguridad, no entiendo que es lo que quieren y me desespera, mi mente comienza a colapsar y mi corazón se agita ante ambos, yo no estoy seguro de que es lo que pretenden o de que es lo que yo intento hacer siguiendo con esto, lo único que te puedo decir es que soy un egoísta que ambiciona tenerlos a ambos en su futuro, y termino hablando puras incoherencias que ni si quiera salen como lo he pensado” Proclame confundido por mis propios enredos ganándome una risa del mayor.
“Enserio eres muy lindo” Confeso con descaro acercándose hasta mi cuerpo para acorralarme en contra del sillón en el que estaba recargada mi espalda.
“Deja de decir esas cosas y presta atención a lo que estoy diciendo” Me queje volteando mi rostro para evitar nuevas pasiones.
“Ritsu escúchate a ti mismo” Con sutileza ladee mi cabeza en señal de que no lograba comprender sus palabras “Tu literalmente solo estás pensando en nosotros dos pero ¿Qué pasa con tus emociones?” Me pregunto golpeando mi punto débil, incitando a que mis temores se escaparan y salieran a relucir en mis ojos “Deja de pensar en nosotros, sé egoísta y escoge lo que te hace feliz a ti, no nos cuides cuando te terminas descuidando, no te angusties por nuestros problemas y sobre nuestras emociones, por ahora preocúpate tú por apreciarte pleno” Murmuro besando mi frente con timidez.
“Pero no quiero ser egoísta si termino dañando a alguno” Conteste perplejo por el imborrable gesto de delicadeza que me ofrecía mi novio.
“No me importaría si me dañas mientras sea tu sonrisa la que prevalezca; lo entiendo Ritsu, el amor es un sentimiento que conlleva consigo miles de misterios y condenas como lo son los celos y el egoísmo, sin embargo, si este se cultiva bien, con seguridad y compromiso no tiene por qué acabar en amarguras como le paso a Takano con sus otras novias” Abrí con expectación mis ojos al escuchar esas reveladoras declaraciones.
“¿Cómo sabes de eso?” Pegunte sin poder contener mis dudas regañándome mentalmente a falta de sensibilidad.
“Porque cuando estuvimos juntos en ese curso de verano él tenía una novia y por la manera en que hablaba de su relación supe que no estaba con esa chica por amor, pero cuando hablaba de ti sus ojos se iluminaban de maneras que no puedo describir, yo sabía que él estaba enamorado de ti, también se lo advertí, supongo que la inseguridad es otra más de las caras de este sentimiento aunque no lo culpo por tener miedo a perderte, porque yo también me muevo por culpa de esas aprensiones, me aterra tanto que te vayas” Declaro abriéndome las puertas de su infierno para exponerse tal como era, sin barreras, sin mascaras o palabras poéticas, dejando al descubierto una latente inseguridad que lo carcomía.
“Akihiko” EL más alto se apoyó en mi pecho con una expresión que me fue imposible descifrar en esos instantes, tome con fuerza su rostro para obligarlo a verme a los ojos “Yo no sé qué es lo que nos depara el futuro, no te puedo decir tampoco cuanto va a durar nuestro romance pero si te puedo prometer es estar siempre a tu lado” Declare sin bajar mi mirada observando como una sonrisa se formaba en sus labios.
“¿Por qué me dices esta clase de cosas?” Me interrogo el peli plata atrayéndome desde la cintura para que me sentara en su regazo y nuestras respiraciones chocaran incitándonos a unirnos nuevamente.
“Me vas a hacer decírtelo ¿NO es así?” Murmure deseando que la tierra me succionara para no tener que pronunciar palabras que me matarían por la pena que estas implicaban al momento de una proclamación.
“Claro que las quiero escuchar” Me susurro en la oreja con un tono de voz lleno de sensualidad para después unir nuestras frentes.
“Creo que yo tal vez” Murmure tartamudeando por el pánico que posesionaba mis emociones sin permitirme dejarlas escapar con fluidez “Quizás yo te amo” Lleve mis manos hasta mi rostro para ocultarme por la patética confesión que acababa de salir de mis labios, creo que soy alguien bastante irritante con toda esta clase de conmociones que causo.
“No tienes idea de lo inmensamente feliz que me haces con esas declaraciones” EL hombre de cabellos plata beso el lugar en donde mis manos cubrían mis labios para evitar que los nervios me obligaran a colapsar.
“Te encanta apenarme” Murmure para mí mismo viéndome forzado a despejar mi cara por la diferencia de fuerza que ambos teníamos.
“No esperaba que nuestro romance acabara de esta manera tan dulce e inocente, pero Ritsu ya estamos acá, creo que es hora de darlo todo y si fracasamos o si rompemos por algún motivo no me sentiré mal al tener estos preciosos recuerdos a tu lado, te amo y no me cansare de repetírtelo nunca” Cerré los ojos con fuerza acercándome hasta sus labios para rozarlos con timidez y alejarme con ímpetu.
“Creo que tienes razón y tampoco puedo martirizarme el resto de mi vida por Masamune, profeso que es mejor dejar ir las cosas” Pero bien sabía que aunque estas eran mis intenciones el afecto no se puede borrar con un simple deseo, a pesar de eso, pienso que si mi amor por Akihiko se hace más grande hasta opacar ese amargo recuerdo, mis dolencias cesarían “Por el momento solo quiero centrarme en mi presente” Confesé acariciando su mejilla con ternura regalándole una mirada amorosa y llena de preocupación.
“Deja de provocarme de esa manera” Declaro mordiendo lascivamente mi cuello para que su mano descendiera hasta mi trasero “O no me hare responsable de mis actos” Murmuro apretando con descaro mi piel logrando que un gemido fuera liberado por mis labios.
“Dijiste que me esperarías” Lo regañe separándome con pánico de nuestro abrazo, aun me da mucha vergüenza tener que entregarme en cuerpo y alma cuando hace un par de semanas di mi primer beso.
“Por ti lo haría hasta el fin de los tiempos” Antes de que nuestros labios se unieran con deseo el tono de timbre de mi teléfono nos sacó de nuestras ensoñanzas, provocando que el peli plata bufara con una notoria molestia.
Profesándome bastante apenado me levante del suelo para dirigirme a la mesa del comedor, lugar en donde había abandonado mi celular ignorando todo el día los molestos mensajes, al abrirlo mi cuerpo se tensó al percatarme de la hora que era, suspire con una falsa molestia al haber sido víctima del escritor todo el día.
EL más alto me abrazo por la espalda rodeando mi cintura sin tener las intenciones de liberarme, aspire por última vez su tentador aroma para poder observarlo a los ojos y confesarle mis pensamientos.
“Akihiko yo ya me debo ir, que no se te olvide que Masamune también debe leer esa pesadilla que osaron llamar como libro” Murmure acomplejándome por lo enorme que resultaba ser el manuscrito, sería una proeza digna de ser relatada leérselo en un par de horas.
“Está bien, pero yo te voy a dejar, no quiero que le pase nada a mi lindo novio” Murmuro divertido al observar mis fallidos intentos por atrapar el enorme texto que debía cargar hasta el piso en donde se encontraba mi apartamento.
El peli plata con una sonrisa desinteresada tomo el manuscrito para cargarlo hasta su auto, lugar en donde compartimos una amena charla sobre las cotidianidades que nos rodeaban, intercambiando opiniones sobre autores y conociendo con más profundidad los gustos que nos agradaban y las cosas que ambicionábamos evitar en un futuro.
Cuando llegamos el mayor se ofreció a cargar el libro hasta mi hogar, gustoso acepte sabiendo que mi orgullo en estas situaciones no me ayudaría para lograr mi objetivo; los dos tomamos con fuerza el manuscrito intentando resistir con poderío el tiempo en el ascensor para después ingresar a mi departamento y dejarlo encima de la mesa de centro.
“No sé cómo lo devolveré en un par de días a la biblioteca” Murmure llevando mi mano hasta mis cabellos para idear un plan en vano.
“Cuando eso pase llamas a tu súper sensual novio para que te recoja y te ayude” Antes de regañar al hombre de ojos violetas por su arrogancia él aprisiono mis labios en un tierno beso de despedida para el cual tuve que levantar la punta de mis pies por la diferencia de altura.
Nuestros labios se movían armónicamente, mis manos rodearon su cuello con ternura mientras él se aferraba a mi cintura para no dejarla ir, hasta que el sonido de la puerta de uno de los dormitorios abriéndose me saco de mis ilusas fantasías.
“RITSU” EL mayor se separó con lentitud de mi cuerpo sin importarle la presencia del azabache mientras mi mente era víctima de la angustia al ser cómplice del sufrimiento de una de las personas que más atesoro.
“Masamune que gusto es verte, pero no puedes haber sido más inoportuno al interrumpirme con mi novio” EL más alto frunció el ceño tras auscultar cada una de las confesiones que el peli plata le otorgaba.
“Akihiko tienes diez malditos segundos para salir de mi departamento, no estoy de humor para tener que lidiar contigo también” Proclamo el azabache con un notorio desagrado en cada una de sus palabras.
“Bueno amor creo que lo mejor será que me vaya, llámame antes de irte a dormir” Susurro besando mi mejilla para salir de la habitación dejándonos a mí y al azabache inmersos en un penetrante y lejano silencio.
“¿Me vas a explicar esto?” Me pregunto con un gélido tono de voz sin acortar la distancia entre nosotros ¿Por qué las cosas debían resultar de esta manera? Si tan solo nunca me hubiera confesado al menos me habría podido mantener a su lado como él esperaba, pero como siempre termino saboteando mi propia vida, apreté con fuerza mi labio al profesarme impotente y confundido por todas mis vivencias.
“¿Acaso te debo alguna explicación?” Lo interrogue intentando construir la misma frialdad con la que él me trataba, sin embargo, el temblor de mis palabras delataba lo nervioso y dolido que me encontraba frente a esa actitud.
“Si me la debes, soy tu mejor amigo” Eres tan injusto Takano, con esta clase de palabras que dices jamás has medido el daño que me causas “Además Ritsu, sabes que eres más importante mi misma vida, me muero si algo te ocurre” EL azabache se acercó hasta mi cuerpo mientras yo retrocedía esquivando su mirada para que no me viera así de débil.
“Ya basta de todo esto” Declare con agobio golpeando la pared de la sala de estar siendo víctima de esos ojos de quien soy esclavo, por favor ya basta de esto, no entiendo que rayos es lo que quieres o lo que necesitas para quedar satisfecho.
“Ritsu” Murmuro llevando sus dedos hasta mi mejillas, acción que termino por romperme, con fuerza golpee su mano dejando que las lágrimas corrieran, yo no lo puedo contener, ya no lo soporto aunque Akihiko me diga que esto no es mi culpa, que esa expresión dolida no la causo yo, sé que miente para que no me sienta como una basura.
“YA BASTA” Grite perdiendo la fuerza en mis rodillas, permitiendo que el peso de mi cuerpo me guiara hasta el suelo de la habitación “¿Qué mierda quieres de mi Masamune? ¿Qué es lo que quieres?” Le pregunte con impotencia apretando con ímpetu su camisa sin separar mis ojos de su sorprendida mirada.
“No llores por favor” Murmuro limpiando con gentileza mi mejilla para después besar mi frente ¿Por qué amas confundirme? ¿Acaso te gusta verme sufrir? Si no me quiere como yo solo hago déjame avanzar si ti.
“Masamune no te entiendo” Susurre intentando golpear su pecho con rabia “¿Porque me tratas con tanto cariño? ¿Por qué me das esperanza si no la hay? Deja de pretender que estas celoso de Akihiko, tu tomaste tu decisión, tú me entregaste, maldición me diste a otro hombre y te importo un carajo como me sentía” Lo encare por primera vez observando el atónito gesto del mayor, acción que me trajo de regreso a la realidad, con rapidez lleve mi mano hasta mi boca deseando que esas palabras nunca hubieran escapado de mi mente.
“Perdóname” Murmuro aferrándose a mi espalda, hundiendo su cabeza en mis cabellos sin dejar de besarlos “Ritsu yo tampoco sé que es lo que estoy haciendo, tengo tanto miedo a perderte que actué por impulso” Susurro tomando mi rostro entre sus cálidas manos “Cuando dijiste que estabas enamorado de mi solamente pude pensar que te perdería porque las parejas son débiles, ellas rompen por estupideces y yo no quería que nosotros acabáramos de esa manera, quizás en esos momentos era yo quien no lograba identificar amistad de amor” Levante con temor mis ojos para encontrarme con los suyos.
“Un romance no funciona cuando no hay amor, creo que saliste con ellas por los motivos equivocados” Proclame apretando mi labio con mis diente para ya no seguir revelando más de mis secretos.
“¿Cómo sabes que no estaba enamorado?” Me interrogo acariciando con dedicación mis cabellos castaños.
“Porque cuando hay amor la otra persona se vuelve todo lo que necesitas, además haces hasta lo imposible por verla feliz, piensas cada instante en ese alguien especial y sobre todo tu corazón late con desenfreno con cada una de sus acciones” EL mayor me miro impactado sin ser capaz de ocultar su sorpresa.
“¿Tu sientes eso por Akihiko?” Me pregunto con seriedad sin separarme de su estructura, imposibilitándome para escapar.
“Si” Murmure apenado mientras mis mejillas se teñían de un fuerte color escarlata al recordar cada una de las palabras de mi novio.
“¿Y que sientes por mí?” Me interrogo tomando mi mentón con firmeza ambicionando escuchar una respuesta que ya conoce.
“No me preguntes cosas dolorosas” Murmure cerrando con fuerza los ojos mientras él me acunaba en su pecho con dulzor.
“Lamento mucho haberte llevado hasta esto Ritsu, lo único que quería era mantenerte por siempre a mi lado, por eso me aterre y le pedí a Akihiko que te diera tu primer amor, creyendo que regresarías junto a mí, pero en todo este tiempo lo único que hemos hecho ha sido distanciarnos y eso no me agrada, odio que te alejes de esta manera” Declaro con sinceridad mientras sus manos bajaban hasta mi espalda.
“También detesto ver como nuestra amistad se derrumba por una tontera, supongo que fue mi culpa por haberte incomodado con mis emociones” Musite poniendo mis manos en su pecho para crear un pequeña distancia.
“No fuiste tú el responsable de este conflicto” Proclamo intentando aligerar la culpa de la que mi cuerpo era mártir “Siempre me has dado en el gusto con tal de verme feliz, por eso sin importar lo mucho que te doliera terminaste aceptando esta estupidez, y yo lo lamento mucho, Ritsu jamás he estado tan arrepentido de algo” Declaro con gentileza delineando mis facciones con su suave y fino dedo.
“Sé que no fue tu intención hundirnos en esta clase de conflicto, es tan raro que nosotros dos peleamos por este tipo de cosas, no me agrada tener que discutir contigo Masamune, no me gusta que vivamos en una especia de zona de guerra” Musite derribando cada una de mis barreras ante su mirada, nuevamente caigo en sus redes porque no puedo ocultarle nada a esas lucidas orbes miel, quienes me obligan a confesar cada uno de mis pecados.
“Entonces ya no sigamos más con estas idioteces y volvamos a lo que teníamos antes de que todo este juego comenzara” Me propuso el más alto con una sonrisa llena de angustia y mirada que reflejaba melancolía.
“Sabes que no podemos volver a eso porque ahora tengo un novio” Le corrobore acariciando uno de sus mechones azabache con ternura mientras una agraciada expresión infantil se posaba en mi rostro.
“Supongo que es así” Musito sin separarnos o ponerme atención adentrándose en cada una de sus pensamientos, alejándome de lo que era su mente para que no pudiera descifrar el plan que estaba escribiendo.
“Masamune ¿Qué es lo que quieres?” Lo interrogue al no codiciar volver a cometer los mismo errores, ya no quiero que ellos sufran por mi culpa, deseo afrontar mis decisiones como el hombre que pretendo ser.
“Quiero que jamás te vayas de mi lado, Ritsu no te atrevas a dejarme solo nunca porque no te lo perdonare” Susurro recostándome en sus piernas mientras mis ojos se cerraban con cansancio al haber tenido que cargar todo el día ese ridículamente excesivo manuscrito.
Me acurruque en su regazo como cuando éramos niños, libere un pequeño bostezo y deje que el agotamiento físico me venciera para que los mimos que me propiciaba el azabache se llevaran toda la tensión física y emocional con la que he tenido que estar lidiando solo estos días, sin embargo, ante de poder caer rendido en un mundo libre de preocupaciones pude percibir como una última frase alterada escapo de su boca “Y tampoco te des por vencido con lo que soy, Ritsu no te rindas conmigo”