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Amor Enfermizo por Sailor cosmos

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Notas del capitulo:

Holo~ 

me siento hecha una mierda!! ir a la playa me deja muy cansada x_x pero els aseguro que si me acuesto no me duermo sino hasta las 3 d ela madrugada -.-

en fin, muchas personas han estado diciendo que lleve muy bien narrada la parte de la infancia de McQueen :33 gracias por sus opiniones, son un amorsh tod@s ustedes u3u l@s quero~

aqui esta un lemon que les dara diabetes, asiq ue espero que els guste... y sino pos me mato(?)

Curare le tue ali

 

No se dijeron absolutamente nada lo que resto del día, incluso Layla podía notar el aura de tensión que había en toda la gran casona. McQueen no era de permanecer todo el tiempo molesto, quizás si algo enfurruñado pero no molesto, Francesco seguía pensando el momento y palabras perfectas para disculparse y tratar de recuperar la confianza del rubio

 

No fue que no él tuviera confianza allá en el psiquiátrico, solo que se dejó vencer por la rabia y los celos muy racionales, es decir, el Padre de McQueen simplemente estaba besando a su hijo y empezando a manosearlo, ¿en que planeta alguien se hubiera quedado quieto? O quizás era demasiado impulsivo…

 

Cenaron en completo silencio, Francesco le veía por momentos pero nos e animaba completamente a hablarle, sabia cuando hablar y cuando no, y este definitivamente no debía ni decir algo para formar conversación

 

McQueen por su lado comía sintiendo la mirada de a momentos de Francesco, le hablaría cuando se calmara y si el italiano llegaba a intentar algo dependiendo de lo que fuera pensaría de nuevo si pensar o no en él. No podía decir que lo odiara, extrañamente ese sentimiento se había esfumado casi por arte de magia

 

Tampoco era “amor” lo que bien podía ser y empezaba a preocuparle ese hecho era que sentía una especie de “necesidad” que le estaba empezando a  sofocar así como a molestar ligeramente. Al terminar dejo los platos en el lavadero y subió a su habitación. Francesco frunció el ceño y termino de comer

 

A este paso no podré decirle ni hola sin que me quiera matar—pensó lavando los platos—Si voy ahora a su habitación quizás se moleste y piense algo que no es…

 

Al apagar todas las luces de la casa fue a la habitación de invitados, Layla dormía en la misma cama que McQueen así que debía estar allá. Ahora le estaba dando un poco de envidia que el animalito si pudiera estar con el… aunque por otro lado eso podría hacer que McQueen se calmara…

 

.

 

.

 

.

 

Estar en un espacio completamente negro, donde lo único que hay eres tú y un espejo de cuerpo completo es algo extraño, buscar algo más en aquel espacio negro, para encontrarte con paredes que realmente se empiezan a cerrar de forma tan lenta que llega a exasperar.

 

Se quedó parado frente al espejo, parpadeo una vez, veía a su madre ahí lo cual le extraño y empezó a tocarse el rostro, todo lo que hacia aquel reflejo también. Parpadeo de nuevo y esta vez no era su madre sino su padre, el cual a diferencia de él sostenía una sonrisa neurótica que llego a ponerle los pelos de punta

 

Dio un par de pasos atrás y cerro fuertemente los ojos, volvió a  abrirlos, esta vez tampoco era el...de forma actual, sino cuando era un niño y tenía un peluche en forma de perro raza husky, el único regalo que le había dado su padre de buena gana cuando tenía 2 años

 

No sabía por qué pero había empezado a  llorar,  cayo de rodillas y el reflejo salió del espejo, quedando frente a él, llorando de igual manera

 

—¿Por qué?... —pregunto mirándole, apretando más el muñeco en sus brazos—¿Por qué nome quieren…?

 

—…—intentaba hacer que las lágrimas pararan, pero no podía, por alguna razón incomprensible. El niño en cuestión de forma muy disimulada iba cambiando, tenía un gran moretón en la mejilla derecha así como una mordida en el cuello la cual sangraba

 

—¿Porque ya no me reconoce?... ¿Porque ella se fue?... Yo no soy ella—el peluche que tenía en brazos se había deteriorado, ya no tenía uno de sus ojos y una de sus patas. Ahora no era tan pequeño, parecía tener unos 12 años— ¿Porque ya no puedo hacerlo?... ¿Por qué ahora siempre estoy solo?

 

Sentía un fuerte nudo en la garganta, el cual se hacía mucho más fuerte a medida que su reflejo hablaba e iba creciendo, cada una de las preguntas que se hacía en las etapas de su infancia y adolescencia y el pequeño peluche de felpa se volvió cenizas. Finalmente se vio a si mismo con las mejillas hundidas, ojeras, el cabello cubriendo casi todo su rostro, sueter negro cuello de tortuga excesivamente grande… y de las mangas chorreaba sangre

 

— ¿Porque soy así?... —estaba temblando del llanto, tanto el reflejo como el mismo— ¿Por qué no estoy muerto? —había empezado a llorar sangre, perturbando aún más al rubio real. Se trató de limpiar las mejillas pero al ver sus manos se quedó quieto, temblando a más no poder, el también estaba llorando sangre— ¿Lo ves?...

 

—¿Q-que…?

 

—Sigues siendo igual… no has cambiado nada…—Su reflejo le alzaba el rostro—Sigues siendo la misma débil e insegura persona… que no puede confiar en nadie por temor a que le apuñalen por la espalda

 

—Cállate…

 

—Solo muriendo poco a poco… en vez de dejar de sufrir de una  buena vez

 

¡CALLATE!

 

.

 

.

 

.

 

Se levantó de golpe de la cama. Al respirar agitado y observar su panorama se puso ambas manos en la cara, sintiendo el sudor en su frente y parte de su cara. Tenía ganas de llorar pero no quería hacerlo. Se levantó de la cama de forma ligeramente torpe y salió de la habitación

 

Estaba todo oscuro, Francesco estaba en su habitación. Bajo al primer piso y llega a la habitación donde su madre componía canciones y practicaba de vez en cuando –y cuando estaba rara vez en esa casona-. Tomo algunos papeles e iba tomando y leyendo las letras de forma algo mecánica

 

—Mami…—le empezó a jalar la falda, Elizabeth se notaba agotada, acaba de llegar

 

—¿Que pasa Rayo? —el niño tembló, si no le decía “Rayito” era por estar de mal humor y le daba algo de miedo…

 

—Puedes… cantarme esta—dijo dándole un papel. Elizabeth suavizo la mirada y miro lo que el había entregado, una de sus primeras canciones. Cargo al niño de 3 años al cuarto de música y lo sentó con ella en el piano, tocando y cantando mientras él le sonreía

 

Era tan feliz de ver a su hijo disfrutando lo que hacía, que el dolor de cabeza y al gran migraña que cargaba se había esfumado. Miro el peluche que traía en brazos, era ese perro que no soltaba ni a sol ni sombra. En eso vio cómo su hijo se puso algo rojo y sacaba algo de entre su ropa

 

—Esto…es un regalo por tu cumpleaños—dijo dándole un papel arrugado. Elizabeth como pudo lo aliso y vio el dibujo, si bien no era perfecto, a ella le parecía tan dulce el gesto y caía en cuanta de otra cosa… No había estado en casa desde hace más de 4 meses…

 

—Gracias cielo—dijo besándole la frente—Dime, ¿extrañas a mami?

 

—Mucho—afirmo moviendo sus piernas, como no llegaba al suelo era algo tierno

 

—Te prometo que de ahora en adelante estaremos más tiempo junto—decía ella con seguridad

 

—Mentirosa…—susurro recordando esa promesa que efectivamente, no cumplió. El desde muy pequeño sabía que el trabajo de sus padres era muy importante y que por eso no podían estar con el… ¿pero era más importante que su vida? Que tuvieran un encuentro al menos corto hubiera compensado a su infantil alma pero… ni siquiera 5 minutos, solo una que otra palabra casi en meses

 

Se sentó en el banquito del piano y roso un poco las letras, las cuales estaban algo desgastadas, era su culpa por usarlo tanto antes, pero que iba a hacer, ¿si lo único que podía hacer en esa casa para salir del sofoco era tocarlo?

 

.

 

.

 

.

 

A pesar de estar casi 3 horas ahí acostado no se podía dormir, había escuchado pasos pero no sabía si era producto de su estresada mente o era real. Al escuchar como el piano del piso de abajo empezaba a sonar se levantó y corrió al piso de abajo cual correcaminos y se asomó por la puerta abierta. McQueen estaba tocando de forma lenta, casi inconsciente pero a la vez frustrada, o eso parecía por su ceño fruncido

 

De entre el papelero que había en el sueño tomo uno y empezó a tocar algo predeterminado. Tomo aire

 (One Last Time) (Francesco, McQueen, Ambos)

Sigo mintiendo y el fuego consumiendo
Quisiera haber luchado
Fui honesta pero en vano
Soy un fracaso, debí hacerte caso
Yo sé que te he fallado
No miento y he callado

Pero yo, pero yo, pero yo
Sé que ella te dio todo
Lo que yo no pude darte
Pero yo, pero yo, pero yo
No tengo nada
Si no estás aquí para besarte

Por última vez déjame hacerte sentir bien
Una vez más prometeré que no te dejaré
Mi vida, no importa si la amas más
Mi deseo es en tus brazos despertar
Por última vez déjame hacerte sentir bien

 

Antes de que siguiera, Francesco se sentó de forma brusca a su lado, robándole la palabra


No lo merezco, sé que no lo merezco
Hoy quédate conmigo, tan solo eso pido
Hoy me arrepiento, perdóname lo siento
La culpa no se ha ido, quisiera estar contigo

Pero yo, pero yo, pero yo
Sé que ella te dio todo
Lo que yo no pude darte
Pero yo, pero yo, pero yo
No tengo nada
Si no estas aquí para besarte

Iba leyendo el papel y cantando con el mismo ritmo que lo había McQueen, en específico aquella pequeña estrofa, McQueen parecía haber captado el mensaje sin embargo siguieron

 

Por última vez déjame hacerte sentir bien
Una vez más prometeré que no te dejaré
Mi vida, no importa si la amas más
Mi deseo es en tus brazos despertar
Por última vez déjame hacerte sentir bien

 

Quisiera haber luchado
Fui honesta pero en vano

Hoy quédate conmigo, tan solo eso pido
No estás aquí para besarte

Por última vez déjame hacerte sentir bien
Una vez más prometeré que no te dejaré
Mi vida, no importa si la amas más
Mi deseo es en tus brazos despertar
Por última vez déjame hacerte sentir bien

 

Ambos se quedaron en silencio, el rubio no hizo ni un solo movimiento cuando Francesco de forma delicada le atrajo hasta él y juntando ambas frentes, sentido un poco el sudor frio de McQueen, sin embargo no se aparto

 

¿Questi bene? —pregunto acariciando un poco su nuca

 

—No…—respondió un poco agitado, las ganas de llorar seguían apareciendo y volviéndose más fuertes,  creando pequeños espasmos en su cuerpo

 

—Tienes ganas de llorar—dijo notando como s ele ponían acuosos los ojos

 

—¿Sabes?... Aun cuando triunfe y me volví conocido y mucha gente quería estar conmigo… me sentía igual a cuando era niño, y es… insoportable, siento como si la soledad me sofoca y… simplemente me duele y termino pensando cosas que nadie en su sano juicio debería pensar…—confesaba mientras Francesco le acariciaba la espalda con suavidad y cariño

 

—No debes sentirte así, estás conmigo ¿o no? Yo nunca te dejare solo, nunca me había tomado tanta molestia o interés por alguien, lo que siento por ti es verdadero y admito que si estoy un poco tocado de la cabeza pero… de verdad te amo y lamento si crees que no confió en ti pero me cuesta controlarme… lo intentare las veces que quieras y de esa forma también me ames tanto como yo a ti

 

—Esa sensación de soledad que tenia se fue con Sally—empezó a contar—Por eso me sentía tan feliz con ella y termine enamorado… pero…

 

—¿Pero…?—pregunto tentativamente

 

—También me siento así contigo—confeso empezando a llorar—Sé que no estoy enamorado pero… Podría decir que te quiero—admitió llorando con más fuerza

 

Francesco tomo su rostro con delicadeza y lo acerco al suyo para darle un beso, uno tierno, más que un simple roce como lo hacían en Italia. McQueen lentamente paso sus brazos por sobre los hombros de Francesco. El italiano de manera algo difícil y ligeramente torpe cargo a McQueen, pasando sus brazos por debajo de los glúteos

 

De forma casi suicida iba subiendo las escaleras aun besándolo y con los ojos cerrados. Notando al comparación a los besos forzados en el Crucero a esto, que era simplemente espectacular… Al llegar al cuarto de invitados lo dejo caer en la cama aunque el rubio le jalo para seguir con la besuqueadera

 

Con gran parsimonia entre los dos se iban quitando la ropa, aunque McQueen era el que más tardaba por la falta de experiencia, es decir… él nunca iba abajo estando con Sally –y el caso de su padre ni se hable- así que no sabía exactamente cómo hacerlo. Al quedar ambos completamente al descubierto Francesco fue bajando del cuello al pecho, acariciando y dibujando círculos en la piel del rubio

 

McQueen solo gemía pasito y se dejaba hacer, no tenía ni la más remota idea de que hacer, aparte Francesco parecía bastante experto –demasiado para su gusto-. Iba con cierta lentitud, tocando cada sitió que en otros encuentros –forados- no había podido tocar. Simplemente sabía a Goce y se sentía la pasión  en el ambiente

 

De forma un tanto maliciosa y pervertida pego ambos cuerpos mientras le susurraba cosas al oído, moviéndose ligeramente, frotando ambas pieles que empezaban a perlarse por el sudor, McQueen gemía un poco más alto, dejándose llevar por el ambiente y las sensaciones. Llevo su mano derecha a uno de los glúteos del americano y lo apretó, causando una especie de chillido sorprendido

 

Le causó cierta gracia, parecía ser realmente sensible y eso le gustaba, era como si a pesar de no haber sido el primero-para su eterno fastidio- McQueen siguiera siendo tan inocente he inexperto como un niño.

 

Tampoco fuera que iban tan lento, pues Francesco de un momento a otro se aceleró, preparándole con cierta rudeza pero más a aceptable a diferencia otros encuentros. Cuando se hundió en el cuerpo del rubio, conectando ambos cuerpos este empezó a lagrimear por el dolor y se aferraba a la amplia espalda del italiano, que con ligeros gruñidos recibía los arañazos de McQueen con cierto gusto

 

El cuarto se llenó de jadeos leves y gemidos algo escandalosos de McQueen, que decía el nombre de quien tenía sobre si de forma poco pudorosa, cosa que se había ido de vacaciones al igual que parte de su raciocinio. Se podía escuchar el choque de piel con piel y sentirse el calor dl encuentro

 

Francesco paso un brazo por debajo de la espalda de McQueen y otro tomándole la nuca, sentándole sobre su miembro y causando un gemido bastante fuerte del rubio en su oreja, esto de alguna forma le excito más y se separó de él un momento para verle

 

Ojos vidriosos, piel brillante por el sudor –que podía ser tanto propio como el del italiano- cabello totalmente despeinado, cara sonrojada, boca abierta n busca de más aire para sus pulmones, simplemente…

 

Sei bellissimo…—susurro y McQueen vibro, no entendía italiano del todo, no lo suficiente pero si algunas cosas que Eleonora le había enseñado y escuchar eso solo logro que su sonrojo se intensificara

 

Cuando se retomó el ritmo de las embestidas y cambiar a un ritmo mucho más errático y ciertamente desesperado, mostrando que llegarían al clímax del momento McQueen se aferró con mucha más fuerza, causando que su miembro pegara contra el abdomen/vientre de Francesco y por el movimiento lo rosara de forma algo accidental

 

Cuando llego el momento Francesco apretó con fuerza los glúteos de McQueen y sin querer clavándole un poco las uñas en el proceso, viniéndose en su interior y empezando a jadear… Le parecía tan alucinante, McQueen estaba de la misma manera, algo abochornado por marchar todo el abdomen y pecho de Francesco pero aun así, viendo estrella de lo fuerte que se sintió

 

Ti amo... e ti sere—dijo besándole el cuello con cariño, sintiendo como la presión en el cuerpo contrario disminuía

 

e io ti pertenecere—Francesco se quedó rígido y miro al McQueen, el cual ya había caído inconsciente o dormido. Nunca se le ocurrió que el diría eso, sentía que podía reventar de felicidad en ese preciso instante. Con cuidado salió del cuerpo pálido del americano y lo acostó, para luego ponerse atrás de él y abrazarle la cintura, arroparse y dormir de es amanera

 

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—Increíble, tres meses y ni rastro de el—dijo McMissile con el ceño fruncido, como le molestaba que las cosas no salieran bien. Habían recorrido cada país buscándolo pero nada, como si la misma tierra se lo hubiera tragado. Empezó a pensar que quizás había omitido un enorme detalle

 

Por otro lado estaba Sally, la cual ya empezaba a perder la cabeza, ¿dónde estaba su casi marido? ¿Es que acaso esa persona le tenía amarrado a un sótano o algo por el estilo? ¿Por qué no mandaba una señal? ¿Tan horrible seria lo que el estaban haciendo?

 

—Rayito…—balbuceo, mirando un punto muerto—Cuando te encontremos y sepamos quien fue…—una sonrisa extraña empezó a formarse en su rostro, eso sí, nadie la vio por qué estaba ocupado en cualquier otra cosa—… Me desharé de él o ella… así podremos estar los dos juntos

 

Mientras ella seguía con estos pensamientos insanos y malos considerando la verdadera situación, McMissile llamo a Shiftwell

 

—Aquí tampoco hemos encontrado nada Flint—dijo ella por la video llamada, viendo al enfurruñado agente

 

—Es imposible que se lo haya tragado la tierra—gruño cruzado de brazos.

 

—¡Quizás este en un bunquer subterráneo! —dijo mate como si fuera la respuesta, aunque no le prestaron demasiada atención, Shiftwell suspiro

 

—No Mate, no está en ningún  bunquer—dijo con algo de gracia—He hablado con todos los contactos que tenemos y nadie ha podido darme ni una pista

 

—Tampoco los contactos de Bernoulli—murmuro—¿Encontraste alguna actividad extraña?

 

—Emmmmmmm—no sabía cómo decirlo sin que se fuera a molestar más de lo que ya estaba, por que técnicamente la responsabilidad era suya—Pues… sí.. —McMissile esperaba que hablara de una vez—… Se… llevaron el auto de McQueen

 

—¡¿QUE?! —chillaron Luigi y Wildo al unísono, ese auto era… era como él bebe de McQueen y sus llantas los bebes de los italianos

 

—No sé cómo paso, había una docena de agentes cuidándolo y alguien se lo llevo, no se sabe a dónde, está igual de desaparecido que el dueño—explicaba ella también frustrada

 

—Perfecto, dentro de poco también nos secuestran el recuerdo—bramo McMissile molesto—¿Algo más que sea anormal, extraño o fuera de lo común?

 

—Pues… no es que sea la gran cosa pero en los registros de aeropuerto y vuelos privados, no existe el de un jet en específico que llego hace 3 días a california —relataba mostrando los archivos—Lo detectamos por satélite de hecho..

 

—¿A quién pertenece el jet? —era extraño, se debía pedir un permiso expreso para aterrizar en otro país así como así, no era tan fácil

 

—El jet pertenece a Francesco Bernoulli—McMissile abrió un poco los ojos ligeramente ofendido

 

—Shiftwell quiero que busques los neumáticos que me encontré en el hotel de California, los analices y me digas si tienen alguna huella, mar, lo que sea que diga en donde se compraron

 

—Enseguida—dijo cortando la video llamada

 

—¿McMissile? —Mate le miraba con una ceja alzada

 

—Tengo la impresión de que…—puso una mano en su barbilla, la sensación era incomoda, era como sintiese estúpido y engañado—… Tuvimos a la persona frente nuestro y no lo notamos

 

—¿Estas diciendo que es Francesco? —pregunto algo pasmado

 

—No realmente, si es un poco extraño pero… debemos vigilarle un poco

 

—Pero en su casa… el lucia relajado y estaba casi ofreciéndonos entrar—dijo Sally arrugando el entre cejo

 

—Solo es una sospecha, tendremos que ir a california… Siddley cambia de rumbo—dijo caminando a la cabina del piloto

 

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.

 

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Abrió lentamente los ojos, lo primero que vio fue una desordenada melena rubia, así como la nuca y un poco de la espalda. No estaba seguro de si despertarlo o no, pero Layla hizo su trabajo lamiéndole l cara al rubio que se removió y se voltio, abrazándole medio dormido

 

Buongiorno McQueen~—dijo al ver que McQueen medio abría los ojos

 

—Tengo sueño, déjame dormir—gruño enterrando su rostro en el pecho del italiano

 

Sei adorabile—dijo divertido. McQueen se sentó y le miro con el ceño fruncido

Lo que resto de semana la pasaron relativamente bien, aunque McQueen había catalogado a Francesco como un Empedernido enamorado, estaba demasiado al pendiente de lo que hacía y aprovechaba cualquier momento para abrazarle, cosa tierna pero muy… vergonzosa cuando se estaba bañando y el entraba sin aviso al baño

 

No habían tenido más… actividad, más que todo por McQueen que decía no querer estar con un dolor de cadera constante por la inagotable energía del italiano en esa “hermosa” actividad. Sin embargo ahora estaban montándose en el jet para volver a Italia

 

—¿Para qué te trajiste todo eso? Son de  mi madre—gruño McQueen, Francesco traía una carpeta con la gran mayoría d las canciones de Elizabeth

 

—Porque me gusta tu voz, cantas precioso así que con esto podre escucharte más seguido, aparte a Mamma le gustaría

 

—Umm… Está bien, te valido la excusa—dijo subiendo, se espantó al tener al piloto tan cerca de repente. El hombre le sonreía de forma un tanto rara—Emmm

 

—Ciao Bombom~—tomo su mano y le dio un beso. Francesco de una patada-literalmente- alejo a Vittorio, dejándole el labio roto

 

—¿in stato avevamo? —pregutno cruzado de brazos. McQueen se sento en uno d elso asientos, prefiriendo ni escucharles, depsue sd etodo si ibn a hablar en italiano iba  quedar fuera de lugar

 

—¡¡Francesco!!Non mettere così fratello, stava sventolando solo—se excusaba el hombre lamiendo la sangre en su labio

 

—Non ho assunto nell'uso più minimo l'arma che si trova sotto il sedile, quindi andate al pilota e spara quello che si paga—Vittorio con un puchero fue a la cabina de piloto. Francesco se sentó al lado de McQueen

 

—Gracias por la conversación inentendible—dijo de forma algo distraída

 

—De nada—dijo con cierto toque de burla—¿Tendremos que venir el año que viene entonces?

 

—¿me planeas tener incomunicado toda la vida? —pregunto frunciendo un poco el ceño

 

—No creo que se me vaya a perdonar el que te haya secuestrado… así que si, probablemente

 

—Ummm—miro la ventana, recostando al cabeza de esta

 

Francesco  se le quedó viendo, como debía interpretar eso, no era rechazo ni nada…

 

Se siente encerrado

 

Las palabras de su madre le llegaron a la mente y era cierto, McQueen se sentía como el secuestrado y el cariño y necesidad que estaba naciendo en él era por un simple Síndrome de Estocolmo… Muy bien no había pensado en eso con anterioridad... Tenía que buscar la manera en que McQueen no se sintiera más encerrado, ahora conociendo lo frágil que era mentalmente hablando debía tener más cuidado

 

 

Quizás debía empezar a buscar un abogado, porque si llegaba a admitir abiertamente que él fue quien se lo llevo, de más está decir que lo llevarían a juicio o preso de una sola vez…

Notas finales:

si ya se, muy tierno y todo, pero queria dar un toque muy romantico y realmente mi McQueen (segun yop) no es de los que niean sus sentimientos :V quizas si le averguence un poco pero lo dira poo a poco

En el proximo cap se vera un poco mas de McMissile y tambien quizas haya un poco de lime :V algo es algo, ademas lo tengo tan planeado que es hermosho!!

la cancion me parecia perfecta para la ocasion, sobre todo con Francesco queriendose disculpar :v la segunda estrofa quedo eprfecta para el

Emmm... que era lo otro... a si, nadie a adivinadoe l nombre de McQueen XDDD y realmente no se si quiero que... olvidenlo :v quiero que sigan tratando de adivinar su nombre XDD no croe que lo logren y si lo logran probablement eno lo admita, LOL

bueno... espero que les haya gustado, ahora subire un nuevo fic Crossover, si alguien queire leerlo es bienvenido (sera de Fullmetal Alchemist y KHR :V Como es Crossover seran parejas... Crack(?))

bye -3-


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