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OLOR por Kagami Dennise

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El olor de las personas es todo lo que representan, son sus sentimientos, su personalidad. Son simplemente todo. Por eso la primera vez que vi a esa persona lo único que pude pensar fue que él era alguien distinto… y no estuve tan equivocado.

 

Primero pensé que el seria un fantasma ---algo que me asusto---, luego pensé que era tan débil que no podía percibir su aroma y ahora… ahora me he dado cuenta de que su aroma es la cosa más especial del mundo, algo que no todos pueden percibir.

 

El aroma de Kuroko Tetsuya no es algo invisible, es solo un camaleón, es decir, su aroma camia dependiendo de su estado de ánimo. A diferencia de las demás personas, con las demás su aroma solo se intensifica o disminuye, no como él que cambia por completo.

 

Cuando esta triste el aroma que desprende es similar al chocolate, cuando está enojado huele a café, cuando está feliz huele a vainilla, cuando está avergonzado o nervioso…bueno, eso olor aun no tiene comparación. Es lo más dulce y atrayente que he olido…. Es como….un afrodisiaco, y un gran problema en el trasero ya que en más de una ocasión los pervertidos se le han acercado, ----no lo suficiente porque YO estaba ahí para detenerlos, pero en una ocasión un imbécil creyó que era yo y ¡se atrevió a manosearme! Ese hijo de puta--- y así podría seguir y seguir hasta decir todos sus aromas, pero eso sería muchísimo tiempo y no lo tengo.

 

Pero si hay un aroma que amo ---el que más amo entre todos--- sería sin duda el aroma que tiene normalmente, y la razón es la más simple del mundo. Es un aroma único, algo indescriptible y hermoso. Un aroma que me tomo años percibir. Un aroma dulce, amargo, empalagoso y salvaje, algo único.

 

Y gracias a estos conocimientos he podido evitar muchos problemas. Se cuando debo de mantenerme callado y abrazarlo, ponerlo de buen humor, aceptar que soy un idiota, entre muchas cosas más.

 

 

 

 

-vamos~ Tetsu-dijo el pelirrojo con al oído del peliceleste que se encontraba sobre sus piernas. El más alto metió su mano bajo la polera blanca a rallas del peliceleste completamente rojo, y aprovechando la posición mordió el lóbulo de la oreja del más bajo y pronuncio su nombre de la forma más sensual posible.

 

-Ka…-soltó pequeños suspiros y gemidos por las provocaciones del tigre-Kagami-kun…alto….me-me voy a enojar-el mencionado olfateo el ambiente en busca del amargo aroma a café, pero no encontró el aroma por lo que siguió- ¡Kagami-kun!-alzo la voz el pequeño chico empujando la cara del sujeto lejos de su cuello con una fuerza digna de un ignite pass , el mayor se toco la parte afectada y miro como su linda pareja se levantaba.

-oye, ¿Qué pasa?

 

-mañana tienes trabajo, ¿no es cierto?-pregunto Tetsuya mientras se quitaba la ropa para ponerse la pijama. El mayor se quedo mirando el paisaje que le ofrecía el sexto jugador sin contestar a la pregunta, el menor al notarlo se volteo y el otro se coloco tras él y lo abrazo.

 

-por cierto, ¿Por qué me llamas Kagami-kun-dijo intentando imitar su voz, fallo- si estamos casados?-susurro a su oído.

 

-bueno…-el menor se sonrojo hasta las orejas, impregnando el ambiente de ese excitante aroma-es solo una costumbre…además, Taiga-intento cambiar de tema-¿Por qué estas tan insistente con el tema del sexo?

 

-como siempre tan directo…-la voz de Taiga se oía profunda, algo que hizo al menor querer hacerlo también- hace unos días Hana se quedo mirando como jugaban unos niños, la vi un poco triste y supuse que…

 

-¿Qué quería un hermanito con quien jugar?-completo la oración el menor, entendiendo la petición de su marido-bueno esta a punto de cumplir dos años, supongo que quiere alguien con quien jugar…alguien menor.

 

-sí, eso pensé…-el Ace Seirin soltó un gran suspiro al recordarlo.

 

-bueno, ella es la menor de todos-dijo Tetsu refiriéndose a los hijos de sus amigos que eran uno o dos años menor que ella.

 

-además…-la voz del pelirrojo sonó demasiado sexy a los oídos de su esposo-me gustaría ver otro pequeño o pequeña Tetsu corriendo por toda la casa con una enorme sonrisa.

 

-a mi me gustaría un pequeño Taiga…tan enérgico como su padre-al terminar la oración rió al imaginarlo.

 

-bueno, eso también sería lindo…entonces~

 

-no-dijo cortante Tetsuya-pronto comenzare a trabajar y un embarazo sería demasiado.

 

-¡entonces solo no trabajes!-el aroma se tiño amargo, y el pelirrojo se lamento por decirlo.

 

-Kagami Taiga no me mate años y años estudiando para que llegues y me digas que no trabaje, ¡yo también quiero hacerlo!

 

-lo siento, fue mi error, si quieres hazlo, yo te apoyare…yo iré a ver a Hana.

 

Taiga salió tan rápido como pudo antes de verse envuelto en una discusión…o más bien masacre. Porque el lindo y pequeño Tetsu podía ser amable y dulce, pero si lo hacías enojar lo mejor era prepararte porque el había acumulado una gran fuerza en sus brazos gracias a todos esos pases.

 

 

Al salir de la habitación lo primero que pudo ver el pelirrojo fue a su viejo compañero de “copas”, Nigou ---porque siempre que Tetsuya se molestaba con él lo enviaba a dormir a la cama del can---.

 

-¿Qué tal viejo?-en el momento en el que se sentó junto a su amigo una pequeña bolita blanca salió de la obscuridad, su nombre era Yukihime, la hija de la mascota de Seirin-oh Yuki ¿Qué haces despierta a estas horas?-Taiga tomo a la cachorra y la metió a una pequeña canasta y descubrió que aun faltaba un cachorro.

 

 

Hace unas semanas Nigou y la mascota de Aomine y Kise ---una hembra de la raza de Nigou, de color blanco y café claro, de ojos dorados--- había tenido crías. Taiga y Tetsu se había quedado con Yukihime y Haru ---Yuki era completamente blanca y sus ojos eran iguales a los de su padre, mientras que Haru era igual que su padre, además de ser macho también--- Aomine y Kise se habían quedado con un cachorro y los demás milagros habían obtenido uno también, al igual que unos de Seirin y de los demás institutos ---los pocos con los que tenían contacto aun---.

 

Kagami comenzó a caminar hasta la habitación de su hija y al verla sonrió. Su hija era el vivo retrato de Kuroko, desde su físico hasta su carácter, y para Taiga era la cosita más hermosa del mundo. Se acerco a la cuna y miro a su primogénita y aun lado, sobre su almohada, estaba Haru, durmiendo profundamente.

 

-tu no debes estar aquí, podrías atorarte en lo barrotes o caerte-dijo tomando al cachorro y antes de sacarlo por completo sintió la penetrante mirada de alguien. El padre al sentirlo bajo la vista hacia su hija, la cual extendia sus brazos-lo siento Hana, pero es peligroso para Haru estar aquí, podría lastimarse.

 

-pero...-la delicada voz de la niña se presento y sus ojos se llenaron de lagrimás.

 

-lo siento, linda…

 

-¡no!-la pequeña se levanto e intento quitarle el cachorro al gran tigre-¡Haru es mío! ¡el dormirá aquí!

 

-Hana-la voz de su madre interrumpió el capricho de la niña, la cual miro a su madre-cuando Haru sea un poco más grande podrás dormir con él, mira…-dijo mostrando a Nigou quien entro en la habitación-Nigou esta preocupado ¿quieres que el se sienta mal?

 

-no…mami

 

-entonces, duerme, cuando despiertes podrás jugar con él y Yuki.

 

-¿Yukihime también?

 

-claro, pero solo si vuelves a dormir.

 

La pequeña recapacito un segundo y después se acostó y cerró los ojos. Ambos padres salieron de la habitación, dejaron al cachorro en su cama y ellos se dirigieron a la suya.

 

Mientras le pelirrojo cerraba sus ojos no pudo evitar pensar en lo agradecido que estaba de tener tan buen olfato. Gracias a él se había enamorado perdidamente de Kuroko, había evitado erros mortales en su relación y ahora se encontraba ahí. Junto a su esposo, en su casa, con su hija y mascotas amadas y sus preciados amigos. ¿podía ser más feliz? ¡Sí! ¡Solo si Tetsuya le daba más familia!


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