El abismo y la inmensidad del infinito se asoman bajo sus cuerpos, son dos voluntades enemistadas por las circunstancias, pero son dos almas que se conocen a la perfección, no hay nada en la mirada de uno que la otra no haya visto antes.
-No voy a soltarte Loki- La voz de Thor irradia desesperación, angustia e impotencia. Sus ojos destilan agonía pero son nada a comparación del dolor que reflejan los de Loki.
Loki no responde, se siente abatido tanto física como psicológicamente, ya perdió todo por lo que peleó y lo único que puede apreciar es a Thor, sosteniendo su cetro para que su cuerpo no caiga en el abismo. Mira a Odín tan imponente, aun con la edad, que se aferra a su hijo desde el Bifrost. Aquello provoca un escozor en su corazón, ¿Era demasiado pedir que Odín se aferrara así de él? ¿Qué le demostrara un poco de amor o equidad? Tal vez si lo era, un monstruo no merece nada.
Thor siente como se resbala la mano de Loki desde el otro extremo del cetro, le ruega con sus ojos que no le deje. Pero Loki solo siente dolor y hay tanto de él en su interior que ya no puede pensar en otra cosa. Entonces si ya no hay nada más, si no queda más que la soledad ¿Por qué seguir así?.
Es un instante, pero son segundos atroces en los que Loki se suelta, cae en la oscuridad y Thor quiere seguirle, quiere tomarlo y amenguar la caída o en su defecto morir con él. Pero su padre no le suelta, se sacude y Odín ni se inmuta. Ansiedad corre por el cuerpo de Thor quien se sacude hasta deshacerse de su Padre. Un grito desgarrador llega hasta sus oídos y no le importa.
Sus cuerpos caen, Thor y apenas alcanza a ver la figura de su hermano, pronto se perderán de la existencia y el tiempo, quiere alcanzarlo pero no puede, su mente reacciona y llama a mjolnir, éste acude y lo sostiene aferrándose con fe del mango.
El oxígeno ya es escaso, sus pulmones claman por alivio pero en ese momento eso queda lejano. Con ferocidad se dirigen a un pedazo de tierra, si Thor no hace nada se estrellara Loki contra ella. Trata de alcanzarlo pero mjolnir no va mas rápido.
El pedazo de tierra se torna en un Reino, uno de los nueve que Thor no tarda en identificar por las áridas tierras, es elfheim. Loki luce mas cerca, sus cuerpos rozan peligrosamente y por fin, bendita cercanía, le atrapa, le abraza queriendo parar con la caída, pero es demasiado tarde. Sus cuerpos son victimas de la gravedad y se estampan en la llanura ocre, ve como el cuerpo de su hermano rueda salvajemente en la dirección opuesta. Mientras su piel recibe un terrible daño y siente su mundo dar vuelta. Sus pies tambalean, pero los obliga a sostenerlo y avanzar.
Thor es un desastre, no hay mejor palabra para describirlo, porque mjolnir cayó tan lejos que no lo ve, sus piernas tiemblan y sus musculos imploran piedad pero su mente le repite que no se detenga, y algo muy adentro lo anima y le apoya, quiere creer que es la voz de Loki que dejó de escuchar con los años.
La piel que siempre fue perfecta en su hermano ahora esta magullada, moretones y sangre relucen en su cuerpo, sus ojos están cerrados y se asusta, busca signos de vida y lleva su oído al pecho de Loki, parece no escuchar a su corazón y adrenalina se apodera de él. Remueve la armadura que se supone debió proteger a Loki, se encuentra con la seda verde y retoma la tarea de buscar un latido. Con alivio escucha al moribundo corazón de Loki.
Entonces llama a su martillo y abraza al cuerpo de hermano y le carga.
Thor sabe que Loki está inconsciente, que no le escucha, pero poco le importa porque le susurra palabras de aliento, y no sólo una vez, Thor le repite con su voz grave otras dos veces para que su hermano entienda que no le dejara solo.
En todo Asgard ya corría el rumor de lo ocurrido con el príncipe más joven y el desastre del Bifrost. Odín estaba furioso, pero también apenado por permitir que una riña entre hermanos lo llevara a perder a sus hijos. Frigga su esposa lloraba en su alcoba desde horas atrás, no había dolor más grande que el suyo y no había imagen más deplorable de ver que la Reina sufriendo.
El ruido de los guardias llamó la atención de Frigga que enjugó sus lagrimas para acudir al alboroto, en las puertas doradas del palacio apareció Thor y en sus brazos yacía su otro hijo, el menor. A ambos los había dado por muertos y frente a ella la bella ilusión tomaba forma. Corrió ligera para abrazarlos mientras Thor clamaba por los curanderos.
Y fue agonizante ver como su hijo Loki yacía en una camilla siendo atendido por tantos curanderos, iban y venían frente a ella con lociones e infusiones, lo más atemorizante fue ver cuando comenzaron a limpiar las suturas dejando los pañuelos de seda blancos bañado en rojo sangre.
La mujer quería llorar de nuevo, sus ojos estaban acuosos y sus manos blancas de tanto presionarlas, pero una suave mano la consoló, observó con ternura a su hijo mayor y le hizo espacio para que se sentara a su lado en la sala.
-Deberías descansar Thor-. La voz de Frigga estaba rota.
-No puedo, no hasta que Loki despierte- Ambos miraron al vacío. –Adémas ¿Qué son unos huesos rotos y algunos moretones?, pudo haber sido peor- La mano de Thor fue tomada con fuerza por la de su madre.
El resto de la tarde fue tortuosa, médicos entraban y salian, Frigga permanecía en la misma posición mientras su hijo mayor, ya cansado de estar sentado, iba y venía por los pasillos en espera de alguna noticia, las horas eran letárgicas con solo pensar en si todo resultaría bien. Y luego estaba la pelea que tuvieron rato atrás, también se sentía defraudado de sí mismo por no haber visto todo ese dolor en Loki hasta que fue tarde.
-Thor- La voz de su madre le llamaba. –Loki ya despertó- Ni un segundo se desperdició por Thor, quien corrió hasta la cama donde Loki descansaba y le vio adormilado mientras se acomodaba en la cama, se notaba que le tomaba mucho esfuerzo tal acción.
Pero fue Frigga la primera en reaccionar abrazando a su hijo con ternura, casi impidiéndole respirar, el menor le devolvió el gesto confundido –Estaba tan asustada- La mujer no dejó de respirar el aroma de su hijo quien desprendía el aroma a lociones y aceites de hierbas medicinales. Luego con cuidado deshizo el abrazo y abofeteo a Loki mientras una lágrima se perdía en su mejilla –No vuelvas a hacer semejante atrocidad nunca, no te imaginas lo que sufrí-.
En todo aquello Thor observó atónito, su madre jamás había levantado su mano contra ninguno hasta ese día, pero algo en los ojos de su hermano le pareció abrumador, las esmeraldas parecían no procesar la información y peor aún le parecía que su padre, Odín, no se hubiese dignado a aparecer en ningún momento de su regreso, ¿sería eso lo que acongojaba a Loki?
Thor calmó como pudo a su madre, para luego mirar a Loki quien seguía sin decir nada. Algo raro en alguien poseedor de una lengua tan hábil –Loki, ¿Cómo te sientes?-.
Un vacío lleno la sala, ninguno supo con exactitud que pasaba y Frigga fue la primera en hacer ruido, eran gemidos lastimeros. La pobre mujer lamentaba todo, pero Thor apenas y comprendía lo que pasaba. Su pesado cuerpo se sentó al borde de la cama, donde apreció a Loki, ese que parecía un fantasma escondido en su cabello y con su mano sobre la mejilla refrescando el golpe recibido.
Thor no tuvo tiempo de reacción para cuando uno de los médicos entro a la sala. El hombre ya estaba más viejo que Odín pero lucía un rostro mucho más tranquilo. El hombre notó que la reina lloraba así que dirigió su voz a Thor –El príncipe estará bien, solo que tardará un tiempo en recomponerse-.
Thor seguía sin entender, tal vez la caída había dañado su capacidad de raciocinio –Disculpe pero no entiendo, ¿qué es lo que tiene con exactitud Loki?-.
-Pensé que ya lo habían notado- El hombre carraspeo su garganta –El príncipe ha sufrido fuertes contusiones en el cráneo, no es grave, pero a causa de esto ha sufrido una desmejora en la retención de memoria, esto le impide recordar ciertas cosas-.
Thor sintió la saliva pasar con dificultad por su tráquea -¿Eso quiere decir que no nos recuerda?-.
-No, estoy seguro que sabe quiénes son, pero si ha perdido muchos de sus recuerdos, por ahora me es difícil precisar si es un periodo específico de su vida o son varios episodios alternados- Thor odiaba esa formalidad en la voz del curandero, siempre le había molestado que emplearan esa clase de palabras que adornaban cosas tan dolorosas.
-Pero ¿Tiene remedio no es así?- Thor no podía dejar de despegar la mirada del anciano.
-Me temo que no puedo garantizarlo, pero el punto bueno es que si tiene recuerdos y que puede seguir almacenando memorias- El hombre se despidió con todas las formalidades y dejó en manos de Thor algunas píldoras en caso de que el menor de los príncipes sufriera de migraña.
Thor despidió a Frigga con la mirada, denotaba cansancio, mas tarde ya iría a acompañarla y darle consuelo. Mientras colocaba el frasco de vidrio con las píldoras sobre una mesita, Loki le veía con cuidado.
Thor se acercó al menor sentándose a su lado, le apuntó al brazo izquierdo que yacía roto y vendado -¿Recuerdas esto?-.
Loki frunció el ceño y negó con la cabeza, su mejilla seguía roja.
-¿Tampoco puedes hablar?- Thor se acomodo en las mullidas almohadas junto a Loki.
-Sí puedo, pero no me apetece-. Loki se sintió incomodo al lado de su hermano, no recordaba la causa de lo que lo llevó a estar tan golpeado y tampoco el que llevó a su hermano a estar tan apaleado, se sentía fatal y solo recordaba la noche en que discutió con Thor a las afueras de los establos y eso lo enfurruñaba bastante ¿Cómo podía Thor haber actuado así y ahora estar como si nada?
-Bueno ya es algo- Thor se removió en la cama para recostarse, sentía sus huesos molidos y quería descansar. Loki le observó acomodarse a su lado como reclamando la propiedad que no era suya, quiso moverse para irse pero un escozor llego a su abdomen, el dolor le postró al lado de su enemigo.