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Amor Enfermizo por Sailor cosmos

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Notas del capitulo:

me estoy tardando 5 put*s siglos en responde rlos comentarios, deos soy un desastre

bueno~ queria contarles algo, en caso de que alguna aqui sea lectora de mis historias en general:

Bueno el viernes pasado no actualice por que tengo un proyecto nuevo que solo llevo desde hace unas dos o tres semanas, que aun no lo he subido por que es un Crossover pero se esta comiendo todo mi tiempo y es tan...ah~ no se, me hace mucha ilusion subirlo pronto (cuando lo temrine claro)

Aunque debo decir que ahora tengo otras dos ideas, una que es Stony :V

En fin los Crossover que planeo subir son de las siguientes series y parejas

Katekyo Hitman Reborn! x Junjou Romantica ---> Reborn x Misaki
Katekyo Hitman Reborn! x FullMetal Alchemist ---> Tsuna x Edward
FullMetal Alchemist x Final Fantasy VII ---> Cloud x Edwrad x Sephiroth

Ya se que me faltan mas de 9 docenas de tornillos pero no se por que em esta gustando la idea de los Crossover, quizas por que no encuentro alguno que em guste...

En fin~ espero que les guste el cap :V cualquier duda pregunten, no tengan miedo~

Todo pasaba con relativa calma, y con eso me refiero a que McQueen evitaba cualquier conversación extraña o delatadora con Eleonora, porque conociéndose a si mismo sabía que terminaría diciendo algo de más y Francesco se molestaría

 

Era bastante… irónico, quien más pedía su amor le hería de forma tan horrible, ya iban 3, tres faltas que en su vida a perdonar, jamás lo haría y es que ese tipo de cosas jamás se perdonan o eso era lo que McQueen pensaba –lo cual es cierto-

 

Francesco por su lado había notado ese nerviosismo permanente que tenía el rubio estando cerca suyo, era prácticamente imposible no notarlo, si lo tocaba temblaba pero no le decía nada.

 

—¿Te pasa algo cariño? —pregunto Eleonora viéndolo de reojo, McQueen volvió a mirarla he hizo una especie de puchero

 

—Solo…Me gustaría tener mi auto—dijo como una excusa mitad verdad mitad mentira, extrañaba irse un rato a cualquier lado a manejar a toda velocidad, solo por gusto

 

—Oh…Por qué no le pides a Francesco el Ferrari, de seguro te lo presta—decía ella bastante segura, además de eso si se negaba ella le daría las llaves

 

—No me gustan mucho los Ferrari, no son mi tipo de auto—admitió—Prefiero el mío, es como la… Tercera cosa que más amo en esta vida—decía con una sonrisa de oreja a oreja

 

—Oh…¿Y cuál es la primera? —pregunto curiosa, debió ser demasiado evidente como para sacarle una risita a McQueen

 

—Pues mi madre, ella es la cosa que más amo en la vida—aseguro con una sonrisa radiante en el rostro

 

—Y supongo que Sally es la segunda…—murmuro un tanto decepcionada

 

—Pues si—dijo con relativa sencillez—Aunque mi auto creo que va al cuarto lugar

 

— ¿Por qué bambino?

 

—Porque usted y no me malinterprete estaría en el tercer lugar—dijo dándole un abrazo, le había tomado demasiado cariño a  la señora, la cual le devolvió el abrazo

 

—Y yo te siento como un segundo hijo—aseguro ella dándole un besito en la nariz, Francesco vio todo eso desde afuera y sonrió de forma inconsciente, le parecía realmente tierno, en eso caía en cuanta de otra cosa

 

Nunca había visto a los padres de McQueen, ni una foto por internet así por casualidad, ni llamadas, no estaba sus números en el teléfono del rubio, nada de nada. Aunque el rubio decía querer muchísimo a su madre había otra cosa, ¿dónde quedaba el padre ahí? ¿Acaso había vivido sin él? Algo ocultaba el rubio…

 

Los días seguían pasando, dando ya 2 meses con el rubio en la casa en la playa, su madre le contaba que cuando él no estaba McQueen hacia prácticamente de todo, le hablaba, jugaban, hacían ejercicio y cuando se quedaba solo simplemente se quedaba leyendo o viendo televisión

 

Al saber esta información decidió quedarse un día que sabía que su madre no estaría. McQueen estaba tenso, era demasiado tenso, eso de que estaba solo con Francesco era igual a quedarse en la jaula de un león, que si le daba la gana podía atacar

 

Francesco notaba esa ansiedad y evasiva de McQueen, empezaba a colmarle la paciencia, sobre todo al momento de ir a hablar con él, pues McQueen cerró el libro que había estado leyendo y salió huyendo, iba a encerrarse en la habitación. Pero Francesco le tomo de la muñeca

 

— ¡¿Y ahora qué es lo que te pasa?! —pregunto con firmeza, viéndole de forma algo intimidante

 

—N-no pasa nada—dijo algo nervioso quedándose quieto

 

—¿Entonces por qué me estas evadiendo? ¿Por qué no has te dignado a hablarme al menos?

 

—So-solo no tengo ganas de hablar… quiero ir a dormir un rato…

 

—McQueen esa excusa es malísima. Dime una maldita vez que tienes—gruño

 

—Que no me pasa nada Joder, déjame tranquilo

 

Francesco solo se molestó más aun al escuchar esa respuesta y le tiro al suelo. Presionando su cuerpo contra el del rubio el cual estaba temblando notablemente. Ni siquiera había empezado a tocarlo cuando McQueen empezó a gritar como un loco. Causando que Francesca se apartara algo asustado y confundido de lo que había hecho

 

McQueen se levantó medio tembloroso del suelo y cuando decidía ir a su habitación Francesco le volvió a agarrar

 

—Que fue eso…¡¡McQueen!!

 

—TE TENGO MIEDO ¿¡SI!? ME DAS MIEDO, NO ME GUSTA QUE ME TOQUES, ME DA PANICO, ME DA TERROR Y ME DUELE—dijo entre el llanto, dejando su orgullo por algún lado, más que perdido y sincerándose— No me gusta…

 

—McQueen…—Iba a abrazarle a ver si se calmaba pero McQueen se alejo

 

—No me toques…por favor solo… no me toques… no me hagas nada…

 

—Esta… bien…

 

Francesco por fin comprendió porque McQueen se alejaba, no era por odio o repulsión, simplemente le tenía miedo y era entendible. Le dio su espacio, se fue a otra habitación para dejarlo solo y que se tranquilizara, lo cual parecía ir bastante bien ya que por lo menos le dirigía la palabra

 

Ya 2 dos semanas habían pasado de eso, podían tener una conversación ligeramente normal y eso le recordaba a algo que había leído cuando quiso tener una mascota, mientras más la fuerces y esta no te tenga confianza no lograras nada

 

Si lo pensaba bastante McQueen  sería más que un perro como un gato, arisco y muy orgulloso, sin embargo al obtener confianza se dejaría acariciar o acercarse mínimo –lo cual ya iba bien- y desde hace una semana le tenía cierta sorpresa, pues darle un regalo no estaría mal

 

—McQueen~ —apareció con su voz cantarina de siempre, interrumpiendo al rubio de su lectura

 

—Que quieres—pregunto de forma algo seca, Francesco sabía que eso era por la concentración así que no el molesto en lo más mínimo

 

—Te traje un regalito~

 

Literalmente agarro el libro, lo tiro hacia atrás y lo cargo cual saco de papas, McQueen solo los ojos, quizás ya no le daba tanto miedo pero sabía que debía evitar molestarlo. Lo llevo hasta estar fuera de la casa y lo puso en el suelo

 

—¿Muy bien y que es? —pregunto entre curioso y molesto por ser tratado como saco de papas. Francesco solo sonreía más como si estuviera orgulloso de algo y saco unas llaves de su bolsillo

 

—Te traje algo que de seguro te encantara—aseguro dándole las llaves

 

—¿Que cosa? —pregunto viendo las llaves. Francesco le volteo la cara y vio que ahí estaba perfectamente estacionado, limpio y perfecto, su queridísimo auto de carreras

 

Casi le da un ataque de histeria por la felicidad, tanto que no pudo evitar saltarle encima a Francesco y abrazarlo, dejando fuera de lugar al italiano que no se esperó eso. Sin embargo y cual corre caminos McQueen se guindo del auto y se metió por la ventana –porque al ser de carreras no tiene puertas-

 

Metió la llave, hizo rugir el motor pero antes de irse Francesco puso su mano en la ventana, parándole por un momento y con cierta seriedad

 

—Que ni se te ocurra salir de la playa o irte a la vía—advirtió

 

—No tengo ni idea de donde estamos, no sé leer las advertencias y si con esas reglas me permites usarlo te prometo no salir de la playa—ofreció con cierta serenidad, era hombre de palabra, así que no le mentía al italiano

 

—Está bien—dijo entrecerrando los ojos—Pero quiero que te vengas a las 7

 

—perfecto, ahora, Ka-Ciao Francesco~

 

Y arranco dejando una gran nube de arena que lastimosamente Francesco prácticamente se tragó, tomándose muy literal lo de “Comerás mi polvo”. Francesco entro a la casa y vio el reloj, eran las 4, solo tendría que esperar 3 horas a McQueen y si se pasaba iría a buscarlo

 

Se dejó caer en el mueble, le había costado mucho traer el auto, tenían muy vigilado el taller pero al final después de tantos contactos –los cuales alguna vez fueron sus amantes-  logro traerlo y al parecer a su rubio le había gustado la sorpresa

 

—Parece que comprendiste como tratarlo—escucho a su madre hablarle, alzo la mirada y la vio, tenía una mirada de orgullo completo

 

—Pues si…

 

—Debe de estar muy feliz, aquí se siente algo sofocado, con eso le diste un poco más de libertad—explicaba con una sonrisa en los labios—Además, ya te ha tomado cierto aprecio

 

— ¿Enserio?

 

—Si, al menos desde que le diste su espacio, lo estabas forzando demasiado, hay que dejar que algunas cosas pasen por si solas—decía con seguridad— Ahora solo debes mantenerte de esta manera, siendo calmado, después de todo has despistado a esas personas ¿no es así?

 

—Están en Japón—dijo con una risita—No sabrán que está aquí, por nada del mundo. Tú crees que… ¿si le pido ir a cenar quiera ir?

 

—Oh…Pues yo creo que si…¿pero dónde le llevarías? No debe verlo nadie

 

—Eso déjamelo a mí~

 

McQueen volvió a la hora indicada más que feliz y tranquilo, así dando brinquitos para entrar a la casa de lo más relajado, aunque claro no espero que Francesco prácticamente le saltara al estilo ninja

 

—Llegaste justo a tiempo—dijo con una gran sonrisa

 

—¿Te lo prometí o no? Siempre cumplo lo que prometo—aseguro el con cierta confianza

 

—Bueno… sé que te sientes un poquito encerrado, así que…quería saber si te gustaría acompañarme a cenar

 

—¿Cenar?¿Afuera? ¿En un Restaurante? —pregunto impresionado

 

—Pues claro, en uno muy bueno, ¿vienes?

 

—Pues claro—y subió apurado  vestirse, no iba a perder ninguna oportunidad de salir aunque sea un momento, ni que fuera idiota

Francesco le vio subir las escaleras y esbozo una sonrisa, al parecer si no lo restringía tanto podrían llevarse bien y no tener que forzarlo… aunque esto pasaba era por sus arranques de ira, debía admitía que enserio debía buscar ayuda en cuanto a ese tema

 

Pero ahora podía estar seguro de algo… y es que se estaba acercando más a su McQueen

 

.

.

.

 

—solo vamos a entrar… ¿hay tanta necesidad de necesidad de hacer esto? —pregunto algo irritado, Francesco le había puesto una chaqueta de cuero negro, con capucha y además ahora le ponía unos lentes de contacto, aunque prefería ponérselos el solo

 

—La gente no está mal informada, tus ojos son lo que más te caracterizan—aseguraba, poniéndole la lentilla derecha. Al terminar miro a McQueen que parpadeo varias veces, muy incomodo

 

—Siempre me han gustado mi ojos, no sabía que eso me definiera tanto—gruño algo incómodo, se miró en el vidrio del auto, era extraño tener los ojos negros

 

—Eres un corredor que atrae de cualquier manera— explicaba terminando de acomodarlo—Reserve para que fuera una sala privada,  así que podrás quitártelos ahí dentro—McQueen tenía una expresión de que las cosas no le  estaban gustado—era esto o hacerte el ciego y conociéndote no creo que pudieras soportarlo

 

—Msh

 

Se bajaron del Ferrari y entraron al lujoso restaurante, McQueen iba algo encogido sobre sí mismo, a pesar de tener mucho dinero por su profesión, no era alguien a quien el fascinaran ese tipo de lujos, era algo más discreto y su naturaleza tampoco le permitía estar tranquilo en un sitio así

 

Rápidamente les llevaron a esa sala privada a la que Francesco le había dicho, daba vista al mar además de tener un pequeño acuario. Apenas el camarero se fue para dejarles tiempo de escoger McQueen se levantó a ver a los peces

 

— ¿Te gustan los peces? —pregunto al verlo, con una sonrisa en los labios como de costumbre

 

—No realmente, prefiero los conejos—admitió golpeando suavemente el cristal—Los gatos…los casitas peludas son adorables—Contaba con tranquilidad—Recuerdo que un vez tuve un perro, un cachorrito de Golden Retriever, pero a mi papa no le gusto y lo regalo

 

— ¿Y te gustaría tener uno ahora? —pregunto con cierto doble sentido que McQueen no noto, ahora que le había traído su auto debía pensar en que más darle, para ganarse un poco de su confianza

 

—Sí, pero con las carreras siempre creí que lo dejaría demasiado tiempo solo y por eso nunca me compre uno…o adopte—volvió a  sentarse y puso sus codos sobre la esa, para luego apoyar su cara en sus palmas—

 

—Pudiste dejarlo con la señorina Sally ¿no? —pregunto tentativamente

 

—Es alérgica a los perros—suspiro haciendo una especie de mohín—Además a ella le gustan las aves

 

—Que diferencia—comento de forma distraída—Me asegurare de meter un Rottweiler en su casa  a ver si se muere o deja de molestar—pensaba, sin querer dejo salir un gruñido

 

—Siempre he creído que pareces un perro, gruñendo a cada rato—aquella similitud hizo que Francesco abriera un poco los ojos— Un perro callejero que no encuentra dueño y por eso te la pasas de amante en amante—un camarero llego y sirvió vino en sus copas para luego irse nuevamente—No entiendes lo que sería el amor normal debido a que nadie te lo ha demostrado

 

—¿Y porque tu no me lo demuestras? Por ti dejaría de ser un perro callejero—aseguro con cierta coquetería en su voz. McQueen arrugo un poco la frente

 

—No

 

—¿Por qué no McQueen? ¿Quieres escuchar mi teoría? — Una sonrisa burlona se extendió por su rostro— Eres como un gato, arisco y sumamente orgulloso, muy territorial y por eso te afecta tanto que alguien se meta a la fuerza en tu vida además de eso eres demasiado reservado con tus cosas, por eso a pesar de estar sufriendo no dirás nada y cualquiera lo puede  malinterpretar con otra cosa

 

—Y desde cuando me analizaste de esa manera, además no parezco un gato… Me han dicho que soy más como un Golden Retriever—comento distraídamente, bajándole un poco al rabia de aquel análisis tan apegado a el

 

— ¿Por qué un Golden?

 

—Me gusta jugar, además de eso siempre tengo debilidad por los niños pequeños—su cara se puso roja por un momento—Según ellos también soy muy cariñoso, aunque esa parte no me la creo

 

— ¿Ves lo que digo? Eres demasiado reservado, deberías tener un poco más de confianza en la gente—dijo con tranquilidad, tomando un poco de vino

 

Luego de unos minutos hablando de cualquier tema que les viniera a la mente llego la comida, McQueen comió bastante lento, parecía excesivamente relajado, aunque esto no le molestaba Francesco, prefería que estuviera así a verlo todo tenso.

 

Al terminar salieron del restaurante y se pusieron en camino a la casa en la plata. McQueen iba viendo el mar, con la luna reflejada en él. Al llegar McQueen no se bajó del auto, cosa que extraño por mucho al italiano

 

—¿McQueen?

 

—si te digo que… me gustaría enseñarte como tener una relación técnicamente normal… ¿Me dejarías mostrártelo? —pregunto sin mirarle, solo viendo por la ventana, además de eso en la posición que estaba parecía no prestarle demasiada atención

 

—Pues claro que sí, solo que quiero que tengas en cuenta que te amo es ti y ano a más nadie—respondió con sinceridad

 

McQueen se acomodó y se bajó del auto y camino hasta el italiano, haciéndole un ceño de que cerrara los ojos, la cual obedeció casi por inercia. Sintió un pequeño y muy leve roce en los labios, para cuando abrió los ojos ya McQueen estaba en la puerta de la casa y entrando a toda velocidad

 

 

—Che adorabile sono McQueen~—rio bajito. Cerró las puertas del Ferrari y le puso seguro para luego ir a la casa

Notas finales:

Bueno~ ya saben por que estare ocupada, aun asi subire cap el viernes, loq ue pasa es que es una completa LADILLA el corregir, lo peor del caso es que aun asi em quedan errores!! Maldito Word que me miente!!

El que quizas suba pronto sera el de KHRxFMA :V esta casi completo, con drama, lemon, sangre, etc etc, todo lo que hay en un fic propio de mi (sip, se lo que piensan :33 tmbn habran violaciones XD ya me tacharon de sadica, para que ocultarlo)

Debo decir que ahora nos acercamos a algo muy critico y pasara ene l siguiente cap :V no del critico sexual sino de otro tema que llevo con mucha ilusion, quizas es un pcoo pronto pero tampoco ser aun fic de 50 cap, de hehco (para pegarme contr auna pared) se me ocurrio hasta como hacer una segunda tempo de este fic, ya se, sere tonta u_u

ero quiero acer algo ene l proximo cap con muchas ganas sobre todo por que como habra MPREG, quisiera dedicarle muy bien su tiempo :V que me quede bn carajo!!

Gracia spor leer y comentar~

bye -3-

 


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