Hermanos
originales
autoras: yeral_941 y Kazen_nova17
- No sé qué esperas, él no va a llamar - se paró y camino hacía la ventana de mi recamara.
- No me animes tanto – le dije con sarcasmo, es mi mejor amiga, pero a veces la quiero ahorcar.
- Solo te digo la verdad, siempre esperas que ellos llamen, por días y días, y al final, nunca llaman, es lo que denominamos circulo vicioso- me dijo mientras miraba por la verdad hacía la calle-ríndete, ellos solo son estúpidos qué no ven lo que en verdad vales.
- ¿qué ? Eso es lo más, cursi y tonto que me has dicho, y es algo que tú, Sofía, jamás dirías-comencé a reírme-a ver, ¿con que te salió tu hermano esta vez?
- Es verdad, jamás diría algo como eso, pero dame algo de crédito, solo quise ser más "normal"- lo dijo haciendo énfasis en normal.
- Así que era eso, ¿Diego te dijo que no eras normal? - se lo pregunte mientras la miraba detenidamente, si mordía su labio inferior, era que está nerviosa.
- No eh visto a mi hermano en todo el día- termino de hablar, y que creen, se mordió el labio, ¡bingo!
- Te mordiste el labio-la acuse-estas nerviosa por lo que supongo estas mintiendo, amiga te conozco muy bien-comencé a reír.
- ¡Ya!, odio cuando haces eso-me dirigió una de sus miradas matadoras, la cual nunca hace efecto en mí.
- Deja eso que sabes que no funciona conmigo, y dime que fue lo que pasó con tu adorado, pero ¿demasiado directo hermano? - ella suspiró y se sentó en la cama.
- Nada malo, sabes cómo es, dice lo que piensa, sin deparar en sí, lo que dice, bueno, daña a la persona en cuestión – dirigió su mirada hacia la ventana - solo dijo que odia a las personas que en los momentos tristes de sus amigos, no les pueden decir algo lindo, o que les haga sentir mejor, que un verdadero amigo apoya siempre, y bueno que confiaba que yo fuera ese tipo de amiga-se mordió el labio mientras ponía una cara triste-sabes lo importante que es la opinión de mi hermano, así que solo intente ser más cortes, pero tú no me ayudas-me dijo ya algo cabreada.
- Sofía, nos conocemos desde hace años y sé que lo que Diego piensa de ti es lo que más te importa en la vida, y de verdad que no te lo voy a discutir, porque se la razón, pero amiga, tu siempre me apoyas, un verdadero amigo no dice lo que uno quiere escuchar, si no lo que necesita escuchar, nunca eh tenido queja de tu manera de ser, porque así, fría y poco expresiva es lo que te hace Sofía, mi mejor amiga- le mostré una enorme sonrisa por qué esa era la verdad, así era ella y eso no la hace una mala amiga, no para mí-así que no te sientas mal, tu hermano tiene maneras de expresarse, poco convencionales pero sé que él nunca pensaría mal de ti, su pequeña y muy mimada hermanita - le hice cosquillas mientras decía lo último-en cambio yo, tengo que lidiar con un verdadero, frío, distante, y desinteresado, hermano mayor, y ni hablar del otro, que si no fuera por los 9 meses que compartimos, en el útero de mi madre, pensaría que no somos familia-lance un suspiro -
- jajaja, gracias pero no soy mimada, solo un poco consentida-me saco la lengua - Diego es todo para mí, es padre y madre, y lo sabes-y claro que lo sabía, mi querida amiga había vivido toda su vida solo con su hermano mayor, ya que sus padres son, lo que diríamos, personas muy ocupadas; solo sabían de ellos cuando tenían que cobrar el cheque del mes para sus gastos; cuando Diego cumplió 10 les pidió a sus padres que dejaran a Sofía; que tenía en ese entonces 5 ; a su total cuidado, ya que la mujer que los cuidaba, era un cero a la izquierda, que no hacía más que hablar todo el día por teléfono, sin importarle si ella comía o no, los padres de ellos estuvieron descuerdo y así fue como un niño de 10 años hizo maravillas para que su hermana de 5 años, estuviera bien, y así es como nos hicimos amigas, ya que mi familia y yo nos mudamos al lado de ellos, mis padres se enteraron de lo que sucedió y le ofrecieron ayuda a Diego con Sofía, mientras él estuviera en la escuela y no podía recogerla del jardín de infantes, al principio no la acepto pero con el tiempo confío en nosotros y a la vez se convirtió en el mejor amigo de mi hermano mayor, Marcus ya que tienen la mismas edad, así es como él y Sofía formaron parte de nuestra familia- Gabriel, ¿me estas escuchando ? -
-¿Eh?, si, si, ¿qué me decías?- la mira en buscar de respuesta-
-te decía, si ya has hablado con tu hermano-
-¿Con cuál?, el de al lado, que apenas y me dirige la palabra, o ¿el superdotado? - mire hacia la puerta, este tema no era de mis favoritos- Marcus, sigue enojado porque salí con Joel- lance un suspiro, Joel era compañero de Diego y mi hermano, por lo que es mayor que yo 5 años, y como yo tengo solo 16, como que la idea no fue de agrado de nadie, cuando mi hermano se enteró, me dijo qué me alejara de él, porque no quería que me involucra con gente de su entorno; bueno ya de por si le molestaba que saliera con un chico, siéndolo yo también ; así que salimos a escondidas, y allí por azares del destino, Marcus y Diego estaban en la misma heladería a la que Joel me llevo, después de eso no supe nada de él, solo que le dijo a mi hermano que no quería salir con un mocoso, que solo le traía problemas, luego de eso mi hermano ya no me dirige la palabra, y ya ha sido unas 3 semanas, bueno tampoco era como que él me hablara todo el tiempo, nunca tuvimos una buena relación, y esta empeoró cuando les dije a todos que era gay, mis padres no lo tomaron mal, pero tampoco saltaron de la alegría, Marcus solo se limitó a levantarse e irse a su recamara sin comentarios, ahí empezó a ser mucho más distante, y bueno mi gemelo, él, solo me dijo qué me cuidara mientras no estuviera, ya que al día siguiente tomaba un vuelo a Londres, bueno si no lo había mencionado, es un erudito de la música, y ganó una beca, pero las cosa con él tampoco iban bien, ya no hablábamos como antes, ahora solo llamaba y hablaba con mis padres o con Marcus, y mandaba saludos con ellos, nada más y desde su partida había pasado 2 años, no volvió en las festividades, mis padres iban a verlo cada cuanto y Marcus paso las vacaciones pasadas con él, ¿y yo?, a mí no me quiso ver - así que, no, no ha vuelto a dirigirme la palabra, solo ayer para decirme que mi hermano mandaba saludos -lance un largo suspiro-
- Y él, ¿tampoco te ha vuelto a contestar el teléfono?-
- No, creo que mi gemelo está demasiado ocupado, para responder los millones de mensajes, o devolverme la infinidad de llamadas que le eh hecho-me sentía hecho mierda, que mi hermano mayor al que siempre admiré, me trata así era devastador, pero que mi gemelo, con el qué compartí 9 meses dentro de nuestra madre, con el que empecé a vivir, me ignorara, era demasiado, y sin darme cuenta, empecé a llorar, mis padres me apoyaban, y siempre me haciendo sentir bien y feliz cuando me sentía así, pero, ellos hace un mes se fueron a su segunda luna de miel y no les quería arruinar el viaje con los problemas con mis hermanos, ya de por si ellos les habían regañado por cómo me estaban tratando, lo que llevo a ser más ignorado por ambos, uno alegando que no era un bebe al que aguantar, y el otro que estaba demasiado ocupado con sus clases y presentaciones.
- No llores Gabi, sabes qué ellos te quieren, son tus hermanos, es solo que cada uno está concentrado en sus metas, no que no te quieran-me amiga me abrasaba fuertemente, como amaba a esta niña-además me tienes a mí y a Diego, que te quiere como a una hermano, ¿ya no llores si?-
- No, no Sofía, no sé si ellos me quieren, desde qué les dije que me gustaban los chicos, los siento más y más lejos-me desesperé ya no aguantaba más-Sofi ¿me puedo ir a dormir a tu casa?.
-Claro que no, y ya deja de incomodar a los demás- en cuánto oí su voz me estremecí, si él había escuchado todo, me iba a ir muy mal.
- Hermano, ¿qué haces aquí?- me levante apresurado - pensé qué no llegarías hasta entrada la noche.
- Las clases terminaron temprano, además no tengo que darte explicaciones de a qué hora llego-mi hermano era una persona que de por sí, dame miedo, media 1.83, de cuerpo musculoso, largas piernas y rostro siempre serio, pero eso no lo hacía dejar de ver apuesto, a sus 21, su rostro seguía pareciendo el de un niño, con ojos café claro, largas pestañas, mirada penetrante, labios rosados y cabello corto de color rubio, lo hacían de los chicos más guapos de su facultad –¿qué haces llorando?, no me digas que es por Joel, por qué él ya se buscó a alguien de su edad- y allí estaba esa mirada que me hacía sentir pequeño, insignificante, nada.
- No es por él, el ya no significa nada- y era verdad Joel me gustaba pero solo fue eso, un pequeño gusto - además, ¿qué problema hay qué llore?, ¿acaso no tengo derecho a hacerlo?, soy un ser humano, puedo llorar cuando me guste - ya no aguantaba, tenía que decirle el daño que estaba haciéndome.
-¡Mira a quien le hablas así mocoso! - me grito tan fuerte qué hasta sentí el retumbar de los vidrios de las ventana - y no, no puedes llorar, me repugna que llores, porque eso solo hace ver lo débil qué eres, si vas a llorar hazlo lejos de mí, las personas débiles, me dan pena-no podía creer lo que mi hermano me decía, todo el respeto y admiración, muriendo con sus palabras, sentí las lágrimas resbalar por mis mejillas con más ganas, no quería que me siguiera viendo llorar, pero ya no podía seguir en pie, así que caí de rodillas, derrotado-
- ¡Marcus! ¡¿Qué mierda te pasa?!¿Con que derecho le hablas así a tu hermano?, ¿acaso estás loco?- esa era la voz de Diego, de seguro llego junto a Marcus, pero no lo podía ver, mi vista se empezó a nublar, solo oía los latidos de mi corazón en ni oídos, yendo a todo marcha, mi pecho dolía, sentía una gran opresión ahí.
- ¡Dios le está dando un ataque!, ¡Sofía, trae su medicamento!- escuche como Diego gritaba, Sofía corría, me alegraba que ellos estuvieran aquí y qué supieran de mi enfermedad, a ver sido el gemelo enfermo, el débil, nunca fue de mi agrado, pero que se hacía, tenía taquicardia desde que nací y las emociones fuertes, resultaban en ataques, desde el principio todo fue médicos y médicos, pero cuando cumplí 8 las cosas mejoraron gracias a medicamentos y tratamientos, y ahora después de casi 4 años sin ataques, otra vez tenía uno.
- Ven pequeño, Sofía está trayendo tus pastillas ya todo está bien, Gab, mírame- me ordeno y así lo hice - respira, ¡Gabriel respira joder!- Diego me cargo a la cama, y me abrazo muy fuerte, dolía, dolía mucho, vi como Sofía entraba con mi medicamento y un vaso con agua- Marcus deja de estar parado ahí y responde el maldito teléfono que me está volviendo loco, ¿que no lo escuchas? – tenía razón por la conmoción ni yo, había escuchado el teléfono sonar, solo esperaba que no fuera él.
- Si, si, ya voy - vi a Marcus con la cara pálida mientras salía de la habitación y corría hacia el aparato, Sofía me daba las pastillas y el agua.
- Pequeño ¿ya te sientes mejor?- lo mire, se notaba muy preocupado, al igual que Sofía que estaba al borde de las lágrimas, todavía sosteniendo el vaso ya vació, oí como volvían a entrar a la habitación.
- Es él, está preocupando por ti- dijo Marcus mientras me daba el aparato - trata de calmarlo, está muy alterado- lo supuse, siempre fue así, cada vez que me daba un ataque él lo compartía conmigo, “cognición entre gemelos” dirigen los médicos.
- ¿bueno?-
-¿Gabriel?, ¿eres tú?, ¿qué paso?, sentí un gran dolor en el pecho como cuando éramos niños, ¿te dio un ataque?, ¡Por Dios Gabriel háblame!- su voz era tan parecida a la mía, y a la vez tan distinta.
-¿Ahora si quieres hablar conmigo?- sí, esta resentido y muy dolido.
- Gabriel yo...
No le deje terminar.
- Si, me dio un ataque, pero ya estoy bien, disculpa que siempre que me pase esto seas afectado, adiós.
- Le di el teléfono a Marcus.
- ¿Daniel?, sí soy yo, él está bien, sí mañana lo llevare con Anthony, exacto corto y lo llamo, no creo que sea necesario, sí te mantendremos informado, cuídate adiós.
- No creo que haya necesidad de que me lleves con Anthony- no quería ir, él es el médico que me vio desde bebé y no era que no me agradara, pero el estar en ese lugar no me gustaba- ya me siento mejor.
-¿Acaso estás loco? ¡Gabriel te acaba de dar un ataque!, sabría Dios que hubiera pasado, si no teníamos tu medicina a la mano - se dio cuenta que estaba gritando y se calmó un poco volviendo a hablar- no te había dado uno en 4 años, tenemos que ver porque te dio, hacerte exámenes.
- ¡¿Y de quien crees que es la culpa?! No quieras hacer de buen hermano ahora Marcus, que solo vi a Diego y Sofía, haciendo algo, ¿Qué hubiera pasado si no tuviera mis pastillas?, ¡Ja!, ¿Qué hubiera pasado si ellos no hubieran estado aquí?, esa es la verdadera pregunta, porque tú, me hubieras dejado morir- me estaba alterando nuevamente, mis ojos estaban al borde de las lágrimas, vi el rostro sorprendido de mi hermano que se notaba no sabía que decir.
-¡Gabriel!, ¡deja de decir estupideces, Marcus es tu hermano y jamás dejaría que algo malo te pasara!, ¿no ves lo pálido que esta?- vi hacia mi hermano y ella tenía razón, aun el color no volvía a su rostro- se ah queda en shock, no sabiendo que hacer- ya se oía más calmada- así que tranquilízate, te puede hacer daño, hermano, ¿me puedo quedar aquí con él?- él asistió.
- Sofi tiene razón Gabriel, Marcus te quiere, pero eso luego lo hablaran ahora tienes que estar tranquilo, mañana te llevaremos con Anthony, y ni se te ocurra contradecirme jovencito- Diego me dio una calidad sonrisa, mis hermanos ya no me sonreían- yo también me quedaré aquí, por si acaso- me dio un beso en la frente, el cual fue muy cálido, haciendo que nuevas lagrimas quieran escapar de mis ojos- me llevare a Marcus para que se tranquilice y te traeré algo de comer- nos levantó a ambos, ya que estaba acostado aun en su pecho y me metió en la cama, sacando mis zapatos- descansa mientras ya volvemos.
Los tres salieron de la habitación, y yo solo quería dormir, y así lo hice.
- Gabriel, Gabriel, hermanito despierta- sentí como me llaman, pero no quería despertar-