Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Curiosidad por -Raiden-

[Reviews - 26]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

En parte me siento un poco triste... tengo que esforzarme más, en todos los sentidos y cumplir mi promesa... Despues de todo: si pierdes el honor no te quedara nada...

En fin... por parte del fic, viene una parte un poco emotiva pero espero que les guste, la divide en dos y lo subiere en un rato más la parte dos... si quieren... si no de todas formas lo hare para todos ustedes mis lector@s sexys.

Aniko~san es para ti. espero que te guste.

 

"Las pesadillas toman forma... cuando el miedo te invade..."

 

Volvió a cerrar la puerta con el mayor cuidado posible…

 

Kid seguía durmiendo plácidamente con un pequeño hilo de saliva escurriendo por la comisura de sus delgados labios, despeinado con unas mechas rojizas pegándose a su frente por su propio sudor, ligeramente sonrojado por el calor que ya se sentía y suspirando de vez en cuando.

 

Se veía jodidamente tierno… ¿violable? dirían algunos entrados en el tema pero…

 

Killer estaba más preocupado por los benditos mapas y tenía la suerte de haber guardado unos hace tiempo…

 

-Mapas… mapas… ¡¿Dónde coño puse los malditos mapas?! - refunfuñaba muy bajo.

 

Más bien el problema eran Heat y Wire. El primero aun era demasiado inocente como enterrarse de lo que realmente hicieron y el segundo… no podía decir mucho de este pues era más callado que el peliceleste.

 

La suposición era su peor enemigo… y por eso es que a él le gustaba estar al tanto de todo, tener el poder de la información para no caer presa del pánico que quería invadirlo.

 

-Coño… ¡¿Dónde mierda los puse?! – estaba empezando a perder la paciencia.

 

Killer era muy ordeno, siempre tenía todo a la mano “por si se necesitaba” y eso incluía los puñeteros mapas que no estaban donde deberían estar…

 

Sobre una mesa que tenía infinidad de cosas como carteles de “Wanted” de muchos piratas, el diseño de un raro casco blanco con francas azules, varios libros antiguos de navegación y planos de un barco.

 

Y justo en medio de eso deberían estar los mapas…

 

Donde de su desorden estaba el su propio orden.

 

Si…Killer era de esos.

 

La mesa estaba hasta el fondo del cuarto olvidada en un rincón muy cerca de la ventana donde se podía ver perfectamente el mar azul extendiéndose ante sus ojos con el mismo color pero siendo tan diferente al mismo tiempo.

 

Por un momento dejo de buscar los mapas.

 

La vista de la gran extensión de agua salvaje lo dejo hipnotizado para sonreír ligeramente y divisaba la pequeña embarcación que se mecía con las olas del mar.

 

Si todo salía bien, ese mismo día abandonarían esa isla para navegar hacia las nuevas aventuras que les esperaban.

 

Se habían vuelto muy fuertes a pesar de ser unos niños… bueno más bien adolecentes.

 

Pronto las autoridades del pueblo los atraparían para juzgarlos como adultos por todos los desastres que causaron y eso incluía: robo, invasión de propiedad privada, allanamiento de morada y… asesinato…

 

Killer dejo de sonreír…

 

Aun recordaba cuando mataron por primera vez.

 

Y todo por la culpa del único crio que dormía como un bendito en la cama.

 

Eustass Kid…

 

Suspiro pesadamente para volver a buscar los mapas, terminar de vestirse y salir antes de que Heat y Wire volvieran.

 

 

~+~

Kid sabía que tenía que volverse más fuerte… y si tenía que arriesgar su vida, lo haría sin dudar…

 

-¿De nuevo Kid? ¿Cuántas veces van en esta semana? – no era un regaño pero el botiquín ya estaba quedando vacio.

 

-¡Ya te dije que no fue mi puta culpa, Killer! – gruño para ver cómo limpia la fina herida y ponía una gasa en su brazo.

 

-¿Ah, no? ¿Y de quien fue? – termino por poner una vena para dejar la gasa fija en su pequeño brazo.

 

A Killer no le hacía gracia que se arriesgaran por nada importante, como comida o cosas para el botiquín como ahora hacía falta.

 

-Fue Heat… Le dio miedo cuando salió ese jodido mercader a darle con la vara de metal… - susurro enojado para llevar su mano a la venda donde estaba la herida.

 

Kid no era de los que dejaba a sus compañeros, claro que no, si alguien era su amigo, se arriesgaba por el hasta un grado de recibir un golpe por ese amigo.

 

-Estaban robando de nuevo al panadero ¿Verdad? – confirmo el rubio par cruzarse de brazos.

 

Solo ese hombre portaba tal vara para ahuyentar a los ladronzuelos.

 

-Queríamos tostadas para el desayuno… joder… - respondió enojado el pelirrojo para imitar el gesto de su amigo.

 

A veces se les antojaba algo más que avena rancia y pasta para desayunar. Esos lujos que pocas veces se podían dar pero…

 

-Me hubieras avisado… - no es que le molestara que fueran solos pero quería protegerlos, quería proteger a Kid, era su más cercano amigo.

 

-No necesito que me cuides… - entonces el pelirrjo imagino lo que hace tiempo le dijo Killer: que era débil.

 

Kid salió de la guarida dando de golpes a todo lo que estaba en su camino y Killer permaneció dentro suspirando cansado.

 

Por alguna razón… últimamente los dos no congenian en nada.

 

Cuando planeaban como robar la comida, el pelirrojo se negaba, el no quería robar comestibles, él quería robar algo más… metálico.

 

Cuando intentaban colarse en algún lugar abandonado, el lo hacía en las tiendas de los puertos para robar algunos mapas…

 

Y todo por los malditos piratas…

 

Quería ser uno con mucho ímpetu y eso ya estaba molestando al rubio…

 

Mostraba una rara impaciencia que Killer solo percibía como la actitud de un crío mal educado y caprichoso que perseguía un sueño muy grande para el…o eso pensaba él.

 

Eustass Kid ya tenía diez años, joder… Y no es que fuera el gran adulto con esa edad, pero Killer ya era más consciente que el a esa misma edad.

 

Y lo salvo de su padre cuando tenía exactamente diez años…

 

¿Por qué se comportaba así? ¿Ser un pirata era tan importante para Kid?

 

Entre lo que vemos y lo que es… media un mundo de diferencia…

 

La mente adolescente de Killer no lo entendía, y con catorce años era mucho más maduro de lo creía.

 

Podría a darle un par de hostias al niñato pelirrojo por querer hacerse el héroe o el villano en algunos casos, y dejarle bien en claro cuál era su lugar pero… había una extraña fuerza que se lo impedía.

 

Un extraño cariño… era lo que le impedía ser estricto con él, dejarlo ser todo lo revoltoso que quisiera y ser un hermano mayor que siempre quiso tener el mismo Killer cuando era un crio.

 

Pero al parecer a Kid le molestaba eso.

 

Percepción sin comprensión  es… una combinación peligrosa…

 

No entendía la razón Killer… y no se quebraría la cabeza con eso. Simplemente le daría su espacio, dejaría que todo se calmara.

 

Era lo único que podía hacer, por ahora.

 

Llevando las manos a su cara, Killer suspiro con fuerza, intentando que la frustración no le calentara la cabeza de malos pensamientos psicópatas…

 

-Cálmate, Killer… Cálmate, Killer… es solo un crio, un crio. - se auto convencía apresando un poco sus hebras doradas ahora que le llegaban casi hasta los pómulos, tendría que recortarlo un poco.

 

 

En alguna parte de la isla…

 

-Pero que tío más pesado… Maldito idiota… - murmuraba con enojado Kid con las manos en los bolsillos de su pantalón gastado.

 

Pasaba por las callejuelas de ciudad, intentando desquitarse con todo lo que interrumpiera su paso.

 

-Que no soy un crio… Joder… - se decía así mismo el pelirrojo pateando un contenedor de basura. – No necesito que nadie me cuide… - el contenido mal oliente de la basura se desparramo por todo el suelo.

 

Las cosas con Killer no iban nada bien.

 

Intentaba cuidarlo como una madre cuando lo veía lleno de cortes o golpes y lo curaba con cariño, estaba al pendiente de que era lo que hacía como un padre que nunca tuvo y siempre quería estar con el como un hermano mayor que nunca lo pidió.

 

Se sentía asfixiado por su presencia.

 

Ya estaba por salir del callejón cuando…

 

-¡¡Eustass!! – escucho un grito llamándolo.

 

Sus sentidos se alertaron, esa voz no la reconocía, jamás la había escuchado antes.

 

¿Quién lo llamaba con tanta insistencia?

 

-¡¡Eustass!! ¡¡Eustass!! – Kid se asomo con cuidado desde el callejón, intentando ver a…

 

-¡¿Qué coño pasa?! – un enorme hombre de clara piel y fornido, salió de una puerta muy próxima a donde estaba el pelirrojo escondido.

 

No era el único Eustass

 

-Padre… - susurro molesto al verlo después de cuatro años.

 

Tal vez si acaba con el… ya no le debería nada a Killer, demostraría lo fuerte que se volvió durante esos años…

 

Probaría que ya no era un puto crio.

 

Pero unos ojos curiosos lo veían, veían la espalda de Kid esperando que no lo descubriera por seguirlo de nuevo, como esa mañana que fue a la panadería detrás del pelirrojo.

 

 

 

Buscando entre la basura de la vieja fábrica abandonada, el agua acumulada en los viejos charcos que se formaban por las goteras, un ruido muy tenue se escuchaba.

 

-Creo que esto le gustara. – sonrió para sacar de entre los escombros de una vieja maquilla soldadora, unos raros tornillos a medio fundir.

 

Esas piezas eran perfectas para completar lo llevaba en el bolsillo de su pantalón manchado de lodo y oxido.

 

Entrar ahí no había sido difícil, pero el lugar estaba en muy mal estado, la vegetación y el agua acaban poco a poco con las estructuras. No tardaría mucho en convertirse en un pequeño santuario para las plantas.

 

Con cuidado, saco ese artefacto tan curioso para poner ambos tornillos en el lugar que correspondían.

 

-Perfecto. - dijo victorioso al verlo terminado.

 

No podía creer que estuvo parte de la mañana, buscando en ese lugar todas las piezas adecuadas para hacer ese…

 

-¡¡Killer!! - alguien le grito desde afuera.

 

-¿Heat? - el rubio reconoció de inmediato la voz de aquel crio amigo de ambos.

 

La voz del peliceleste resonó con fuerza en toda la estructura abandonada, parecía estar más angustiado de lo normal.

 

Volvió a guardar curioso artefacto en su bolsillo, no quería perderlo ahora que estaba completo, le había costado mucho poder hacerlo.

 

-¿Qué pasa, Heat? - sacudió sus ropas una vez que estuvo afuera, no quería darle mucha importancia al asunto según él, orgullo de adolescente.

 

El peliceleste empezó a sollozar tapando sus ojos oscuros ahora cristalizados por las lágrimas con sus pequeñas manitas, no sabía cómo decirle lo siguiente.

 

-Tranquilo… - susurro Killer con tono cariñoso.

 

No podía evitarlo, el era bueno por naturaleza… aunque dijeran lo contrario, el era un buen chico en el fondo.

 

-Es Kid-kun… - decía entre más sollozos. - ¡¡Se lo llevaron!! – grito asustado de sus propias palabras y abrazo al rubio con fuerza.

 

Apenas fueron unos segundos en lo que Killer reacciono para tomar a Heat, llevarlo en su espalda y le indicara el camino de a donde tenían que ir…

 

El extraño artilugio que había hecho esa mañana…cayó de su bolsillo: era un curioso robot metálico.

 

 

 

Kid abrió sus ojos poco a poco…

 

Le dolía ligeramente la cabeza, intento llevar su mano al su cabeza pero…

 

-Mierda… - susurro al ver sus muñecas atadas con una cadena al igual que sus pies.

 

No debió atacar a su “Padre” de esa forma tan visceral e infantil.

 

Hace pocas horas…

Cuando vio que se alejaban al puerto de la isla no dudo en seguirlos…

Ese lugar no estaría tan lleno de gente, ahora que las embarcaciones hacían los atracos muy temprano para dejar las valiosas mercancías para en la isla evitando a los piratas que rondaban esas aguas tranquilas.

Tenía que atacarlo ahí…

Cuando vio que estaban en un puerto vacio junto a varios barriles de cerveza vacio, tomo el pequeño cuchillo que hace poco robo del carnicero.

Era un filetero, ese cuchillo tan afilado para sacar los finos filetes de pescado o carne fresca.

Astutamente se coloco detrás de aquellos barriles y con cuidado lo tomaba entre sus manos.

Era ahora o nunca…

-¡Muere! – grito para alzar las manos y enterrar el filoso objeto sobre el cuello de su padre, que estaba de espaldas a él ahora que estaba sentado y…

El cuchillo que sostenía en sus manos, no lo podía mover.

-Maldita rata. – escucho ese singular apodo que le decía su padre.

El hombre aun era recio y enojón como antes.

Le dio un buen golpe en la cabeza y Kid cayo desmayado.

Y por eso que se encontraba en esa situación tan desafortunada.

 

Intento ubicarse, tenía que buscar una forma de liberarse y salir de ahí.

 

Seguramente Killer le reprocharía por ser descuidado, o temerario en algunos casos y no podía faltar el clásico. “Te lo dije” cuando lo descubriera… bueno si es que lo hacía.

 

No estaba oscuro, bueno no tanto por las ventanillas en forma ovalada de aquel cuarto. Las cuerdas amarradas a las columnas de madera de dicha habitación, y el moho en muchas partes del suelo también de madera le hicieron suponer una cosa.

 

-Estoy en un barco… - susurro sorprendido Kid para que el suave meneo del lugar confirmara lo dicho.

 

En efecto estaba en un barco…y no en un barco cualquiera desgraciadamente.

 

Los pasos en la parte superior que lentamente se acercaban a las escaleras que estaban al fondo lo tensaron.

 

Volvió a cerrar los ojos y acostarse de nuevo.

 

-Mira esto… - escucho una voz grave ahora que estaba muy cerca de él. - Parece que a este pececito le acaban de hacer una faena. - siguió con burla para mirarlo más de cerca.

 

Kid podía sentir el aliento en su brazo, donde tenía la venda que Killer le había puesto.

 

-¿Me pregunto si todavía será virgen de aquí atrás? - siguió otra voz masculina para tocarle su pequeño culo de una forma sucia y despectiva.

 

Eso sí que no… era un crío pero jamás le gusto que lo tocaran, excepto quizás Killer pero nunca de esa manera.

 

Eso lo hizo enojar, se puso rojo de furia…

 

Rápidamente Kid se movió para morder la mano que lo había tocado de esa… forma para nada agradable y mirar a esos dos hombres.

 

-¡Maldito mocoso! - gruño el que lo había tocado y ahora mordido, para tomarlo de sus cabellos rojizos y azotarlo contra el piso.

 

Ese golpe dejo algo aturdido al pelirrojo que ya empezaba a verlos dobles.

 

-¡Oi! - dijo una tercera persona que venía de afuera – No lo toquen, es el hijo de Eustass. Pronto se lo llevara con él, y si ve una marca en su cara… bueno ya saben lo que puede hacerles. -  termino de advertirles para que lo dejaran en paz.

 

Los otros dos hombres se aterraron…

 

-Yo no quiero meterme con el “Papá de metal” – aseguro uno para empezar alejarse de Kid.

 

-No vale la pena meterse con este… crio si voy a perder la polla por eso. – le siguió el otro para imitar el gesto.

 

Kid volvió a cerrar los ojos.

 

Esperaba que Killer… viniera a ayudarle.

 

Notas finales:

Gracias por leer.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).