Comenzaba el mes de noviembre, y cada vez se hacían más frecuentes estos episodios de sonambulismo, Valka, había comenzado a preocuparse por Hiccup, pero ella se lo atribuía a sus responsabilidades de líder y que ya no convivía con Toothless como antes.
Toothless por su lado, notaba cada vez más raro a su inseparable amigo mientras dormía, pero de cuestiones humanas él no sabía mucho, pues los dragones reaccionan de diferente manera que los humanos… humanos, si eso era una gran diferencia. Que su primer amigo verdadero resultara ser un humano, después de cómo era la vida de ambos al principio, era algo sorprendentemente fuera de lo común, ahora estaba más preocupado que antes, pues ya eran varias veces que lo iba a buscar a la caleta porque Hiccup caminaba dormido en las noches.
Un día, Astrid, los gemelos, Patapez y Patán, se pusieron de acuerdo para que el fin de semana se llevaran a Hiccup de campamento, haciendo que Valka, le librara deberes en la aldea y ella atendería otros. Hiccup no tuvo otra más que aceptar. Llego el día, así que montaron sus dragones y se despidieron de Valka.
Los gemelos, en el camino hacían de las suyas para hacer reír a Hiccup, molestar a Astrid, espantar a Patapez y que la víctima de sus actos fuera Patán. Todo eran risas, porque en verdad que los gemelos cuando querían poner a la gente de buenas o de malas lo hacían y con creces, hasta los dragones se divertían de sus actos. (Esos chicos están no sé si locos o solo se les cayeron a su mama de chiquitos) buscaban una isla no muy lejos donde tuvieran todas las posibilidades de encontrar un buen lugar para pasar los dos días y la noche para divertirse al máximo.
-cómo se las arreglaron para que pudiera soltarme de varias de mis obligaciones para este fin de semana- pregunto Hiccup a sus amigos, -pues no fue tan fácil- respondió Brutacio, - pero entre todos y Bocón, nos las arreglamos para hacerlo, además de que tu madre se quedó con algunos deberes- completo Brutilda. –Deberías de ver como quedo Patapez cuando tuvimos que hacer las reparaciones en unas casas, no aguantaron su peso- se reía Patán, -eso no es gracioso- refunfuño Patapez, -para nosotros lo fue- terciaron los gemelos a la vez, Astrid, que si estaba mirando hacia donde iban, les dijo –ya encontré un lugar adecuado, bajemos-
Comenzaron a descender. Encontraron una isla que a pesar de estar en noviembre, estaba más templada y no hacia tanto frio como en Berk. –Busquemos una cueva para pasar la noche y después vemos lo del almuerzo- las palabras de Astrid fueron una orden y todos comenzaron a buscar.
Una hora después de búsqueda, y el primero en encontrar una adecuada fue Patapez, todos (especialmente Patán y los gemelos) se alegraron, pues dejarían de buscar para divertirse más, así que se dispusieron a instalarse, -Patapez, revísate bien la cueva, acuérdate que las cuevas de las montañas nunca están del todo vacías- le dijo Hiccup, - no te preocupes, Albóndiga y yo la revisamos hasta adentro- dijo un confiado Patapez.
Dejaron las cosas necesarias en la cueva y se dispusieron a ir a pescar el almuerzo, pero a le vez a divertirse en el lago que había en ese lugar. El agua estaba fría, pero no tanto como para no disfrutar de un rico chapuzón al medio día. Como generalmente en Berk el agua estaba considerablemente helada como para nada, por primera vez en su vida todo se dieron el lujo de llevar ropas más ligeras, por así decirlo, estaban en traje de baño, lo cual era raro principalmente por Astrid que estaba algo nerviosa, porque Brutilda como ella siempre había estado conviviendo en la misma habitación que su hermano, eso de andar más descubierta de lo normal bajo la mirada de hombres era lo normal para ella.
Hiccup, la verdad el crecimiento le dio un buen cambio, estaba más atlético que el pequeño niño escuálido que era antes, algo que aparte de Astrid alguien más noto, Toothless, y aunque lo veía siempre que se cambiaba todas las noches, verlo así por diversión le atraía de manera sorprendente. Patán y Patapez pues, se veían bien, Brutacio, en cambio, tenía mejor cuerpo que ellos dos.
Bueno, Astrid estaba pensando en llamar más la atención de Hiccup, ya que pues ya era hora de comenzar a hacer los preparativos para algo más formal en cuestión de su relación, así que cuando estos estaban arrojándose agua como niños, aprovecho el descuido de este para abrazarlo por detrás, a cerco su cuerpo al de él, Hiccup por su lado se puso rojo y nervioso, pues sentía la piel descubierta de Astrid, -Hiccup, como me veo-, -bien Astrid- dijo con nervios, los otros , no los habían notado juntos porque estaban distraídos capturando peces junto con Colmillo, hasta que Brutilda, montada en Barf y Belch, grito -hay pero que lindos se ven juntos, mejor vallan a un ligar privado-, a lo que los demás le siguieron al juego, haciendo que la pareja se pusiera roja de la vergüenza, mientras tanto, Toothless miraba la escena con tristeza, él estaba jugando con Tormenta en el agua, así que cuando escucho a Brutilda gritar, se volvió para ver a Hiccup, así que por ello termino totalmente mojado gracias a que Tormenta lo agarro desprevenido. Ahora estaba mojado y triste, se retiró, porque no quería seguir viendo la escena.
Astrid, en complicidad visual de Brutilda, se llevó a Hiccup, Brutilda se encargaría de distraer a los demás para que no se dieran de cuenta que se escapaban (nos acordaremos que Patán y Patapez están detrás de Brutilda). –Que lastima que Eret no pudo venir con nosotros, pregunto Patapez- , acuérdate que él se quiso quedar a ayudar a Valka mientras nosotros no estábamos- comento Patán.
Astrid y Hiccup se alejaron algo del grupo para estar en privado, Hiccup tenía la idea de las intenciones de Astrid, pero lo disimulo con mucho esfuerzo, por su lado Astrid, estaba muy contenta de estar a solas con su novio, así que comenzó a abrazarlo y llenarlo de besos, ya era tiempo que su relación evolucionara, Hiccup por su lado solo le seguía la corriente, pero estaba al límite de su control, pues la verdad estaba en otro mundo pensando en sus constantes sueños.
Toothless, comenzó a recorrer la isla, la verdad, no tenía ganas de estar con los demás ya que Hiccup no estaba con ellos, así que comino sin rumbo fijo, hasta que llego a un claro lleno de flores blancas que brillaban bajo el sol, frescas y fragantes, decidió darse un descanso y pensar en cómo hacer llegar sus emociones a Hiccup antes de que fuera demasiado tarde competir con Astrid. Comenzó a dormirse y sentir algo en su interior.
Hiccup, por su lado ya estaba harto de que Astrid estuviera de cariñosa, no era el momento para eso y la verdad no sabía cómo manejar sus emociones encontradas, si, Astrid era la novia perfecta en todos los aspectos, pero, para el solo era un requisito que un jefe tenia, pues se sentía como un alma libre, sin ataduras, solo se preocupaba por la seguridad de su pueblo, y de surcar los cielos con su inseparable dragón… inseparable, ahora que lo pensaba, ya no le ponía la misma a tención que antes a Toothless, así como él se sentía solo y algo perdido, el también debería de estarlo.
Armándose de todo el valor que pudo en ese momento, Hiccup, tomo la mano de Astrid, y comenzó a hablar -Astrid, la verdad, es momento que sepas que aunque has sido siempre muy especial para mí en muchos de los aspectos, no me siento atraído por ti más que por ser mi amiga, no es que no te quiera, pues el amor y cariño que te tengo es diferente a lo que pensé que sentía por ti como pareja…- con los ojos llenos de sorpresa por las palabras de este, suspiro hondamente, y bajo la mirada –sabía que algo raro te pasaba, también tu madre, pero no pensé que fuera por culpa de nuestra relación, siempre tu padre nos vio como la pareja perfecta, y ahora que lo pienso, yo también, siempre me gustaste, porque eres el único que era diferente a los demás, un buscador de paz, no de la guerra, y creo que los dos nos quedamos con esa idea por lo que veo-. Los dos se miraron con tristeza, hasta que una explosión los saco de sus pensamientos.
En el claro donde estaba Toothless, no se dio de cuenta que había cambiado físicamente, se veía hermoso con su figura humana bajo el sol, rodeado de flores, la cama de un rey, hasta que una explosión lo despertó. Noto que había cambiado, así que con torpeza se incorporó, y se apresuró a llegar al campamento.
Rápidamente, todos, se apresuraron a ir a la cueva donde estaba el campamento, Hiccup se dio de cuenta que Toothless no estaba, lo llamo y no llego, así que pregunto que a donde se había ido, solo Brutacio dijo que lo vio caminar solo mientras estaba con Astrid, -bueno, vámonos, debemos saber que causo la explosión en el campamento, Toothless se dirigirá allá si escucho la explosión-. Se montó con Astrid en tormenta, todos aun algo mojados y en traje de baño.
“Astrid, no eres lo que busco, en verdad lo siento…”, pensaba Hiccup abrazando a esta por la espalda mientras volaban y esta al parecer comprendía las palabras no dichas, porque soltó un gran suspiro lleno de tristeza.