El lugar al que termino llegando era realmente grande, y lujoso. Aunque los dos dragones que estaban ahí no parecían notarlo. Miro de nuevo a los dos, que discutían en alemán y de lo cual solo lograba entender teléfono. Le costaba un poco creer en lo que estaba pasando, y más de una vez se había preguntado si no estaba soñando.
Particularmente él no tenía mucha suerte, eso era algo que sabía desde hacía mucho tiempo, pero parecía que otras personas tenían mucha más suerte que el. El chico pelinegro que había iniciado todo, no se parecía demasiado a Slayer, o tal vez sí, pero la expresión de diversión que tenia era algo que jamás había visto en Slayer, a lo mejor si el chico se ponía serio…
.- ¿está todo bien?- pregunto, en un intento de llamar de nuevo su atención. Esperaba que las cosas fueran tan sencillas como aparentaban, o había terminado ingenuamente en una especie de trampa.
.- si, si… hay algo que tal vez complique un poco esto…- una risa nerviosa escapo del chico. El suspiro, pensando que definitivamente no podía ser una trampa. No parecía que él fuera precisamente peligroso. No podía decir lo mismo del otro dragón, quien no le había despegado la vista desde que salieran del callejón. No le extrañaba, siendo que ahora se suponía el era un cazador.
.- ¿esta es su casa?-
.- no, no… yo vivo aquí, pero no es mío. Drem vive con Jens.-
.- ¿Jens?-
.- Jens es el amigo de Zender.-
.- ¿Zender?-
.- es el dueño de este lugar, y yo vivo con el.-
.- ¿hay mas dragones aquí? – la perspectiva de que un grupo de dragones viviera en medio de una ciudad grande le parecía algo sorprendente, había pensado que eso no era algo común.
.- no. Zender es humano, también Jens.-
.- entonces viven con humanos… ¿Cuál es tu nombre?-
.- Feyn. ¿Slayer nunca hablo de mi?-
.- menciono que tenía un hermano, pero él… es realmente imposible.- sonrió, sintiéndose feliz. Había olvidado ese sentimiento.- ah, quisiera usar el teléfono… no se qué paso desde que…-sacudió la cabeza, era algo imposible que alguien respondiera al teléfono, no esperaba que él siguiera en la misma casa… ¿o sí?- solo quiero comprobar algo.- no perdía nada intentándolo.
.- espera…. ¿Woherwissen Sie, es istnichteine Falle?- odiaba demasiado los idiomas, y para haber estado dos años viviendo en Alemania, uno esperaría dominar ya al menos el entendimiento del idioma, lastima para él que siguieron enseñándole en ruso.- Sie können das Gerät nennen.-
.- weiß es einfach. Er ist mein Bruder Partner.-
.- ¿qué pasa?-
.- Drem quiere saber si no es una trampa y usaras el teléfono para llamar a más cazadores.-
.- no hare eso. Tenía un teléfono en mi casa, quiero saber si... si Slayer está ahí.- murmuro.
.- wir erzählen Sie Ihre Geschichte zuerst.-
.- ¿qué?-
.- háblanos primero sobre ti.-
.- ¿de verdad?-Suspiro al ver que ninguno dijo nada más.- será una larga historia...- pero tal parecía que en esos momentos, tenían todo el tiempo del mundo.
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A Riik realmente le agradaba la casa. Había pasado poco tiempo viviendo en una pequeña cabaña en medio de la nada, eso no le disgustaba, pues le encantaba jugar en la nieve. Pero la casa en medio de la ciudad era mucho más entretenida, a pesar de que no salía mucho.
.- Riik, ¿puedes ir sacando lo que necesito para la cena?-
.- ¡sí!- sonriendo, se levanto del sofá. Le gustaba mucho ayudar, aunque las personas a las que ayudaba no siempre lo agradecieran.- Kest… ¿está todo bien?-
.- lo estará.- Kest le sonrió, tratando de no asustarle. El no estaba asustado… quizá un poco. Hacía dos días, el dragón oscuro había vuelto, otra vez. Siempre que regresaba, pasaba lo mismo, Slayer entraba, bruscamente, y se iba directo a la habitación, de donde después escuchaba un alboroto. Las primeras veces que eso paso, él se aterro. Ahora, podía aguantar eso, pero aun sentía algo de miedo. Kest, en cambio, entraba con Slayer y pasaban horas dentro. Alcanzaba a escuchar los débiles susurros que provenían de la habitación. Kest era valiente.
Estaba parado de puntas sobre una silla, tratando de alcanzar las alacenas, cuando el teléfono sonó. Usualmente, ese aparato no sonaba, mucho menos a esas horas de la tarde. Miro al pasillo, esperando a que alguien saliera a contestar el teléfono.
.- ¿Kest?...- no escucho que alguien se acercara, a excepción de Kest, el perro. Salto de la silla, y fue al teléfono, después de todo, él estaba a cargo en lo que Kest terminara de hablar. Hecho una última mirada al pasillo, antes de levantar el teléfono.- ¿si?-
.-ammm… ¿Quién es?- la voz tardo un poco en responder, y se escuchaba lejana.
.- Riik.-
.- uh… si bueno… creo que… busco a la persona que vivía antes ahí…-
.- ¿ah? No sé quien vivía aquí.- ese aparato era realmente interesante. Hablar con alguien a quien no podías ver era algo increíble. Aunque le disgustaba no poder ver quien estaba al otro lado del teléfono.
.- oh, está bien… ¿tus padres están ahí? ¿Puedo hablar con alguno de ellos?-
.- yo no vivo con mis padres.-
.- disculpa… ¿Hay alguien mayor con quien pueda hablar? Es importante.-
.- umm… no creo que puedan hablar en estos momentos.-
.- bueno…. Ah, tengo que colgar, llamare después. ¿Puedes decirles que llamo Micah?-
.- bien. Micah.- repitió, para no olvidarse del nombre.
.- sí. Micah Rein.- el nombre le sonaba, sabía que lo había escuchado antes.- Ah, llamo después.-
.- ¡espera!- demasiado tarde, el teléfono solo le devolvió el tono agudo que emitía cuando no se usaba. Había recordado el nombre, pues él no era tonto, y aunque no le habían hablado mucho sobre Micah Rein, sabía que Kest, el perro, pertenecía a él. Eso y que Slayer le buscaba desesperadamente por todo el mundo.- ah ¿Qué hago?- pregunto al perro. De seguro le reñirían por no haber respondido correctamente la llamada. Se asomó de puntillas al pasillo, tratando se ver si le habían puesto atención. Nada.
Al final opto por volver a la cocina y terminar lo que Kest le había mandado, que era el encargo que tenía. Cuando termino, solo fue a la sala y encendió el televisor.
.- ¿Riik?- Kest apareció cuando ya casi había atardecido por completo.
.- ¿Qué?-
.- ah, solo que es tarde para preparar la cena. Iré a comprar algo.-
.- está bien.-
.- oye ¿puedes tratar de no molestar a Slayer?-
.- si, si.- Kest se marchó, dejándolo solo. Como no había mucho más que hacer, se quedó sentando en el sofá, inmerso por completo en la pantalla, viendo dibujos animados con Kest, el perro, acurrucado a su lado.
.- oye, mocoso ¿a dónde fue Kest?- pego un brinco, girando la cabeza bruscamente.
.-fue por comida.- respondió automáticamente. Un gruñido fue su respuesta.- o…Slayer…-
.- ¿Qué quieres?-
.- tu… buscas a Micah Rein ¿cierto?- la mirada que le dirigió Slayer le hizo querer hundirse en el sofá.
.- eso no te importa.-
.- espera… el llamo….-
.- ¿Qué?- de pronto se vio a unos centímetros del suelo, sujetado por los hombros.- dime que es eso de que el llamo…. Responde.- él quería responder, de verdad que quería, pero las sacudidas que le daba Slayer no ayudaban.
.- ¡¿Qué crees que estás haciendo?!- de nuevo, se vio de pronto en el suelo, con Kest interponiéndose entre él y Slayer.- es solo un niño, déjalo en paz.-
.- ¡déjame! El…-
.- ya basta.-
.- Kest, lo siento, es mi culpa.- ambos le miraron.- el teléfono sonó en la tarde, pero como estaban arriba, respondí. No supe quien llamaba hasta el final, y…- agacho la mirada.- Micah Rein llamo.- hubo un silencio pesado que le obligo a alzar la mirada otra vez.- lo siento.-
.- ¿Qué fue lo dijo?- Slayer paso a Kest, poniéndose frente a el. El retrocedió hasta que la parte de atrás de sus rodillas dio contra el sofá.
.- solo… quería hablar con…con alguien mayor. Pero estaban ocupados… el dijo que llamaría después.- añadió al ver la expresión de Slayer. A pesar de que era obvio que trataba de controlarse para no asustarle, no estaba haciendo muchos progresos.
.- ¿dijo algo mas? ¿Si estaba bien? ¿Dónde estaba?-
.- no dijo nada mas. Solo que tenía que colgar y que llamaba después.- repitió.
.- ¿estas seguro que era él?-
.- eso fue lo que dijo, yo no le conozco.-
.- deja de aterrorizarlo.-y de nuevo, Kest le salvaba.-
.- ¡pero si el llamo…!-
.- y dijo que volvería a llamar. Nadie mas conoce este numero, y si pudo llamar, es probable que este bien. Riik ¿sonaba bien al teléfono?-
.- si.-
.- ¿lo vez? Esperemos y veamos que es lo que pasara.-
.- estoy cansando de esperar.-Kest sonrió.
.- pues tendrás que esperar una vez mas.- frunció el ceño, sintiéndose de nuevo excluido. Se sentó, dejando que los otros dos hablaran o discutieran, lo que sea que hicieran.
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A Rein le tomo casi media hora resumir lo que había pasado desde que se encontrara con Slayer en el bosque, en lo que parecía toda una vida antes. Ninguno interrumpió su narración.
.- espera… ¿no sabes nada de mi hermano entonces?
.- no. Estuve… emm… vigilando en la base, pero no es muy fiable la información ¿puedo llamar ahora?-le dejaron el teléfono. Marco el número con nerviosismo, decir que no se decepciono al escuchar la voz infantil que le respondió era poco.
.- entonces….- los dos dragones miraron al elevador, y el pudo escuchar momentos después el ruido que hacia al subir. Cuando se detuvo en su piso, los dos se levantaron.
. - ¿Nun, was sollen wir tun?-
.- Ichhabedirgesagt, etwaszu tun, bevor…- la puerta del elevador se abrió, dejando entrada a una persona.Colgó el teléfono, mirando con atención a la persona que acababa de llegar.
.- Was machen siehier?- su voz profunda tenia un tono de ira contenida. Su apariencia tampoco ayudaba, alto, rubio y bien vestido. Parecía alguien con quien preferirías no involucrarte.
.- nichts.- eso lo entendía, había dicho nada. Si, debía aprender urgentemente alemán, al menos para poder decir algo.
. -¿weil sie nicht im Büro? ... Undwerister?- los ojos grises le miraron, no muy contentos. En otro tiempo, se hubiera estremecido y se hubiera puesto a repetir lo siento un montón de veces. Ahora, no pudo evitar soltar una risa. La mirada de ese hombre se parecía demasiado a la de Slayer, y recordarse intimidado por ella le divertía.
. - ein Freund von meinem Bruder.-
.- ¿que está diciendo? ¿Él es Jens o Zender?-
.- es Zender… bien, nosotros salimos sin permiso… por lo que somos, no podemos pasearnos por la ciudad como si nada…-
.- oh, ya veo. Deberías decirle que no soy un cazador. Esa mirada no es muy cordial.-
. -claro…er ist kein Jäger. weiß, wo mein Bruder.-
. – Ich möch temitIhnenallei n sprechen. –Después de darle una ultima mirada, paso de largo por la sala.
.- ahora vuelvo.- Feyn le siguió.
.- de seguro va a tener un regaño.- la voz de Drem sonó con burla. El sonrió un poco. Feyn no se parecía en nada a Slayer. Quizá el cabello. Mientras esperaba, sus pensamientos fueron hacia la llamada que había hecho. Realmente había esperado que le respondiera otra persona, inclusive hubiera sido mejor que nadie respondiera, había sido como volver a romper con todo. No paso mucho para que el elevador volviera a detenerse en el piso, y otra persona entrara. Esta vez, no presto mucha atención a la conversación, pues de igual modo no entendería mucho. Le costaba mucho ocultar la decepción que sentía… había logrado salir para recuperar… quizá ya no tenía nada que recuperar. Era muy posible que su casa ya no fuera su casa, y que no volviera a ver a Slayer.
.- oye, tu… ¿puedo contar tu historia? Sera todo más sencillo si lo hago ahora.-
.- adelante.- se levantó y camino al balcón. La vista era increíble. Suspiro. Una parte de él también quería volver a la base, era el lugar actual que le hacía sentir seguro, sonrió con ironía. Tenía miedo volver. Volver y no encontrar nada. Si volvía y no había nada, tampoco podría volver al otro lado, se quedaría solo de nuevo.
.- Rein…- Feyn se asomó al balcón.- te ayudaremos… umm bueno, eso no es la palabra que busco… Zender no confía en ti, y pues… no te dejaremos salir.-
.- otro secuestro ¿eh? ¿Puedo usar el teléfono otra vez?-
.- claro.- entro de nuevo, encontrando la sala llena. Drem estaba en un sofá, con los brazos cruzados y una expresión aburrida. Jens estaba usando su teléfono celular. Solo Zender le miraba fijamente. Feyn le extendió otra vez el teléfono y de nuevo todos les miraron. Era incomodo llamar con tanto público. El timbre del teléfono sonó solo dos veces antes de que le respondieran.
.- ¿¡Rein!?- no estaba preparado para lo que escucho en el teléfono. Sus ojos se abrieron sorprendidos, y su garganta se secó. Abrió la boca para decir algo, pero no salió ningún sonido.- ¿Rein?... ¿Rein?... ¡maldita sea, Rein, di algo!-
.- si, si, lo siento. Yo… yo…-
.- ¿estás bien? ¿Dónde estás?-
.- es…estoy bien. Estoy en Berlín.-
.- ¿Berlín? Rein, ¿Cuántas veces tengo que decirte que no llores?-
.- lo siento.- soltó una risa temblorosa.- pero estoy realmente… realmente muy feliz.- no sabía que mas debía decir. Había tantas cosas que quería saber…. Pero quedarse en silencio en el teléfono, sabiendo que él estaba al otro lado de la línea también le parecía una excelente idea.
.- Rein… iré por ti. Espérame, y por favor, por favor no vuelvas a meterte en problemas.- el volvió a reír, ignorando a los demás.
.- no lo hare. Lo juro.-
.- más te vale, o esta vez no te lo perdonare.-
.-está bien…-Feyn le hizo una seña, el también quería usar el teléfono. Evito fruncir el ceño, no quería colgar.
.- ¿Dónde estas? Me iré ahora mismo.-
.- yo… emm… no lo sé. Espera… creo que le puedes preguntar a alguien.-
.- bien, que sea rápido.-
.-… ven pronto.- murmuro antes de pasar el teléfono.
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Feyn reprimió un suspiro cuando siguió a Zender a su habitación. Sabía que le iba a reclamar por haberse marchado. No era demasiado difícil saber de quién había sido idea todo eso.
.- ¿quieres explicarme porque demonios no estabas en las oficinas?- la voz de Zender sonaba molesta, pero él no estaba muy amedrentado.
.- Salí.-
.-eso ya lo sé. Ah, Feyn, por lo que más quieres, eso fue una total idiotez.-
.- claro que no.-
.- pudieron haberte atrapado de nuevo.-
.- pero si por eso invite a Drem. Esperaba que el me guiara fuera de las trampas.- Zender le miro con incredulidad antes de suspirar, negando con la cabeza.
.- me preocupe demasiado.-
.- bueno, lo siento… solo quería salir un poco más. Es aburrido que estés en ese lugar todo el tiempo, y nuca vamos a donde quiero ir.-
.- pero si nunca me dices a donde quieres ir.-
.- porque no conozco los lugares.- recalco, frunciendo la nariz.- solo voy a donde tú me llevas.-
.- arreglaremos eso, ¿si? ahora, explícame porque un cazador está aquí, y porque dices que es la pareja de tú hermano.-
.- eso… lo encontré por casualidad en la calle. Él huele como a mi hermano, así que pensé que se trataba de él. Rein vivió con mi hermano antes de que le encontraran los cazadores y fuera con ellos, el también es mitad dragón ¿no es increíble? No sabía que eso pudiera existir, lo traje aquí porque si no tendría que volver de nuevo con los cazadores.- hablo muy rápido, y emocionado. Zender le miro como si no hubiera entendido nada.
.- ¿y eso no es lo que debería hacer?-
.- no sé. Pero es la única oportunidad que tengo de hablar con mi hermano.-
.-… ¿vas a irte con él?- la pregunta le descoloco, no solo por lo realista que era, sino porque no había pensado en lo que pasaría si su hermano iba. ¿Qué iba a decirle? Se suponía que le convencería de regresar a su hogar. Zender le miró fijamente.- No voy a imponerte mi decisión, toma la decisión que quieras.-
Sonrió traviesamente, y se un salto se arrojó a Zender, colgándose de su cuello. Cuando sintió que Zender ya no se tambaleaba, le beso. Con un poco de fuerza, le obligo a caer sobre la cama, con el sobre Zender besándole más intensamente.
.- me voy a quedar.-
.- ¿estás seguro?-
.- si, pero… ahora tenemos invitados.- ronroneo, antes de levantarse. Zender sonrió y se levantó también, acomodándose la ropa.
.- aun no confió en ese chico. Es demasiado extraña la coincidencia.-
.- yo no lo creo.-
.- claro que no.- y por la expresión de Zender supo que recodaba con mucha claridad las dos veces que le habían atrapado.
Ya había anochecido, y hacia mucho rato que Jens y Drem se habían marchado. Rein se quedaría en la habitación de invitados. Hablar con su hermano le había alegrado, aunque solo fueran unos pocos segundos. Slayer le había pedido solo un punto de encuentro y le había dicho que le vería ahí antes de colgarle.
.- pero tengo que ir por él.-
.- no iras, es peligroso que vayas solo.-
.- no es así.-
.- Feyn…-
.- es mi hermano de quien hablamos, estaré bien.-
.- me preocupo más porque sea una trampa, o que los cazadores anden por ahí buscándole a él.- señalo a Rein. Rein solo les miraba con agotamiento. Había estado traduciendo partes de sus charlas, y de seguro le aburría no entender.
.- ¿ahora qué pasa?-
.-Zender no quiere dejarme ir por Slayer mañana. Dice que puede ser una trampa, y que es peligroso.-
.- entonces iré yo.-
.- no creo que esa sea una buena idea. Además, Zender no te dejara salir.-
.- no necesito su permiso.-
.- iré yo. Solo debo convencerlo.-
.- ¿Feyn?-
.- vamos, solo es ir por él, y luego vendré aquí, puedes dejarme en el lugar y ya no iría solo.-
.- Feyn…-
.- vamos, es importante. Yo puedo hacerlo, confía en mí.- hubo un largo suspiro.
.- está bien.- sonrió, haciéndole un gesto afirmativo a Rein. Poco después se fueron a dormir, el no tardo en quedarse dormido aunque la noche se le hizo muy corta. Por la mañana, Zender fue a las oficinas, aunque había prometido regresar rápidamente, así que paso un rato charlando con Rein, o intentando charlar, pues Rein parecía tremendamente nervioso. Tal y como había prometido, Zender llego pasado menos de media hora.
.- es la hora.- el solo asintió, levantándose.