Takano Pov
Suspire con molestia observando con asco y decepción a mis padres, quienes estaban aparentando en mi propia graduación conformar la familia perfecta, aquella que siempre está unida y llena de sonrisas, la que no conoce el dolor o la desesperanza, acompañada de esas expresiones hipócritas cuando la verdad es que nos estamos cayendo en pedazos en frente de mis ojos, me repugna que me toquen el hombro con tanta confianza cuando ni si quiera son capaces de mirarme en casa, son unos malditos farsantes.
Si ellos quieren divorciarse no los detendré, al contrario los apoyare porque ya no tolero más estas peleas en el comedor, sin embargo, deseo que al menos ellos sean capaces de confrontar sus decisiones y dejar de vivir basados en las apariencias o sobre lo que pensara el resto de la sociedad ¿Por qué mierda debo simular ser el hijo más feliz del mundo cuando me estoy descomponiendo por dentro gracias a sus mentiras? ¿Por qué debo tener que seguir sosteniéndome por quienes no valen la pena?
Quiero poder separarme de su lado, irme y llorar, sacar todo lo que he estado acumulando juntando una mochila de la cual ya no soy capaz de cargar, me pesa y duele, es como si cada uno de mis problemas se incrustara en lo más profundo de mi piel para marcarme con ellos por el resto de mi vida, como si me estuviera ahogando en un denso mar de oscuridad y mentiras que yo mismo he creado con cada una de mis mascaras.
No sé cuánto tiempo más poder estar parado con este ridículo traje y sonrisa falsa sin desmoronarme, reteniendo las ganas de confesarles a todos las verdades que representa la familia Saga, lo único de lo que estoy seguro es que cada una de esas palabras inexistentes se está clavando en mi piel atravesando mi carne para destrozar lo que hay en el interior, maldición, esto es más doloroso de lo que pensé.
Creí que podría disimular estar en mi propia fiesta con estas personas a quienes he llegado a odiar al haberme abandonado, los que jamás considerar mi verdadero valor y hacen que yo me sienta culpable por mis fracasos como si fuese mi culpa que nuestro mundo se desmoronara cuando he sido el único que ha intentado rescatarlo.
¡Maldición!, me estoy hundiendo cada vez más profundo, me estoy ahogando en mis propias lágrimas ¿Qué nadie me puede ayudar? Por favor lo único que quiero es que me salven de esta asquerosa farsa, que se acaben las apariencias y corten las sogas que ellos me ataron al cuello para poder manipularme, estoy hastiado de tener que sobrellevarlos y justificar sus engaños, ya no quiero hacer esto, ya no puedo hacerlo.
Sabía que sería mala idea venir a la graduación al ser una celebración familiar, no puedo borrar el falso gesto de plenitud que está grabado en mi cara cuando debajo de este solo hay uno lleno de desprecio y maldad hacia todos los demás, porque lo único que conocí fue un mundo lleno de oscuridad en el cual la compasión no existe, si no hubiera sido por mi pequeña luz ni si quiera estaría en pie hoy, porque hace mucho ya me habría derrumbado, explotando sin piedad en quienes se me acercaran.
“Masamune” Levante mi mirada con desinterés hacia la frívola voz de la mujer que se hace llamar mi madre intentando con todas mis fuerzas contener la rabia de la que mi cuerpo era víctima, sucios mentirosos sin valor “¿Qué ese que está entrando no es tu amigo?” Esas palabras como por arte de magia me hicieron voltear hasta la entrada.
Ahí estaba Ritsu acompañado de sus padres, vestido con un traje azul y una fina camisa del mismo tono que sus hermosos y lucidos ojos caminando hacia a mí con su resplandeciente sonrisa, en ese instante en el que nuestras miradas se conectaron todos mis problemas, mis ganas de gritar, mi dolor desapareció.
Porque al vislumbrar a mi mejor amigo todas las heridas cicatrizan, todas las lágrimas se secan, cada uno de los trozos que se me arranco se reemplaza por uno más dulce, las sonrisas se hacen presente y lo demás para mí se eclipsa, sin Onodera jamás habría sido capaz de sobrellevar mi carga, no concibo una vida sin él ni quiero tener que imaginar el día que lo perdería, detesto admitirlo pero soy completamente dependiente de esos ojos verdes.
Ritsu lo es todo para mí, es el único que puede destrozar mi atmosfera para traspasar mi impenetrable armadura con esos brillantes piedras preciosas que me permiten contemplar cada uno de sus lucidos e ingenuas reflexiones, permitiéndome fusionarme con ellos para convertirme en creyente profesando un incondicional amor.
Por el renuncio a cada uno de mis dogmas para hundirme en sus inocentes pensamientos e impregnarme con su dulce esencia, es mi todo, es a quien quiero a mi lado el resto de la eternidad, mi apoyo, mi sostén, mi futuro, el único que vale la pena.
EL castaño y sus padres se pararon junto a mi familia, los adultos comenzaron a hablar entre si mientras que el oji verde me acuno entre sus brazos encerrándome en un cálido abrazos del cual no deseaba escapar, puse mi cabeza entre su hombro y su cabello, permitiendo que todo mi ser se llenara de él.
“Masamune, tienes que ser fuerte, no permitas que los conflictos con tus padres nos arruinen esta noche” Creía que mis mascaras eran una perfecta mentira creada desde el fondo de mi corazón para que nunca jamás nadie fuera capaz de contemplar a través de ella, sin embargo, Ritsu es el único que me expone y desenvuelve ante su mirada.
“Esta noche has que olvide mi dolor por favor” Musite débilmente separándome del más bajo, aunque me costara decirlo si me dolía la situación en la que mi familia se encontraba atrapada, desearía más atención de ellos, sentir el calor que deberían dar los padres, concebirme indispensable, necesario y sobre todo amado.
“Esta noche solo somos tu y yo” Susurro con una bella sonrisa para después con los ojos cerrados y un tierno sonrojo darme un beso en la frente, gesto que borro mis maldiciones para finalmente liberarme de mis cadenas.
EL menor le informo a sus padres que se encontraría todo el tiempo conmigo, su familia me sonrió con amabilidad después de tanto tiempo juntos creo que finalmente le agrado a los Onodera, después nos fuimos a formar en la fila para tomarnos la fotografía y así poder ingresar a la dichosa fiesta.
“Al final los dos terminamos viniendo solos, sin acompañante que nos escolte, va a ser vergonzoso recordar esto” Se quejó el menor con la mirada gacha evitando ver a las empalagosas parejas que se encontraban al frente de nosotros.
“Oye ¿Quién necesita una linda novia si me tienes a mí?” Ritsu me sonrió tímidamente con esos sublimes y enormes ojos verdes en los cuales yo me desearía poder perder todos los días para ahí no pensar en nada más.
“Masamune no seas infantil, también me gustaría tener una pareja o algo así, con quien contar todo el tiempo” Abrace infantilmente al más bajo el cual se tensó al notar mi poco sutil agarre a su cintura, no lo pude evitar me gusta tocarlo.
“Me tienes a mí, los dos podremos contar con el otro siempre, así que se mi pareja para la graduación, después de todo no quería venir con nadie que no fuera tu” Ritsu entrelazo nuestras miradas con seriedad, sus mejillas se tiñeron de un fuerte carmín y sus piernas comenzaron a temblar no fui capaz de entender porque tanto nerviosismo si solamente era yo quien lo abrazaba, aun así no negare que es expresión me fascino, sin desearlo me volví adicto a cada uno de sus gestos, de sus sueños y de sus divagaciones.
“No deberías decir cosas que se pueden pensar en doble sentido” Se quejó dejando caer su castaña cabellera en mi fuerte pecho “Pero yo también solo quería venir contigo a este ridículo evento” Al escuchar esas palabras mi corazón latió con intensidad permitiéndome por esos instantes conocer la verdadera felicidad.
“Siguiente” Los dos salimos de nuestro trance al escuchar la irritada voz del fotógrafo, él que me indicaba pararme debajo de la luces, sin el consentimiento del menor con fuerza tome su mano para jalarlo junto a mí, abrace su cintura con mis dos manos, respire cerca de su cuello y esboce una sonrisa para posar.
“Estas son fotografías de pareja, déjame ir” Me intento regañar sin quedarse quieto para zafarse de la prisión que había creado entre nosotros.
“Por favor, quiero tener un lindo recuerdo contigo” Ante mis suplicantes palabras el más bajo dejo de oponerse resignado para sonreír conmigo hasta que el flash se hizo presente dándonos a entender que ya había acabado, aun así no deseaba tener que separarme “Eres el mejor de los amigos ¿Lo sabes?”
“Si, lo sé” Musito con una mirada nostálgica hundiéndose en el mar de pensamientos que se encontraba dentro de su cabeza, a pesar de conocerlo desde hace tantos años aun no logro entender cuando tiene estos momentos como si se sintiera decepcionado de las cosas que le proclamo con sinceridad.
Antes de que pudiera romper el incómodo silencio llamaron a todos los de ultimo año para ingresar al salón a cenar, con fuerza jale la mano del castaño para correr a la primera mesa esperando ansioso la comida, la cual tenía un aspecto bastante extraño, la mire desconfiado observando un pequeño trozo rojizo, el cual al probarlo me pareció delicioso.
Levante mis ojos hacia el más bajo el cual tenía una mueca de desagrado ante esa imagen, solté una pequeña risa al ver como su nariz de fruncía demostrando lo disgustado que se encontraba, tome con mi tenedor un gran tozo de mi plato para extendérselo a él.
“Ritsu abre grande tu boquita” EL castaño me miro apenado cerrando con más fuerza sus labios mientras que yo intentaba con el tenedor forzar a que el salmón ingresara “No seas infantil te va a gustar pruébalo” El oji verde solo negó con la cabeza sin tener intención alguna de ceder a mis peticiones.
“No quiero, se ve horrible” Reclamo con un infantil puchero “Si me vas a obligar a comer eso tu entonces tienes que comerte de la ensalada” Una mueca se dibujó en mis labios, maldecí el que Onodera conociera cada una de las cosas que me desagradaban, aun así no daría mi brazo a torcer tan fácilmente.
“Acepto, probare tus estúpidos vegetales” Los dos con una sonrisa ingenua llevamos el alimento del otro hasta llevarlo nuestras bocas, al probar las repugnantes verduras me di cuenta de que no sabían tan mal como lo imagine mientras que el más bajo degustaba con una tierna sonrisa el pescado, los dos nos miramos con satisfacción hasta que escuchamos una risa proveniente de la mesa de al lado quienes nos observaban atentos.
“Ustedes dos de verdad parecen una pareja de enamorados” Ritsu ante el comentario escondió su expresión debajo de su flequillo logrando que yo me enfureciera, no quería que esos oportunistas nos incomodaran.
“No se metan en lo que no les conciernen, solo somos mejores amigos” EL menor me observo tímidamente con una expresión que en esos instantes no logre descifrar al tener demasiadas emociones reflejadas en esas preciosas orbes.
La música comenzó a sonar llenando todo aquel lugar de un nuevo éxtasis, las luces se apagaron siendo reemplazadas por unos pequeños laser, miles de globos cayeron al igual que pintura y pulseras fluorescentes, antes de que el menor reaccionara tome uno de los lápices para rayar ese fino rostro con un par de líneas abstractas, acción que enfado al castaño el cual de igual forma comenzó a rayar mi cara hasta que quedamos bastante sucios con las líneas distorsionadas que adornaban ambos cuerpos, ambos estallamos en risa ante nuestro comportamiento.
“Jamás te dediques al arte o morirás de hambre” Declaro el menor observándose por el reflejo de la copa de champaña.
“¿Ah? ¿Yo soy el que dibujo feo? ¿Y qué rayos se supone que es esta deformidad?” ME queje arqueando una de mis cejas.
“Es una casa” Se quejó con una falsa expresión de molestia, yo sonreí tomando todo el líquido del vaso deseando que ese momento jamás se acabara en mi vida, si pudiera pausar tan solo una noche esta sería la que escogería.
Cuando comenzó a sonar una nueva canción, le arranque el saco a Ritsu para que quedara en camisa y lo arrastre a la pista de baile pese a sus reclamos, al llegar al medio los dos comenzamos a movernos descoordinadamente ganándonos las miradas de confusión de nuestros compañeros, aunque antes le temía al ridículo, todo eso lo olvido estando a su lado porque solamente me preocupo de verlo divertirse y alegre, intentando que es magnífica sonrisa perpetúe por siempre para que mi corazón florezca en lugar de marchitarse.
Cuando la tensión aumentaba, con el efecto del alcohol y el éxtasis del momento me acerque hasta el castaño para tomar sus caderas y moverlas en un perfecto vaivén contra las mías, disfrutaba de tener su cuerpo pegado junto al mío puesto que sentía que estos encajaban a la perfección como si estuvieran hechos el uno para el otro.
Me sorprendí al distinguir como Onodera en lugar de resistirse a mi repentino contacto se acercó más a mi mirándome con un destello de lujuria en sus ojos, en esos instantes decidí escoger que solo fuera mi imaginación cuando la verdad intentaba renegar lo que tenía frente a mis ojos por temor a avanzar más en nuestra relación.
El castaño se movió rosando nuestros cuerpos sin pudor, la sangre me comenzaba a hervir hasta transformarse en un intenso fuego que no me permitía separarlo de mí ya que aquel intenso ardor que me tomaba posesión de mi carne a pesar de destrozarme, me quemaba en una dulce tortura de la que deseaba nunca poder escapar.
En esos momentos sin que me diera cuenta estaba olfateando el cuello del menor ¿Siempre olio así de dulce? ¿Siempre fue tan suave? Al vislumbrarlo con las mejillas ruborizadas y una mirada seductora, la cual inconscientemente me provocaba, mis manos viajaron por su espalda deleitándose con los suaves toques de su fina prenda, antes de que estas llegaran a su espalda baja fui consciente de lo que estaba a punto de hacer.
Me separe con brusquedad culpando a los tragos que habíamos consumidos, es cierto que me siento sumamente cómodo con la compañía de Ritsu, jamás me ha dado pudor tocarlo o permitir que él me explore, sin embargo, tenemos nuestros limites, después de todo solamente somos amigos, no consentiré jamás que lo nuestro se arriesgue hasta un punto en el que yo lo pueda llegar a perder, porque sin él a mi lado dejare de tener las fuerzas necesarias para poder seguir volando hasta caer en lo más profundo de mi vacío.
Tome su delicada mano para llevarlo a la parte solitaria del gran lugar en donde se llevaba a cabo el evento, el oji verde me miro confundido con una tímida sonrisa como si esperaba que yo hiciera algún movimiento con él, cosa que tenía planificada, ese día quería unir nuestras vidas por el resto de nuestros días.
“Ritsu” Susurre con mi voz ronca logrando que todo su cuerpo se tensara aunque de igual manera decidiera afirmarse de mis brazos “Esta noche quiero que prometamos estar juntos para siempre, ahora que nos graduamos y comenzaremos la misma carrera, porque espero que ingresemos a la misma universidad, quiero que me jures que nunca te separaras de mi lado” Le pedí afirmando con ternura sus temblorosas manos.
“Masamune” Musito impactado con un hermoso y único brillo en sus ojos mirándome como si fuera la persona más especial con quien podría estar, fui un afortunado al permitirle ingresar a mi vida para sanar mis heridas.
“Júralo conmigo bajo las estrellas” Después de decir eso saque de mi pantalón un pequeño mensaje que escribí, me levante, tome uno de los pequeños globos con helio que flotaban en el lugar dándonos una atmosfera mágica y personal.
“¿Lo escribiste?” Me pregunto soltando una melodiosa risa, yo me limite a asentir con una expresión llena de éxtasis, amaba verlo sonreír “Takano Masamune” Musito acercándose hasta a mi lado afirmando mis manos, logrando que este nuevo nombre que yo adquiría no me desagradara tanto como lo había imaginado “Prometo estar contigo para siempre, sin importar los años que pasen jamase me iré de tu lado”
”Yo juro que nunca te dejare ir” Complete ese mensaje iluminados por el deslumbrante resplandor de la noche, los dos nos miramos con ternura para liberar el globo y observar como este se iba alejando con el papel amarrado.
Cuando finalmente se perdió de nuestra vista me recosté en el césped sosteniendo a Ritsu de la cintura para que se acomodara entre mis brazos, estar así con él era lo que más disfrutaba, por alguna razón su respiración calmaba mis temores.
“¿Sabes Masamune?” Mire al menor quien tenía un brillo especial reflejado en esas impactantes y expresivas orbes verdes “Creo que estoy enamorado de alguien”
Nuestra escuela tenía bastantes problemas con la regularidad en la que los profesores asistían, creyeron que tendría que cerrar antes el año por eso la graduación se adelantó a invierno, sin embargo los problema se solucionaron y seguirnos asistiendo con regularidad a clases después de haber hecho la fiesta, fue en ese entonces cuando Ritsu se me confeso, ahora que miro para atrás me doy cuenta de que quizás siempre fui yo el dueño de su corazón.
Ayer a pesar de que él me pidiera besarlo fui yo quien lo hizo más profundo, me asuste, me aterre de lo delicioso que sabían esos labios, no deseaba separarme de ellos jamás, tampoco pude dormir en toda la noche, me siento muy confundido.
Un golpe de una enciclopedia en mi rostro me saco de mis recuerdos y pensamientos, al elevar la vista me encontré con el ceño fruncido del demonio Kamijou el cual me miraba con desprecio y decepción.
“Como les decía, si no quieren estar acá váyanse” Me declaro directamente para después retroceder “Muchos de sus sempais les dirán que no es necesario asistir la primera de semana de clases porque no se pasan contenidos, pues están muy equivocados, porque ahora me encargare de llenarlos de materia, así que saquen sus cuadernos” Suspire cansado con el ceño fruncido por aquel golpe en mi rostro.
“Oye Ritsu ¿Por qué no me dijiste que me estaban observando?” Al buscar a mí alrededor no logre encontrar al castaño, mire por toda el aula sin tener éxito en mi búsqueda, ¿Dónde rayos se había metido Onodera?
Ritsu Pov
Me encontraba disgustado y aburrido al lado de Akihiko quien solamente me arrastro fuera de la universidad para ir a comprar un par de cervezas en un local lejano y luego arrastrarme a un enorme parque para beber sin importar las miradas llenas de reproche de las demás personas, me agradaba que no le importara lo que los demás pensaran, sin embargo, creo que estos intentos de rebeldía son en vano al no tener significado.
Mire de reojo al peli plata sonrojándome ante su penetrante mirada, prometí intentar que esta disfuncional relación no fuera un completo desastre, además no lo hago solamente porque Masamune me lo pidió, siempre desee saber cómo se sentiría tener una pareja, hubiera anhelado que el azabache fuera el primero, no obstante, las cosas no se dieron de esta manera cuando literalmente me cedió a otro hombre, aun así tengo la ilusiones de que él sea el último en mi vida, sé que soy terco y demasiado persistente, pero no soy capaz de rendirme con él, porque lo amo con locura y pasión.
“¿Podrías quitar al menos ese ceño fruncido dos minutos?” Solté un suspiro cansado apoyándome aún más en el gran árbol.
“Pues perdóname si no estoy muy feliz junto a ti viendo como tomas más de esas latas, además no me gusta el olor a alcohol” Reclame cruzando los brazos arqueando las cejas para forman un ceño que sacara a relucir mis emociones.
“Puedo ver que no te gusta el aroma” Declaro divertido tocando mi nariz “Cuando algo no te agrada tiendes a fruncirla” Mi sangre se agolpo ante el contacto que estábamos teniendo en esos momentos.
“No es cierto” Me defendí intentando darle la espalda en vano al verme rodeado por sus brazos “Sabes que esto no está funcionando ¿Cierto?” El oji violeta suspiro dejando de lado la botella para prestar atención.
“Lo sé y eso me preocupa” Admito abiertamente recostando a la fuerza mi cabeza en su regazo el cual no era del todo incómodo.
“Entonces ¿Qué sugieres que hagamos? Vivimos esta farsa o quizás lo mejor sería terminarla” Susurre para mí mismo ganándome una mirada de rechazo y decepción del más alto el cual tenso todo su cuerpo al notar que el mí se relajaba.
“Si no das tu mejor esfuerzo no eres al persona que creí podría cambiar mi mundo” Me sorprendí abriendo los ojos ante esas palabras “Quiero saber más de ti así que conozcámonos, pregúntame algo que quieras saber y después yo lo hare contigo” Lleve mi mano a mi mentón formando un puchero en mi boca.
“¿Por qué aceptaste salir conmigo tan fácilmente?” Aquellas palabras se escaparon automáticamente de mis labios avergonzándome mientras el más alto sonreía con satisfacción y arrogancia.
“Porque me parecías muy lindo” Antes de que reclamara por el comentario él prosiguió “A lo que me refiero es que parecías una linda persona, yo he intentado enamorarme, permitir que alguien cambie mi vida por siempre, y no lo sé, al mirarte sentí algo unico, aunque tus ojos no te lo permitan ver por el amor que te ciega por Takano, sé que hay una conexión especial que nos une y quiero averiguar que es, que significas para mi” Mi pecho se calentó ante aquella dulce confesión, no me imagine que detrás de esos gestos petulantes existiera un deseo profundo de encontrar a alguien más , un grito desesperado, un llanto desconsolado.
“Gracias por confiar en mi para decirme eso” Sonreí sinceramente levantando de sus piernas para entrelazar nuestras miradas.
“¿Qué cosa te gustan y que te disgusta?” ME confundí ante lo abierta que resulto su interrogante, aun así respondí lo mejor que pude.
“Me gusta la música tranquila, la comida casera aunque soy muy malo cocinando” El más alto rio ante mi comentario “Amo la literatura, es mi pasión en la vida por eso me esforcé para llegar hasta acá, me gustan las rosas porque creo que son las flores que a pesar de tener esas peligrosas espinas para protegerse son las más hermosas, me encanta leer fantasía porque así la realidad desaparece, y estoy enamorado de mi amigo de la infancia” Suspire con pesadez mientras que el peli plata acariciaba mis cabellos con su frías manos.
“Ritsu, no me gusta verte así por él, tu si quieres sácalo, hazlo” Mire sorprendido al más alto el cual tenía una sincera mirada.
“Yo no sé de qué estás hablando” Lo intenten negar obteniendo que el aumentara la fuerza de su agarre.
“Sé que quieres llorar por él, puedes hacerlo” El peli plata me rodeo con sus brazos mientras yo escondía mi cabeza en su pecho dejando que las finas lagrimas cayeran de mis ojos, no pude evitar que estas escaparan.
Lo amo, lo amo tanto que me destroza el corazón, me duele tenerlo solo como amigo, me lástima que me haya dado como si fuera un objeto del cual tiene su dominio, detesto que me diga que quiere pasar el resto de su vida a mi lado pero que no tenga el valor para dar el siguiente paso conmigo, maldición esto me quema, me derrite, destroza mi interior corroyéndolo hasta que este se ennegrece y quede sin nada.
Aunque este llorando sé que soy un egoísta al no ser capaz de alejarme de su lado, porque a pesar de que no me ame a mi quiero presenciar esas hermosas sonrisas, deseo poder cumplir nuestra promeso, intento conformarme solamente con estar a su lado sin probar esos adictivos labios de menta, sin embargo, es difícil.
“Maldición esto duele mucho” Susurre con la voz entre cortada “De verdad quiero que me ame, Akihiko, quiero que me vea como yo lo veo” Musite dejando que sus manos recorrieran toda mi piel como si me pudieran debilitar o curar de los males que me atacan.
“Ritsu si quieres que sea honesto, puedo ver que él también está enamorado de ti” Declaro el hombre de penetrantes orbes violetas “Puedo ver como sus ojos se iluminan cuando menciona tu nombre o te observa desde lo lejos, pero él fue un cobarde que no se atrevió a arriesgar su amistad para tener algo más” Levante mi rostro dándonos un par de centímetros de distancia para poder memorizar la escena.
“Perdón, ni si quiera se porque estoy llorando” Me disculpe llevando mis manos hasta mi cara para cubrirlo.
“Porque cargaste mucho tiempo en silencio con ese peso que no te corresponde, no te debes martirizar por como salieron las cosas en esa relación” EL peli plata retiro mis manos exponiéndome en frente de sus ojos.
“Es que yo también tengo miedo, me aterra perderlo pero si estoy dispuesto a arriesgarlo, y ni si quiera me entiendo, todo esto es tan injusto, estoy cansado de tener que cargar con todo esto yo solo” El mayor tomo mi mentón con gentileza limpiando mis lágrimas de mis mejillas con una cálida sonrisa que nunca antes había contemplado.
“Una relación no implica solamente besos, sexo y regalos para el día de los enamorados” ME sonroje ante sus descaradas palabras y seductora sonrisa “También implica confianza y ayudar al otro con sus padecimientos, por eso ya no te sientas solo, desahógate conmigo porque te ayudare a apreciarte mejor” Sonreí sinceramente ante esas declaraciones, yo no tenía a nadie más que no fuera Masamune, por lo que debía retener todos los problemas que estaba relacionados con el azabache al no ser capaz de discutirlos con el mismo causante.
“Gracias Akihiko” Musite regalándole una brillante mirada a la cual el reacciono con una extraña expresión.
“No creas que me rendiré tan fácil contigo” Musito tomando mi rostro entre sus dos manos para darme un pequeño beso, el cual logro que por todo mi cuerpo fuera recorrido por un gran escalofrió, a pesar de haber sido corto no pude evitar que mis latido se aceleraran descontroladamente ante sus roces.
“No hagas eso” Reclame ocultando mi expresión de sus orbes violetas mientras él me levantaba sin descaro del suelo aprisionando mi mano.
“No soy del tipo afectuoso pero contigo lo quiero intentar, puede ser divertido ser súper acaramelados” Di vuelta mi semblante con una mueca de disgusto cuando la verdad escondía nervios al no tener nada de experiencia en esa área.
“Regresemos a clases de una vez” Le pedí intentando ignorar lo cerca que se encontraban nuestros cuerpos.
“Me niego” Proclamo con superioridad “Te llevare a tu primera cita y te divertirás” Antes de que le reclamara él me asecho con la mirada para decirme autoritariamente “No te lo estoy pidiendo, es una orden del gran Usami Akihiko”
Bastante irritado y sin poder zafarme de su agarre lo seguir por las grandes calles preparado para vivir experiencias que hasta ahora me eran desconocidas, aunque él sea bastaste molesto a veces, no es mala persona, jamás me habían permitido desahogarme abiertamente mostrando mis heridas como lo hice con mi “Pareja”, quizás no sea tan mala decisión el querer darle una oportunidad, después de todo si no me arriesgo me quedare en la misma posición sufriendo por un amor no correspondido, al menos si soy capaz sacarlo un par de minutos de mi cabeza no sentiré vergüenza o remordimiento al mirar a Masamune a los ojos por mis corruptos pensamientos.