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Footing por Amok Scarlet

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Notas del capitulo:

Mmm... pues como me pidieron que hiciera la parte del aniversario, ¡aquí está!

Soy mala en esto, lo sé, pero espero les guste mi idea y tal vez no es tan cursi, pero bueno...

Lean

Un año, un año lleno de malentendidos, peleas absurdas, guerras sin tregua, pero no todo era malo, también hubo momentos de risas sin sentido, juegos absurdos, bromas tontas, claro que hubo más que solo eso, mucho más que eso, un montón de descubrimientos, ninguno de los dos se esperaba lo del otro


El rubio era como un niño, todo el tiempo lo veías jugando con su perro, con una sonrisa de tonto siempre en el rostro, haciendo pucheros por cualquier cosa que no se le daba, rodando por el piso como un niño cuando no le hacían caso


El moreno todo lo contrario, serio, con cara de pocos amigos, prepotente a no más poder, todo él era perfección, y la exigía a los demás, enojándose por que no salieran las cosas como él quería, o salía como él deseaba o nada


Al fin, que se complementaban, uno cuidaba del otro, el rubio alegrándole la vida al moreno, el moreno educando al rubio, dos piezas de puzzle que encajaban, dándole golpes para que entrara pero encajaban


Un año lleno de muchas nuevas experiencias, sorpresas, aventuras, emociones, amigos, cómplices, familia, todo era nuevo, pero ninguno se rindió, porque la atracción que sentían el uno por el otro era muy grande, tan grande que cuando no se veían por días se terminaban buscando y encontrando, los pasos que habían dado los llevaban a retroceder hasta el punto donde estuvieron juntos, se miraban, se conectaban, se amaban, se deseaban y retornaban a casa, con solo una mirada se decían miles de cosas, en esos momentos eran ellos dos, en un mundo donde se entendían, se comprendían, se perdonaban, se amaban


Se habían ido a vivir a la casa del rubio que era la más grande, una cosa era verse por momentos, otra muy distinta era vivir juntos, aprendieron a convivir con sus diferencias, diferencias que los asfixiaban, que los hacían reírse, que los desesperaban, que los enamoraban


Y había llegado el año, el día en que se conocieron, ¿Qué cómo lo recordaba? Muy fácil, días antes había perdido a su precioso Thai, salía todos los días a buscarlo, pero no lo encontraba, ya había preguntado a todo el mundo, hasta a los vagabundos que encontraba, que no eran muchos, y lo vio, acostado debajo de una banca, le grito, el perro lo escucho, alzo la vista y cuando vio a su amo se echó a correr hacía él, el rubio se agacho para atrapar a su perro que le lamio la cara al llegar con él saltándole encima y tirándolo al pasto, estaba muy feliz de haberlo encontrado, ese día nunca lo olvidaría, por lo mismo que encontró al amor de su vida, cuando encontró a su preciado perro


Y llego su oportunidad de lucirse, sentía que era muy cursi, hacer algo así, lo había planeado hace unos días, casi dos semanas en las que se fugaba para arreglar todo, había pedido la casa de campo que tenían sus padres, que era de sus abuelos, una cabañita en lo claro de un bosque, la limpio, la arreglo, la pinto, la decoro, esperaba que su esfuerzo diera frutos, se gastó bastante en ella, pero valdría la pena. Y no solo la cabaña, más atrás había unos riachuelos, que recordaba eran muy bellos por la noche, ese día sería especial


Se levantó temprano, tenía que preparar las maletas, cosa que se le pasó desapercibida, Sasuke no trabajaría ese día, ni el siguiente, ni el siguiente, andaba de vacaciones, y le iba perfecto, había suplicado, rogado, implorado que le dieran sus vacaciones en esas fechas, cosa que consiguió a cambio de terminar el proyecto antes de que se marchara, cosa que casi no logra con eso de ir y venir, pero ya estaba. Apenas había escogido la ropa, ya toda doblada, gracias a Sasuke que le encantaba el orden, y el moreno despertó, viendo lo que hacía el rubio. Sorprendido por verlo ahí y no con el perro


— ¿Qué haces dobe? — se sorprendió al escuchar la voz a su espalda, vio el reloj encima del tocador, apenas eran las 5:30, tanto se había tardado en escoger la ropa


— Es… este… — volteo lentamente, bajando la maleta de la mesita que tenía en la habitación y colocándola debajo de esta — buenos días, amor, ¿te desperté?


— No dobe, sigo durmiendo — dijo sentándose en la cama


— ¿A poco ya duermes con los ojos abiertos? — la cara del moreno mostraba molestia por la estupidez del rubio


— Si dobe, ¿ah que me sale bien? — se burló del él mientras se salía de las sabanas


— ¡Hasta caminas dormido! — ni el mismo sabía si lo decía enserio o no, el moreno caminaba hacia él


— Dobe — le dio un coscorrón en su cabeza rubia


— ¡Teme! ¿Por qué me has pegado? — se agarró la cabeza con las dos manos


— ¡Por hacerte el tonto! Y ahora dime que estabas haciendo — se puso nervioso, ¿se lo decía, o cómo lo había planeado?


— ¡Qué nos vamos de viaje! — termino diciendo


— ¿Eh? — ¿se estaba burlando o qué?, no habían planeado nada


— Qué nos vamos de viaje — le repitió levantándose del suelo


— ¿Y quién lo decidió? — le demandó cruzándose de brazos


— Pues yo — objeto y se cruzó de brazos — y vas a venir quieras o no, así tenga que arrastrarte, amarrarte y amordazarte — eran pocas las veces que lo veía con esa cara sería, pero sabía que cumpliría su palabra


— De acuerdo — termino por ceder — ¿Y a dónde vamos?


— Lo sabrás cuando lleguemos — no pregunto nada más y ayudo al rubio con la ropa, metiéndola en la maleta que saco debajo de la mesa


Así pasaron un buen rato, hasta que eran las 6:15, se dieron una ducha donde se relajaron y jugaron con el cuerpo del otro, ya vestidos bajaron a desayunar, Thai, el perro, los esperaba en la sala echado, esperando a que bajaran porque ya tenía hambre, por lo que salto alrededor de sus amos, dando vueltas y barriendo el piso con su peluda cola


— ¿Qué paso Thai? — acaricio la cabeza del perro, que se sentó cuando sintió el tacto, jadeando por la atención de su dueño — ¿Ya tienes hambre? — Sasuke ya estaba sacando cosas del refrigerador para preparar el desayuno, mientras el rubio abría un costal lleno de croquetas, y llenando un plato para el perro — Aquí tienes


El perro engulló hasta dejar el plato brillante por sus lamidas, Naruto se acercó a ayudar al moreno con lo que preparaba


— ¿Y Thai se va con nosotros? — indago Sasuke


— No, lo dejare con Kiba, Akamaru se lleva bien con él


— Mmm… — servía los platos, se sentó en la pequeña mesa de la cocina, donde acostumbraban desayunar


Desayunaron y hablaban sobre nimiedades, el rubio salió llevándose a Thai, diciéndole a Sasuke que lo vería después, mientras el moreno salió a dar una vuelta


Cuando regreso y no vio a Sasuke lo llamo, ya sabiendo que andaba en la biblioteca leyendo, termino de preparar las cosas que llevaría, solo unas cuantas las demás ya estaban allá, se durmió en el piso de la sala, abrazando un cojín, para cuando despertó el moreno se hallaba sentado en el sillón, pateándole las costillas


— Dobe levántate que ya es tarde — se tallo los ojos y se agarraba donde le dieron las puntadas del pie del moreno


— ¿Qué hora es? — pregunto sentándose en el piso


— Las 11: 37 — se estiro, estaba en tiempo, si no salía algo fuera de lo normal, que lo dudaba mucho


— Vale, entonces… — su estómago gruño — ¿almorzamos?


— Ya que — se levantó del sillón y camino a la cocina para prepararle algo al rubio


Después de almorzar, el rubio tomo la mano del moreno y lo arrastro por la casa, entraron al baño y tomo una pañoleta con la que le tapo los ojos


— ¿Qué… qué éstas haciendo dobe? — pregunto mientras se impedía que le vendaran los ojos


— Tranquilo, es parte del show — tomo sus manos y se las amarro con otra pañoleta


— Dobe suéltame — manifestó


— No, no y no teme — le vendo los ojos — ¡Ya estás listo! Ahora andando — lo cargo estilo princesa


— Bájame — pataleaba


— Teme, si sigues así nos vamos a caer — se detuvo, no quería tener moretones y que le doliera el cuerpo después


Lo metió al auto, le coloco el cinturón de seguridad y cerró la puerta, le dio la vuelta y se metió, ya listo encendió el auto


— Sasuke — se había acercado hasta su oído, aprovechando que no se podía mover


— ¿Q… qué? — le gustaba cuando se ponía nervioso


— Nos vamos a divertir — termino de decir alejándose de él y sonriendo, sabía que estaba enojado por dejarlo así


— Más te vale dobe o ya veras


El camino fue tranquilo, Sasuke se había dormido, mientras Naruto escuchaba la radio, repasando que no se le hubiera olvidado nada, ya cuando llegaron y viendo que el moreno seguía dormido aprovecho para meterse en la casa y ver que todo estuviera en orden, regreso a lado de su bello durmiente y lo despertó dándole un beso en los labios, este al sentir el tacto abrió los ojos, viendo la luz que le daba a los ojos, ya eran las 4:00 y tantas de la tarde, le había quitado la venda y desatado las manos


— Ya llegamos — se apartó de la puerta para que pudiera ver lo que cubría su cuerpo


Una cabaña de madera, pintada de blanco, con porche en el que había un sillón colgante para unas tres personas, rodeado de árboles


— ¿Te gusta? — pregunto mientras lo abrazaba por la espalda, apoyando la cabeza en su hombro


— Es tan tú — terminó diciendo mientras colocaba sus manos en las manos del rubio, girando la cabeza para besarlo


— Gracias — lo soltó y tomo de la mano, tirando de su mano para entrar en la cabaña


Se quedó estático al entrar, un aroma a roble, canela y sándalo inundo su nariz, había cerrado los ojos sin darse cuenta


— Sasuke, abre los ojos — le tomo sus manos y empujándolo hacía dentro para que chocara contra su pecho


— ¿Por qué…? — no termino la pregunta, unos labios se posaron en los suyos, empezando una danza que termino como había empezado


— Shh, vamos — y siguió tirando de él, vio la sala, uno sillón, una chimenea, varios muebles, la cocina, pequeña, una estufa, una barra, una mesa, unas escaleras por las que no subieron, un comedor, una mesa con cuatro sillas, varios muebles, un florero en el centro de la mesa con camelias blancas y rosas, una puerta por la que salieron. Un pequeño jardín donde vio varias flores, siguieron caminando, Sasuke veía todo y el rubio lo veía con una sonrisa, lo jalo hacía si, le tapo los ojos


— ¿Ahora qué dobe? — tomo las manos del rubio


— Espera — quito sus manos y dejo las de Sasuke — no los abras


— Si, si — dijo en burla — aquí las tengo ¿ves? — espero un rato que se le hizo infinito, se oían ruidos y muchos ¡ouch! Del rubio — ¿Estás bien?


— Sí, pero no los abras hasta que te diga


— Apúrate que me aburro, me van a salir raíces de tanto esperarte — sintió que le quitaban las manos de los ojos y vio a un sonriente rubio


— Ya está


— Naruto… — había una mesita cerca de unos riachuelos, un mantel blanco lo cubría, encima unos platos servidos, un par de copas, una botella de vino, a lado de la mesa un carrito, donde supuso tenía todo eso


— Feliz aniversario — lo abraso y beso — ¿No te gusta? — pregunto al ver que no decía nada


— No es eso — agacho la mirada, ese dobe hizo todo eso el solo y él no se acordó de su aniversario, pero según él todavía faltaba — oye dobe, pero todavía no es


— ¡Claro que sí!


— ¡Qué no!


— ¡Que sí!


— Haber ¿por qué? — se cruzó de brazos


— Porque este día hace un año que te conocí — ¿tendría que dejar de llamarlo dobe por algo peor?


— Haber dobe, un aniversario se celebra desde que se está juntos, no desde que me conoces


— ¿Ah no? Pero para mí es desde que te conocí, porque desde ese día cambiaste mi vida — tomo su cabeza entre sus manos acercándose, mirándolo a los ojos — desde ese día fui tuyo


— Naruto — susurro contra sus labios


— Vamos a comer que se enfría, me costó mucho hacerlo, espero te guste — lo soltó dejándolo con las ganas del beso. Se sentaron y comieron mientras hablaban de todo lo que paso en este año, mientras el sol se ocultaba


— Ya está oscureciendo


— Deja quito esto — dijo el rubio mientras ponía un mantel en el piso y quitando las cosas de la mesa guardándolas en el pequeño carrito, plegando la mesa y colocando todo cerca de un árbol, Sasuke se había sentado en el mantel y cuando el rubio acabo se sentó a su lado entrelazando su mano con la del moreno que estaba sobre sus rodillas — Sasuke, recuéstate, te va a gustar — le hizo caso y se recostó en las piernas del otro, dejando que le acariciara sus cabellos


— No hagas eso que me va a dar sueño


— Mira Sasuke ya están saliendo — ignoro lo dicho por el moreno


Se sentó de nuevo mirando hacia donde veía el rubio, de entre los arbustos, pequeñas luces estaban apareciendo alrededor suyo, empezando una danza, la luna había hecho aparición en lo alto y las estrellas la acompañaban en su viaje nocturno. Las pequeñas luces iluminaban el bosque transformando el paisaje, el juego de sombras que ejecutaban lo hacía parecer mágico. Las aguas de los riachuelos se volvían cómplices con los pequeños destellos que bailaban encima de él. Los ruidos de la noche tocaban una melodía solo para ellos, una que complementaba la hermosa danza de las hadas de luz


No queriendo romper el silencio que se había hecho entre ellos, tomo de la mano al moreno y lo invito a pararse, lo vio confundido pero le siguió en su marcha, lo había tomado de la cintura, colocando la suya en su hombro y las otras aferradas una con la otra. Empezó a moverse y el otro dejándose llevar, bailaban con la ilusoria música, se miraban a los ojos y acercándose poco a poco se fundieron en un beso que acabo por la carencia de aire


— Naruto — quería más, después de todo lo que le privo en ese día


— Vamos — caminaron hasta la cabaña, de nuevo ese aroma, la combinación de esas esencias, subieron las escaleras, el olor era más fuerte, lo relajaba y no solo eso — espera — vio que salía de la habitación y regresaba con una botella de… ¿Qué era eso? Y un tazón lleno de ¿fresas?


— ¿Qué traes dobe? — vio la sonrisa pícara que traía


— Ya veras, te va a gustar — coloco todo en la mesita de noche a lado de la cama, se acercó al moreno, le dio besos en el cuello, llevándolo hasta la cama, sus manos levantaban la playera que traía puesta, terminando por quitársela, tornando a su abdomen, recorriendo cada lugar que era suyo


El moreno se dejaba hacer, pero las ganas de tocar el cuerpo del otro eran más grandes, empezó a despojarle de su ropa, al final ambos quedaron con los cuerpos desnudos, el rubio se separó, tomando la botella que había traído antes, destapándola


— Ahora viene el postre — el otro no entendió hasta que sintió el frio liquido hacer contacto con su piel, lo vertía desde el cuello pasando por el pecho, el vientre, la ingle, los muslos y su pies, los escalofríos se hacían presentes en su cuerpo viendo la cara de deseo del rubio, vio cómo se relamía los labios


Extendió su mano para tomar el tazón con las fresas, introduciendo una fresa en su boca ante la atenta mirada del moreno, se inclinó al vientre de este y untando la fresa del líquido se dirigió a su boca, el otro la abrió mordiendo la fresa haciendo contacto con los labios del otro, la sonrisa en su rostro le hizo volver a sentir correr escalofríos por su cuerpo, el juego apenas comenzaba


— Sasuke — susurro en su oído — te devorare, pedirás más, harás cosas que no creías ibas a hacer — ¡Dios! Ya se imaginaba varías eventos posibles, sintió como lamian su cuello, las manos del rubio estaban en su espalda, solo con la boca, degustaba el chocolate que recorría su cuerpo


Con su boca tomo otra fresa, untándola del chocolate encima del albino cuerpo, llevándosela a la boca del otro, degustando del sabor, volvía a lamer ese cuerpo, quitando con su lengua el dulce néctar del chocolate, siempre mirando la cara del azabache, que empezaba a jadear, había llegado hasta los muslos, sin tocar esa zona tan sensible, depositaba besos y subía de vez en vez con la fresa en su boca, después de haberla paseado por ese cuerpo. Empezó a dar mordisquitos por los muslos, llego a los pies, lamiendo la planta de ellos, atravesándola por los dedos que se contraían, ya una vez limpia toda la zona se dirigió a la entre pierna, lamiendo la extremidad con la lengua, haciendo círculos en el glande, bajando y subiendo sin metérselo a la boca


— Naru… Naruto — ya no aguantaba, deseaba que se lo metiera a la boca ¡pero ya! El tour que se dio por su cuerpo lo dejo encendido y con ganas de mucho más


— ¿Qué? — le pregunto levantándose, sabía lo que quería, pero quería que le suplicara, que le rogara por hacerlo


— Ya sabes…


— ¿Qué cosa?


— Hazlo


— ¿Hacer qué?


— ¡Cómemela! — ya una vez logrado su objetivo volvió a lamer el falo del moreno y metiéndosela en la boca — ¡Ahh! — empezó el sube y baja, soltó sus manos que estaban unidas atrás de su espalda y empezó a sobar el cuerpo del otro, sacándole gemidos cada vez más sonoros, tomo la botella que dejo en la cama y unto sus dedos, paseándose por los glúteos del otro, hacía esa cueva que lo esperaba, sintió que se contraía y sabía que pronto se vendría, metió un dedo en el agujero, sacándolo y metiéndolo, haciendo que se viniera en su boca, sentía como ese líquido caliente viajaba por su garganta, separándose se acercó a la boca del moreno besándolo y pasándole el líquido que conservaba en su boca


El otro saboreaba su esencia y la del rubio, sintió un segundo dedo introduciéndose, gimió en la boca del otro, la mano recorriendo su cuerpo, su muslo, jugando con el pubis, otro dedo más, los besos en su cuello, las mordidas en sus hombros, la mano en su tetilla, jalándolo, pellizcándolo, los dedos salieron y se quejó por el vació


El rubio estaba jugando con él, se sentó en la cama y empezó a masturbarse, el azabache se sentó al escuchar los gemidos del otro, lo miro, lo estaba provocando, se acercó a gatas, el rubio lo miraba satisfecho, se inclinó hasta la erección del otro y se la metió de golpe en la boca, sacándole un gemido al rubio, siguió así con un mete saca, sus caderas se movían de un lado a otro, quería algo más, algo grande, como lo que tenía en la boca, sintió otra vez a los intrusos en su agujerito, empezó a moverse contra ellos, queriendo que entraran más profundo, seguía con su sube y baja


— Sas…ke — jadeo, estaba a punto, el otro solo siguió hasta que sintió el líquido correr por su boca, escapando por la comisura de sus labios, volteo a ver al rubio que había cerrado los ojos al sentir el orgasmo


Lo tomo con sus manos levantándolo de la posición donde estaba y lamiendo lo que se le había escapado, besándolo y girándolo a espaldas suyas, tomo su erección, frotándola, besando su espalda, sus hombros, sus brazos, sus manos, lamiendo sus dedos, el otro tomo la mano que estaba en su miembro acompañándola en sus movimientos y la otra dejándose hacer, hasta que le soltó y busco el miembro del otro, acariciándolo como podía, giro la cabeza en busca de esa boca que le hacía perder la razón, cuando la encontró se unieron en un beso, danzando en una pelea de poder, sintió que soltaban su erección, despegándose de esos labios


Lo alzo para colocarlo sobre su miembro, se contrajo al sentir la punta del pene de su amante, bajando lentamente sus caderas hasta que lo tuvo dentro, el rubio recorría con sus manos la espalda del moreno causándole escalofríos, besaba su cuello, sintió una mano atrás de su cuello y otra en su pierna, paso una de sus manos por el vientre del moreno, subiendo hasta las tetillas, sobándolas, lentamente, disfrutando del momento, sintió que empezaba a subir y bajar, lo tomo por los glúteos, separándolos más, empezó a subir y bajar su cuerpo, dando brinquitos con las caderas, entrando más profundo, arrancándole gemidos de placer


— Ahh… Naru… dale… ahh… ahí — él siguió embistiéndolo dándole en ese punto que le daba placer a su amante — sí… sigue… más… más… — lo tomo por las caderas tirándolo mientras se colocaba de rodillas, haciendo que quedara boca abajo, jalo sus caderas hacía él — ahh… dobe… — y no pudo seguir quejándose cuando las embestidas fueron más fuertes y profundas, sus manos fueron tomadas y colocadas en su culo


— Agárrate — le ordeno, con una mano tomo su erección y con la otra jugaba con su vientre, mientras embestía


— Ahh… Naru… no… no puedo… — empezó a sentir como se estrechaba y apretaba su ser, las embestidas fueron más rápidas — Ahh… mmm… — Se vino en la mano del rubio que al sentir la presión se vino dentro del él


— Sasu… me aprietas… ahh — Salió de él lentamente y echándose a un lado, mientras que el otro se dejó caer en la cama, recuperándose de lo sucedido, ambos se voltearon a ver, el rubio le sonrió acariciando sus mejillas, sus labios, el mentón y acerándose le deposito un beso en los labios


— Naruto… ¿planeaste todo… solo? — pregunto acomodándose mejor en la cama


— ¿No crees… que lo pudiera hacer?


— No es eso, solo que… — se acercó al pecho del rubio que lo abrazó acercándolo más — no espere esto de ti


— Siempre te sorprenderé — le acaricio los cabellos besándole en la frente


— ¿Qué otra sorpresa me tienes? — pregunto besándole el cuello


— Muchas más — le acariciaba la espalda — ¿Nos damos un baño?


— Mhj — fue su respuesta y cargándolo se lo llevo hasta el baño


Que dentro tuvieron otro par de juegos, hasta que el sueño los venció y cayeron rendidos en la cama, abrazados, el rubio fue el primero en despertar, se quedó mirando al azabache hasta que despertó


— Dobe, te despertaste temprano — dice Sasuke entreabriendo los ojos


— Me quede embelesado mirando tu rostro dormido y no pude evitar quedarme así


— Dobe, no seas cursi


— Vamos teme, todavía estamos de aniversario — un sonrojo asomo sus facciones


— Dobe más te vale levantarte y traerme el desayuno o te castro — dijo en tono molesto


— Lo que quieras, te complaceré — le susurro en los labios y bajo de la cama depositándole un beso en su mano, su cara permanecía sonrojada por el gesto del rubio, vio como desaparecía por la puerta y recostándose de nuevo viendo hacía la ventana sonrió, ¿cómo le devolvía la sorpresa?

Notas finales:

Espero les haya gustado y si no... pues... mmm... ni modos, no soy tan buena en esto, pero muchas gracias por haber leido

Qué me hacen inmensamente feliz

Bye bye


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