Lo vio recargado contra la pared de las bancas, Masa-san tenia rato de haberse ido, pero el había decidido quedarse un rato mas. Sin embargo no esperaba encontrarse con precisamente él. Levanto el rostro y coloco su siempre mirada engreída, antes de acercarse
-si has venido a burlarte, no malgastes tu tiempo que imagino que tienes cosas mas importantes de que ocuparte –la mueca burlona se ensancho aun mas después de aquellas palabras
-¿Qué te hace pensar que vengo a burlarme? Me ofendes
Por fin ambos hicieron contacto visual, Mei frunció el ceño, nunca sabia que esperar del cátcher, el otro por su parte lo evaluaba detenidamente. Aun cuando seguía teniendo esa actitud arrogante se notaba que la reciente derrota le dolía.
-¿creí que jugaría contra ti en el torneo?
-pues no quise acaparar toda la atención, tu sabes después de Koshien y todo eso, creí que sería bueno que tuvieras una oportunidad.
-¿Cuánto más vas a seguir fingiendo?
Esa pregunta si que lo descoloco, pensaba que había estado teniendo éxito con su actuación pero como siempre Miyuki era todo un misterio para él. Y era precisamente eso lo que lo obligaba a siempre voltear hacia el. Se mordió el labio, de todas las personas no quería que fuera precisamente Kazuya el que viera su punto más frágil, no después de todo lo que él le había dicho
Te arrepentirás de no estar conmigo
Miyuki no le quitaba la vista, lo veía bacilar y a los ojos del cátcher eso lo hacía aun mas adorable aunque por ningún motivo se lo diría, su sonrisa burlona llego a su límite y comenzó a acortar la distancia entre ambos, lo noto sobresaltarse ante la cercanía y a pesar de lo oscuro que podía estar no se le escapo el evidente sonrojo que lo delataba.
Cuando por fin lo tuvo a su alcance hizo algo que dejo al otro completamente paralizado Miyuki lo estaba abrazando, por un momento pego la cara a su pecho, pero al instante siguiente lo empujo lejos de él. No se dio cuenta en qué momento los ojos se le llenaron de lagrimas
-no quieras burlarte de mi Kazuya –el otro solo le dedico una mirada antes de romper en carcajadas
-¿crees que vendría hasta aquí solo para burlarme de ti? Si que eres todo un ególatra Mei –Narumiya se limito a parpadear mientras por primera vez notaba sus lagrimas. –pensé que eras más listo Mei
Miyuki le limpio una de sus lagrimas mientras lo veía con una expresión seria, los ojos azules se movían de un lado a otro tratando de dar sentido a lo que estaba pasando. Harto de aquel sentimiento que le estaba oprimiendo el pecho abrazo al cátcher y hundió su rostro en el pecho mientras balbuceaba
-¿Por qué haces esto Miyuki?
-no lo sé, solo pensé que te guardarías para ti toda esta frustración y terminarías haciéndote daño como la ultima vez
Eso termino de desarmar al pitcher…
¿la ultima vez?
El había aplastado el sueño de Kazuya y aun así había notado su sufrimiento después de perder en Koshien, y ahora estaba ahí, abrazándolo cuando meses atrás había vuelto a aplastar su sueño, ¿Qué clase de broma retorcida era esa? Pero muy en el fondo sabía que no era una broma y peor aun inconscientemente había deseado por ese abrazo, por esa calidez, no solo en esta ocasión sino también en la anterior. Jamás se dio cuenta en qué momento dejo de querer al cátcher para desear a Miyuki.
Aun sollozando levanto la cara y estiro el cuello para besar a Miyuki, el otro no esperaba eso pero no se alejo, todo lo contrario coloco su mano en el cabello de Mei y profundizo el contacto. El beso estaba cargado de urgencia, de deseos, de querer estar aun más cerca del otro. Mei fue el primero en romper el contacto, se llevo una mano a los labios y desvió la mirada, mientras respiraba entrecortadamente. Miyuki levanto una ceja y contemplo cada detalle del otro rostro. No podía negar que el pitcher lo volvía loco, pero ni en sueños se lo haría saber, ya tenía suficiente con su personalidad narcisista como para darle más motivos.
La habitación estaba en silencio, Miyuki paseaba su mano por la pálida espalda que tenía entre sus brazos.
-te meterás en problemas por pasar la noche aquí
-naa, alguna ventaja debe tener ser capitán del equipo
-jamás te felicite por eso
-aceptare lo de hace poco como regalo –una media sonrisa apareció en el rostro de Mei antes de besar lentamente al otro
-este parece un regalo más adecuado –la carcajada de Miyuki inundó la habitación
De pronto la sonrisa de Mei desapareció y bajó la mirada, el silencio se apodero de la habitación y Miyuki obligó a Mei a levantar la cara para verlo a los ojos. El pitcher respondió a la pregunta silenciosa
-No quiero que pierdas
-tonto, no pienso hacerlo
La actitud arrogante de Narumiya regreso mientras Miyuki besaba lujuriosamente su cuello…