-¡¡Preparen los cañones!! – Grita el capitan mientras con ambas manos maniobra con el timon para evadir los disparos de sus perseguidores.
El barco era un caos, todos corrian de aquí a haya haciendo cada una de sus tareas,ajustando las velas, cargando los cañones con esas bolas de metal tan pesadas, cuidando que la polvora no se moje con las salpicaduras de el barco cuando surca el mar a toda prisa como el viento les permite, atrás de ellos vienen 3 barcos con banderas de la Reyna Magdalena VII
-señor nos están alcanzando- grito una mujer con una corpulencia bastente fuerte, los demás hombres abordo lucían escuálidos a su lado , tenia un ojo de cristal y su aspecto lucia descuidado, su cabello amarrado en una desordenada cola de caballo.
-Ustedes dispárenles,retrásenlos lo mas que puedan, ya casi llegamos – le contesto con semblante burlon el moreno.
La mujer dirijio su mirada a donde su capitán miraba con ansias, su rostro palidecio al ver su destino
-Quieres matarnos?!- espeto incrédula
-No me digas que crees en esos cuentos de niños Mileyka –dijo burlon, mientras encaminaba el navio a una isla con una montaña que toca las nubes la cual tenia un enorme túnel que pasaba de un lado al otro de la isla, este era tan enorme que 2 barcos grandes podrían pasar al mismo tiempo sin problema no dejaba que mucha luz pasara por allí haciéndolo un lugar muy tenebroso, sumándole que alrededor de esta toda la naturaleza estaba muerta, era un lugar bastante sombrio, en toda la isla se podía obsevar una niebla ligera.
Los navios de la Reyna detuvieron su andar al darse cuenta a donde los ladrones se dirigían. Conforme la nave se fue acercando al enorme canal los miembros de la tripulación comenzaron a palidecer y a mirar a su capitán, rogándole que diera media vuelta, este los ignoro y siguido a delante
-esta loco?!!- grito uno
-Acaso nos quieres matar?!!- escandalizo otro
-No nos púedes hacer esto!! – grito otro – prefiero morir a manos de la guardia real antes que entrar allí!! –
Varios intentaron acercarse al timon , pero las escaleras que los llevaba allí la bloqueaba Mileyka, la cual con su enorme hacha los ahuyentaba
-Estas loca mujer?!!! –
-Acaso también quieres morir?!!-
-es nuestro capitán! – grito y miro a cada uno de ellos – o es que acazo son unas mujercitas que temen a los cuentos de niños? – miro burlona
Todos quedaron callados y miraron al frente, estaban entrando ala boca de la cueva.
-Kentu, Allen, vayan y enciendan las velas, necesitaremos algo de luz… - se dirijio el capitán a dos hombres escuálidos, kentu tenia los labios muy gruesos, era moreno, de ojos saltones, nada agraciado, parecía un sapo, y el otro, Allen, era mas delgado, poseía una cara de niño, pero aun asi sus ropas estaban sucias y su aspecto era descuidado.
Una vez prendidas las luces del navio, se comenzó a notar un olor aunque nítido, aun era perceptible, olia asqueroso, todos miraban a sus alerededores , la caverna era humeda, no se escuchaba mas que el ruido de la embarcación navegando, aun asi todos estaban alertas pues te daba la sensación que algo te miraba.
Mileyka se acerco al capitán – Capitan Saturno, espero esta no haya sido una mala decisión, usted sabe….las historias que se cuentan de este lugar no son tan buenas que digamos – dijo la chica con temor en sus ojos, Mileyka podría parecer una mujer ruda y fuerte por fuera pero era un panquesito por dentro.
El capitán Saturno la miro con ternura –deberías mostrar ese lado dulce tuyo, igual y consigues alguien especial- ellos dos compartían la misma corpulencia, brasos fuertes, piernas fuertes, un pecho de acero, unos hombros anchos, median 1,80 de altura, el capitán Saturno tenia una barba crecida de unos días, unas no muy ppbladas, unos labios delgados pero lindos, y a comparación de toda su tripulación lucia mas cuidado y aseado, a pesar de su corta edad era capitán de su barco pirata, se había hecho respetar atravez de los mares, era un rufian, le gustaba robar a los ricos, por ello su cabeza tenia un buen precio….lo querían muerto
Mileyka iba contestar pero aun lado , en una de las paredes del túnel se observaba una caverna, donde se encontraba un montículo de piedra, y en ella . una esfera posaba, esta expedia una luz verdosa, lucia muy escalofriante pero ala vez bello.
-esa es…..la perla de bruja…..- dijo uno de los miembros de la tripulación
-deberiamos tomarla- dijo otro- debe costar mucho, mira como brilla…..pagarian bien enel mercado por ella-
-Si uno de ustedes llega a acercarse a ese objeto estaremos todos muertos….- dijo el mas viejo de todos- ustedes los jóvenes no creen en nada…..pero las historias que se cuentan son mas que suficiente advertencia para que debamos alejarnos de aquí y seguir nuesetro camino, ya mucho hemos hecho al entrar aquí-
Pero mientras todos estaban distraídos , kentun había brincado al otro lado, y se estaba acercando a la esfera.
-Regresa aquí muchacho,Nos condenaras a todos!! – grito el viejo
Kentun hizo caso omiso y siguió caminando a la esfera, todos le gritaran que regresara al barco pero el seguía avanzando hacia la esfera, todos se quedaron callados cuando levanto ambas manos y toco la esfera, nadie hablo, incluso el mismo kentun quedo callado esperando a que algo sucediera, pero como nada paso, sonrio y tomo la esfera y giro a sus camaradas
-Bola de cobardes, este tesoro es mio, pues yo lo eh encontrado, no verán nada de este botín – dijo levantando la esfera y luego acunandola en su pecho, sonrio a sus camaradas pero estos lo miraban temerosos, todos habían palidecido, quedaron congelados, nadie se movia, incluso su capitán miraba sin expresión alguna, como si quisiera ocultar su sentimiento de terror- ¿Q-q-que pasa chicos?- dijo temeroso, uno de sus compañeros señalo a sus espaldas , kentun sintió unas manos húmedas posándose en su hombro,con mirada temerosa bajo la mirada a su hombro notando una mano humana pero color verdosa, con una uñas largas y afildas negras, eran unas manos delgadas y largas, comenzó a temblar.
-¿Qué te has encontrado? – una voz de ultratumba sono a su espalda- querras decir que has robado querido mio- kentun volteo su cara para ver su locutor, un semblante de terror se apodero de su rostro, se impulso hacia enfrente cayendo al suelo de frente, se volteo quedando tirado frente a una mujer, de rostro hermoso, de cabellos color negro verdoso, sus cejas igual eran verdes, pestañas ojos y labios, la piel era amarillenta, era una mujer muy hermosa pero su cintura poseía unos tentáculos enormes, su antebrazo su piel era de un color verdusco, uñas largas, pero lo que mas intimidaba era su mirada
-La bruja del mar…. –dijo el viejo, que fue el primero en romper el silencio
- Pequeño humano….-siseo la bruja- mientras se acercaba a kentun, y lo rodeaba con sus tentáculos, alzándolo del cuello, comenzó a ahocarlo, kentun solto la esfera , la cual callo en las manos de la bruja, la cual al acuno en sus brazos, su rostro se tranformo en una mueca –Ahhh- grito la bruja , el tentáculo que ahorcaba a kentun había sido cortado, kantun callo al suelo y comenzo a respirar con dificultad
-Parate de aquí y ve al barco- dijo el capitán Saturno , kentun se paro y corrió y salto al barco
La bruja sonrio , y miro al capitán Saturno –No se debe pegar a una dama ni con el pétalo de una rosa capitán – dijo sensual – sabes…. Te podría matar si quisiera…. –lo mira lacivamente de arriba abajo- pero seria una lastima asesinar tal espécimen – se acerca al capitán- Un muchacho guapo como tu no debería maltratar a una dama – se puso frente, y se acerco a su oído, el capitán se quedo estatico, intentaba moverse pero su cuerpo no le respondia- oh querido….olvide decirte que soy la bruja del mar, no necesito usar mi cuerpo para paralizar a un hombre, ni mis manos para asesinarlo- susurro en su oído, su corazón comenzó a dolor , un semblante de dolor se sembro en su rostro pero no podía gritar , su tripulación intento saltar al otro lado pero una mirada de la bruja logro mandarlos de regreso a su nave – pero – la bruja se aparto y paro el dolor- como hoy estoy de muy buen humor – se alejo del capitán y puso en su lugar la esfera- puedo perdonarle la vida – lo miro de una manera sexy – claro que…..necesito que hagas algo por esta linda dama linda –lo miro expectante- ….. necesito que me traigas 3 sensillas cosas ante mi –se puso frente a la esfera- primero…..necesito que captures a una descendiente del mar- en la esfera el capitán pudo ver lo que la bruja veía, un ser que era mitad humano mitad pez- esta te guiara a lo segundo, la llave de perlas- en la esfera se veía una hermosa llave de oro con perlas incrustadas- viajaras a la isla del Aquelo y con ella necesito que hagas lo que mejor sabes hacer, robar una pequeña cosa para mi, el anillo de luna, si me traes el anillo de luna ante mi te perdonare la vida – dijo la bruja mientras se alejaba de la esfera
-¿Mi vida? – rio el Capitan – Mi vida no me importa, puedes matarme a aquí si quieres- la miro desafiante
La bruja lo miro calmada- pero se quien si te importa –sonrio y puso su mano en la esfera, Saturno por fin rompió su semblante calmado y sus ojos brillaron- yo puedo hacer que viva….solo necesitas esto –le mostro un pequeño frasco- esto contiene una gota de el agua de la fuente de la eterna juventud, un buen trago te dara 500 años de vida mas, pero una sola gota, te curara cualquier enfermedad, te curara cualquier herida, sanara todo tu cuerpo….yo se que la necesitas – asi que tu decides, si traes ante mi lo que te pido…..su vida se salvara….-
El barco salio de aquella caverna alfin, todos locian agotados de su encuentro con el demonio, el capitán sostenia su mano un collar negro y de cuero negro, y a su mente vino aquellas palabras -“Usalos para atrapar a la descendiente del mar” – y miro su otra mano, y en ella sostenia una brújula.
------------------------------------------------------------bajo el mar--------------------------------------------------------
Un joven triton nadaba atravez de un arresife de coral, su cabello era corto y castaño, sus ojos eran cafes claros, sus labios eran rosas, su labio superior era ligeramente mas delgado que su labio inferior, su piel era blanca pero no palida, tenían un tono rocita muy tenue, sus hombros lucianfuertes, su abdomen y pecho igual, aunque no muy exajerado, su cola era de un color azul que apenas y se distinguia, se camuflajeaba muy bien en el agua ; trás lo seguían dos sirenas, una de hermosa cabellera rubia y la otra de cabellera pelirroja, ojos azules, pechos enormes, cintura delgada y una cola de pez dorada, haciéndolas mas llamativas, todo en ellas exitaria a cualquier hombre, pero, no todo en ellas era tan fácil de poseer, ante ustedes se pueden apreciar dos especies seres del mar, las dos sirenas son sirens, estas pueden cantar y hipnotizar a cualquier hombre, atraerlos a ellas con su exoberante belleza, y antes que se den cuenta caerán preza de un ser con hileras de dientes de tiburón, con una fuerza mas haya de lo que sus finos brasos dejan ver, las sirens son plebeyos, hechos y creados para cuidar a una estirpe mas arriba, a los mermaid, el joven triton es un ejemplar perfecto, su rostro es hermoso, todo en el es hermoso peor aun asi no expide un aura carnal y de perdición, luce como una persona dulce, y la verdad es que lo es, los mermaid son los hijos directos de el rey del mar, estos ayudan a llegar a la tierra a personas de buen corazón que sus barcos naufragan , no poseen una fuerza extraordinaria o una voz engatusadora, pero poseen el don de poder caminar por las tierras, al salir del mar su cola se convierten en piernas , pero no pueden alejarse mucho del mar, por ello las sirens se encargan de cuidar de ellos, a pesar de que se encuentran muy pero muy mar adentro, este hermoso arrecife se alza desde las profundidades, y en el centro un hermoso castillo.
-No debe acercarse mucho a los humanos- dijo una de las rubias
-Son seres muy malvados- dijo la otra
-Tengo 19 años ya, creo que ya soy lo suficientemente mayor como para cuidarme solo- dijo molesto el castaño
-cuando tengas 300 años como yo, serás lo suficientemente mayor para poder cuidar de ti y de otros, ahora aun eres un niño, aun te falta cumplir 23 años para que dejes de envejecer y puedas disfrutar de la inmortalidad, no deberías salir del arrecife hasta que tengas esa edad –reprendió la rubia
El menor solo frunció el entrecejo y siguió su camino al castillo.
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