Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Entregarte en bandeja de plata por Chiaki28

[Reviews - 512]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola chicos!!

Que nostalgia me dan esos tiempos en que me dije a mi mismo; Bandeja de plata no tendra más de 15 capítulos e ir para los 40 jajaja, bueno, al menos ya se acerca el final si les sirve de consuelo.

Espero que les guste <3 <3

Akihiko Pov

Mi corazón era un misterio escrito con las gotas de sangre perdidas en mi batalla, mi mente estaba llena de polvo al ser incapaz de remover mis viejos ardores, mis memorias eran un caos en donde un par de hermosos ojos verdes eran los salvadores y un par de carnosos labios me susurraban rayos de luz en plena oscuridad, el problema es que no lograba distinguir a quien le pertenecía la melodiosa voz ni reconocer esa ferviente mirada.

Ritsu fue pasión; cariño, afecto, ternura, él chico se logró transformar desde un simple juego de lujuria a alguien quien se adueñó de cada uno de mis pecaminosos pensamientos hasta convertirme en un adicto al borde de la obsesión.

Misaki es un incondicional; lindo, perseverante, con él existe la intimidad, un repentino deseo de posar mis manos sobre él me ha dominado, ese castaño ha estado en mis días más oscuros para consolarme con su agradable temperatura y me socorrió como su prioridad solo para recibir ingratitud.

“Ritsu no es mi novio, es mi mejor amigo” ¿También me habré visto así de tonto negando mis emociones?

No puedo evitar odiar a Takano, más que un rival en el amor él se ha convertido en el vivo reflejo de lo que pasaré si reaccionó muy tarde y en los pensamientos que estoy a punto de encarnar, no toleró apreciar como mi comportamiento se ha vuelto tan débil ante la ruptura de esa perfecta imagen que yo entregaba.

“Misaki me conseguí un nuevo novio” Siempre fue tan evidente, como sus esmeraldas se apagaban, la mueca de asco que trazaba en sus facciones, el bufido para después regalarme una sonrisa forzada.

“Me alegro por ti” Hasta hoy me saben a mentiras “Espero que sean muy felices y que esta vez sí dejes que se acerquen a ti”

“Solo es un juego, cuando me aburra ya cambiaremos” Fui cruel, fui muy cruel con ese joven muchacho de ingenuo mirar, sí alguno hubiera detenido esta tortura con orgullo hoy las cosas serían diferentes, pero la venda sobre los ojos es más sencilla.

Siempre pensé que Ritsu había sido quien me salvó de los demonios porque antes de él mi existencia se limitaba a ser vaga y deprimente, un hombre manchado con unas manos demasiado estimuladas y tal vez él sí fue quien me rescató con sus labios, no obstante, ¿Qué hay del tiempo antes de entrar a la universidad?

El tierno  de ojos esmeralda me encontró cuando menos lo esperaba en mi juventud, me acunó con sus desinteresadas palabras de ánimo, me apoyo en los estudios para que cumpliéramos la meta de ingresar en donde queríamos y cuando las cosas se pusieran tensas me borré de su historia como si jamás hubiera existido.

Estaba muy equivocado; ni siquiera pensé que le podría hacer daño al huir como un cobarde, en lo solo que se podría llegar a sentir al ignorarle las llamadas y evitar una explicación, volver a verme después de meses por una mera coincidencia para encontrarse con que me había enamorado debió apreciarse como una navaja en el alma.

“Lo lamento” Aunque sabía que él no estaba.

Con un aura impregnada por el remordimiento y las heridas expuestas pasé la saliva con dificultad para salir de mis pensamientos, levantarme de una de las incomodas sillas de la vacía clase para comenzar a caminar hacia un salón de arte evitando ese trágico final.

¿Qué siento por ese chico? No lo sé, no puedo dejar ir el antiguo amor que tenía ni quiero soltar esta oportunidad, soy un egocéntrico que tan solo causa problemas con su molesta e indecisa actitud; soy el digno sucesor de la estupidez de Takano.

“Que desagradable” Me dije con una gesto de repudio sobre la boca convirtiendo esos sutiles pasos a una firme caminata.

Debo encontrar una manera en que todo se arregle; aunque no sea capaz de ver esas emociones al menos Misaki merece saber que no le soy indiferente, que se ha comenzado a meter en mis reflexiones con sus pequeñas manos aferrándose a mi espalda, que más de una vez lo he deseado y he aspirado ese perfume para grabarlo en mis memorias.

Con la respiración agitada, las piernas tensas por los duros golpes que le daba al pasto de la facultad, las manos sudadas por los nervios llegué al salón de las exposiciones en donde me dijo que estaría para detener un destino ya escrito.

Al ingresar al cuarto una tonta sonrisa se estampó en mis labios al apreciar como el castaño se encontraba analizando un par de pinturas solo con un cuaderno lleno de manchones entre sus finos dedos; siempre fue el estudioso, yo no estaría aquí si no fuera gracias a él.

“Misaki” El nombrado se dio vueltas agitando levemente sus desordenadas hebras para entregarme una inocente expresión junto a un pequeño susurro.

“Usagi” Algo en ese silencioso tacto me electrizó “¿Qué es lo que estás haciendo acá? Te dije que iba a estar ocupado todo el día con lo de las exposiciones”

“Pensé que estarías muy solo y aburrido por eso vine” Contesté con las palabras chocando en mi garganta como una excusa.

“No está solo” La sangre me hirvió con esas arrastradas verdades; al adentrarme en la habitación llena de lienzos con gotas de colores mis ojos colisionando con esas altaneras orbes azuladas apoyadas en una esquina.

“¿Qué hace él acá?” Bramé con una autoridad que no me correspondía.

“También estudio artes” Me respondió entretenido “Este trabajo implica nuestro examen final”

“Kyo y yo hemos estado cuatro horas analizando los cuadros, llegaste cuando les estábamos dando los últimos estudios para redactar el informe” Arqueé las cejas al apreciar como él más alto con pesados pasos se acercaba al castaño para depositar su brazo derecho sobre sus hombros.

“Así que llevamos mucho tiempo juntos” Pregono marcando territorio; mi mandíbula se tensó al chocar con la furiosa imagen de un animal encelado “No necesitamos de malos tercios a estas alturas”

“Pero yo” La risueña voz del chico de ojos esmeraldas me silencio.

“No quiero ser descortés contigo Usagi, sin embargo, Kyo tiene razón, debemos terminar esto, es para un par de días” Apreté mis puños detrás de mi espalda desviando mi atención a uno de los abstractos cuadros en busca de una intangible calma.

“Vine a decirte algo importante” Misaki relajó sus facciones al igual que sus hombros siendo rodeados por ese petulante.

“¿No puede esperar?” Temía que si continuaba atrasando las cosas acabaría como el patán de orbes miel.

“No” Mi iracunda voluntad no vaciló al escapar de mi garganta, el más bajo exhaló presionando sus parpados, enseñándome sus largas y suaves pestañas para murmurarle a Kyo frases que no comprendí.

“Bien” Fue la respuesta que le entrego devolviéndose a su rincón,

“Lamento no poder salir a hacerte compañía o algo así” Susurro apenado bajando la cabeza, acercándose con tímidos movimientos hacia la puerta de la habitación “Pero dejar los finales tan cerca de acabar mi semestre”

“Lo comprendo” Mi mano acaricio sus cabellos provocando un espasmo en mi columna.

“¿De qué querías hablar?” Como el cobarde que soy evite su mirada.

“¿Recuerdas esas palabras que me diste hace tanto tiempo?” Su cabeza se ladeo en señal de confusión “¿La confesión que me entregaste cuando salía con Ritsu?” Su sonrojo y su ceño arqueado no se hicieron de esperar.

“Sí yo” Presioné sus labios con mi dedo índice para deleitarme por la suavidad de estos, ¿Siempre te he deseado con tanta intensidad? Quizás estaba demasiado acostumbrado a tu cercanía como para notarlo.

“Yo he estado pensando mucho estas cosas después de mi ruptura, he divagado incontables veces sobre lo que pasó con nosotros y” Sus hermosos ojos brillando se abrieron de forma expectante al igual que su seductora boca “Creo que también me gustabas y tal vez ahora lo hagas pero no me siento seguro como para avanzar”

“Usagi no entiendo” Fue la decepcionada respuesta que me entregó.

“Misaki yo estoy hecho un desastre desde que el año comenzó, nunca había tenido emociones tan fuertes, no es sencillo tener que sobrellevar todo esto” Mis manos se apoyaron en sus enrojecidas mejillas forzándolo a entrelazar miradas “Eres especial pero necesito tiempo para descifrarte, tenme paciencia”

“¿Especial?” Repitió indignado “¿Has venido solo a decirme que te esperé?” Mi corazón se estrujo en contra de mi pecho ante esos rabiosos gestos quemando la parte más profunda y empolvada de mi mente.

“Sí” El castaño entablo distancia al apoyar su mano sobre mi abdomen.

“Lo mejor sería que te fueras, tenemos que trabajar” Ni siquiera me miro a la cara cuando dijo esto, no me volvió a tratar con ese dulce tono de voz, no me aceptó con la comprensión que quería; así supe que lo había llevado al límite de la locura con mi egocentrismo “Por ahora no quiero escuchar más de esto”

“¿Dije algo malo?” La pesada y sarcástica risa del tercero heló mi sangre, con los dientes presionándome la mandíbula hasta que esta me dolió centré mi atención en cada uno de sus petulantes pasos.

“Esto es demasiado Usami” Rio con un irónico aplaudir “Misaki este sujeto en verdad es una decepción, no puedo creer que te hayas enamorado de alguien tan idiota” Él no me defendió tan solo encogió la cabeza.

“No te metas en conversaciones que no te incumben” Un gruñido bestial salió con esas demandas.

“¿No me incumben?” Me pregunto alzando una ceja “¿Qué no te quedó claro hace un par de días lo que siento por este chico?” Su tonta sonrisa se borró “Claro que me importa lo que le hagas”

“Kyo detente” Pero él no frenó por ese ruego.

“No quiero que continúes lastimando así a Misaki con esas patéticas emociones inseguras” En lugar de enfurecerme y defenderme con los puños como lo solía hacer mis músculos se paralizaron siendo recorridos por una infinita nostalgia “Sí no quieres nada con él díselo y permítele avanzar de una vez”

Mi mirada se bajó siendo oculta por mi flequillo; ese castaño me eriza cada uno de los poros, aunque me de miedo admitirlo mi ritmo cardíaco siempre ha aumentado con sus sonrisas, mis días se despejan con su inocente presencia, mi piel ruega por su calor, mis labios están sedientos de él danzando debajo de la codicia.

El aire se me fue de los pulmones ante la lógica conclusión; me gusta Misaki, me enloquece ese chico y aunque Ritsu fue especial la confianza que compartimos jamás fue tan afín como con este ingenuo de mirada esmeralda, mi mente nunca fue tan comprendida por alguien, por inercia yo lo he comenzado a buscar, a ambicionar, a anhelar.

Deseaba abofetearme con fuerza al haberme trasformado en Takano; en haber reaccionado muy tarde cuando las heridas sobre ese ángel ya estaban quemadas en su piel y las cicatrices desagarradas por mi arrogancia.

“Él me gusta” Su risa resonó con aun más fuerza por las paredes de ese salón.

“Te tardaste demasiado y ya no cuenta” Bramó sin vacilar.

“¡Kyo!” Las cejas arqueadas del castaño lo detuvieron.

“¿Cuánto más vas a soportar de alguien como él?” Pregunto a la defensiva extendiéndole sus brazos “Yo te he tratado de dar el mundo, he intentado permanecer a tu lado de todas las formas posibles, he batallado porque me prestes atención solo para que ames a este remedo de hombre” La forma en como mis facciones se deformaban con ese discurso causaba un placer casi pecaminoso en el de cabellos negros.

“Ya hablamos eso” Musito jalándolo de la manga para tranquilizarlo.

“No voy a tolerar esa idea, déjame por alguien decente por lo menos” Bramó arrojando fuego por esas grisáceas orbes encendidas por un océano de condenas.

“¿Quién diablos te crees para hablarme así? Lo que pasé entre Misaki y yo solo nos debe incumbir a nosotros dos” Volví a reiterar con palabras pertenecientes a un gastado discurso que ya me había sido escrito.

“¿Quién crees que consoló a este chico cuando me dijo que su preciado amor platónico se había fugado sin darle una jodida explicación? ¿Quién crees que fue el objeto de sus afecciones? ¿Quién piensas que ha estado aquí cuando tú te esfumaste?” Un asqueroso sabor a traición había llenado mi estómago; presioné con cólera mi mandíbula y mis parpados hasta que cada musculo de mi cara me dolió.

Si tan solo no me hubiera apartado, si me hubiera quedado a su lado, apoyado, respetado, mis pensamientos se clavaban como dagas en mi pecho al haber sido mi propio villano, si lo hubiera amado como debía Kyo no trataría de reemplazar.

“Exacto” Farfulló tomando aire para inflar su pecho “Fue este hombre que tienes al frente quien lo hizo”

“No porque lo hayas cuidado mientras no estaba eso lo convierte en alguien tuyo; Misaki es el único dueño de sus emociones, no lo intentes manipular para quedar como un Santo” Me defendí con un aura poderosa acercándome al más bajo para tomarlo de los hombros.

“Usagi no hagas esto” Antes de que alguna sílaba saliera de mi garganta esa frase me robó el aliento “No me uses como despecho solo por esa manía tuya que tienes a no estar solo, no te atrevas a mirarme como un reemplazo porque no te lo perdonaré”

Pero él no era un sustituto de mi primer amor; al contrario, Misaki era el hombre diferente quien siempre ha marcado mi existencia, yo comprendo sus inseguridades porque solo me he movido con pasos temblorosos y reaccionado ante este nuevo rival, entiendo que él tenga sus razones para desconfiar y subir barreras que antes no estaban; sin embargo, que lo comprenda no quiere decir que me agrade.

El temor a iniciar una relación siempre va a estar latiente en nuestras pieles, porque ese chico quien se ha convertido en mi mundo con una nueva herida me va a soltar y yo me romperé como el dependiente en el que me he transformado, el veneno nuevamente rodeada mi piel y mi toxica personalidad posesiva a ambos nos cegara, es por eso escapé dejando el panorama perfecto.

Supongo que entiendo a Takano en ese sentido, es más fácil negar las emociones a arriesgarlas; cuando la vida luce como utopía con un ser querido uno la quiera dejar así de intacta, pensamos que no es necesario crear conflictos en donde no existen, que las etiquetas son un vago invento de los inseguros, que ellos no se apartaran aunque los arrastremos al infierno; no obstante, las cosas ya no son así.

Si lo lastimé debo pagar las consecuencias; es todo o nada.

“Creo que ya has dicho lo que querías” Con un tierno tacto entre pieles rocé sus tímidas mejillas encendiéndolas de carmín.

“No eres un despecho en esto, si te digo que me gustas te estoy entregando años más tarde esas palabras; Misaki trato de ser valiente para ti” El hombre de cabellos negros como un celoso protector me golpeo el brazo deshaciendo nuestros destinos, borrando un camino que antes yo transitaba y robándome una vida que me pertenecía.

“Te lo estoy advirtiendo Usami, corta esta mierda de actuación” El más bajo se veía tan dolido, aunque no me mostraba ese hermoso rostro podía apreciar la manera en que su cuerpo temblaba de coraje.

“No miento, me gustas como algo más que un amigo” Su mano electrizando mi pecho frenó mi hablar.

“¿No crees que es muy tarde para decirme eso?” Me interrogo con una expresión desbordante de rencor “¿Cuánto más creíste que te iba a esperar Usagi? ¿Pensabas que me iba a sentar por siempre con una pierna cruzada en busca de tu confesión?”

“No pero” Toda esa falsa imagen de seguridad se destrozó en mi espejo de realidad.

“Yo te amo” Sus dientes se presionaron provocando que un rechinar tensará mis músculos, sus ojos se habían comenzado a cristalizar “Te amo más de lo que debería, estoy loco por ti Usagi” La rabia era lo único que reflejaban esas lindas facciones con un rebosante rechazo “No tienes idea de cuánto soñé para que avanzaras con tus emociones, de cuanto esperé ese me gustas, lo mucho que quería que atraparas mi mano y me desearas como yo lo hago contigo”

“¿Por qué lo dices con ese tono entonces?” No pude evitar preguntar preocupado ante ese furioso semblante adquirido.

“Esperé tanto esas palabras” Su irónica risa con el bajar de una fina lágrima acabo por devastar lo que soy y hacer añicos estos sueños “Pero que decepcionante fue cuando las recibí” Mis ojos se abrieron impactados, mis manos se relajaron dejando caer los muros que aun sostenía.

“¿Decepcionante?” Me repetí atónito.

“Tenía puestas muchas expectativas en ti” Un inexplicable ardor se posesiono en mis orbes, un fuerte golpe en mi estómago me hizo retorcerme “Me siento tan tonto por pensar que un día llegarías para tomarme firme del mentón, darme un beso y decirme que no temiera para que empezáramos una relación, que lamentabas nunca haberme visto, que sentías haberte aprovechado del iluso que siempre estuvo aquí” Él se frotó la frente “Porque siempre estuve aquí Usagi, nunca me moví aunque tú pretendías no verme”

“Misaki” Ni la tierna voz de Kyo lo calmo.

“Pero no lo hiciste” Farfulló con el pecho agitado “¡No hiciste nada de lo que ansiaba!” Grito con un desgarrado aullido en su garganta “En lugar de moverte me das más razones para perder las esperanzas que tengo en ti, me sigues usando y yo como un idiota te sigo creyendo” Sus labios se deformaron mientras sus ojos me absorbían “Ya no puedo con esto, lo siento pero me estás destrozando, no me des esperanzas donde no las hay y solo vete”

“¡Escúchame!” Le roge desesperado acunando esas mejillas con mis fuertes palmas; encontrando solo nostalgia en esas esmeraldas “Me gustas tú Misaki”

“¿Entonces porque no te puedo creer?” Sus pestañas bajaron permitiendo que más amargura descendiera por sus finos pómulos “Lo lamento mucho, siento ahora ser quien huya pero me cansé de esta relación unilateral” Su respiración se trató de regularizar en vano “Yo no soy tu juguete, no me puedes seguir lastimando como se te da la gana y esperar que te reciba con los brazos abiertos”

“Nunca te he” El suave agarré en mi hombro por parte del de orbes zafiro me calló.

“Mejor ya vete Usami, has hecho más que suficiente” Lo único que me quedo hacer fue bajar la cabeza, despojarme de mi orgullo y observar como el tesoro que antes con tanto esmero se aferraba a mí se estaba sosteniendo de otro mientras un par de amargas y finas lágrimas recorrían sus mejillas.

Tiré con fuerza de mis cabellos arrepentido, mordí mi labio con tanta frustración que un repulsivo sabor a sangre me lleno; un tortuoso hormigueo de agujas se había clavado en mis músculos; ¡Mierda! Me había convertido en lo que más odiaba; en ese imbécil al que tanto criticaba, en el idiota dueño de mi desprecio, me había trasformado en un Takano peor.

Nunca había visto llorar a Misaki por mi culpa, él jamás me había dicho la presión que le estaba aumentando, las marcas que le estaba grabando con este desbordante egoísmo, yo nunca vi lo dañino que era y ahora temó llegar muy tarde.

Con flojos pasos presionando los senderos de la facultad solo deambule sin saber a dónde podía ir; las orbes a pesar de arderme no soltaron llanto, el corazón a pesar de habérseme destrozado continuaba latiendo con los fragmentos que le quedaban; los problemas de mi mente se había despejado para centrarse en esas palabras.

Lo único que saboreo es la culpa.

Un fuerte agarre en mi brazo subió mis defensas, esperanzado me di vueltas rogando porque fuera el castaño enfadándome por haber convocado al mismo diablo con mis emociones.

“Eres difícil de encontrar” Su pesada voz me provocó una mueca llena de asco y rechazo, verme en sus ojos me enferma porque me enseña en lo que me he convertido.

“¿Qué quieres Takano? No es un buen momento” Farfullé con las cejas arqueadas y los brazos cruzados.

“Yo” Él rodó los ojos “Le prometí a Ritsu que me disculparía contigo por la paliza del otro día”

“Ja” Su ceño se frunció “¿Esa es tu disculpas?” Pude observar como sus puños se cerraban, como la piel le enrojecía de la presión que estaba ejerciendo y poco me importo.

“Al menos intente razonar contigo” Se defendió deteniendo su venenosa lengua al contemplar mi rostro.

“Ahora te puedes largar” Su mano en mi muñeca detuvo mi caminar.

“¿Qué te pasó?” Su tono se había suavizado, con incomodidad me atreví a verlo para entregarle más arrogancia, porque esquivar era lo único que sabía hacer.

“¿Te importa lo que me ocurra?” Alcé una ceja ignorando a los curiosos peatones del lugar; supongo que ya nos hemos convertido en un espectáculo de circo “Después de todo quien me dejo la mejilla hinchada fuiste tú”

“Claro que no me importa” Bramó cortando el contacto “Pero antes solíamos ser amigos” Con ese murmullo la presión fue liberada.

Era cierto, antes de que todo este lio comenzará yo le tenía mucho afecto a este hombre, aunque solo atravesamos un viejo curso de economía juntos nuestra relación se dio con facilidad gracias a la afinidad que compartíamos.

“¿Quieres ir a sentarte?” Me pregunto con nervios indicándome las viejas mesas de madera del campus; no respondí, tan solo arrastré mis pies con un extraño sentimiento en mi garganta siendo prisionero de mis miedos.

El azabache y yo nos ubicamos en el mesón mirándonos a los ojos, analizando la encrucijada que el otro tenía por rostro, leyendo un espejo que tenía las mismas heridas; respirando el aire que alguna vez compartió secretos.

Takano bajo la mirada incómodo y se mordió el labios arrepentido “En verdad me molestaba ese hábito tuyo” Musite permitiendo que un pensamiento escapará.

“¿Qué?” Balbuceó confundido.

“Tú solías morderte el labio en clases haciendo un insoportable ruido” Cada palabra estaba impregnada de la melancolía “Recuerdo que el profesor te solía regañar por distraerme con tus estupideces” Su risa heló mi sangre.

“Yo no era el idiota que se ponía a mandar textos en clases” Me recordó con confianza apoyando sus brazos sobre la mesa.

“No seas cínico” Le rebatí con tranquilidad “Tú eras quien se la pasaba enviándole notitas de amor a” Mis labios no lograron terminar esa frase.

“A Ritsu” Confesó con la cara apenada “¿Sabes? Tuviste razón desde ese entonces sobre mis emociones” Una afligida sonrisa fue intercambiada.

“Antes nos llevábamos mejor” Murmullé tocándome con incomodidad los cortos cabellos que descendían por mi cuello “Yo te solía considerar como alguien importante”

“Lo que hace la competencia” Suspiró “Usami ya sé que no podemos volver a ser amigos y después de lo que le hiciste a Ritsu no quiero reparar viejas intimidades pero al menos podemos tratar de llevarnos bien” Alcé una de mis cejas por inercia “Podemos intentar tolerarnos” Se corrigió con arrogancia “Ya sabes, tener un encuentro sin  ir a la enfermería”

“Me parece bien”  Proclamé agotado por todas esas batallas “Yo ya no estoy de humor para nada de eso”

“No te pido que me cuentes lo que te pasó porque ahora no soy nadie” Aunque sus frases salieron gélidas y seguras sus labios temblando delataron una leve chispa de remordimiento y temor “Pero cuando te encontré lucias muy abatido, nunca te había visto con esa clase de expresión, con ese insoportable carácter egocéntrico no pude evitar sorprenderme” Gruñí ante los penosos cimientos de nuestra relación para explotar y desbordar.

“Acabé convertido en un idiota como tú” Sus cejas se forzaron a la defensiva “Sin ánimos de ofender Takano”

“Creo que comprendo lo que quieres decir” Sus cabellos fueron mecidos con la agradable brisa de la tarde “Es difícil arriesgarse a tener una relación con la persona que más te importa, es complicado dejarlo todo sin seguro”

“¡Sí!” No contuve mi felicidad al ser comprendido “No lo hacemos por lastimar, solo es para proteger la perfecta relación que llevamos”

“Pero ellos no parecen entenderlo” Una ligera risa fue intercambiada “Sí, sé cómo eso se siente, el tener un tesoro tan grande entre tus manos, el amar algo con toda tu alma, convertirte en un egoísta al pensar en monopolizarlo, dañarlo con cada palabra que dices, yo sé cómo eso se siente” Su sonrisa curvada hacia abajo capto mi atención.

“¿Qué debo hacer si temó que se vaya?” Takano rio con un aire irónico soplando el descuidado flequillo sobre su frente.

“No soy el indicado para decirte eso ¿No crees?” Antes de que respondiera cambio su postura a una rígida y seria “Yo y Ritsu fuimos amigos toda una vida, desde niños él me acompaño, desde muy joven hizo latir mi corazón con una intensidad que no comprendía y aun así tuve varias novias como idiota, aun así lo negué en público y te lo entregue” Él pasó saliva con dificultad mientras yo incomodo esquivaba su mirada.

“Misaki me ha hecho compañía desde la escuela, ya no vale negarlo, me gustaba y hui, corrí porque si alguien iba a destrozar esa utopía quería hacerlo yo para no salir herido” La comprensiva mano del hombre de ojos miel se posó sobre la mía.

“Te entiendo a la perfección” Musito alegre “Sé que no lo haces con malas intenciones, que tan solo buscabas proteger una hermosa relación, hacer eterno lo imposible, exponer al mínimo tu felicidad, sé que da miedo sentir tanto goce con alguien más porque sabes que se va a terminar y te aterra que llegue ese día pero Usami, mira donde acabé yo con esa clase de egoístas pensamientos” Nuestros ojos no se separaron de ese tacto; ambos absorbimos y compartimos nuestras emociones.

“Renunciaste a él por voluntad” Pregone con confianza.

“Ahora me estoy esforzando el triple por superar algo que siempre fue mío, me ha costado un infierno hacer que Ritsu me vuelva a mirar sin miedo y culpa” Sus pestañas descendieron cubriendo sus ojos de miel “No vale la pena la cobardía”

“¿Qué hago si no creé en mis emociones?” Él sonrió con ironía conservando esa aura serena.

“No lo podrás culpar porque los errores han sido tuyos pero sí te puedes esforzar hasta que la confianza regresé y recordarle las razones porque se había enamorado de alguien como tú” No lo dije ni por orgullo lo expresaría pero como agradecí esas palabras.

Aunque me enfermaba haberme convertido en un hipócrita como el azabache su bondad me acababa de salvar de la inminente caída a la que me estaba condenando; su experiencia es lo que tratará de evitar ese trágico  destino final.

Amar da miedo por eso corrí, sufrir era impensable por esa razón lo lastimé; mentiras fueron convocadas causando su desconfianza, movimientos débiles le hicieron romper sus esperanzas en este insolente quien ahora hará lo imposible antes de que un barranco de indiferencia me separé con ese chico de suaves hebras castañas.

Notas finales:

Creo que quedo claro pero por si acaso....

Misaki ama a Usagi, adora a ese hombre y bueno; uno no escoge a quien darle su corazón, vivio la misma situacion de Ritsu, espero que Usami adquiriera valor, fue paciente, aguanto algunos abusos, lo sostuvo, se entrego y despues de todo ese sacrificio recibir un me atraes pero aun no sé que hacer, me gustas....es como decepcionante.

Fue el momento que espero muchos años; debia ser memorable, tierno, detallista, lindo y fue como una burla.

Es normal que Usami siga vacilando porque amo mucho a Onodera pero si no es capaz de darle seguridad a Misaki, pues él no es saco de boxeo; no los puede tener a ambos.

Y jaja entre tontos se entienden (En verdad son iguales esos semes)

Gracias por leer y lo más probable es que los capitulos sean de parejas intercaladas, es decir, el otro es nostalgica <3 <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).