Idiota insensible por satsuki_

Minhyun estaba un poco cansado. No era que tuviera tanto que hacer, era solo un estudiante de dieciocho años que estaba a punto de graduarse del colegio y había decidido hacer de su vida una mentira para no recibir tratos discriminatorios ni sufrir como había visto sufrir a otros que habían admitido su sexualidad. 
 
Miró la llamada de su novia y sintió un poco de pena de ignorar su llamada una vez más. Habían peleado por algo pequeño y suponía que ella quería reparar las cosas, porque ella era la que trabajaba más duro para que las cosas funcionaran, en lo tanto él, no ponía mucho de su parte porque no la quería y solo la estaba utilizando para que no descubrieran que era homosexual. 
 
Caminó, intentando ignorar el sonido de su canción favorita; había amado esa canción, pero ahora cada vez que la oía, la odiaba, traía malos recuerdos.
 
—¿Interesado en la música?
 
Minhyun miró al sujeto y pestañeó varias veces.
 
—Es por tu ringtone, ¿interesado en la música?—repitió y Minhyun asintió, viendo que el tipo estaba al frente a un enorme edificio.—¿Algún talento?—preguntó.
 
—Umm...canto—murmuró.
 
—Oh...¿en serio? No esperaba esa respuesta.
 
Minhyun no sabía qué responder, así que cuando se dio cuenta que ya no sonaba su celular, decidió que era hora de continuar y alejarse de ese tipo raro.
 
—Es decir, wow, no esperaba que un rostro bonito como el tuyo justamente me respondiera lo que quería oír. No me mal entiendas, trabajo en esta compañía e iba saliendo y captaste mi atención porque soy un busca talentos y estamos ahora mismo realizando una audición.
 
—Um...de acuerdo—respondió luciendo poco convencido de las intenciones del hombre.
 
—Es difícil que un rostro como el tuyo aparezca justo frente a este edificio y que además posea talento vocal. Deberías entrar y cantar.
 
—¿Está hablando en serio? 
 
—Claro. ¿Te gusta cantar?
 
—Sí.
 
—Entonces deberías audicionar. No tienes nada que perder.
 
Minhyun quería expresar que no se había preparado, que solo iba caminando hacia su casa, pero suponía que el hombre lo entendía.
 
—Es increíble—continuó—, es muy raro que algo así suceda. A veces capto jóvenes en bares o en parques, pero justo en la puerta es como un llamado—rió.—Deberías audicionar.
 
Y Minhyun no lo pensó más porque la música le había llamado la atención desde hace mucho, tanto que había pertenecido al club de música solo por pasión y no para impresionar.
 
—¿Hay algo que acredite que esto no es un fraude o algo así?
 
Minhyun vio que el señor rodó los ojos, señaló el gran cartel que estaba a su lado y luego sacó una tarjeta que lo identificaba como trabajador. Y Minhyun rió nerviosamente antes de ingresar.
 
***
 
—¿Cómo te fue hoy, hijo?—preguntó su madre y Minhyun sonrió antes de abrazarla.
 
—Un buen día, un muy buen día.
 
La llamada de su novia estaba en el olvido porque ese día había pasado la primera ronda de la selección de talentos de la empresa pledis. 
 
—¿Y eso?—rió su madre y luego de que Minhyun le contara, negó con la cabeza luciendo una sonrisa.—Vas a matarnos a todos Minhyun.
 
—Realmente quiero hacerlo, amo cantar y esta oportunidad se preguntó de una manera inesperada. Realmente quiero intentar ver si puedo llegar lejos.
 
—Sabes que no podría negarte el realizar tus sueños, solo no te emociones demasiado, no quiero que te decepciones.
 
—Estoy confiado—rió.—Y sino, la vida sigue.
 
Aunque no estaba muy seguro de que si fracasaba lo asumiría con tanta felicidad, pero aún así pensaba estar positivo y esperar lo mejor, al final ese tipo que había conocido tenía razón, no tenía nada que perder.
 
***
 

—Me gusta.
 
Minhyun vio que un hombre comentaba eso y se sintió orgulloso de su propio talento porque luego de cantar ese hombre sin dudarlo había dicho eso.
 
—No estoy seguro, es demasiado lindo...necesitamos un buen cantante, llamativo, pero no solo eso, y no estoy seguro que él posea más que eso.
 
—¿Te das cuenta que estás diciendo eso frente al chico? Además, estas audiciones son para captar talentos y más adelante desarrollar habilidades. Estoy confiado que podríamos desarrollar muchas cosas en él. 
 
—Baekho, ¿de verdad piensas que tiene ese ángel?
 
—No lo sé, me gusta su voz y creo que su interpretación es bastante buena.
 
—Estoy de acuerdo con Baekho—intervino otro señor que se había mantenido en silencio hasta ese momento.
 
—Veo potencial—dijo Baekho y Minhyun sonrió.—¿Escribes canciones? ¿bailas?
 
—No, pero podría intentarlo—respondió sin dudar. Ya estando allí se sentía confiado y con ganas de quedar ya que era la segunda etapa y la final.
 
—Tu edad nuevamente—preguntó uno de los otros jueces viendo unos papeles que estaban desordenados sobre la mesa.
 
—Dieciocho.
 
—Es joven, creo que podría funcionar.
 
—Estoy de acuerdo con JR—intervino nuevamente Baekho.—Yo digo que sí.
 
—Yo también—dijo JR.
 
—Yo también—finalmente dijo otro y el último juez que había parecido poco convencido, suspiró.
 
—Entonces si eso es lo que han decidido, no soy nada para oponerme—levantó ambas manos en señal de derrota. Si es así, se queda.
 
—Minhyun, has sido seleccionado—dijo el tal Baekho y Minhyun pestañeó varias veces tratando de convencerse que en estaba en un alocado sueño. Por fin podría hacer uno de sus sueños más escondidos una realidad.
 
***
 
Minhyun estaba realmente frustrado, no podía creer que ese simpático tipo que había sido juez, ese tal Baekho, fuera un idiota y antipático. Se supone que debía ayudarlo, no ponerse las manos en la cabeza como si fuera un total fracaso. Claro que bailaba horriblemente, pero podía hacerlo bien, podía mejorar. Era su primera vez tratando de convertirse en un artista completo, solamente necesitaba tiempo y que ese idiota se fuera para seguir practicando.
 
—Yo también comencé no sabiendo bailar, pero nunca lucí tan mal como tú. Tal vez fue una idea equivocada el escogerte—gritó y el resto de sus compañeros que parecía estar más relajados hablando, se quedaron en silencio.
 
Minhyun quería gritarle que era un ogro, pero decidió contenerse porque tenía que comportarse si no quería ser despedido y decirle adiós a su sueño. 
 
Cuando la atención de Baekho se concentró en el resto de los trainees, Minhyun botó todo el aire que no sabía que había estado guardando.
 
—Y ustedes no crean que están a salvo, estoy observándolos, y les falta mucho. Vendré seguido a inspeccionar su avance. JR, asegúrate de que se aprendan ese esquema, y pon atención en el más débil—miró a Minhyun con un rostro severo y luego desapareció.