Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Entregarte en bandeja de plata por Chiaki28

[Reviews - 512]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola chicos!! Aun estoy a "Final de ciclo" Por eso ando media muerta, perdón, pero igual les traje un actualización y espero que les guste <3 <3

Takano Pov

Desperté sintiendo como la cálida respiración del castaño golpeaba suavemente mi cuello proporcionándome una agradable sensación en mi interior, con algo de pereza logre abrir los ojos para comprobar como el oji verde me abrazaba inconscientemente por inercia, él ha hecho eso desde la primera vez que nos quedamos a dormir juntos cuando éramos tan solo unos niños, cada vez que nosotros compartimos cama los brazos de Ritsu traicionan a su mente para poder buscar algo de calor y seguridad en mi pecho, siempre me ha gustado la forma en que el latir de mi corazón lo tranquiliza mostrándome una expresión serena y relajada.

Llevo toda una vida junto al castaño, él está en cada una de las memorias que tengo guardadas en lo más profundo de mi subconsciente, frente a él yo no oculto nada, me expongo sabiendo que él me aceptara sin importar que, entre nosotros no existe la palabra secreto, porque para mí Onodera es mi familia.

Por eso me aterra tanto perderlo ante un desconocido, sé que soy un egoísta por esperar que él sea rechazado por aquella persona que tiene su corazón, ni si quiera yo soy capaz de entender mis sentimientos, yo quiero a Ritsu, es como mi pequeño hermano menor, no quiero que lo lastimaren, sin embargo de igual forma acá estoy deseando que nadie lo aparte jamás de mi lado porque sé que sin el yo no poder avanzar.

Anhelando ahogar esos confusos pensamientos removí al menor para que se despertara de una buena vez, el oji verde lentamente abrió sus ojos hasta que me dejo ver aquellas hermosas esmeraldas iluminadas por el brillo de su inocencia y bondad, cuando nuestra miradas se entrelazaron pude contemplar como la cara de mi amigo palidecía solamente para después teñirse de un resplandeciente carmín, ese comportamientos no es algo común en él, me pregunto si estará enfermo.

“¿Te sientes bien?” EL castaño sentó en la cama con las enormes ropas que aun llevaba para verme extrañado.

“¿Por qué preguntas Masamune?” Al observar como ese rojizo color se intensificaba, lleve mi mano a su frente para comprobar el estado de salud del más bajo, realmente me asustaba que el decayera en época de exámenes finales.

“Creo que tienes fiebre” Mi mano bajo a su mejilla sintiendo que esta se encontraba muy caliente, lo iba a regañar por descuidarse de esa manera hasta que él de un manotazo nos logró separar estableciendo distancia entre nuestros cuerpos, abrí mis ojos sin poder entender esa extraña reacción.

“NO ME TOQUES” Grito levantándose de la cama apresurado para verme de frente, yo lo mire confundido y con una profunda tristeza reflejada en mis ojos, puedo sentir como él está construyendo un gran muro entre nosotros, por algún motivo Onodera está cada vez más lejano conmigo y eso me desagrada.

“Ritsu” Susurre observando como el castaño apretaba con fuerza sus ojos y mordía su labio intentando reprimir sus palabras.

“Me voy a ir a cambiar al baño, cuando salga te hare el desayuno” Después de musitar aquellas palabras con una inmensa angustia proyectada en esa ilusa mirada el más bajo desapareció de mis ojos dejándome más que abatido con la cabeza llena de pensamientos incoherentes y un ardor inexplicable en el pecho.

¿Por qué diablos él está construyendo un muro para evitar mi paso? No quiero que él me ponga barreras de ningún tipo; a mí me gusta tocar su cuerpo, saber todo de él, sentir que es solamente mío, me he ganado el derecho de ser su dueño al permanecer a su lado todos estos años, siempre apoyándolo, solamente yo conozco cada uno de los rincones de su personalidad, cada uno sus pensamientos, cada gesto, cada pequeña acción que él hace yo puedo descifrar su significado, de igual forma el castaño es quien sabe absolutamente todo sobre mi, por eso nosotros dos nos pertenecemos.

No permitiré que él me trate con una nueva frialdad, estoy consciente que es mi culpa, por atribuirme más poder del que me corresponde, el jamás se entregó a mí con palabras, sin embargo estas no eran necesarias, ya que con tan solo ver nuestras acciones hasta un extraño podría decir lo comprometidos que nos encontrábamos con esta profunda amistad, por eso yo decidí que Ritsu  es mío.

La presencia de Onodera es tan necesaria con el mismo aire que respiro, sé que sin él no podre superar ningún obstáculo en mi vida, porque soy dependiente, porque abuse de su amabilidad volviéndome adictos esos tiernos detalles que él está acostumbrado a tener conmigo, me hace sentir que soy importante, me llena de seguridad, me da confianza con esa sonrisa y con el brillo de sus ojos me llena de vitalidad.

Aborrezco esta insensibilidad que me esta enseñando, ese rechazo tan repentino que mi oji verde tiene hacia mí, yo no quiero que las cosas cambien entre nosotros dos, no arrojare por la borda esta relación de tantos años, no me importan las consecuencias, yo hare cualquier cosa para mantenerlo a mi lado, no lo voy a dejar escapar.

Escuche un par de ruidos en el comedor, mentalmente me regañe al no haberme dado cuenta de su huida del baño, camine rápidamente hacia la cocina sintiendo como un delicioso aroma rodeaba el lugar, mi estómago ante tan grato estimulo, delato mi presencia arruinando mis planes para sorprender al castaño.

“Ya está listo” Ni si quiera me miraba, ¿Qué rayos le paso? Entiendo que se encuentre mal por la pelea que tuvo con sus padres, está bien que se desahogue, sin embargo no puedo evitar sentir un gran dolor ante su rechazo.

“¿Ritsu ya te llego la carta de aceptación?” Una tímida sonrisa se dibujó en los rosados labios del más bajo, gesto que él logro contagiarme, siempre supe que el conseguiría ingresar a la gran universidad Mitsuhashi.

“Me llego hace un par de días, yo te quería contar pero” Antes de que Ritsu siguiera hablando yo lo interrumpí.

“Estabas muy ocupado evitándome” EL menor escondió su rostro debajo de su flequillo ante mi molesto regaño, yo solté un cansado suspiro extendiendo mis manos para acariciar sus suevas cabellos “Ya sabes que puedes contármelo todo a mí, Ritsu confía en tu amigo, llevamos toda una vida juntos, siempre te apoyare” Las hermosas orbes verdes se abrieron sorprendidas al escuchar mis palabras.

“Si confió en ti” Declaro sin poder verme a los ojos, esa era una muy mala señal, me estaba ocultando algo “Pero todos tenemos secretos que no queremos confesar” La sangre me hirvió por la furia que sentía.

“MALDICIÓN, TU YA ME CONTASTE QUE ERAS HOMOSEXUAL, NO HAY NADA QUE ME PODRÍA SORPRENDER MÁS” Los labios del castaño se abrieron, me miro con algo de decepción para luego volver a cerrarlos dejándome con la duda.

No puedo resolver lo que pasa, solamente siento como se está alejando, cada vez más distante, ¿Qué paso con el dulce castaño que me contaba hasta sus más íntimos secretos? ¿Por qué mierda la desconfianza? Yo no recuerdo haber hecho nada malo para que se distanciara de mí, he actuado de la misma manera desde que lo conocí.

Entonces ¿Porque? ¿Porque me está tratando tan distante? Yo lo acepte abiertamente, eso ya se le dije, a pesar de que me repugna y enfurece la imagen de otro hombre teniéndolo entre sus brazos, quitándome lo que yo autoproclame como mío, lo acepte, porque quiero a Onodera, porque me preocupa.

“No entiendo” Musite frustrado “Yo te dije que te quiero tal como eres Ritsu” El oji verde se acerco a mi cuerpo intentando relajarme sobando mi espada con su pequeña mano como solo él había hacerlo.

“Masamune, me siento feliz de que yo no te de asco, tu eres la persona que más quiero” El oji verde trago con dificultad “No puedo imaginarme una vida sin ti, por eso no te lo cuento” Mi entrecejo se frunció automáticamente al no comprender las palabras.

“¿Por qué rayos complicas toda las cosas? Si tienes un maldito problema cuéntamelo y ya” Ordene autoritariamente.

“Porque no quiero que me odies no te lo digo” Esas palabras quedaron grabadas en mi mente sin poder salir.

Porque no quiero que odies, ahí estaba ese miedo otra vez, yo jamás lo rechazaría, es la persona más importante en toda mi vida, nada de lo que haga o crea hará que me desagrade, yo necesito darle esa seguridad, poder transmitirle el cómo me siento, con esas intenciones en mente rodee con mis brazos el pequeño cuerpo del castaño.

“Estas muy delgado, puedo rodear toda tu cintura con mis brazos” Susurre en su oreja sintiendo como él se estremecía ante mis palabras.

“Yo debo ir a lavar los platos que quedaron” Mi cuerpo reacciono solo ante su intento por rechazarme acercándolo aún más a mi pecho.

“Quiero que me expliques lo que pasa por tu mente” Con mi mano tome la barbilla del oji verde para verlo de frente contemplando una nueva expresión que me dejo completamente hipnotizado, Ritsu tenía los ojos abiertos los cuales me mostraba ese sublime color verde, junto a un nuevo brillo, contrastado por la oscuridad de sus largas pestañas, expresión que acompañada de un radiante rubor y sus labios semi abiertos, componían la imagen más perfecta que mis ojos habían contemplado en toda mi vida, yo jamás me había dado cuenta de lo carnosos y rosados que esos labios eran, sin tener el control de mi mente poco a poco me acerque acortando la distancia que nos separaba.

Sentí como mi cuello era rodeado por los delgados brazos del castaño nos acercábamos cada vez más hasta que el molesto ruido del timbre logro devolverme a la realidad, me separe del oji verde observando que este tenía los ojos cerrados, ¿Acaso él quería que le diera es beso? Me abofetee mentalmente al tener esa clase de ideas.

Mierda, su confesión ya me está afectando y ahora estoy imaginando escenas en donde estoy corrompiendo a aquel joven que veo como mi hermano menor, esto solo fue una mala jugada de mi mente, ya ni si quiera puedo verlo al rostro por la vergüenza que tengo por haber estado punto de atacarlo.

Camine hasta la puerta con la intención de finalmente silenciar el ruidoso sonido, cuando la abrí el hombre del correo me obligo a firme un documento para poder hacerme entrega de mi paquete, al observar el sobre todo mi cuerpo se paralizo.

“Masamune ¿Qué te pasa?” Con las manos temblorosas mire al más bajo detectando un gran gesto de preocupación.

“Llego” Susurre aferrándome al papel “Llego la carta que me informa si me han aceptado o no” Onodera se posiciono al lado mío agarrando mi hombro para intentar transmitirme algo de seguridad.

“Sea cual sea el resultado sé que saldrás adelante” Cerré los ojos, tome un gran bocado de aire, mis manos temblaban, mi corazón latía abruptamente golpearon mi pecho, mis ojo se negaban a abrirse.

“Ábrela tu” Pedí con un apenas audible hilo de voz, yo no tenía la fuerza para verlo, ese pedazo de papeles definiría el resto de mi vida.

“¿Estás seguro?” LA temblorosa voz de Onodera me permitió entender que él también estaba nervioso, nosotros planeamos ir junto a la universidad para convertirnos en editores, se supone que compartiríamos el resto de nuestras vidas por eso me da tanto pánico el haber fallado porque no quiero que el menor se vea afectado.

“Si lo estoy” Declare intentando controlar lo endeble de mi voz, trabaje duro, a pesar de no ser tan inteligente como Onodera logre cumplir con los requisitos que pedían en la ficha de ingreso que solicite.

Sentí como el sobre se desprendió de mis manos, al igual que la cálida mano de mi hombro, espere percibiendo como aumentaban los latidos de mi corazón, quería poder hacerlo, deseaba acompañar al castaño a la facultad para poder cumplir nuestros sueños, como ambos lo habíamos prometido hace tantos años.

“Masamune” Abrí los ojos con temor para encontrarme con la cálida mirada del más bajo la cual estaba acompañada de su incondicional sonrisa “Si entraste” Abrace desesperadamente al oji verde aferrándome a su cuerpo, aterrado de que esto  fuera alguna clase de sueño al sentir como el menor correspondía mi abrazo supe que no se trataba de ninguna ilusión, yo no lo podía creer los dos estábamos dentro.

Lo que no sabía en ese momento es que aquel abrazo sería el último que recibía de Ritsu, luego de ese día el castaño cambio  haciendo realidad mi mayor temor, creando un gran muro entre nosotros dos, sin si quiera dejarme entender el porqué de su reacción.

Gracias los exámenes finales yo y Onodera no nos volvimos a ver, el ya no me esperaba para ir a la escuela como nos era costumbre, ahora era distante y algo frio, ni si quiera me miraba, salía de clases antes de que yo lo encontrara, no respondía ninguna de mis llamadas, estaba tan frustrado, maldición, esta era la primera vez que me sentía abandonado, me desesperaba no saber nada del castaño.

Sé que algo extraño le está pasando, él me está ocultando información, lo sé porque cuando me ve solo muerde su labio con frustración, el jamás me podrá intentar ocultar las cosas ya que yo a ese hombre lo conozco mejor que a mí mismo.

Las contradictorias reacciones de Ritsu solamente lograban confundirme aún más  ¿Por qué cambio? ¿Acaso el otro hombre le prohibió verme? Fruncí el ceño ante mis propios desagradables pensamientos.

Lo que predominaba en mi era la ira, estaba enojado, no me gustaba tener que compartir a Ritsu con nadie, no soportaba la lejanía, lo extrañaba, quería que toda su atención se centrara en mí, ser yo el dueño de esa mirada ¿Por qué no podía ser yo el que le gustaba? ¿Qué carajo tenía el idiota del que estaba enamorado? ¿De que hablaban? ¿Lo quería más que a mí? Todo el día esas malditas preguntas me atormentaban sin dejarme pensar en nada más, me sentía asfixiado, yo no quiero a Ritsu de esa manera, no lo puedo ver más allá de un hermano, a pesar de eso los celos me están devorando vivo, además me frustra tener que estar enfrentando a un enemigo invisible ya que ni si quiera sé cómo luce mi contrincante.

Ese casi beso que nos dimos era lo único que cruzaba por mis pensamientos, en ese momento mi mente estaba apagada, no lo pensé, mi cuerpo agarro las caderas de Ritsu por inercia, me sorprendente mi extraño comportamiento, esa fue la primera vez que lo pude ver con otros ojos, aun así lo que me impacto aún más fue la reacción de mi amigo, recuerdo la forma en que sus suaves manos rodearon mi cuello, mientras cerraba los ojos y no se separaba de mi cuerpo, ¿Acaso estaba jugando conmigo?

A pesar de él ya tener a alguien que le gusta me correspondía a mí o tal vez deseaba tener experiencia antes de salir con quien de verdad ama, rayos, no lo sé, mordí violentamente mi labio reprimiendo la frustración,  la cabeza me dolía de tantas veces pensar en el tema, no importa cuántas veces lo repase, jamás llego a una conclusión y termino frustrado con una amargo sabor en la boca.

Cuando el año se acabado y nosotros nos graduamos Onodera se fue de vacaciones con su familia a Inglaterra por un par de meses, en los cuales yo no supe nada de él, estaba dolido, me sentía vacío sin ver la sonrisa del castaño, yo lo quería a mi lado, mi único consuelo es que ambos estudiaríamos la misma carrera, y esta vez ya no lo dejaría ir, no permitiré que me abandone de esa forma, lo necesito para subsistir porque me volví adicto al pequeño hombre de brillantes ojos verdes con sonrisa ilusa.

De repente en todo esa mar de confusión que yo hacia llamar mente se me ocurrió una brillante idea, arrendar un dormitorio cerca de la facultad en el que los dos vivamos juntos, un pequeño refugio o escape del mundo, es perfecto, me encargare de que todo vuelva a ser como antes, después de todo prometimos ser los mejores amigos para siempre, aunque para Onodera esas palabras no significaran nada para mí lo eran todo, por eso es que me mantengo aferrando al pasado con tanta desesperación porque es todo lo que tengo.

Gracias a mis grandes ahorros más el sustento económico que mi madre me otorgo para gastos personales, logre pagar por un par de meses un pequeño cuarto con dos habitaciones, un baño, una cocina y una sala de estar, el espacio era reducido, ninguno tendría mucha privacidad, pero nosotros ya estábamos acostumbrados a tener al otro muy cerca, no creo que eso llegue a ser un problema para el menor.

Sabiendo de ante mano que el más bajo se negaría a verme, apenas su familia regreso al país yo le propuse mi idea a su madre la cual quedó fascinada, otorgándome todo su apoyo, además de que ella encantada me encargo que cuidara de su hijo para después permitirme ingresar a la habitación de mi amigo.

Observe con cariño la manera en que Ritsu sostenía un libro entre sus manos mirándolo como si fuera lo más preciado que sus ojos hubieran contemplado acompañado de una tímida sonrisa, el de verdad ama la literatura, es su pasión, su mundo, por eso me alegro que el haya ingresado empezando a construir su futuro.

“¿Cuánto tiempo más me vas a seguir evitando?” El más bajo me miro sorprendido cayéndose de la silla por el asombro, yo me acerque para ayudarlo a levantarse, recibiendo nuevamente rechazo de su parte.

“¿QUÉ RAYOS HACES ACÁ?” Grito mientras un fuerte rubor aparecía en sus mejillas, sin hacer caso de hostil tono de voz me senté en su cama.

“Vine a hablar contigo” Declare mirando divertido como el más bajo intentaba levantarse del suelo sin lograrlo al tener las piernas temblando, estaba demasiado nervioso a mi lado, no lo entiendo siempre hemos permanecido juntos, mi presencia es algo a lo que está acostumbrado, entonces ¿Por qué tiembla de esa forma cada vez que hablo?

“No tenemos nada de qué hablar” Esa nueva actitud enserio me comenzaba a irritar “Además nos pudimos haber encontrado en la universidad el día de la ceremonia de apertura,  no era necesario que vinieras”

“Conociéndote me ibas a estar evitándome por algún motivo que desconozco” Los hombros del oji verde se tensaron, yo tenía razón, no importa que tanto intente ocultarme lo que piensa, para mi él siempre será un libro abierto.

“Lo lamento” Musito escondiendo su rostro debajo de su flequillo mientras se sentaba a mi lado, esa calidez realmente me hacía falta, yo lo había extrañado, casi enloquezco sin tenerlo a mi lado en estos meses.

“¿Dónde planeas ir a vivir cuando tengas que ir a la universidad?” Pregunte observado fijamente al menor, el cual no se atrevía a elevar la su algo rojo rostro, mientras tiritaba debajo de mi penetrante mirada.

“Me quedare en casa, tomare el tren todos los días para llegar” Con cariño acaricie los cabellos del menor con una sincera sonrisa.

“Idiota, eso te tomara más de dos horas diarias” Proclame apoyando mi cuerpo en el del oji verde sintiendo algo extraño, me recargo con aun más fuerza en su pecho para comprobar que efectivamente era su corazón el que latía con tanta fuerza, es como si se quisiera escapar del cuerpo de Ritsu.

“Estaré bien, no me molesta tomar el tren” Una risa nerviosa salió de su labios, él me estaba mintiendo, jamás fue bueno haciéndolo.

“No tienes que preocuparte, yo arrende una pequeña residencia para nosotros dos, está a diez minutos de la facultad” Proclame lleno de orgullo, habiendo cumplido mi meta de acorralar a mi amigo para no dejarlo escapar.

“No puedo vivir contigo” Me impacte ante la sinceridad de sus palabras, la cual a pesar de no desagradarme lograba enfurecerme.

“Si puedes ya lo arregle con tus padres y todo está decidido” No renunciaría fácilmente a él, no soportaría más de su frialdad.

“Pero yo no quiero” Fruncí el ceño molesto, no entiendo el cambio tan radical que él tuvo, lo único que sé, es que me molesta.

“Es peligroso que te levantes tan temprano y vayas tan lejos solo, no lo harás” Ordene autoritariamente como su realmente fuera su hermano mayor, no expondría al inocente castaño a situaciones de riesgo innecesarias.

“N...No importa, estaré bien” El no entrelazaba su mirada sin importar las veces que lo intentara, los latidos cada vez se hacían más rápido.

“Ritsu” El oji verde cerró los ojos al escuchar mi voz ¿Pero qué diablos le pasa?, me pregunto si está actuando así por el rival que desconozco, guiado por los celos y la envidia decidí preguntar “¿Tu estas en una relación con el tarado del que estás enamorado?” La relajada postura del castaño se transformó en una rígida en tan solo un par de segundos.

“¿Por qué quieres saber?” Los labios de Ritsu estaban temblando, algo andaba mal, mi pregunta lo incomodaba.

“Porque soy tu amigo y me preocupo” El más bajo me aparto con suavidad sin verme a los ojos, yo confundido lo mire.

“Es cierto, tu siempre serás mi mejor amigo” Susurro apretando con fuerza el cubre de la cama, sentí un escalofrío ante el frio tono de voz que utilizaba, no acostumbraba ver esta faceta de su personalidad.

“Yo te quiero, por favor no me dejes con la duda” Rogué apelando al blando corazón que el más bajo tenía.

“Masamune” Intente acercarme para darle seguridad tomando su manos, sin embargo el castaño apenas sintió mi tacto la aparto “¿Quieres saber porque te rechazo?” Mi cuerpo se tensó ante la pregunta “¿Por qué no quiero vivir contigo? ¿Por qué estoy escapando de ti todo el tiempo?” Más que querer saberlo lo mío era una fuerte necesidad, debía averiguar la causa del brutal cambio que solo tuvo hacia mí.

“Si, merezco saberlo porque soy la persona más cercana a tu corazón” El oji verde levanto su rostro dejándome ver una mirada depresiva.

“Es cierto eres la persona más cercana a mi corazón” Susurro con gran nostalgia “Masamune yo” Ritsu tomo un gran bocado de aire para poder seguir “No quiero que me odies pero si insiste en saber no me dejas más opción”

“MALDICIÓN CONFIA EN MI” Grite desesperado tomando entre mis brazos los delgados hombros del más bajo, el cual me miraba lleno de nervios y pánico, volvía a percibir los fuertes latidos de su corazón, sus ojos se cerraron, su respiración se entre corto, comenzó a temblar entre mis brazos para finalmente decirme.

“Estoy enamorado de ti”

Notas finales:

Bueno ya se imaginan más o menos la reaccion que le va a tener con la confesion del castaño.

Pronto se mostrara que es lo que pasa con Ritsu en tosa esta situacion.

Espero que les haya gustado, ojala comenten y muchas gracias por leer <3 <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).