El momento más feliz de algunas mujeres siempre será el día de su boda, así como el día en que se entera que está embarazada. El caso de Sally en este momento es que ya por fin es el día de su boda con el Rayo McQueen. Ahí estaba con el vestido de novia que junto a sus amigas habían comprado en Italia y sabía que a su rayito le gustaría
Ahora le estaban terminando de maquillar mientras todos cuchicheaban emocionados, ya la mayoría de los invitados estaban en la iglesia esperando su entrada
—Mi niña por fin se casa…—decía su padre orgulloso, Sally tenía ganas de llorar pero no quería arruinar el trabajo de su madre maquillándola. Su padre le abrazo—Hoy te iras alguien más…—ahora el que quería llorar era el padre
—Siempre serás mi papi, nunca y aunque me case 5 veces jamás cambiara—dijo jugando, además de que la emoción le estaba matando, aunque tampoco fue que esperaron mucho para hacerlo, después de todo, apenas iba un año de la Grand Prix Mundial lo que daba a unos dos años de relación DEMASIADO bien
Sally tenía la pequeña corazonada de que de la última vez que ella y Rayo hicieron cosas de adultos… pudo quedar embarazada, no era nada seguro pero tenía esa corazonada y quería creer que era verdad, como le gustaría tener un niño igual a Rayo, con ese cabello dorado y ojos tan azules…
Tomo el brazo de su padre y caminaron hasta la puerta que daba al interior de la iglesia, respira hondo emocionada a mas no poder, con el velo puesto cubriendo levemente su enorme sonrisa. Abren la puerta y todos se paran al verla entrar, algunos inflando el pecho con orgullo y el Sargento haciendo un saludo militar
Ve a Mate que tiene un traje costosísimo que Rayo le compro para que fuera el padrino de su boda, al otro lado esta Shiftwell como la Madrina que escogio y quizás por eso Flo le taladra con la mirada por momentos
Camina hasta el altar pero ahora se fija en un detalle…
Rayo no está ahí parado para recibirle. Mira a todos lados y Mate le hace una seña de que tampoco sabe por qué no está ahí. Mira la puerta, ahora que recuerda Rayo le hablo sobre hacer una entrada triunfante o algo así, sin embargo si ella no quería , aunque al final termino cediendo
—Quizás quiere llegar con estilo…—murmuro. Pasaron unos minutos, el Sheriff salió a ver afuera a donde estaba el bendito corredor que no aparecía. Pasaron otros 5 minutos y el sheriff volvió diciendo que no lo encontraba donde se supone que debía haberse arreglado
—Pero…si yo le ayuda a ayudarme a ponerme esto…él ya estaba listo—dijo Mate con confusión en el rostro
Y término donde está ahora, sentada en una de los bancos de la iglesia llorando, te habían dejado plantada en pleno altar, Shiftwell, Flo y tu madre trataban de consolarte mientras tu padre maldice a tu novio a más no poder
—Sally, el no pudo haberte dejado plantada así—decía Mate—Él ya estaba listo y emocionado por casarse
—Eso es cierto—dijo McMissile—Más bien tuve que calmarle para que no dejara un hueco en el suelo de tanto que caminaba de acá para allá nervioso
— ¡¿Pero y entonces dónde está?! Como pudo hacerme esto…—dijo en un sollozo, su maquillaje estaba obviamente estaba corrido por las lagrimas
—Algo debía haber pasado…—dice Shiftwell
—Sally—Luigi apareció algo sudado, ya que la mayoría de los hombres se habían puesto a buscar al novio que no le daba la gana de aparecer
— ¿Qué pasa? ¿Que no ves como esta? —reclamo Flo
—Encontramos el auto de McQueen, está aquí estacionado, no pudo haberse ido—empezó a decir algo nervioso—Al menos no solo
—Me estás diciendo que me abandono en el Altar yéndose con otra persona—pregunto ella aumentando el llanto
—No necesariamente por su voluntad—dijo el Sheriff—Encontré esto tirado fuera de donde él se arregló—dijo mostrando el traje todo rasgado y sucios quizás por estar en el piso
—Yo vi marcas de neumáticos afuera…pero no se dé ningún auto que los use, no son de los nuestros—explicaba Wildo
—Entonces… ¿Alguien lo secuestro o algo así? —dijo la madre de Sally ahora preocupada por el rubio
—Es lo más razonable, además dejo todas sus cosas, su bolso, llaves, cartera incluso esto que se supone que era una sorpresa pero dadas las circunstancias…—Mate le dio una caja algo larga, Sally la abrió y vio un hermoso collar de plata, cuyo dije se abría y al hacerlo tenía una foto de ellos dos que se notaba que Sally estaba dormida y el aprovechando de tomar la foto para que ella no le reclamara
—Pondré una alerta de secuestro—anuncio McMissile sacando el teléfono
—Lo que no entiendo…es porque se robaron al novio—dijo Mate rascándose la nuca—Por lo general es la novia…
—Quizás alguien que te odie—dijo Shiftwell a Sally
—O alguien que lo desee a el—Sally sabía perfectamente que McQueen era envidiable, físicamente hablando era deseable, nadie tenía el cabello tan dorado y los ojos igual de azules y de cuerpo era un infarto, ni tan grande ni tan delgado, un balance perfecto
—Conoces a alguien que lo quiera tanto como para secuestrarlo antes de una boda—pregunto McMissile
—No…nadie… él es conocido mundialmente que puedo saber yo de entre tanta gente que hay? —pregunto entre sollozos
—Tranquila Srita. Sally, lo encontraremos—aseguro Shiftwell
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—Ummm…Me pregunto estará la Srita. Sally, hoy es el día de la boda…es una lástima que no pude ir…Y tú tampoco, ¿verdad rayito? — Miro al rubio que tenía en el asiento de atrás, con las manos amarradas con unas cintas al igual que los pies, vestido con un pantalón negro holgado y un sueter rojo cuello de tortuga. Estaba inconsciente así que no le hablo—En dos días llegaremos a California y podremos ir a Italia... Tengo una casa en la playa que de seguro te encantara
Estaciono en un hotel que había de camino, al bajarse del enorme Ferrari fue a la recepción, pidió una habitación para una persona
—A nombre de quien la pongo—pregunto la chica embobada con el hombre frente a ella
—Francesco Bernoulli —dijo el con una sonrisa encantadora como de costumbre, la mujer le dio la llave—Grazie— dijo para luego volver al Ferrari, McQueen seguía inconsciente para su suerte. Saco del maletero una enorme maleta, siendo el rubio un tanto delgado y no taaan alto, si lo ponía en posición fetal entraría perfectamente.
Se aseguró de que nadie le viera, al acomodarlo de una forma en la que no le fuera a doler nada al sacarle. Pasó por la recepción con la gran maleta pero como podía ser perfectamente ropa u otra cosa, no le dijeron nada. Subió por el ascensor al piso 2, donde estaría su habitación, la nº 234. Camino con cierta parsimonia, abrió la con la llave magnética, metió la maleta y cerro con seguro. Al estar ahí solo de forma algo acelerada acostó la maleta en el suelo, abriéndola
— ¿Que…?—Rayo apenas iba reaccionando, o saco de la maleta y lo recostó en la cama—…
—Buonanotte McQueen—saludo Francesco
—Que hago…yo aquí... —decía aun aturdido sin prestar verdadera atención al italiano—La…la boda…SE SUPONE QUE…—Se levantó acelerado, recordaba que iba a ir a la iglesia a esperar a Sally pero…—MALDITO ENFERMO—grito apretando los dientes—alguien le había puesto algo en la cara, sintió como le metían en un auto y quitaban el traje, apenas distinguió a Francesco, el cual le vistió amarro y cerró la puerta del auto, termino inconsciente por el cloroformo
—Sei carino McQueen—dijo divertido de como había reaccionado
—¡¡y a ver!! ¡¡Que tienes que decir, como para que me secuestraste justo el día en que me iba a casar!! —Dijo más que molesto, se imaginaba que Sally pensaría que la dejo plantada—Tengo que volver, sino Sally…
—Eso no importa—Francesco le agarro la cara con demasiada delicadeza
—TENGO QUE VOLVER, SALLY PENSARA QUE LA DEJE PLANTADA, QUITAME ESTO—dijo tratando de quitarse la maldita cinta que impedía que le diera un buen golpe en la maldita cara burlona que tenia
—No no, pareces que no entiendes lo que pasa aquí—dijo divertido, acariciando medianamente la piel del rostro y cuello del rubio
— ¡¿Entender qué?! Que me secuestraste a solo minutos de casarme, si es para fastidiarme como de costumbre esta vez te excediste, y si es para seguir coqueteando con Sally
—con Sally?—dijo casi riendo a carcajada suelta
— ¡¿y ahora de que mierda te ríes?! —pregunto exasperado
—La señorita Sally no me interesa en lo más mínimo…Hay mujeres mucho más hermosas y esculturales que ellas, sin embargo tu eres otra historia—antes de que Rayo dijera algo Francesco le tapó la boca ¿que no lo notas? Yo te quiero es a ti
La cara de espanto de McQueen le aprecio algo divertida, se acercó a él, lamiéndole el lóbulo de la oreja, pudo notar el escalofrió que el recorrió, se alejó un poco para poder mirar a la cara y con más seriedad se acercó a su rostro
—Me enferma la idea de que te fueras a casar con ella…ella no te merece, es muy poca cosa para ti, te mereces algo mejor, algo como Francesco—dijo con tanta seriedad que asustaba, McQueen buscaba de soltarse—y solo yo puedo tenerte entiendes? — aparto su mano, para que McQueen hablara
—Estas demente…—fue lo único que balbuceo empezando a temblar, nunca creyó que estaría en una situación así
—Sei Mio—declaro el italiano para luego besarle, un tanto forzado y violento, pero McQueen no quería dejarse besar así como así. Al separarse, Rayo tenía la cara algo sonrojada— Nos iremos a Italia… Ahí nosotros dos estaremos bien—declaro—pero por ahora…—saco de un bolsillo una cinta más gruesa y se la amarro en la boca—Tengo que ir a cambiar unos neumáticos—declaro, lo acostó en la cama y como una lombriz se movía tratando de soltarse
Francesco saco de un bolsillo de la maleta un frasco y un pañuelo, abrió el frasco y pego el pañuelo a la punta de este para mojarlo un poco. Al terminar tapo el frasco y lo volvió a guardar. Se acercó a McQueen y agarrándole de la nuca para que se quedara quieto o al menos un poco, le pego el pañuelo en la nariz, al pasar mas o menos un minuto McQueen se durmió con el olor
—Dormi bene amore—dijo besándole la frente, dejando el paño por ahí tirado, cargando a McQueen y metiéndole dentro del armario donde habían un montón de mantas gruesas que el servirían de cama
Bajo para llegar al estacionamiento, al estar ahí abrió el Ferrari y lo encendió, se estacionaria en otro lugar ya que si las ruedas marcaron ahí se vería sospechoso si ya estaban buscando a McQueen. Se estaciono aún más lejos, para cambiar los neumáticos que había usado y tirarlos por ahí, si los encontraban no importaría, después de todo el patrón era uno muy usado
Al cambiar los cuatro volvió a la parte delantera del estacionamiento y estaciono en un lugar más cercano a la entrada del hotel, después de todo tendría que pararse temprano y antes que McQueen para seguir en camino a California, donde ya había reservado lugar en un ferry para llevar el auto a Italia he ir de forma más segura, ya que en el aeropuerto de seguro examinarían la maleta donde iría McQueen
Después de pensarlo tanto y espabilar se dio cuenta de que ya estaba frente a la puerta de la habitación. Asegurándose de que todo seguía en su lugar, cerro con seguro y fue hasta el armario, saco a McQueen y lo dejo en la cama, s e cambio de ropa y se acostó abrazándolo por la cintura
—Buonanotte amore—dijo en un susurro durmiéndose abrazando al inconsciente McQueen
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—Nadie lo ha visto, tampoco tenemos como rastrearlo—decía McMissile
—pero por que no buscan con las huellas de neumáticos—pregunto Luigi
—Por qué el patrón, es de la marca Chevrolet y de esos abundan, no hay nada especialmente sospechoso o que s epoda decir que pueda usarse de pista en cuanto a quien fue o en qué dirección, se fue por una calle concurrida y no se distingue nada
—Tampoco es como si se los ha tragado la tierra—dijo Sally—Tiene que haber algo que no hemos visto…estoy segura—eran más los nervios que seguridad pero quien la culpa
—Tranquila, lo encontraremos pronto—aseguro McMissile—El problema es que la prensa ya se entero
—Umm…Tendremos que lidiar con eso después—dijo Shiftwell con un montón de pantallas frente a ella
—¡¡Si evitamos que lo mataran podremos con esto!! —aseguro Mate con buen humor para aligerar el ambiente
Solo que…esta vez el enemigo no era…enemigo precisamente y era cuanto menos, tonto. Tenía todo tan maquinado que si encontraban a McQueen… seria porque el mismo se los muestre. Francesco no planeaba cederlo, el corredor americano era suyo y es que se había obsesionado/enamorado del Rayo McQueen, primero fue su apariencia, luego su forma de ser…
Y si trataban de quitárselo seria sobre su cadáver