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Hokoron Maal: Pequeño Enemigo por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Bueno, pues aqui esta el capitulo de la semana, y como se habran dado cuenta, le tome gusto a eso de dejar un poco de intriga saltando a otra parte de la historia XD.

Rein miro alarmado a Slayer. No sabía cómo interpretar lo que acababa de escuchar.  Después de eso, se había hecho un silencio en la entrada de su casa. Slayer aun lo tenía sujeto,  y el otro dragón (si, ahora sabía que era un dragón) seguía fuera.

.- ¿Qué estás diciendo?

.-  ¿eres sordo? Te he dicho que él es mío.-

.- no lo parece,  no lo has marcado.-

.- eso no te importa, si digo que es mío, es mío.-sintió que su cara enrojecía. Los brazos de Slayer apretaron con más fuerza.

.- no lo llevaste a tu aldea.-

.- yo decido si quiero quedarme aquí o largarme a cualquier lugar. Y me estas cansando con tus preguntas.-

.- emm… ¿si recuerdas que puedo entender…?- desistió al ver que Slayer no le prestaba atención. La puerta estaba totalmente abierta, y tras el dragón, pudo ver a varios de sus vecinos y algunas personas que pasaban, mirando curiosos lo que pasaba. Sintió que enrojecía más. Slayer y el otro dragón hablaban en su idioma, y la conversación estaba aumentando de volumen,  supuso que eso era lo que llamaba la atención a los demás. O tal vez sería que no entendían lo que pasaba, o el color rojo intenso del cabello del otro.  Jadeo, olvidando toda vergüenza. Se soltó de Slayer y con un movimiento rápido, jalo al otro chico al tiempo que cerraba la puerta.

.- Rein… ¿Qué demonios estás pensando?- la terrorífica mirada que le dio Slayer le hizo considerar la idea de salir corriendo por la puerta que acababa de cerrar.

.- Y-yo… solo… afuera… y… yo…-  ni siquiera podía formar un pensamiento coherente.

.- el… puede hablar…-  ambos miraron al dragón rojo. Tenía una expresión totalmente sorprendida, y lo miraba totalmente aturdido. Slayer lo volvió a mirar a él, no había tenido tanto miedo de él desde que despertara después de ayudarlo.

.- l-lo siento…- Slayer se adelantó, y él se vio elevado en el aire cuando Slayer lo sujeto del abrigo.

.- lo sentirás más si no me das una buena razón de esto.- le gruño.

.- si vas a matarlo, mejor deja que me lo lleve.- sin dejar la posición en la que se encontraban, volvieron a mirar al otro, quien al parecer había salido de su aturdimiento.

.- largo.-

.- oh, no. Ya comprendo más lo que pasa.-

.- no me interesan tus comprensiones.-

.- creo que se está asfixiando.- eso no era del todo cierto, pero había comenzado a forcejar para al menos volver al piso, le incomodaba mucho estar de esa forma. Slayer lo bajo, pero no lo soltó.

.- ¿y bien?-  pregunto.

.- ah… esto… pues… e-estaban gritando… y-y… la gente veía… y… eso… pues…- Slayer resoplo hastiado.

.- eres tan torpe…- se tranquilizó un poco cuando lo soltó. Parecía que había entendido lo que había tratado de decir.- y has echado a perder todo el maldito esfuerzo para esconderte.-

.- c-creí q-que habías dicho que e-él era un rastreador….y…-

.- lo soy. No hubiera dado con este lugar de no ser así.-

.-  maldita sea.- soltó Slayer.- Rein no ira a ningún lado, puedes ir largándote por donde viniste.-

.- ¿piensas ser su niñera todo el tiempo?

.- no soy su niñera.-

.- bueno, entonces me voy.- Rein parpadeo. Después de todo el escandalo no esperaba que todo se resolviera tan fácil. Slayer también pareció desconcertado, pero la expresión apenas y cambio en su rostro.- espero que la próxima vez elijas un lugar más difícil de ubicar. A muchos les será interesante porque un dragón negro se encuentra con un chico humano cuyos ojos se ven como los de un dragón y tiene un olor extraño. Sin olvidar la  particularidad de su nombre.- añadió mientras pasaba por su lado y tomaba la perilla de la puerta.

.- ¿ah?...-

.- ¿en serio?- gruño Slayer.- todo esto es tu culpa.- lo señalo.-  y tu… ¿Qué demonios piensas hacer?-

.- lo acabo de decir.-

.- no dejare que te lleves a Rein, y tampoco dejare que te marches ahora que se tus intenciones, eso no deja muchas opciones.- una sonrisa apareció en su rostro.

.- cualquier cosa…- el otro dragón también sonrió.

.- ¡basta!- ambos lo miraron.- emm… yo… no s-seria b-bueno si-si pelean… a-aquí.- apretó los labios, eso no era para nada lo que quería decir.

.- ¿y bien, entonces que sugieres?- Slayer sonó sarcástico. De verdad  que quería pensar, pero no se sentía capaz de formar dos palabras coherentes. Trato de respirar profundo varias veces e incluso miro el suelo en un intento de despejar sus nervios.

.-p-puede que-quedarse… la tormenta… y el frio… si se queda… podemos explicar… y…-  Rein siguió respirando profundo, después de todo si quería ser un poco más valiente por algo debía comenzar.  Levanto la mirada.

.- no es una mala idea de hecho.- Slayer parecía resignado. El clima frio es el peor para un dragón rojo,  debilita bastante sus habilidades. Sabia eso desde pequeño, así como a él le agobiaba el calor, a pesar de que muy pocas veces había ido a lugares cálidos.

.- no pienso quedarme.-

.- no es como si tuvieras muchas opciones.-

.- m-morirás.- eso sería verdad, y pudo ver que Slayer comenzaba a reconsiderar la idea de dejarlo quedarse.- e-espera a que termine la tormenta.-

.- pues no veo ninguna tormenta. Y si, odio el frio pero es tolerable.-

.- déjale ir. No le creerán sin pruebas. Y si se marcha ahora contaremos con que muera de regreso.- Slayer entro despreocupadamente, dándole un jalón para que lo siguiera. Le dirigió una mirada al otro dragón mientras era casi arrastrado a la sala.

.- ¿Cómo sabes que no me creerán?-

.- lo sé y ya.-

.- ¿lo sabes y ya? ¿Qué es el?-

.- ¿de verdad piensas que diré algo? Vete.-

.- he pensado mejor…  me quedare.-

.- oh genial.- gruño Slayer.- tu.- Rein pego un brinco.- lo que pase de aquí en adelante será totalmente tu culpa.- reprimió un suspiro. Había expresado sus ideas sin pensarlo, y ahora que analizaba mejor la situación, tener que lidiar con otro dragón aparte de Slayer no era una buena idea, mucho menos tenerlo a ambos en el mismo sitio.

 

 

Slayer se sentó en el sofá, mientras Rein entraba en la cocina.  El dragón rojo seguía de pie cerca de la entrada. La idea de que se quedara era pésima, pero por el momento era lo mejor que se le ocurría aparte de tener una pelea a muerte, lo cual podía hacerlo en cualquier momento si estaba lo suficientemente cerca de él.  Esperaba que en el trascurso de un par de horas se le ocurriera algo mejor,  la mayoría de los dragones eran muy territoriales y él no era la excepción. El olor a comida inundo la casa.

.- d-disculpa… tu nombre… no lo sé.-  Rein se dirigía al otro. Sus ojos volvían a ser azules. Analizo con cuidado la situación. El y la madre de Rein había vivido con Rein y sus ojos no cambiaban con dragones, como había pensado. Recordó el tartamudeo de Rein, había estado nervioso.  Entonces quizá se debía a su instinto de supervivencia. Un dragón se transformaba cuando sentía peligro en su entorno, y como Rein no era del todo un dragón…

.-  Kest.- resoplo. Un nombre nada alentador.

.- p-prepare algo… si quieres…-

.- ¿Por qué hiciste para el?-

.- ¿ah? Yo… ¿cortesía?-

.- estupendo…- se levantó a la cocina.- no es que lo estemos invitando a quedarse, por lo tanto no es un invitado.

.- pero…-

.- si quieres una mascota, consigue un perro. Los gatos no me gustan.-

.- ¿tienes algún problema?- Kest se había adelantado y ahora estaba frente a él.

.- tú eres mi problema.- gruño. Unos pasos adelante, Rein suspiro mientras se sentaba y comenzaba a comer. Ignoro los reclamos de Kest y también se sentó, la comida se enfriaba rápido en esa parte del mundo.  Rein había servido tres platos. Kest dudo unos momentos antes de sentarse y dudo mucho más antes de ponerse a comer también. Mientras Rein lavaba los platos sucios, Kest y él se miraron retadoramente. Al menos Kest también se había comportado decentemente al no iniciar una pelea. Supuso que sería por el clima, a él no le afectaba tanto el frio como a un dragón de fuego. 

Opto por ir a la sala, en otra situación hubiera salido a dar una vuelta, pero no pensaba dejar a Rein a solas con alguien que planeaba llevárselo. Rein había ido a las habitaciones, y Kest se había quedado en la cocina.  Fue a las habitaciones y llego cuando Rein salía del baño, con el cabello mojado y oliendo a jabón.

.- ah… lo siento…-

.- ya da igual. Hoy dormirás conmigo.-

.- ¡¿eh?!- sonrió por la cara de incredulidad de Rein.

.-  y mientras el siga aquí también. No me gusta que se metan con mis cosas y soy muy precavido.

.- ah.- una especie de suspiro salió de Rein.

.- ¿sabes que en cuanto pueda ese dragón te llevara sin la menor consideración?-

.-s-si.-

.- te lo recuerdo para que no te confundas. No todos te darán una oportunidad.- Slayer sabía que Rein  intentaba cumplir lo que su madre le decía, por lo que no era difícil deducir que Rein intentaría ayudar a cualquiera que viera en problemas.- no tienes que ser amable. Y por lo que más quieras no le digas nada.-

.- e-está bien… gracias por… esto.-

.- como sea, trae tus cosas.- Rein fue a su habitación mientras el regresaba a la sala. Kest estaba ahí.- hey. Si te estas quedando es solo por dos cosas, en cuanto pase todo esto te largaras.-

.- no me iré sin el.-

.- y yo no pienso dejar que te lo lleves, si, es una discusión interminable. Puedes quedarte donde quieras solo no entres a mi lugar.-

.- no pensaba hacerlo.- escucho a Rein salir de la habitación.- ¿Por qué quieres mantenerlo aquí?-

.- no te interesa. Solo ten presente que no te lo llevaras mientras yo esté vivo, y no pienso morir fácilmente.- dejo a Kest en la sala. No pensaba explicarle que Rein era la mejor persona que había conocido y que no merecía lo que le pasaría de ser llevado a cualquier aldea de dragones ni con los cazadores. Mucho menos lo divertido que era verlo asustado o nervioso por contradecirle. Rein lo esperaba en la puerta de la habitación.  Después de buscar en el armario saco un montón de cobijas que arrojó al suelo, luego de un jalón tiro uno de los dos colchones que tenía su cama.  Rein pareció entender, porque junto las cobijas y acomodo todo en el colchón.  Llevaba su propia almohada.

.- lo siento… yo…-

.- te dije que daba igual. Él no se iría de todos modos.Y es mejor saber dónde está de momento.-

.- umm… si se marcha ¿Qué pasara?-

.- nos iremos.- la decepción se reflejó en el rostro de Rein. A él tampoco le gustaba mucho la idea, pero estaba acostumbrado a ir de un lado a otro, contrario a Rein. Después de un rato vio a Rein acostarse y taparse después de encender el televisor, supo que se quedó dormido por el sonido suave de su respiración. El no sentía la necesidad de dormir, pues usualmente dormía mucho durante el día para estar más alerta durante la noche. Durante un rato más escucho los pasos de Kest en la casa. Se quedó sentado en su cama, mirando por la ventana. Poco después de la medianoche comenzó a caer nieve y con el paso de las horas comenzó a arreciar.

.- y yo que pensaba que no podía hacer más frio en este maldito lugar.- murmuro, frotándose las manos. Pronto no le fue posible ver nada por la ventana, así que se enfocó en la televisión de la que se aburrió también en un rato. El reloj marcaba casi las seis de la mañana cuando el sueño le venció.

Rein despertó sintiendo dos cosas, primero que la temperatura había bajado, y segundo que no estaba en la habitación.  Se sentó, adormilado aun. La habitación estaba casi oscura pero podía ver debido a la luz proveniente de la televisión. Le dio un escalofrío cuando se levantó y entro en contacto con el clima frio, apago la televisión antes de salir por su ropa. Toda la casa estaba helada, mientras iba a su habitación dirigió su vista hacia la sala. No sabía dónde estaba el otro dragón, Kest, y no quería arriesgarse a averiguarlo así que solo entro a su habitación y se vistió con las ropas más abrigadoras que tenía, incluso el sentía frio en esos momentos.  Regreso a la habitación de Slayer, y dudo si despertarlo o no. Parecía cansado, y no le sería extraño que hubiera pasado toda la noche despierto. Sonrió, dando la vuelta. Le divertía el hecho de que Slayer en ocasiones dormía horas por la tarde, las suficientes como para pasar la noche sin sueño.

En la sala, Kest se encontraba dormido en el sofá. Se había quitado la gabardina y se había cubierto con ella.  Se dirigió a la cocina tratando de hacer el menor ruido posible. Era probable que Slayer le regañara por no despertarlo y dirigirse solo a alguien que quería llevárselo. Tal vez era verdad que no tenía mucho sentido de supervivencia.

.- ¿Qué demonios haces aquí?- dio un brinco. No había sentido a Slayer entrando en la cocina.

.- yo… ¿el desayuno?-

.- ¿en serio?- Slayer suspiro, sentándose en una de las sillas de la mesa.- ¿entiendes al  menos la seriedad de la situación en la que estás? ¿O tengo que explicar todo de nuevo para que entre en esa cabeza tuya? -

.- claro que entiendo… pero…- bajo la mirada.

.- si tenías hambre debiste despertarme.-

.- pa-parecías c-cansado…-

.- ¿cansado yo?- Slayer sonó indignado.- ¿Quién crees que soy? he pasado más tiempo sin dormir que una noche.-

.- ah… lo siento… umm… yo…-

.- ¿ahora qué?-

.- umm… ayer… t-tu… yo q-quiero saber… ah… ¿por-porque t-te… me emm proteges?- sintió sus mejillas enrojecer un poco.  El día anterior le había hecho pensar en todo lo que Slayer seguramente estaba haciendo para evitar que fuera encontrado, cuando en realidad no había mucho que el hiciera por Slayer o al menos nada que Slayer no pudiera hacer por su cuenta. 

.- ¿no dije que lo haría?-

.- si… ah pero… son muchas… muchas molestias por… no tienes ningún beneficio.-

.-pasa semanas en el bosque comiendo solo cosas crudas y en cualquier clima y entenderás porque me quedo aquí.-

.- ah…- se sintió decepcionado. Había esperado una respuesta diferente. Con el tiempo le había sido  cada vez  más fácil  convivir con Slayer.  Sentía una gran admiración por Slayer, había hecho mucho por él, Slayer era todo lo que él no, y tal vez por eso solía obedecer la mayoría de las cosas que Slayer le mandaba, ya no lo hacía por miedo, de hecho había dejado de sentir miedo de Slayer y ahora solo ocasionalmente se ponía nervioso y sentía algo de miedo cuando lo contradecía, pero no por el propio Slayer, sino porque no quería molestar a Slayer y que se cansara de él. Y el que Slayer pensara en el como un objeto más tampoco le había hecho sentir bien.

.- además… me agradas.-  levanto la vista, sorprendido, y luego sonrió. Asintió mientras comenzaba a cocinar.- ¿Cuánto crees que dure la tormenta? Aun no sé cómo deshacerme de esa cosa.-

.- ¿ahora soy esa cosa?- Kest apareció en la puerta de la cocina. Su cabello rojo desordenado.

.- e indiscreta.-

.- puedes esperar. No puedo irme en esas condiciones. Si me voy y me atrapan vendré aquí- sonrió burlonamente.- creo que Micah ya ha tenido problemas con los cazadores ¿no?-

.- ¿eh?- soltó, sorprendido de que supiera su primer nombre. Slayer solo gruño.

.- ah, ten. Entre a tu… casa después de todo eso.- tomo la credencial que le extendía.- ese lugar sí que era pequeño. Buscaba pistas para encontrarte, después de lo de la carretera. Nunca pensé que encontraría una anomalía ese día.-

.- Rein no es una anomalía.-

.- sigo sin saber que es.-

.- entonces eres más idiota de lo que pareces.-

.- ah… por favor…-

.- tengo una teoría, y es lo único que se me ocurre.-

.- di lo que quieras, no te diré nada.-

.- no necesitas decirlo. Sus ojos, el olor, que sepa nuestro idioma…  es obvio que es una clase de mestizo.-

.-…-

.- y eso si no te fijas en el nombre tan obvio que tiene.- Rein se sonrojo. Tal parecía que su secreto no era tan secreto como parecía. Tal vez por eso su madre se había mantenido alejada de todo dragón.

.- Rein sé te que quema el desayuno. No pienso comer nada quemado.-

.- ¡ah! Lo siento…-

.- torpe.- murmuro Slayer.

.- entonces es verdad. Eres un mestizo.-

.- muérete.-

.- p-podrían no discutir en l-lo que la to-tormenta…-

.- ¡nunca!- respondieron ambos a la vez, antes de mirarse malamente.

 Rein miro por la pequeña ventana de la cocina, suspirando. La nieve seguía cayendo con fuerza. Era un mal momento para quedarse en casa con dos dragones que no se llevaban bien. Bueno, esperaría a que pasara la tormenta, o que uno de los dos terminara por convertirse en dragón y destruyera todo. Lo que pasara primero.

 

Notas finales:

*Errores en el texto son sin querer

En mi defensa debo decir que no puedo crear una escena demasiado dramatica u.u... pero bueno, hago mi mejor intento con lo que tengo, y pues... si no hubo una pelea salvaje aqui, es solo porque en realidad ambos son muy cuidadosos con su secreto, y pues... dejemos a Rein esperando que pasa primero XD

Hasta la proxima y gracias por leer!!


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