Dio un descenso brusco, en un intento de perder a los cazadores que le seguían desde hacía un buen rato. Había sido un pequeño descuido el motivo por el cual ahora de veía en esa situación. Estaba casado, y había dormido de más, sin notar que a poca distancia del lugar donde había descansado, había una ciudad. A penas y pudo lograr evitar ser atrapado en tierra. Aún estaba muy cansado, y si no perdía pronto a los cazadores, las cosas se pondrían feas para él. Como último recurso, giro, inhalando profundamente, para después exhalar una bocanada de aire caliente, que apenas salió de su boca, se convirtió en una llamarada. No podía detenerse, así que solo se limitó a dar en lo que esperaba, fuera el camino por el que le seguían. No contaba con que también frente a él, aparecieran de nuevo. Evito un tiro directo hacia él, pero le fue imposible lidiar con ambos grupos. Cuando menos lo espero, ya estaba cayendo, agotado.
Cuando abrió los ojos de vuelta, estaba en un lugar oscuro. Solo una pequeña rendija de luz frente a él, a varios metros. No había nadie alrededor, pero veía con claridad que estaba en una jaula. Había rastros de distintos olores humanos. Resoplo, pensando que había sido una mala idea usar el fuego antes, ahora no podía salir de ese lugar. Inclino su cuerpo contra un lado de su prisión, pero solo obtuvo un golpe sordo. La jaula era más sólida de lo que esperaba. Escuchaba las voces de los humanos, custodiando la entrada. Eso no parecía para nada alguna instalación de los cazadores, había estado en algunas, y no eran agradables. Odiaba estar en desventaja, de no ser porque estaba cansado, eso jamás habría pasado. Paso exactamente dos días en ese lugar, nadie entro al lugar donde estaba, por más que lo espero. Tenía un plan, claro. Solo necesitaba que alguien abriera la puerta, e inmediatamente, una llamarada carbonizaría todo, lo cual aprovecharía para empujar y salir. Lo había hecho ya varias veces. Al segundo día al atardecer, en cambio, se había producido un alboroto.
Levanto la cabeza, intrigado sobre lo que pasaba fuera. Parecía que se habían olvidado de él. Los humanos gritaban, corrían, unos momentos después hubo disparos. Escucho también algunos autos marchándose. Se levantó, pensando que podría aprovechar todo el caos que escuchaba. Golpeo hacia adelante, pero no pasó nada. Detestaba las jaulas. Siempre eran pequeñas, impidiendo que pudieran moverse. Golpeo varias veces más, negándose a usar su forma humana. Además, había un candado. Con sus esfuerzos, no noto que todo había acabo fuera. Lo noto cuando escucho voces fuera del lugar.
Se agazapo, mirando fijamente la entrada. ¿Qué había pasado?
.- ¿Wie geht's? –
. - Alle in order.-
. - All Bewertet?
. - wenn, brauchen Sie nur diese.- Le costó entender que hablaban en alemán. Como todo dragón, sabía más de un dialecto humano, y el alemán era uno de ellos. Tenía tanto sin usarlo, que no lo había entendió a la primera. Ahora, esos humanos hablaban de entrar ahí… esa era su oportunidad. Sin embargo, no entraron inmediatamente. Pasaron varios minutos antes de que por fin escuchara que se abría la puerta. Espero, sin moverse y conteniendo el aliento. Los hombres, entraron, sin ver nada. Cuatro de ellos se adelantaron, y cuando ya no había posibilidad alguna, soltó la llamarada. Los gritos de los humanos apenas y duraron unos segundos.
.- ¡Cierra! ¡Cierra, ahora!- antes de que pudiera hacer algo más, las puertas se cerraron de nuevo. Resoplo, fastidiado. No se suponía que alguien quedara vivo inmediatamente después de eso. Le costaba algunos segundos volver a usar el fuego, y justo esos segundos, se había cerrado la puerta.
.- ¿Qué paso?- una nueva voz se acercó.
.- ¡hay un dragón ahí dentro!-
.- ¿Qué?-
.- un dragón… ha quemado todo a su paso.- bufo ante la exageración.
.- ¿estás seguro? Puede ser otra cosa, abre de nuevo.-
.- ¿Qué?-
.- abre las puertas.- hubo un silencio, y luego se abrió la puerta de nuevo, pero nadie entro. Luego, casi con cautela, alguien se asomó. Un haz de luz ilumino el oscuro lugar, revelando la entrada ennegrecida. Cuando la luz le dio a él, exhalo de nuevo, volviendo todo a la oscuridad.
.- ¡te lo dije!-
.- vaya. Que… inesperado.-
.- ¿Qué haremos ahora, Jens?
.- nada. Márchense, solucionare esto pronto.-
.- tenemos que informar…-
.- no tenemos que hacer nada. Me hare cargo de todo, será mejor si dejamos esto así por el momento.- y las voces comenzaron a alejarse. Se quedó solo de nuevo, a oscuras. Empujo de nuevo, tratando de hacer que las rejas cedieran, pero la maldita jaula no cedió. ¡Vamos, ni siquiera la parte que había quemado dos veces! Si la jaula fuera más grande, quizá podría usar más fuerza. Golpeo de nuevo, una y otra vez, con la vista enfocada en las puertas abiertas. La libertad tan cerca y tan lejos. De detuvo de nuevo cuando escucho las voces regresando. Esta vez, solo eran dos voces.
.-…hubo un poco de resistencia, nada grave. Lo solucionamos pronto.- escucho, más cerca. Un agudo timbre interrumpió a la misma persona que había estado ahí antes. Solo pudo escuchar pasos acercándose cada vez más. Se preparó de nuevo.
.- Zender, creo que… no, aquí hay…- una voz, más suave, juvenil y con un curioso sonido gutural hablo poco antes de que aparecieran en la entrada dos siluetas. No espero más, por cuarta vez, el lugar estallo en llamas.
.- ¡zen! Lo siento, debí advertirte antes.-
.- Jens…-
.- si, si… te decía que estábamos en el embargo y después de las típicas complicaciones, cuando abrimos la bodega, nos topamos con eso.-
.- “eso” es un dragón.- hubo una nota de desprecio en la voz juvenil.
.- gracias por la aclaración.-
.- no sabíamos que estaba acá, seguro estaba dormido, pues habían entrado a revisar cuando paso exactamente lo mismo que acaba de pasar. Para la mala suerte de los que entraron primero, ya estaban demasiado adentro para hacer lo que tú...lo sé, no fue nada agradable.
.- ¿dices que el embargo era de unos de mis negocios?-
.- si… y… lo que hay ahí es tuyo.-
.- entiendo.-
.- es bueno que hayas traído a Feyn. ¿Feyn, puedes hablarle?- ¿Feyn? Ese era nombre de dragón… alzo la cabeza. Había un dragón con esos humanos, ¿Por qué?
.- ¿yo porque?-
.- Feyn, creo que se entenderá bien contigo…-
.- seguro te entiende a ti también.-
.- Feyn ¿puedes hacerlo o no?-
.- puedo, pero no me escuchara.-
.- pero eres el único que puede entrar ahí sin resultar quemado, puedes hacer lo mismo para acercarte.-
.- ¡yo no puedo usar fuego!- la voz del otro dragón sonó indignada, y entendió la reticencia a entrar ahí. Desde su lugar, no podía saber qué clase de dragón era el que estaba fuera, ahora por sus palabras, de seguro que era alguno con los que no se llevaba muy bien.
.- Feyn, ¿puedes intentarlo?-
.- no nos llevamos bien con ellos… pero lo intentare. Como si no pudiera escucharnos de aquí.- ese murmullo claramente era para el mismo. La figura que entro era pequeña, mucho más pequeña de lo que esperaría. Espero unos momentos, pues le intrigaba saber que estaba pasando. Afuera, la conversación siguió, aunque él no le prestó atención. Su atención se centró el dragón que se dirigía a él. Sus ojos violetas resaltaron apenas entro en la zona oscura. Tenía una expresión enfurruñada.
.- no puedo hablar contigo así.- fue lo primero que le dijo. No se movió. Los ojos violetas del otro recorrieron su prisión.- como quieras. Si quieres salir de ahí, deja el fuego.- siguió inmóvil, solo mirándolo.- los dos de allá quieren sacarte y llevarte con ellos… bien, si así lo quieres.- se giró y se dirigió a la salida de nuevo. No parecía que es tuviera mintiéndole, pero ¿ir con humanos? Esa posibilidad era imposible… o eso pensaba hasta que él entro, tan tranquilo, sin otras intenciones. Por la forma en que hablaba con los humanos, entendió que tampoco era un prisionero.
.- ¡Espera!- ¿en qué momento había dejado su otra forma? Ni idea, pero no pensaba quedarse ahí. No podría salir por su cuenta, y le tomaría solo algunos días más morir, o ser encontrado de nuevo por cazadores.
.- ¿Qué quieres?- refunfuño el dragón oscuro.
.- tu… ¿estas con ellos? ¿Vives con los humanos?-
.- si.-
.- ¿eres prisionero?-
.- no, vivo con Zender. ¿No entiendes?- ignoro la pregunta, queriendo saber más.
.- ¿Qué hay de los cazadores?-
.- ¿cazadores? Ellos me mantienen alejado, puedo estar bien si estoy con Zender o Jens. No tengo que preocuparme por esconderme.- ¿no esconderse más? Desde que le habían desterrado de su aldea, había pasado años vagando de un lado a otro, ocultándose. Eso podía terminarse ahora mismo. ¿Podía confiar en el dragón que le hablaba?
.- ¿ellos quieren que vaya con ustedes?- un gruñido fue su respuesta.
.- si.-
.- entonces quiero algo para vestirme. No saldré así.- había perdió su ropa hacía mucho tiempo, no le había importado por que no se convertía en humano con frecuencia. Vio la espalda del dragón alejarse, enfurruñado. Esperaba haber tomado una correcta decisión. Siempre podía escapar si no le gustaba.
Al final, las cosas habían sido muy extrañas. Nunca había usado un auto, mucho menos había probado la comida humana de esa manera. Todo le pareció sorprendente. Se quedó una noche en el lugar de Feyn, y apenas se recostó en la cama, se quedó profundamente dormido. Se la había pasado molestado al pequeño dragón para liberar la tensión que sentía, aunque al final el cansancio le venció. Ahora, iba a lo que sería su nuevo hogar, con una persona que no dejaba de hablar.
.- ¿y bien?- giro la cabeza cuando noto que le hablaban a él. El sujeto, Jens, le miro con preocupación.- ¿me entiendes?-
.- ya te dije que sí. No te ponía atención, hablas mucho.- murmuro, volviendo a mirar las calles. Nunca había apreciado tan cerca una ciudad.
.- bueno… te preguntaba si sigues cansado.-
.- no.-
.- ¿tienes hambre?-
.- no en realidad.-
.- ¿esto te molesta?-
.- es extraño. Nunca había estado de esta forma con un humano. Solo para atacar.-
.- umm. Eres diferente a Feyn.- no era una pregunta.- el color de tu cabello es extraño.-
.- soy un dragón.- Jens no dijo nada más mientras seguía conduciendo. El auto de detuvo al fin frente a una reja, la cual se abrió despacio. Dentro, había un complejo de más edificios, todos similares. El auto se detuvo frente a uno, cerca del final.
.- es aquí.- abrió la puerta, no muy seguro de que le gustara mucho usar el auto.
.- ¿es verdad que poder hacer aquí lo que quiera?-
.- casi, no todo. Cosas más humanas.- Jens se adelantó, caminando por el camino que iba a la puerta. Lo siguió, mirando alrededor. Jens le hizo una seña para que entrara. La casa tenía un fuerte olor a tabaco.- tu habitación será la segunda por ese pasillo.- le señalo.- la cocina esta por ahí, y esa puerta es el baño.- miro con desinterés el lugar. Le parecería mucho más tranquilo que la casa de Zender, que era muy ostentosa.- podemos comprar más cosas después de algo no te gusta.-
.- ¿Por qué?- pregunto, mirándolo sin expresión. No había podido preguntarle antes a alguno el motivo por el que hacían todo eso. No era normal que un humano se tomara tantas molestias por alguien como él. Jens le miro.
.- necesitaras cosas.-
.- me refiero a ¿Por qué hacen esto? No es normal ¿Qué pretenden?-
.- ah, ¿piensas que pediremos algo a cambio?- no se movió.- no tengo idea de que es lo que zen pretende… yo solo… hace unos días fuimos a una base de los cazadores. No es un lugar agradable, y Feyn no la paso muy bien que digamos.- algo así había escuchado también de Feyn, aunque no sabía los detalles.- zen encontró a Feyn de una forma similar a como estabas tú… y no me gusto. Nadie merece que le pase eso. Si puedo ayudar a alguien de esa situación, lo hare.-
.- umm.- murmuro, sentándose en el sofá.
.- ¿no me crees?-
.- no lo sé. Estoy acostumbrado a desconfiar de los humanos.-
.- y sin embargo estas aquí.- eso era un punto para Jens. No le molestaba que hubieran elegido donde se quedaría, como si fuera una mascota. Estando en la jaula, donde le habían encontrado, se había rendido, había pensado que sería su final, y entonces, ellos habían llegado.- oh, rex…- unos pasos pesados le hicieron voltear. Un enorme perro se dirigía hacia ellos.- descuida, no hace nada, es muy ami…- las palabras de Jens murieron cuando se levantó y acaricio al enorme perro que se había lazado amigablemente contra él.
.- ¿es tuyo?-
.- si… de veras que eres fuerte. Cuando hace eso, todos terminan en el piso.- el perro estaba parado sobre sus patas traseras, apoyando las delanteras en sus hombros, y no le había movido ni un centímetro. Se encogió de hombros, restándole importancia. Y así, comenzó su vida en la casa de un humano…
****************************************************************************
Meses después….
La casa está sola, a excepción de Rex. Jens no tenía alguien que le cocinara, como Zender, por suerte, él también sabía cocinar. Permaneció en la cama unos momentos más, con Rex a su lado. El perro dormía con él. Jens no le había dicho que saldría. Usualmente, iba con Jens al trabajo, donde pasaban casi todo el día. Desde unos días después de haber ido a vivir ahí, había aprendido las cosas que Jens hacía. Jens era muy desordenado, había papeles por todos lados, y él había tenido que leer y clasificar todo. ¿Confiaba en Jens? un poco, sí, pero no lo había por eso, lo hacía por agradecimiento.
.- ¿quieres salir?- pregunto, al ver que rex aruñaba la puerta. El perro gimoteo. Sin pensarlo mucho, tomo la correa y salió. Ya estaba atardeciendo, y algunas personas que caminaban también por ahí, le miraban. Ignoro todo, y se limitó a caminar con el perro.
.- ¡Drem!- miro hacia atrás. Jens corría agitado hacia él.- ah, ¿Qué haces?-
.- paseando a Rex.-
.- ¿pero porque saliste?-
.- ¿acaso no puedo?-
.- me gustaría saberlo antes. Es peligroso si alguien llama a los cazadores.-
.- pero puedo defenderme, aun puedo usar fuego, ¿lo olvidas? Mira…- inhalo.
.- ¡no, no! ¡No hagas eso!- Jens había prácticamente saltado sobre él, cubriéndole la boca.
.- ¿sabías que puedo quemar igual todo aun con tu mano ahí?- pregunto.
.- ah, lo imagino… pero me preocupe cuando no te encontré en casa.-
.- tu… ¿Por qué?-
.- solo… solo caminemos. Llevas muy bien a rex, no puedo sacarlo mucho porque termina arrastrándome.- ¿tan débil era un humano? Apenas y sentía la fuerza que el perro usaba para jalarse. Jens se adelantó, ¿le pasaba algo a Jens? algo se sentía diferente en el comportamiento normal de Jens.
___________________________________________________________________________
Para Jens, había sido fácil decir que se haría cargo de Drem, y en sí, lo era a comparación de tener que encargarse de Feyn y su insaciable curiosidad. Había demostrado más de una vez que podía hacerse cargo, aunque no esperaba el cambio tan drástico de personalidad.
.- volvamos ya a casa.- Drem le miro, antes de jalar a Rex. Drem no le molestaba, de hecho, era tranquilo... quizá demasiado tranquilo para su gusto. Se preocupaba mucho por Drem, desde que había visto a Feyn, y al mismo Drem, en manos de cazadores, esperaba que no ocurriera una situación similar de nuevo.
.- ¿no tienes trabajo?- pregunto Drem, cuando llegaron y vio sus cosas en la sala.
.- no.- Drem le miro, sin decir nada y luego le quito la correa a su perro.
.- entonces deberías guardar eso.-
.- ¿siempre eres tan serio?- Drem solo parpadeo.- olvídalo.- dijo, terminado la conversación. Convivir con Drem era fácil. Lo que pasaba con Drem, era lo siguiente:
Unos días antes, había salido con algunos de sus amigos, nada fuera de lo normal. Lo extraño había venido cuando algunas de las chicas que solía frecuentar también se habían unido a la salida. Todo normal hasta que vio la hora, y anuncio que se retiraba. La chica con la que estaba había hecho un puchero, tratando de detenerlo.
.- lo siento, tengo algo más que hacer, hay alguien a quien…-
.-ah, si, claro. Ya había escuchado algo así. ¿Es verdad sobre el chico que vive contigo? No sabía que te habías interesado en eso.- ¿interesado en que, exactamente? Había querido preguntar, sin embargo no lo había hecho. A él le gustaban las chicas, chicas con buenas curvas, una cara bonita y grandes atributos. Drem no tenía nada de eso.
No podía negar que se había interesado en Drem, pero vamos, ¡era un dragón! ¿Quién no lo haría? No podía ir contándoselo a todos. Le era muy extraño haber descubierto que había dejado de hacer muchas cosas por estar con Drem, y eso que podía confiar en dejarle solo por varias horas sin encontrar alguna sorpresa.
.- ¿estuviste con Feyn hoy?- la pregunta de Drem le devolvió a la realidad.
.- si, zen le llevo a las oficinas hoy…. ¿te molesta?- pregunto, al ver que Drem parecía inconforme
.- No, después de todo, son pareja.-
.- ¿Qué?- Drem alzo una ceja.- me estas tomando el pelo ¿no? Zen no me ha dicho nada.-
.- es bastante obvio.-
.- pues no para mí…- admitir que la posible relación entre zen y Feyn le había pasado de largo, era vergonzoso.- ¿y cómo sabes que Feyn estuvo en la oficina?-
.- tienes su olor, no me gusta.-
.- ¿eh? ¿Porque?- Drem suspiro.
.- los dragones somos muy territoriales. Por eso Feyn no me quería en casa de tu amigo, Feyn incluso considera a tu amigo de su propiedad. No me agrada que vengas con su olor aquí.- con todos los pensamientos que había tenido los últimos días, trato de darle una explicación razonable a sus palabras.
.- entonces, según tú, ¿esto es tu territorio ahora?- aun así, a Jens le fue imposible no preguntar. ¿Se estaba metiendo en lugares prohibidos? Muy posiblemente.
.- si.-
.- emm…-
.- ¿y yo?-
.- ¿tu? ¿Tú qué?-
.- nada…- suspiro. Debía sacar todas esas ideas de su cabeza. Enterarse sobre lo de zen le había afectado.- voy a salir.- le dijo, ya cuando estaba fuera de la casa. Fue solo a un bar, donde solo se limitó a beber. Hacia eso con frecuencia, así que más de una chica quiso unirse a su pequeña salida. No impidió nada, solo quería divertirse. Ya era muy tarde cuando salió de la casa de la chica con la que había ido. Se sentía mareado aun por el alcohol y le costó trabajo regresar conduciendo a casa.
Despertó en el sofá de la casa, aun vestido y con dolor de cabeza. Noto que los ladridos de rex le habían despertado.
.- ¿estas despierto ya?- abrió los ojos, viendo a los ojos ocres de Drem.
.- ¿Qué hora es?-
.- las siete de la mañana.- gimió, cubriéndose los ojos con sus brazos. De verdad que la noche anterior había exagerado.- apestas a alcohol, aséate pronto.- Drem se marchó en dirección a la cocina. No me movió durante unos minutos, luego se levantó, tambaleándose un poco llego hasta el baño.
.- ¡demonios!- mascullo cuando sintió el agua helada. Rápidamente termino de ducharse, y salió solo envuelto en una toalla hacia su habitación. Cuando regreso, vestido cómodamente, Drem comía tranquilamente en la concina.- el agua estaba fría.- se quejó.
.-pensé que sería lo más adecuado.-
.- pudiste haberme avisado. Parece una venganza.-
.- quizá.-
.- ¿lo hiciste apropósito?-
.- el olor que tenías me desagrado, mucho más que el de Feyn.-
.- Drem.- gimió, buscando algo ligero para desayunar.- no puedes hacer eso cada que algo te desagrade.-
.- entonces iré por ti.- se giró, mirando confundo a Drem. Drem nunca le daba vueltas a ningún asunto, todo lo que pensaba lo expresaba en voz alta y aun no se acostumbraba a tal sinceridad.
.- ¿iras por mí? harás un alboroto -
.- ¿Y? es aburrido estar solo aquí.-
.- ah, si no te conociera, diría que estas celoso.-
.- te lo dije antes, no son celos. Ha pasado mucho desde la última vez que interactúe con alguien así. Es normal que sienta que me perteneces.- se quedó con el tazón del cereal en la mano, sintiendo un escalofrió.
.- v-voy a salir.- dejo todo y técnicamente, salió huyendo de la mirada fija que Drem le dirigía. Comió algo en un restaurant, y pasó el resto del día paseando por la ciudad. Era la primera vez que huía de su propia casa. Era demasiado… simplemente, estar con Drem le había afectado. De seguro era el hecho de compartir casa, o que era diferente… ¡todo sería mucho más fácil si Drem fuera una chica! Al final, regreso a casa, mas porque había salido con ropa cómoda, y no podía ir a todos los lugares que quisiera.
.- volviste.- la voz de Drem, apenas entro, le hizo pegar un brinco. Soltó una risa nerviosa.
.- si, lo siento…-
.- da igual.- Drem estaba de nuevo en el sofá, viendo la televisión. Llevaba la ropa que usaba para dormir, y tenía el cabello húmedo, oscurecido por el agua.
.- ¿te molesta?-
.- no, pero te pasa algo extraño. ¿Hice algo?-
.- no, no… no es… no es eso. Son solo asuntos míos.- se sentó a su lado.- lamento haberte dejado dos días seguidos. Haremos algo mañana ¿está bien?-
.-umm.-
.- Drem…- Drem giro su cabeza despacio, sin apartar los ojos de la televisión. Zen siempre le acusaba de que actuaba sin pensar, y que por eso me metía en problemas a cada rato. Y eso era verdad, por supuesto, si no era así, ¿Cómo explicaba que se hubiera inclinado para besar a Drem? Paso su mano por el cabello de Drem, suave y húmedo. No hubo movimiento por parte de Drem, ni siquiera cuando se inclinó más hacia él, arrinconándolo.
.- entonces…. ¿solo era esto? ¿Solo querías aparearte?-
.- ¡no! Bueno…-
.- ¿no fue suficiente con las chicas con las que estuviste ayer?-
.- ah… solo cállate.- Drem sonrió, una sonrisa burlesca que solo le había visto usar con Feyn algunas veces.- no estoy seguro de esto.-
.- ¿es porque soy un chico? A mí no me molesta. De hecho… ha pasado mucho desde la última vez que hice esto…-
.- ¿quieres solo callarte?- esta vez, hubo una risa. Drem se levantó, besándole ahora. Sus brazos le acercaron a él. Sintió las piernas de Drem rodearle la cintura.
.- me callare, pero no me dejaras así. No ahora.- ok… ahora si podía asegurar que estaba complemente perdido. La ropa termino rápidamente esparcida por la sala. No tuvo ninguna oportunidad de preguntarse qué estaba haciendo. Drem había resultado mucho más experto que él, aunque quizá solo fuera el hecho de que él no había estado con un chico antes… o lo que fuera.
Algo húmedo restregándose en su cara le despertó. Había ya demasiada luz en la sala.
.- rex, fuera.- logro decir. En sofá era cómodo, pero no cuando dormías con otra persona en él. Drem le daba la espalda, y al parecer, seguía durmiendo. Ah, ni siquiera habían ido a una habitación. Se sentó, tratando de no despertarle. En la luz del día, pudo notar algo que no había avisto hasta entonces. La espalda de Drem tenía muchas cicatrices, y no solo su espalda.
.- ¿Qué pasa?- Drem se giró, y siguió viendo algunas cicatrices.
.- ¿Qué te paso?- Drem siguió su mirada.
.- ¿umm? Oh... heridas de combates. Y de mis encuentros con cazadores.- Jens extendió su mano, tocando una que iba del hombro a la clavícula. Lo atrajo hacia él, abrazándolo.- ¿ahora qué?- suspiro. Si el día de ayer no tenía ni la más mínima idea de lo que sentía, y hacia, con Drem, ahora, al verle las cicatrices, y la dura vida que debió haber tenido para hacérselas, había llegado a la conclusión de que le protegería.
.- nada, solo quiero estar así…. ¿sabes? No dejare que te hagas una más.-
.- ¿en serio?- Drem le miro.- eso es extraño. No acostumbro el afecto de humanos.-
.- pues, supongo que hare que te acostumbres…-
.- ¿también eres así con las chicas?-
.- no. No me conozco.-
.- bueno, si quieres jugar a eso… entonces tú también serás mío, e iré por ti a donde quiera que estés. Nadie más puede tocarte.-
.- eres muy exigente… no puedo evitar que las personas me toquen. Y no quiero que incineres a nadie.- Drem rio, y entendió que solo estaba bromeando. El sentido del humor de Drem era extraño.
.- veamos a donde nos lleva esto, entonces.- Drem se levantó, buscando su ropa. El también le siguió. Trataría de ordenar un poco antes de que la chica de la limpieza llegara. También tenía que ir con zen, y tratar de sacarle información sobre lo que había pasado con Feyn. y por supuesto, averiguar qué otras cosas podía hacer con Drem.