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Amor Enfermizo por Sailor cosmos

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Notas del capitulo:

Gracias a :

Kirara-chan
BeReWKL
PANDACORNIO
desi_chan
darkblue
Arual
poly
johana
Lara Kaminari
Kira Takishima (cuyo # se salio del recuadro :v)
Emi Uzumaki
Bunny Cyclone
kahyra26 (una de las mas fieles a este fic :V)
MeroNiakheel
Ty asmel
AkiraShinigan
laloquenderawtf

Por comentar :v son un amorsh~~~ l@s adoro

Como saben estoytd e vuelta a clases y... habra salseo en el proximo cap ¬w¬ no tiene nada qu ever pero XD no se, estoy como emocionada 

Lean las notas finales piyuelas XDD

 

 

—Estas hiriendo mis sentimientos con tanta desconfianza—dijo Francesco de forma sumamente dramática. McMissile rodo los ojos y puso un papel frente al italiano, el cual leyó y interiormente se quería meter un tiro por olvidar algo así—Wow… alguien espera un hijo—dijo de forma risueña

 

—Encontramos esto en una casa en Suiza, sin embargo no había nadie ahí, así como no había nadie no había nada. Sin embargo de ahí se escuchó una transmisión donde claramente estaba involucrado McQueen. Por lo tanto esta nota tiene que ver con esto y siendo tu sospechoso natural, además de coincidir con la letra, quiero que la repliques—explico McMissile con  calma he intentando leer a Francesco –cosa que no logro-

 

—Muy buena Sr. Agente, pero le aseguro que no la escribí. Aunque si no me va a creer deme en el bolígrafo y la hoja—pidió de forma un tanto dominante. McMissile le dio un lápiz y una hoja

 

—Está escrito a lápiz, se debe recrear exactamente igual—replico. Francesco rio y empezó a escribir, algo que llamo mucho la atención de McMissile fue como empezó—Espera… ¿eres Zurdo?

 

—Pues sí, por eso es evidente que yo no la escribí—dijo mostrando las dos líneas que llevaba, las cuales aunque tenían la caligrafía igual y muy hermosa, iban en picada y el grafito estaba corrido

 

—Está bien… puedes irte, sin embargo aún no estas fuera de esto Bernoulli

 

—Como diga~ Y deje de fruncir el ceño, se le harán arrugas y… Feliz Navidad—dijo en forma de despedida

 

—McMissile... ¿de qué grabación estás hablando? —pregunto Shiftwell entre confundida y algo traicionada

 

—no quería mostrarte nada hasta estar seguro, pero quiero decirte algo, ni una palabra de esto a Sally… está actuando muy extraño y me preocupa que este enloqueciendo

 

—Claro…—respondió un tanto preocupada

 

.

 

.

 

.

 

—Déjenme ver si entendí, me pusieron justamente aquí para deprimirme por no poder montar el árbol o para hacerme sentir espíritu navideño…lo cual es lo mismo—dijo con un tic en el ojo derecho. Eleonora y Francesco estaban montando los adornos navideños. No era que odiara la navidad ni nada por el estilo pero…

 

—No es culpa nuestra que no puedas mantenerte de pie—respondió Francesco jugando con una bambalina. A McQueen las piernas no le respondían por alguna razón, sus órganos aun no volvían a su lugar y de vez en cuando sangraba por la boca

 

—Si me iban a torturar de esta manera me dejaban en la biblioteca o viendo tele—resoplo acariciando a Layla que ya estaba un poco más grande, aunque permanecía tranquila como siempre

 

— ¿No te gusta navidad? —pregunto Eleonora terminando de conectar las luces

 

—No es que no me guste… solo que no estoy demasiado acostumbrado a celebrarla… solo lo he hecho dos veces—en ese momento Edward empezó a llorar, Francesco el cargo y seguía llorando

 

— ¿Por qué no me confunde con McQueen? Si tiene los ojos cerrados…—murmuro Francesco con una especie de puchero entregándole él bebe a McQueen quien se desabrocho la camisa y se lo pego al pecho

 

—Los bebes nacidos de hombres son más listo desde que nacen, no necesitan ver para saber quién les dio la vida—aseguro Eleonora viendo la mueca de dolor que ponía McQueen—Aunque… eso no quita que sea bastante bruscos al comer

 

 — ¿Por qué no le preparan el biberón? A este paso tendré pezones de mujer

 

—Lo cual para mí no estaría mal—una bambalina se estrelló contra la cabeza de Francesco—Au…

 

—Y para mi seria hermoso domesticarte como a  un caballo—aseguro McQueen con una vena hinchada—Pero aun no abre los ojos y no sabemos de qué color son

 

—De seguro serán azules—comento Eleonora. McQueen lo pensó un momento

 

—No… Yo no creo que sean azules—dijo McQueen muy seguro de sí mismo. Muy pocas veces Edward había abierto los ojos, en su mayoría cuando estaba recién nacido y aun no se definía el color

 

— ¿Y eso por qué?

 

—Una corazonada nada mas—se limitó a  decir, aunque Edward parecía más dormido que despierto. Al bajar la mirada vio que tenía los ojos abiertos, tenían un hermoso color—… ¿Dorado? —murmuro para sí mismo, aunque Francesco el escucho y se aproximo

 

—Tiene los ojos dorados…—Eleonora se aproximó y sonrió de forma amplia—… ¿Por qué los tiene dorados? —pregunto con el ceño fruncido

 

—Te juro que no es culpa mía, es certificable—dijo McQueen, Eleonora estallo en carcajadas

 

—No es culpa de McQueen, es culpa tuya Francesco—decía entre risotas, mientras Francesco se ponía algo rojo de vergüenza—Los genes de Vittorio son hereditarios, solo que siempre se saltan una generación, en este caso fuiste tú—seguía riéndose, poniéndose roja por tanto reírse—Todos tus hijos tendrán los ojos dorados como mi esposo

 

—Genial, perdí mi oportunidad de Catires* por él, Muchas gracias—dijo casi hablándole al techo

 

—Nunca he visto como era tu padre—dijo Rayo de forma algo distraída acariciando un poco los cabellos de Edward, que seguía solo viéndole

 

—Oh…Era muy parecido a Francesco… quizás hay una foto por aquí—dijo ella empezando a buscar la foto en el librero. La encontró relativamente rápido, y se la dio a  McQueen

 

El Padre de Francesco era exactamente igualito, exceptuando los ojos y que su piel era un poco más morena pero ambos eran exactamente iguales. También pudo notar que Francesco era bastante alto incluso desde pequeño y que a diferencia de ahora, tenía el cabello increíblemente descontrolado

 

—De tal palo, tal astilla—fue lo único que comento sobre la foto

 

El mes de noviembre paso rápido, con muchas, pero muchas noches de insomnio en las cuales Francesco terminaba con horribles ojeras igual que McQueen, debido a que Edward no le gustaba demasiado dormir en su cuna o simplemente le daba hambre en cualquier momento

 

Así como pasó Noviembre rápido, navidad no tardó en llegar, abajo del árbol estaban los regalos justos y la casa tenía un lindo toque navideño. McQueen ya lograba caminar, no perfectamente y con mucho dolor pero podía, lo cual ya era un progreso

 

—No se supone que los regalos se abren luego de que sean las doce—pregunto McQueen ladeando la cabeza, Eleonora parecía una niña pequeña

 

—Es la primera Navidad con mi nieto, no la pienso atrasar más—dijo tomando un regalo enorme envuelto en papel de ositos con gorros navideños

 

—De verdad le urgía más familia ¿no? —dijo con una risa nerviosa

 

—Ella adora los niños, iba a tener un hermano pero lo perdió accidentalmente claro—conto Francesco sacando una cámara—Además, es nuestra navidad, que tiene cambiar un poquito las tradiciones

 

—A alguien le gusta su regalo~—canto Eleonora que había dejado la caja sobre Edward que movía las manos y pies y reía mostrando sus encías

 

—Ay, mi bebe aun no puede hacerlo por sí mismo, que mala abuela, tentando al pobrecito—dijo tomando la caja y quitándole el envoltorio, era una especie de colcha con varias cosas que guindarían de un arco y así el bebe jugara—Ehh… ¿Gracias de Parte de Edward?

 

—¡¡Vamos a probar si le gusta entonces!!

 

Acostaron a  Edward ahí después de armarlo, era cómico el ver como trataba de tomar las figuritas pero tan pequeñito que no las alcanzaba. McQueen pensó por un momento y miro a Francesco

 

—No sé por qué… pero me acabo de acordar de una canción de mi madre…

 

— ¿A si? ¿Cuál? —pregunto Francesco

 

— ¿Viste una serie… de Anime llamada “Evangelion”? —Francesco el asintió—Mi madre canto el doblaje en Ingles y en Español…A veces me la cantaba…

 

—Aquí siempre era la versión Japonesa, así que no estaría mal escuchar cómo se oye—comentó Francesco con una sonrisa

 

(A Cruel Angel Thesis)

 

En tu alma un ángel que renacerá
Te convertirá en toda una leyenda

 

Siente al viento soplar
En tu corazón él se quiere arrullar
Tu sonrisa gentil, tu nobleza infantil
Sera lo que pronto te guiara
Tal vez el tiempo dirá que con ambas manos tu puedas tocar
Un futuro mejor, un destino mejor
Dejando los miedos atrás
Aunque lo ignoras en este momento
Muy pronto lo comprenderás
Eres un Ángel buscando las alas que al futuro te llevaran

 

En tu alma un Ángel resucitaran
Y con él un mañana que iluminaras
Con la llama que guardas en tu corazón
Le darás calor al universo
En tu alma un Ángel que resucitara
Te convertirá en toda una leyenda

 

Dormir, creyendo vivir
Buscando a letargos tu risa gentil
Una paz interior, una estrofa de amor
Es por lo que por sueños me llamo
Ven aquí, acércate a mi
Y bajo la luna sonríeme así
Todo se detendrá, nada importara
Contigo me quiero quedar

 

Cuando dos almas comparten un mismo destino
Y se quieren amar
No existirán las cadenas que impidan
Volar hacia la libertad


En tu alma un Ángel resucitara
Y el dolor que tu llevas dentro volverá
Pero si te aferras a la libertad
Algún día tu sueño será eterno
En tu alma un Ángel que renacerá
Te convertirá en toda una leyenda

 

La gente que sufre y confunde la dicha
De amar y entregar su calor
Aunque mi alma se manche de llanto
Y te cueste dar el corazón

 

En tu alma un Ángel resucitara
Y con él un mañana que iluminara
Con la llama que llevas en tu corazón
Le darás tu calor al universo
En tu alma un Ángel que renacerá
Te convertirá en toda una leyenda

 

Francesco y Eleonora aplaudieron y Edward soltó algunas risitas muy adorables de bebe. Eleonora se estiro y tomo una bolsa de abajo del árbol y leyó al tarjeta

 

—Muy bien este es McQueen para Francesco—dijo dándole la bolsa al rubio

 

— ¿Oh~? ¿Y cómo hiciste para comprar algo? —pregunto interesado

 

—Tengo contactos—dijo de forma burlona. Le tendió el regalo—Feliz navidad—Francesco tomo la bolsa y la abrió. Metió la mano y saco lo que había dentro, era un arete de oro dentro una pequeña cajita transparente junto a  un pequeño cuadro enmarcado de su Ferrari—En medio de tus momentos de narcisismo, los cuales abundan, dijiste que querías una pintura de tu Ferrari de carreras y voula~

 

— ¿Lo hiciste tú? —en eso se acordó de aquel cuarto que encontró en la casa de McQueen, que estaba lleno de pinturas

 

— ¿Quién sino? —dijo como si fuera lo obvio

 

—Ok… este es mío para McQueen—dijo Eleonora y le entrego el regalo. Antes de abrirlo y de forma bastante sorprendente una lagrima se deslizo por la mejilla de McQueen, sorprendiendo al mismo

 

— ¿McQueen…?

 

— ¿Que…?—se preguntó tocando su mejilla y viendo el agua entre sus dedos, en eso empezaron a caer por borbotones—Ah…—intento limpiarse las lágrimas pero seguían saliendo

 

—Tranquilo…—dijo Francesco acariciándole la espalda, había volado a sentarse al lado del rubio

 

—No me… pasa nada…—dijo con voz quebrada, el sabia por que lloraba, pero era algo tan inconsciente que se sentía sumamente ridículo y avergonzado por hacerlo. En eso Edward –quizás motivado por el llanto de “Papi”- empezó a  llorar también. McQueen se levantó y le recogió, empezando a calmarle

 

—McQueen dime la verdad—dijo Francesco de brazos cruzados frente a el

 

—No es nada…—respondió con pañosa, aun soltando lágrimas y con las mejillas y ojos algo rojos—Es una estupidez

 

—Pues cuéntame esa estupidez—insistió

 

—Es solo que… Navidad… el celebrarla era algo que yo quería tanto de niño—dijo con la sonrisa más melancólica que podría existir en el planeta, Eleonora sentía su corazón ablandarse más de la cuenta con solo verle—… Mama nunca estaba y mi papa…

 

En el colegio están celebrándolo… dicen que hay regalos y hay alguien que trae regalos… ¿Por qué nosotros no decoramos? —pregunto un pequeño McQueen de 3 años-pronto 4-, con una sonrisa de oreja a oreja, ya estaba en primero de primaria

 

—McQueen, sabes bien que esa estupidez de santa Claus es solo una fantasía para niños estúpidos, la navidad solo es una excusa para vender más, obviamente no haremos que hace la gente Valurda—respondió con suma frialdad el hombre

 

—Pero… todos los hacen—dijo con el ánimo por el piso y con cierto miedo a un regaño mayor

 

— ¿Y eso que importa? Si tanto tiempo vas a tener para escuchar esas estupideces ¿por qué no vas a estudiar? Tienes un examen la semana que viene para subirte otro grado

 

—Pero…

 

—DEJA DE REPLICAR—grito exasperado—Tsk, primero Elizabeth se atrasa otro mes y ahora tu que no dejas de repetir la misma oración

 

— ¿Mama no vendrá?

 

—que ni se te ocurra llorar, eres un varón. Y no, no vendrá sino hasta enero—respondió tomando su celular—anda  dormir, ya es tarde

 

—Si…claro…—dijo con voz quebrada y dándose la vuelta para ir corriendo a su habitación

 

—¡¡Hay unos regalos ahí dentro de parte de tu madre!! ¡¡Mejor llámala ahora antes que se le ocurra venir nadando!! —escucho a través de la puerta

 

Efectivamente había un montón de regalos perfectamente envueltos, con algunas tarjetitas. Tomo el teléfono que tenía en la habitación y marco el único número que sabía de memoria, el de su mama

 

¿Alo?

 

—Mami…

 

Rayito~ ¡¡Feliz Navidad!! Es extraño que aquí las cosas sean casi dos días más a como es allá—dijo entre risas—¿Y dime te gustaron mis regalos? Espero que Raymond también te haya comprado muchos muchos muchos, ya quiero ver si decora…

 

—Papa no me compro regalos… tampoco he abierto nada…

 

Oh… ya verás que de seguro lo harán mañana… después de el regaño que le voy a  dar—aunque no quería, se escuchó lo que dijo, McQueen no pudo evitar el sollozo que se le salió¿Estas llorando? ¿¡TE PEGO!? —grito espantada, sabía que la paciencia de su marido era muy escaza

 

—No… Pero me dijo que santa no existe… que no íbamos a decorar ni a comprar nada… es para gente Valurda—contaba moqueando

 

Nonono, no le hagas casi Rayito, solo está muy … muy ocupado y cansado, dime ¿quieres que te mande algo más en especial? Dime que quieres…

 

—Quiero que Vengas

 

Rayito…

 

—Quiero que vengas y estés aquí—volvió a decir

 

No puedo ir ahora

 

—No… nunca puedes estar aquí—dijo colgando y tirando el teléfono al suelo. Hizo lo mismo con los regalos, no le importaban en lo más mínimo y así le fueran a dar el regaño de su corta vida. Después de dejar todo hecho un desastre se quedó sentado en su cama mirando lo que su madre le había mandado

 

Quizás fuera un niño, pero mentalmente tenía la edad de su Padre, como odiaba eso… hubiera sido mejor fingir ignorancia. ¿Por qué siendo así, no le hacían caso? ¿No debería ser al revés? Tan difícil era solamente… estar junto a ellos…

 

Francesco no se atrevió a  decir nada, ya de por si lo que le había contado era horrible pero esto era aún peor. Aún seguía sin hacerse la idea de un niño tan pequeño aprendiendo tanto, pero no era lo más importante

 

Elizabeth no apareció sino hasta el mes de febrero, con una gran montaña de regalos. McQueen si bien los abrió no dijo ni una palabra. Tan solo los dejo ahí  y se encerró de nuevo en su habitación

 

Su Madre no tardo prácticamente en irse de nuevo de viaje, y al momento de quedarse solos no se hizo esperar el regaño

 

—heriste profundamente a tu mama por no aceptar sus regalos. ¿Por qué eres tan inconsciente con ella? Sabes bien que tiene que trabajar o ¿acaso tú crees que todo esto se mantiene solo por el aire?

 

—Pero… yo no se los pedí…—dijo con los ojos cristalinos

 

—Eran un detalle para ti, cualquier niño estaría brincando de alegría por tantas cosas… No te comprendo en lo más mínimo—bufo

 

—Tú mismo dijiste que no soy como los otros niños… yo solo quiero estar con mama

 

—Eso háblalo con ella, háblale a Sebastián cuando tengas hambre, me tengo que ir—y apenas siendo las 10 de la mañana se quedó solo en aquella enorme casa.

 

—¿Te dejaban siempre solo?

 

—Pues si… Realmente no creo que el plan fuera tenerme—dijo con voz baja—Creo que mejor me voy a  dormir…—dijo un tanto incómodo y es que ya no estaba de ánimos para nada, pero se sentía muy mal por arruinarles el momento a Eleonora y Francesco

 

—McQueen, en algún momento cuando eras niño… aun si fuera mientras te bañabas… ¿sangraste sin razón alguna? —pregunto Eleonora antes de que el rubio cerrara la puerta de la habitación

 

—Ehh… si, dos veces, en una solo sangre pero en otra ocasión me desmaye, me golpee contra la pared del baño y estuve inconsciente por 5 horas según Raymond—a Eleonora se le detuvo el corazón

 

—¿Qué edad tenías?

 

—6 años

 

—Ah…—el corazón se le encogió como nunca, Francesco entendía el porqué de las preguntas, al momento en que McQueen cerró la puerta miro a su madre

 

—Es lo que tú decías ¿no?

 

—Es algo tan horrible—dijo empezando a llorar—a esa edad…

 

— ¿Se lo deberíamos decir?

 

— ¡¿ESTAS DEMENTE?!  Una madre si no se entera de que perdió a un hijo es mejor… se mortifica por su infancia… ¿qué crees que pase cuando se entere de que perdió un hijo?

 

—Tiene derecho a  saberlo

 

— ¿Enserio quieres que sepa que perdió a su medio hermano y primer hijo?

 

Francesco guardo silencio. Pasaron unas dos horas hasta que decidió entrar en la habitación –que después de todo también era suya- y encontró a McQueen acostado en la cama junto a Edward, ambos durmiendo. Dio suaves toquecitos en el brazo del rubio para despertarle

 

— ¿Que pasa…?—pregunto de forma somnolienta

—Digamos que mi regalo no puede esperar demasiado—McQueen se medió sentó y Francesco se puso frente a él. Debido a que Edward empezó a  quejumbrar, McQueen se lo puso al hombro para calmarlo

 

—Puedes dármelo mañana—dijo medio dormido. En eso vio que Francesco tenía una cajita relativamente pequeña entre sus manos—….

 

—Creo que ya entiendes—dijo abriendo la cajita y mostrando el anillo que había dentro

 

—Francesco… tu…—tartamudeo

 

—Quiero que te cases conmigo—dijo claramente

 

—…eso…. Eso no se puede Francesco—dijo levantándose algo acelerado y dejando a Edward en su cuna

 

— ¿Por qué no? Quizás no aquí en Italia pero podríamos ir a España, México, Bélgica… Donde tú quieras…No estoy diciendo que sea ahora, pero piénsalo, estoy seguro que voy a  salir bien, ya está casi listo, solo faltan unos…

 

 

—Francesco ¿cómo voy… vamos a mostrar la cara, con Edward y un matrimonio? Van a creer que lo que ha pasado del secuestro fue solo un juego para llamar la atención—dijo con suma preocupación—NI siquiera sé si mi patrocinador me va a perdonar el que los deje mal…

 

—Si de verdad te quieren, si de verdad confían en ti más que para ganar dinero lo entenderán, tu tranquilo y yo nervioso, todo saldrá bien en lo que respecta a lo legal del asunto

 

— ¿Y qué pasa con Edward? No está registrado, no tiene partida de nacimiento ni nada, ¿cómo vamos a explicarlo?

 

— ¿Tan malo sería estar casado conmigo? —pregunto dolido, McQueen se sentó en la cama al lado de el

 

—No es ese el problema, si me gustaría pero recuerda que me sacaste de mi boda… Mate, Flo, Sargento, Luigi, Wildo… Sally… ¿Cómo se supone que voy a  verles a la cara?

 

—Ya te lo dije, si de verdad son tus amigos, lo entenderán…—dijo abrazándole—Te juro por mi vida que saldrá bien…

 

De alguna manera llegaron a  cosas subidas de tono. Ambos terminaron semi desnudos en la cama, Francesco aprovechando el momento de tomar la “leche materna” de McQueen mientras este con una mano ahogaba los gemidos que producía dicha acción. Francesco metió su mano dentro del bóxer de McQueen y empezó a acariciar el glúteo derecho

 

—Francesco no…—gimió con la cara roja

 

— ¿Por qué no? —dijo de forma lujuriosa. Metió un dedo en la entrada de McQueen y de inmediato este convulsiono y empezó a llorar

 

—Aun me duele muchísimo…—aclaro intentando apartarle. Francesco aunque tenía ganas, no quería hacerle sufrir y si aún no podía estar demasiado de pie, prefería no empeorarlo

 

—Me tendrás que compensar cuando estés bien—dijo con una sonrisita tan solo acariciándole los glúteos

 

—Como si pudiera llevarte la contraria, estoy pensando enserio en hacerte lo mismo que a los caballos—dijo con un mohín, Francesco el volvió a besar, al momento de cortar el beso bajo por la clavícula hasta el pecho para seguir con lo que debía ser el trabajo de Edward

 

Después de terminar su actividad extra curricular, McQueen estaba acostado completamente sobre Francesco. Apoyo su barbilla en el pecho de Francesco, colocando también sus manos y se le quedo viendo un rato

 

— ¿Para que te llamaron la última vez? Se me había olvidado preguntarte….

 

—En Suiza se quedó una de las notas que te escribí, McMissile la encontró y al parecer reconoció mi letra y me pidió que la replicara—McQueen apoyado de sus brazos se levanto

 

— ¿Y que se supone que hiciste? —pregunto algo espantado

 

—Tranquilo McQueen, ellos estaban buscando a alguien diestro

 

—Tú eres diestro…

 

—Soy Ambidiestro —le corrigió divertido—Pero ellos no lo saben, que bonita casualidad ¿no?

 

 

Notas finales:

Holo~~~~~~

 

Honestamente me sigue asombrando lo mucho que gusta este fic :v la idea es tan simple y estupida uwu

 

Catire: Persona de Cabello rubio y en general de ojos azules, al menos asi es en mi país :v  

 

dependiendo de como se den las cosas con este cap el próximo lo montare el Miércoles, tendrá un salseo extremo >:V okno XD si tendrá Salseo pero no se hacerlo asi que no se si gustara UwU

 

Espero que no se ofendan ni anda pero casi me muero de la ria por que nadie se esperaba que McQueen se llamara "Cloud" XDD eso era lo que mas clarito tenia en mi mente desde que empece este fic y no creí que impactaría tanto :v

 

Hay algo que me da curiosidad, como se imaginan ustedes a McMissile? Yo me lo imagino algo como en estilo Reborn de Katekyo Hitman, con el traje, la fedora :v realmente me lo imagino bastante joven XDD como de 35 o 38

 

Gracias a todos/todas los/las que leen esta historia *3* son un amorsh~~  y le sinformo que comence clases :v y REALMENTE MIS PROFESORES SON UNOS HDP!! Tengo tarea de Biología, Castellano y Geografia Economica TnT putabida

 

bye -3-


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