-¡El mes que viene será mi cumpleaños!-
-¡Este mes es especial! ¡Es el mes de mi cumpleaños!-
-¡La semana que viene será mi cumpleaños!-
-¡Dentro de seis días será mi cumpleaños!-
-¡En dos días será mi cumpleaños!
-¡Mañana es mi cumpleaños!
-¡Cumplo años hoy!
“Byun Beakhyun. Te quiero mucho, pero a veces me hartas.”
Son las doce y quince de la noche. Mañana tengo examen de sociales, pero eso al enano de Beak, le vale mierda. ¿Qué hago aquí? Yo mismo me lo pregunto. Se suponía, que yo estaría amaneciéndome preparándome para mi examen, es decir, estudiando. Pero no. Beakhyun tuvo que cumplir años hoy, y ¡Bum! “Yeolie, deberías pasar la noche conmigo”
Así que aquí estoy, en un rincón del cuarto de Beak, mirándolo, porque, ¿Qué más puedo hacer cuando Beakhyun está hablando con su novio por teléfono? Nada. No puedo hacer nada. A pesar de que odie y deteste a ese sujeto por tener más suerte que yo, no puedo hacer nada.
Beakhyun se mueve riendo de aquí para allá, desde hace apróximadamente treinta minutos, el chico ese, su novio, ¿Cómo se llamaba? Ah, sí. Oh Sehun. Le debe está diciendo cosas muy graciosas porque, Beak no ha dejado de reírse, mostrándome ese sonrojo adorable y esa hermosa sonrisa que tiene. Y que me encanta.
Vivo enamorado de Beakhyun. Sí. ¿Y? eso no es lo importante, lo importante es que el solo me ve como su mejor amigo. Y jamás me verá como su novio. Aunque, solo a veces, no tengo ganas de serlo, por más que me guste.
Apuesto que, ese Oh Sehun no aguantaría estar todo un día completo con Beakhyun, no aguantaría sus berrinches, ni sus cambios de ánimo, ni sus insinuaciones, ni sus alucinaciones (en público) ni mucho menos lo bullicioso que puede ser. Es como andar con un, “Mírenme todos, que soy bello.” Todos los días.
Beak es increíblemente guapo. Y que sea bajito, lo hace tierno. Pero cuando está de buen humor, esas cualidades se van por un tubo. Beakhyun, puede llegar a ser toda una pesadilla con patas cuando está demasiado feliz, y es que, “Yeolie, hoy es un bonito día, no como yo, claro. Pero es bonito. Deberíamos ir a la playa.” (Nunca mencioné que Beak sea humilde)
Beakhyun tiene un encanto particular, es guapo y lo sabe. Pero lo que no sabe, es lo perfecta que puede llegar a ser su belleza, y que ahora se delinea los ojos (Solo porque una vez, cuando aún estaba en la secundaría una chica lo reto por ser “femenino” a delinearse los ojos, descubrió que le asentaba muy bien, poniéndolo incluso, más guapo.) Se vuelve titánicamente seductor, llamativo, interesante.
Y no es como si Beakhyun no llame la atención. Oh no. Nada de eso. Él es siempre el centro de atención, en todas partes. ¿Cómo lo logra? No tengo idea. Quizás su belleza y su inestable estado del humor ayuden. Su hiperactividad, no lo deja estar quieto en un lugar más de cinco minutos, (Como ahora, que se está paseando con el celular por toda su habitación) no lo deja ser sumiso, ni tranquilo, ni mucho menos, tímido.
-“Y entonces le dijiste que sí, ¿No?-
-“No pude, soy tímido.”-
-“Tu y yo sabemos perfectamente que eso es muy falso.”-
-“Es cierto. No sé porque te engaño. Le dije que sí, además, follamos en su auto.”-
Doy un suspiro largo y me tiro sobre su cama. Beak es dos años mayor que yo, es bajito, delgado, inteligente, apuesto, cariñoso, desenfrenado, energético, engreído, habilidoso. Y si a todo eso le agregamos que tiene una vos genial, es un combo perfecto.
-¿Tienes sueño Chan-Chan?- me pregunta Beak, yo lo miro indignado, tiene el teléfono de lado y me mira tiernamente. –No puedes dormir, es mi cumpleaños.- me anuncia.
-Como si no lo supiera.- susurro, enterrando mi cabeza en la almohada.
-¿En qué me quede? Ah, sí, Yeolie piensa que soy muy malo, por eso, pero yo creo que está bien, esa chica era fea de todas formas…- sigue hablando.
Si de por sí, Byun Beakhyun es un “Demasiado” día a día, llega momento en que Dios se venga de mí y me hace pagar todos y cada uno de mis pecados, al hacerlo mucho más demente que de costumbre. Y, en esta ocasión, se trata de su cumpleaños. Sus dieciocho años.
Dieciocho es una buena edad, determinante y “corrompedora”.
-“En dos días puedo tomar alcohol”-
-“Tu ya tomas alcohol.”-
-“Sí, pero será legal.”
-“Eso a ti nunca te ha importado”
-“Le quitas toda la emoción. Park Chanyeol.”-
-“¿Te quiero?”-
-“Awww, yo también te quiero Yeolie.”-
Tener a Beak cerca, es como tener un calendario parlante. Estancado en un día.
A Beakhyun, le dura, aproximadamente tres meses su cumpleaños.
El mes anterior, abril, donde te anuncia que su cumpleaños está cercano. (Traducción: Me gustan los regalos caros, ahorra desde ya.) Mayo, su cumpleaños, (Aunque el seis, puede llegar a ser horrorosamente antipático, lo digo yo, que he pasado junto a él tres de sus cumpleaños. Apuesto que Oh Sehun no puede decir lo mismo.) Y Junio, que tiende a recordarte, que su cumpleaños pasó hace poco (y que aun tienes tiempo de darle un buen regalo)
Lo peor, es cuando me llamó hoy en la tarde, y me dijo que venga, que habrá pastel.
Aunque debo decir que, “Deberías pasar la noche conmigo.” Fue muy insinuante en mi cabeza, estar aquí, mirando a Beak hablar con su novio, es de lo más aburrido que puedo hacer. Teniendo en cuenta, que mi otra opción es amanecerme estudiando.
El pijama de Beak es muy… yo.
Es decir, Beak tiene un bóxer puesto y uno de mis polos de cuello ancho. ¿Cuándo cogió mi ropa? No tengo ni idea ¿Le queda mejor que a mí? Por supuesto. Pero ese no es el punto. El punto es que Beak se ve, demasiado… provocativo, aun sea yo, la única persona que lo ha visto sin maquillaje y con algunas mascarillas en la cara, (Llevándome un susto de muerte, algunas de sus caras todavía me persiguen en sueños) puedo seguir pensando que Beak es la persona más perfecta del planeta. O como diría Kris, de la galaxia.
-Sí, bueno. Te llamaré mañana, ja jajaja!... es cierto, entonces luego… no, yo más… ¡gracias! ¡Has sido la primera persona en decírmelo este año!... duerme bien, yo lo haré luego… te amo.-
Lo veo descolgar luego de dar un gran suspiro. Me echo boca arriba en su cama y suspiro.
-Al fin, pensé que jamás acabarían.- me quejo.
No sé cómo. Ni cuándo. Pero Beak está encima mío, sonriendo, sus piernas lechosas a cada lado mío, y su entrepierna peligrosamente encima la mía.
-Oye.- me llama, lo miro ligeramente sorprendido. Él se deja caer de golpe y su nariz ahora rosa la mía, jugando. -¿No me vas a decir feliz cumpleaños?- sus labios rosan mi oreja de una forma nada casual, ni usual. Si me está seduciendo, va por buen camino.
-Beak.- le digo, el me golpea el hombro con la palma de sus mano. -¡Au!-
-Hyung. Soy mayor que tú, y lo sabes.- me sermonea. Giro los ojos.
-Hyung.- mascullo, el ríe, me parece tierno. -¡Feliz cumpleaños!- le grito.
Beak se ríe y me a un beso en la mejilla y otro en el cuello antes de enterrar su cabeza en mi cuerpo, yo rio y lo envuelvo con mis brazos, se me hace bastante fácil, ¿ya mencione que soy muy alto? Bueno, lo soy, así que Byun Beakhyun se ve insignificantemente pequeño a lado mío. Por esa misma razón, me resulta bastante fácil abrazarlo.
¿Cuántos minutos llevamos así? No tengo idea, y la verdad no me importa, me gusta esta sensación, cuando Beak es tranquilo (Normalmente cuando tiene sueño, y la mayoría de veces se duerme entre mis brazos) y bastante sumiso. Son mis momentos favoritos. Así que, me dedico a disfrutar el momento. Cierro los ojos y me dejo llevar. En realidad estoy bastante cansado.
.
Mi teléfono suena, atropellando mi sesión de sueño, medio dormido lo tomo y lo descuelgo, es Kyungsoo, ¿Qué quiere ese enano ahora?
-Chanyeol.- uhhh, ese tono d vos tan frio. -¿Se puede saber a qué hora vas a llegar? Hoy hay un examen, y luego tenemos una exposición.- su tono severo me despierta de golpe. Es cierto.
-Yeolie, ¿Quién te llama?- la vos adormilada de Beak me deslumbra, verlo tallándose los ojos, me parece demasiado tierno, su rostro angelical, recién levantado. A las… 8:30 de la mañana.
Carajo.
-¿Estas con el estúpido de Byun?- la vos de Kyung rompe mi tímpano y me obliga a alejar el teléfono. Gruño molesto y aparto suavemente a Beak, levantándome. –No puedo creer que me cambies por el.- se queja.
-Debes perdónale todo, es su cumpleaños.- le molesto.
Do Kyungsoo nació para odiar a Byun Beakhyun, y viceversa.
-Me importa mierda. Como no traigas tu culo para acá, te juro que te voy a desterrar, y ya tú verás quien te ayuda con estadística y geometría. Te doy veinte minutos.- Kyungsoo cuelga y yo me paro de golpe.
-Hyung, usare el baño.- grito y corro hacia el baño, me baño a la velocidad de la luz, me cepillo los dientes, (Son tantas las veces que he estado aquí, que ya tengo mis cosas propias) me pongo una toalla en la cintura y salgo, goteando.
-¡Buenos días!- me saluda Beak sonriéndome, está sentado al borde de su cama, yo le devuelvo el gesto. –Odio a Kyungsoo mas que ayer, pero no importa, ¿No vas a felicitarme por mi cumpleaños?- giro los ojos y me acerco a él, me agacho para abrazarlo y le sonrió mas, con esas sonrisas de drogado, como dice Kyung.
-Buenos días, ¡Feliz cumpleaños Hyung!- le digo, sus brazos envuelven mi cuello y en cuestión de segundos ya estoy encima de él, y él me tiene abrazado con los brazos y las piernas. De nuevo, su entrepierna rosa descaradamente con la mía. –Hey, tranquilo, que no traje los condones.- le bromeo, la mirada llena de lujuria que me lanza me hace temblar un poco.
-Yo tengo unos en el cajón.- me dice ladeando la cabeza, se ve tan sexy.
-Podemos usarlos para cuando venga del colegio.- le digo con mi voz más ronca de lo normal.
-Bueno, yo estaba pensando usarlos ahora.- me ronronea. ¡Carajo Beakhyun, deja de seducirme! ¡No soy de piedra, mierda!
-No puedo. Debo ver a Kyungsoo.- le digo, sé que eso lo molestara, pero no me importa. O quizás sí, me gusta verlo “celoso.”
Su sonrisa y su mirada coqueta se caen, ahora me mira con fastidio y me empuja, recién recuerdo que estoy semi desnudo y con frio.
-Lo odio.- escupe. Yo sonrió. –Hare el desayuno Yeolie, vístete.-
Beak se levanta y se va sin decir una palabra, vive solo desde el año pasado, así ha aprendido muchas coas. Como cocinar y lavar ropa. Todo un logro titánico en él.
Me visto rápido y alisto mi mochila, mi uniforme lo guarde y planche ayer solo por precaución, Beak siempre deja todo para última hora. Tan irónico.
Con el uniforme y la mochila lista bajo. Beak me espera con un desayuno improvisado. Hoy me espera un día de mierda pero no importa. Después saldré con Beak.
Antes de salir de casa, Beak me mira indeciso, es como si quisiera decirme algo.
-Hyung, tengo 10 minutos, así que escúpelo.- el reto, él se sonroja.
-¿Qué me vas a regalar hoy?- pregunta, yo rio.
-Bueno, tenía pensado llevarte a comer, luego juntarnos con los chicos, además tus amigos te harán una reunión en la tarde y los otros te harán una fiesta en la noche, así que, solo por hoy, solo a comer. Mañana te recompensare, no iré a la escuela.-
-No quiero que faltes…- susurra. –Cierra los ojos y agáchate un poco, inclínate hacia mí.- me dice, lo miro levantando una ceja, pero no quiero demorarme, así que obedezco.
Un par de manos acarician mis mejillas y algo se posa en mis labios al instante.
Abro los ojos asustado, lo que me temía.
¡Byun Beakhyun me está besando! ¡A la mierda su novio! ¡Me está besando!
Son dos segundos que estúpidamente dejo correr por acostumbrarme al nuevo panorama, pero luego mi cuerpo reacciona, lo envuelvo con mis brazos y lo levanto, entreabriendo mis labios, debo decir que mi Hyung lo hace muy bien, y esto es incluso mejor de lo que pensé, sus manos acariciándome y yo comiéndole la boca. Es demasiado.
Todo Beakhyun es un demasiado.
-Debo irme.- digo cuando me separo de él, el suspira y asiente. –Tienes novio, ¿Recuerdas?- le molesto, el me hace un puchero cuando sus pies vuelven a tocar el suelo. –Pero, no es como si fuera la primera vez que ele eres infiel, al menos esta vez estas sobrio.- susurro, el palmea mi hombro. Riendo.
-Calla.- esta tan sonrojado, que las ganas que tongo por apachurrarle las mejillas son inmensas, pero, como aprecio mi vida, no lo hare. Porque el detesta es tipo de comportamiento.
-¡Feliz cumpleaños Hyung!- le ego de nuevo. -¿Qué quieres que te regale?- le pregunto, puedo traerle algo de regreso, un peluche, un set de maquillaje… algo así.
-A ti. Te quiero a ti.- me dice. Yo rio.
Genial, mas besos.
Debo reconocer que no es la primera vez que lo beso, pero que este beso no sabe a alcohol. Extrañamente, cada vez que Beak se emborracha, se vuelve más cariñoso, exclusivamente solo conmigo. Y, eso me encanta. Pero nunca ha pasado de los besos. Y, parece que hoy, es el gran día.
-Bueno, cuando regrese, usaremos esos condones que tienes guardados en el cajón.- le digo, guiñando un ojo.
-Me gustas.- suelta de pronto. Yo le sonrió y le despeino los cabellos.
-Sí, tú también me gustas.- le digo, el niega con la cabeza.
-Me gustas, de ese, me gustas.- repite. Y entonces comprendo.
-Sí, tu también me gustas de ese me gustas.- le digo. El sujeta mi mano.
-Chanyeol, ¿Quieres estar conmigo?- me pregunta.
-¿Solo por hoy?- le pegunto. Riendo, este día no es tan mierda.
-Todo el tiempo que quieras, si quieres.- susurra.
Lo acerco a mí y le robo un beso, uno que empieza lento pero que se va volviendo más rápido y violento cuando estamos a punto de separarnos, jadeo involuntariamente, ha sido demoledor.
-Si quiero.- Le digo. El ríe. –Ahora debo irme.
-Yeol.-
-¿Sí?-
-Odio a Kyungsoo, te quiero.- susurra. Yo rio de oreja a oreja.
-¡Feliz cumpleaños Hyung! ¡Te quiero!- le grito, el solo se sonroja.
Me doy la aleta, porque si lo miro un segundo más, perderé la cordura, y eso no me conviene, porque solo me quedan cinco minutos para llegar, y Kyungsoo me va a matar pronto.
Valla, hoy en realidad, si será un bonito día.
A pesar de que es el cumpleaños de Beakhyun.
Pau-Pau.