Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Hokoron Maal: Pequeño Enemigo por Silence Tsepesh de Lenfet

[Reviews - 49]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

y bueno, llegamos al que tecnicamente es el final.  Espero que no se sienta taan apresurado.  Ultimamente no he tenido mucho tiempo para escribir :P Ah, otro fic que termina, uff pero al menos aun quedan dos capitulos mas, los extras asi que nos veremos dos veces mas por aca ;) Y si les gustan mis historias pasense a Si no eres tu, que es la historia que seguira proximamente.

Espero que hayan pasado una bonita navidad. 

Muchas gracias a todos los que leyeron hasta aca; un agradecimiento super enorme a:Matata, Itou Miyu, anatsuki,Geri Haratari, Lee haki, Luna roja, Sasume, Canaye 11, Shine R,  Alexis, Dark Kirito y a Elen ambar, Muchas gracias por comentar!!

El silencio en la sala era realmente pesado. Kest había tratado de conversar, pero él no le prestaba atención a nada más que no fuera el teléfono. Incluso Riik estaba con la mirada fija en el teléfono. Sus pensamientos no eran del todo positivos, Rein podía estar mal, escapando o herido. O podría no tener otra oportunidad para llamar.

Cuando el teléfono volvió a sonar, rompiendo el silencio de la sala, se quedaron inmóviles.  Al final,  lo descolgó con rapidez. Kest y Riik viendo con expectación.

.- ¿¡Rein!?- exclamó en el auricular, pero por respuesta solo escucho un jadeo.-  ¿Rein?... ¿Rein?... ¡maldita sea, Rein, di algo!- se exaspero. Kest le miro con reproche, pero le ignoro. No solo porque no le interesaba, si no por que del otro lado de la línea la voz de Rein por fin respondió.

.- si, si, lo siento. Yo… yo…- una gran sensación de alivio acudió a él cuando le escucho.

.- ¿estás bien? ¿Dónde estás?-

.- es…estoy bien. Estoy en Berlín.-

.- ¿Berlín?-  había ido a Alemania ya, pero no había podido localizar nada. La voz temblorosa del otro lado de teléfono.- Rein, ¿Cuántas veces tengo que decirte que no llores?- murmuro, dejando que el alivio que sentía se filtrara en su voz.

.- lo siento, pero estoy realmente… realmente muy feliz.- maldición, él también estaba demasiado feliz. Deseaba poder desaparecer en ese instante y volver a aparecer en donde sea que estuviera Rein.

.- Rein… iré por ti. Espérame, y por favor, por favor no vuelvas a meterte en problemas.- remarco, tratando de bromear.                                                                                                                         

.- no lo hare. Lo juro.- con eso le bastaba. Una vez que estuvieran juntos de nuevo, se encargaría de jamás perderlo de vista otra vez.

.- más te vale, o esta vez no te lo perdonare.-

.- está bien…- escuchar a Rein por el teléfono era bueno, pero se volvía increíblemente insatisfactorio. No quería solo hablarle.

.- ¿Dónde estás? Me iré ahora mismo.-              

.- yo… emm… no lo sé. Espera… creo que le puedes preguntar a alguien.-

.- bien, que sea rápido.- gruño. Kest le hizo una seña, tratando de averiguar cómo iban las cosas.

.-… ven pronto.- y ese ven pronto se le quedo grabado, haciendo latir con fuerza su corazón.

.- ¿hola?- el teléfono de nuevo cobro vida. También conocía la voz que ahora escuchaba, frunció el ceño.- ¿hermano?-

.- ¿Qué haces?-

.- ¿Cómo qué hago? Yo vivo acá. Encontré a Rein, y casualmente él te conocía.-

.- ¿Dónde estás? Rein no lo sabe, iré ahora mismo para allá.-

.- en Berlín…-

.- ya sé que están en Berlín. A donde tengo que llegar es lo que quiero saber.-

.- llega a la carretera oeste. Puedo llevarte desde ahí, porque… las cosas son un poco complicadas, no puedo llevar a Rein.-

.- bien. Llegare mañana temprano.- y colgó.

.- ¿Y bien?-  Kest se inclinó hacia él.

.- Rein está bien. Iré por el mañana.-

.- ¿estás seguro? ¿Por qué no hablaste más con él?-

.- mi hermano también está ahí.-

.- ¿tu hermano?- el solo se encogió de hombros. Ya tendría tiempo de pensar en eso después, su hermano era la suficientemente mayor para andar por su cuenta.

.- me iré ya. Deberé hacer un tramo en forma humana, además mi hermano está involucrado, las cosas serán demasiado complicadas.- Kest sonrió.

.- regresen pronto.- el rodo los ojos. Kest era demasiado sobre protector, cuidar de un niño no era algo que él quisiera hacer y que Kest hacía de maravilla. Riik solo le miro con curiosidad. Sabía que probablemente había exagerado un poco con él, pero no era culpa suya, no le podían soltar una noticia sobre Rein y esperar que no reaccionara de esa forma.

Había pasado demasiado tiempo buscando a Rein por todos lados. No era un experto rastreando, pero había hecho su mejor intento, negándose a resignarse tan pronto. Rein no podía dejarle solo así. Lo único que le decepcionaba era el que no podría tomar su merecida venganza, él había esperado hacer una entrada triunfante para rescatar a Rein, haciendo a un lado todo lo que se interpusiera en su camino. Ahora Rein aparecía por su cuenta, negándole esa oportunidad.

Pensó también en su hermano menor, y por primera vez se preguntó qué rayos hacia su hermano en Alemania.  La última vez que le había visto, no parecía interesado en salir de la aldea, y el esperaba que no lo hiciera, Feyn era demasiado distraído para andar en las ciudades humanas.

Había demasiadas cosas que aclarar, sin embargo para el eso no era lo importante. Primero tendría que ver a Rein, y después podría venir una larga plática o algo así. Tal vez no tan larga.  Llegar lo más cerca de Alemania que podía volando le tomo muy poco tiempo, considerando que solo había unas cuantas horas de distancia. Sabia vagamente en qué lugar había quedado con Feyn, aunque no creía que fuera a llegar temprano.  Llego unas horas después de que amaneciera, pues no había podido conseguir modo de trasportase por la carretera.

Feyn ya estaba ahí, sentando en una roca en lo que parecía ser una estación de descanso. Salto de la roca en cuanto le vio. Su hermano seguía exactamente igual a como lo recordaba.

.- estas aquí.- dijo, con una sonrisa.

.- ¿y Rein?-

.- está en casa.- arqueo una ceja, en una clara señal de que no comprendía. La única interpretación que tenía para eso era que Rein había estado en su aldea.

.- en cual.- gruño.

.- oh, sí. He estado viviendo aquí, y la casa está en la ciudad.-

.- ¿Qué estamos esperando?-

.- nada… estas algo desesperado por encontrarte con el ¿no?- suspiro, caminando a la ciudad.

.- llevo buscándole mucho tiempo.-

.- lo imagino. Zender no está convencido de que esto sea verdadero. Solo me trajo y volvió para asegurarse de que Rein no hiciera nada, aunque me dejo su teléfono.-

.- ¿Quién es Zender y porque tiene que ver que Rein no haga nada?-

.- bueno…- Feyn titubeo.- Zender es la persona con quien vivo. Es… un humano y me salvo de los cazadores dos veces.-

.- cuéntame todo desde el comienzo, me exaspera sacar conclusiones cuando te quedas callado.-

.-bien, bien. Salí a buscarte para que regresaras a la aldea, pero los cazadores me encontraron, luego Zender me saco de ahí y me llevo a vivir con él. Ha pasado un tiempo desde eso. Ayer salí a la ciudad y me encontré con Rein.-

.- no voy a volver a la aldea.-

.- si, lo supuse cuando conocí a Rein. Pensé que eras  tú, por eso seguí el olor. Jamás se me ocurrió que fuera… conocido tuyo.-

.- Rein es mío.- Feyn rio, llevando su mano a la boca para amortiguar su risa.

.- eso lo supe ayer.-

.- ¿Por qué no vino él?-

.- ya te dije que Zender pensó que era una trampa.-

.- ¿Rein, una trampa? No puede hablar una frase sin tartamudear.-

.- eh…- Feyn le miro, y él supo que las cosas se comenzarían a complicar. Era muy ingenuo pensar que no había ningún cambio en las personas después de dos años. Podría haber pasado cualquier cosa.- ¿Cómo fue que perdiste a Rein?-

.- yo no lo perdí. Fue… los cazadores fueron al claro donde Rein me esperaba, cuando me di cuenta de lo que pasaba, ellos ya se habían ido y se habían llevado a Rein.-

.- Wow. ¿Eso fue hace años?-

.- sí. Le he buscado desde entonces.-

.- bueno, pues… Rein es ahora un cazador.-

.- ¿perdón?-

.- Rein se unió a los cazadores, pero no es… arg, no entendí eso.-  miro sin expresión a Feyn. Era muy difícil creer en lo que le decía. ¿Qué tanto había cambiado Rein? Siguió a Feyn por la ciudad, prestándole poca atención. Feyn seguía hablando, pero le presto poca atención. Sabía que su hermano estaba bien, y eso era todo lo que importaba en ese momento, ya después podría hablar con más tranquilidad, una vez que viera a Rein. La ciudad estaba llena de cazadores, podía verlos circulando cada pocas calles, o deteniendo gente al azar.

.- ¿hiciste algo para llamar su atención?- pregunto, cuando evitaron al sexto grupo.

.- bueno, secuestre a Rein, por decirlo así.- el tono de Feyn fue despreocupado.- ya casi llegamos. Además, no pueden llevarme con ellos. Zender consiguió que me quedara con el legalmente, así lo dicen ellos, para mí no es más que un papel.-

.- eso es nuevo.-

.- es genial, aunque no puedo salir mucho…- y Feyn siguió parloteando. Al final llegaron a un edificio alto. Feyn entro por el estacionamiento, caminando al elevador que estaba en la pared del extremo, como si fuera cosa de todos los días. Sintió que pasaba horas adentro del elevador antes de que este se detuviera. Le tomo unos momentos darse cuenta de que Feyn se había callado.  Entraron al mismo tiempo,  pero él y apenas vio el lugar. Tampoco le prestó atención al rubio que les había recibido.  El tiempo se detuvo en cuanto vio a Rein, de pie rígidamente frente al sofá.

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

 

Feyn sabía que los dragones no eran muy dados a los sentimentalismos familiares. No sabía exactamente el porqué, pero él tampoco lo era. No le había importado irse de su aldea, estaba emocionado por ver su hermano, pero no lo suficiente como para volver a desear ir a la aldea o ir con él. Tal vez con la persona adecuada. Jalo a Zender, que estaba cerca de la entrada, al elevador y luego presiono el botón del estacionamiento.

.- ¿ese era tu hermano?- pregunto Zender, cuando la puerta se cerró.

.- si, ¿no es genial?-

.- no se parecen mucho.-

.- los demás suelen decir eso.-

.- ¿Por qué vamos fuera?-

.- ¿es obvio no? Podre ser distraído, pero ellos necesitan hablar. Y quiero salir a comer, o a pasear. Aunque creo que con la ciudad con tantos cazadores eso no podrá ser.-

.- algo se me ocurrirá.- Zender parecía más relajado ahora que las cosas no habían sido solo una trampa.- ¿crees que se queden mucho?- lo pensó unos momentos.

.- no, no lo creo. Mi hermano no es de esa clase. Seguramente querrá irse lo más pronto posible.-

.- ¿y no querrá llevarte con él?- el tono se Zender se volvió travieso. Feyn sonrió.

.- Que lo intente. Soy lo bastante mayor para decidir por mi cuenta.- la puerta del elevador se abrió, y ellos caminaron al auto de Zender. El chofer de Zender no estaba ahí esa mañana, y seguía sin aparecer, así que supuso que Zender seria quien condujera.

.- ¿ah sí?-

.- sí. Además, no creo que me quiera cerca. Ese chico, Rein, es su pareja.-

.- ¿no eran solo conocidos?-

.- no, ya te lo había dicho.- suspiro.- ¿alguna vez prestas atención a lo que digo?- pregunto, subiendo al auto.

.- hablas mucho. Es difícil seguir tus ideas.- frunció la nariz de nuevo, luego, sonrió traviesamente. Se inclinó hacia Zender cuando el no veía.

.- ¿Zender?- llamo, y Zender se giró, sobresaltándose al verle tan cerca.- ¿recuerdas lo que dijiste cuando me besaste la primera vez?-

.- si…-

.- ¿quieres que me calle ahora?-

.- eso sería muy bueno.-amplio más su sonrisa, acortando toda distancia entre ellos en un beso profundo.

.- espero que tengamos pronto la casa sola.- murmuro Zender contra sus labios.

.- yo también lo espero.- respondió.

.- Feyn ¿te quedaras pase lo que pase?- el rodo los ojos, acomodándose apropiadamente en el asiento.

.- no debes preocuparte. Me quedare contigo, porque tú eres mi pareja.- Zender le miro, con una leve expresión de sorpresa.

.- ¿lo soy?-

.- sí. Incluso tenemos una relación romántica.- sonrió bobamente mientras el auto arrancaba y salía a la calle.- tengamos una cita.-

.- debes dejar de ver tanta televisión. Y de usar la computadora.-

.- yo quiero tener una cita. Zender ¿podemos tener una cita? Tengamos una cita…-

.- no pararas  hasta que no te diga que si ¿cierto?- Zender sonó cansado. El soltó una risa. Era una buena estrategia para conseguir lo que quería, y hasta el momento nunca le había fallado.

.- si.-

.- tengamos una cita entonces, pero tendrás que comportarte. No hay que llamar la atención en estos momentos.- asintió con una expresión triunfante. Tal vez esa noche no podría hacer las cosas que solía hacer con Zender en la cama, pero una cita era un buen precio por ello. Tal vez pronto las cosas volverían a la normalidad, y podría seguir en contacto con su hermano.

____________________________________________________________________________

 

Slayer se apartó para dejar que los otros dos salieran, sin apartar la vista de Rein, quien ahora tenía el cabello más largo y no parecía tan delgado como antes. Había pasado mucho tiempo buscándolo, y ahora que lo tenía en frente, por primera vez no estaba seguro de que debería decirle.

.- no creí que de verdad vinieras.-  y ahí estaba Rein, siempre diciendo lo que no debería decir en el peor momento posible.

.- ¿Qué?-  su voz sonó mucho más molesta de lo que quería. Rein le miro, con aprensión.

.- oh… no. Me refiero a que… no parece real.- se apresuró a aclarar, mientras se sentaba.- pareciera que ha pasado mucho tiempo.- respiro profundo, tratando de calmarse.

.- ¿estás bien?-

.- ahora lo estoy ¿y tú?-

.- nunca he estado mejor.- sonrió, caminando hasta el sofá, donde se sentó.- estuve buscándote todo este tiempo.-

.- ¿en serio? yo… no sabía que tanto podía esperar eso. ¿Fuiste tú quien ataco la base de los cazadores en Rusia?-

.- ese fui yo. Incluso fui por Kest para que me ayudara a buscarte.-

.- ¿Kest? ¿En serio? será muy bueno verle de nuevo. ¿Él está bien?-

.- sí, sí, todos estamos bien.- Rein cerró los ojos suspirando. Parecía cansado.- la… lamento mucho no haberte protegido.-

.- no te culpes por eso. Yo fui con ellos por mi propia voluntad…-

.- y ahora también eres uno de ellos.- corto.

.-… yo no quería que te encontraran, que te lastimaras por mi culpa. Pase unos días malos hasta que me dieron a elegir. Nunca he sido muy bueno lidiando con el dolor.-

.- dímelo a mí. Yo soy quien atendió tus heridas.- Rein sonrió. Más allá de su apariencia física, Rein tenía un cambio más profundo.

.- después de eso, no ha ido tan mal. Aprendí muchas cosas, espero no causarles muchos problemas.-

.- ¿problemas?-

.- A... A los cazadores. No todos son malos.- había en el tono de voz de Rein cierta añoranza. Entendió que Rein extrañaba de cierto modo estar con los cazadores.  Las cosas cambiaban mucho en dos años, y siendo humano, mucho más. No era tan desconsiderado como para obligar de alguna manera a Rein a estar con él, no ahora que las cosas habían pasado así.

.- Rein ¿Qué es lo que quieres hacer ahora?- él solo le miro, serio, en silencio.

.- yo quiero volver a casa.- se levantó,  alcanzando a Rein y jalándolo. Le tomo de la barbilla para alzarle el rostro  y besarle. Su intención había sido solo un beso tranquilo, pero una vez que sus labios se volvieron a encontrar, el beso se volvió intenso, hambriento, voraz.  Rein le abrazo por el cuello, el también le abrazo, pegándolo más a él.- no… no… Slayer, espera, espera.- murmuro Rein, con dificultad, cuando paso sus manos bajo la camisa de Rein.

.- ¿Qué?- gruño, separándose a penas para hablar, y volviendo a besarle.

.-  ¡espera! Aquí no.- el gruño cuando Rein se separó, agitado.- tu hermano puede llegar en cualquier momento.-

.- ¿y qué?-

.- esto no es cómodo para mí.-

.- entonces tendré que echar a Kest y Riik.-

.- ¿Rick? ¿Quién es Rick?-

.-no Rick. Riik, como ventisca. Es un dragón que rescatamos el día que fuimos a buscarte a Rusia. Es pequeño aun, y Kest le ha cuidado porque no sabemos dónde están sus padres.-

.-ah, ¿fue el quien respondió? Creí que ya no usabas esa casa.-

.- pues la dejaremos cuando arreglemos todo, sería arriesgado si te buscan de nuevo.- Rein solo asintió. Después de eso, no hubo inconvenientes en hablar acerca de lo que había pasado con más detalles. Esa noche se quedaron ahí, y también tuvo oportunidad de hablar con su hermano, encontrándose con la novedad de que también su hermano era ahora un desertor.  Al día siguiente también estuvieron hablando, y trazando planes para regresar, no queriendo perder más tiempo, esa misma noche decidió que debían irse. Poco después del anochecer iban en los asientos traseros del auto del dueño de la casa, después de una breve despedida, Rein con ropa nueva.

.- ¿está bien que dejes a tu hermano así? Ese hombre es algo…-

.- está bien. Sabe cuidarse.-

.- ¿Cómo llegaremos a Rusia?-

.- volando.-

.- ¿volando? ¿Hay un aeropuerto por…? Oh… no, no, no…- la cara de Rein reflejo pánico puro, sonrió complacido.

.- ¿Qué pasa?- pregunto con burla.

.- ¡creí que no te gustaba que alguien subiera en ti!-

.- hare una excepción.-

.- no puedo. No puedo…-

.- vamos, no voy a tirarte, ni que fuera el imbécil de Kest.- Rein no dijo nada en el resto del trayecto. Cuando les dejaron, apartados de la ciudad, Rein seguía nervioso.- Rein, confía en mi.- le dijo antes de besarle. Se apartó, alejándose y se transformó. Había esperado que Rein se negara y tuviera que obligarle, pero Rein se acercó por su cuenta, con los ojos vidriosos.

.- te extrañe mucho.- susurro. El solo se acomodó para que Rein pudiera subir. Cuando se elevó, pudo escuchar el grito de Rein, podía incluso sentir la fuerza con la que Rein se sostenía. El viaje fue relativamente tranquilo, lento, pero tranquilo.  Había llegado lo más cerca de la ciudad que había podido, y después habían caminado hasta tomar el autobús. En casa habían ido a dormir después del recibimiento de Kest, Riik y Kest, el perro. Volar toda la noche le había dejado cansado, pero Rein parecía mucho peor. Agradecía que no hubiera vomitado. Durmió como hacía mucho tiempo no lo hacía, abrazando a Rein. Despertó primero por la mañana, y fue a la cocina por comida. Había una nota en el refrigerador, una nota que le hizo regresar a la habitación.

.- Rein, Rein.- le sacudió.

.- ¿Qué? ¿Qué pasa?- le beso, acostándose sobre él. Rein correspondió.

.- aún tenemos cosas pendientes.- Rein se sonrojo.

.- pero… Kest…y Riik.-

.- se fueron. Vienen en dos días.-

.- ¿Qué?- le beso, sin responder.

.- te quiero.- Rein le beso. Posiblemente no era lo más adecuado, pero al demonio con lo demás, cazadores, huidas, mudanzas, todo podía esperar dos días, ahora el solo deseaba estar con Rein, tenerle para él solo, y quitarle ese leve olor a cazador que tenía. Él quería a Rein, y no dejaría que nadie lo apartara de su lado.

Notas finales:

*Errores en el texto son sin querer.

Muchas gracias por leer hasta el final, como dije, esta semana los extras estaran entre semana, no el sabado, uno un dia y el otro otro. No se que dia aun, posiblmente martes y jueves o viernes.

 

¡Muchas gracias por leer!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).