Cielo Celeste por Leyniis Kim

 

Se que desde el Cielo me cuidas, pero aquí en la tierra haces mucha falta...
 
 
 
Querido Soo:
 
 
 
Hoy aun te extraño, aun recuerdo cuando te fuiste de mi lado, no podre olvidar aquellas palabras que me dijiste en tu partida, cuando eramos amigos te pedí que fueras mi Cielo Celeste y te dije que yo seria tu nube para siempre, espero que donde estés me recuerdes, a pasado casi un año desde tu muerte y yo siento que e muerto contigo, las personas me dicen que debería superar tu muerte, pero ellos no saben el dolor que siento, tan solo con mirar al cielo de noche y de día.
 
 
Hoy te voy a acompañar en el Cielo, pero antes deja me recordar todo lo que hicimos juntos, todo lo que vivimos, todo lo que sufrimos, todo lo que reímos, enserio te extraño y ya no aguanto más este dolor por eso te voy ha ser tu nube de nuevo.
 
 
Jamas olvidare aquel 13 de enero, entre nuestros cumpleaños, cuando la brisa decidió separarte de mi lado.
 
 
No comprendo porque tuviste que irte?
 
 
Porque ese día nos enojamos los dos, aun no me perdono por las cosas que te dije pero te perdono a ti por lo que me dijiste.
 
 
Porque tuviste que dejarme porque la brisa tuvo que soplar tan fuerte, porque ese día el Cielo estaba gris?...Dios tu sabias que el iba a morir?... porque te lo llevaste?...el era mío...
 
 
Llorando digo estas palabras, mientras hoy 13 de enero, un año después de tu partida pretendo acompañarte, a la espera de que tu me recibas, donde te encuentres.
 
 
Aun te amo, pero eso no sirve si no estas conmigo, mi pequeño, mi Soo, porque no estas aquí para decirme que no llore, como no revives de la muerte y me acompañas ahora, porque te tuviste que ir?, vuelve a mi lado.
 
 
No todo en la vida tiene una respuesta.
 
 
 
13 de enero de 2014
 
 
 
-JongInnie...
-Soo...
 
Decían ambos chicos, al saludarse para ir a la Universidad, de camino a ella se encontraron con sus demás amigos, se saludaron y continuaron caminado, ese día nadie se esperaba lo que iba a suceder, en las noticias que había escuchado rumores de mucha lluvia, pero nada de nubes grises. Todos se dividieron en sus salones y JongIn y KyungSoo iban juntos en el mismo grupo.
 
-Cielo...
 
-Dime nube...-Sonrió KyungSoo al decir lo último nunca creyó que el apodo que JongIn le había puesto le iba a gustar tanto, todo porque un día que no había clase ambos decidieron salir de paseo, llegaron a un campo, se sentaron uno a lado del otro y JongIn comenzó a hablar sobre el Cielo Celeste y la Nube que era la Única que estaba en aquel lugar.
 
-Hoy el cielo esta muy bonito...-
 
-Si tu dices...yo siempre lo veo igual-Mentía, siempre que JongIn le decía cielo, este sonreía como enamorado y aunque el Cielo estuviera gris, si el moreno le decía así mágicamente el Cielo se tornaba de un Celeste muy hermoso, con una nube muy grande tapándolo, KyungSoo se preguntaba, si las nubes eran de algodón de azúcar, porque la nube que lo cuidaba a el, era muy dulce y acaramelada, JongIn.
 
-Siii... Soo mira, en las noticias dijeron que iba a llover y todo está tan blanquito como tu...-Se sonrojo el nombrado blanco, si sin duda su nube era muy muy dulce.
 
-Mentira...-Se tapo el rostro de la pena, jamas podría controlar el tono rosa que subía por sus mejillas cada vez que el mas alto le decía algo lindo.
 
-Hoy puedes venir a mi casa?...-Se arrepentiría de sus palabras, después.
 
-Claro... si no llueve- Guiño el ojo a lo último, por sus mentes jamas paso que alguno moriría ese día.
 
 
Terminaron las clases, ambos se despidieron y llegaron a sus casas, el clima se veía perfecto para que Soo llegara a casa de JongIn a comer o a jugar un rato algún juego o ver alguna película, ya que era viernes y los chicos tenían permiso para divertirse y pasarla bien, eso decían ambas madres amigas desde pequeñas que se conocieron en la escuela, cuando crecieron siguieron unidas y el día que dieron a luz, decidieron que sus hijos también deberían ser amigos cercanos, así que desde bebes, JongIn y KyunSoo se conocen, con mucho cariño y amistad ambos siempre estaban juntos, cuando discutían ambos se sentían culpables y se disculpaban y perdonaban por el otro, un cariño reciproco.
 
-Soo... cuando vienes?..-Preguntaba el moreno por teléfono a su mayor, mayor por unos días, así que le molestaba cuando la gente decía que KyungSoo era mayor que el, aunque así fuera.
 
-JongIn estoy ocupado... creó que llegare tarde...
 
-Oh...-Decían el moreno un poco, para no decir mucho o muy, triste.
 
-No estés triste, por favor-Dice el mayor para calmar un poco al mas alto.
 
-No estoy triste, seguro tienes mejores cosas que hacer para que pasar tiempo con tu mejor amigo no es así?... No sabes cuando puedo morir o morirás tu, es mejor pasar tiempo juntos, antes que desear que se nos valla la vida rápido, pero tu sabrás, espero que acabes deprisa, aquí te espero- JongIn no sabía que tan acertadas serían sus palabras, dichas, las últimas palabras dichas por teléfono por parte de JongIn, tenían un poco de verdad, no un poco sino bastante.
 
-Estaré pronto en tu casa, lamento la demora.
 
Pasaron los minutos y tal vez las horas y nada del de tez blanca aparecía, que habría pasado con el, JongIn se sentía culpable por haber hablado con el pequeño se aquella manera, no había pasado nada malo, aun, y ya se arrepentía de lo que había dicho tal vez sentía un presentimiento.
 
La brisa comenzó a correr, las nubes se tornaron grises, el cielo ya no estaba celeste, la brisa fue mas fuerte, azotaba las casas hasta el punto que las de barrios bajos se destruían solas, JongIn rogó porque Soo no cumpliera sus palabras de llegar, el pequeño era desafiante, terco y testarudo y eso era lo que el moreno mas temía, que cumpliera lo dicho, que llegara hasta su casa a decirle que había llegado, sin importar que pasara KyungSoo llegaría hasta la casa de JongIn, porque todos los viernes acordaban verse aunque tuvieran mucha tarea o un compromiso, primero era su amistad. Recordó cuando se hicieron esa promesa.
 
 
 
FlashBack
 
 
 
-KyungSoosie... dime que siempre vendrás a mi casa los viernes, para jugar-sacudía su pequeño carrito el menor, con alergia en su sonrisa y un poco de pena por pedirle eso a su amiguito y hyung, que a pesar de solo tener tres años hablaban y jugaban como grandes.
 
-Está bien... JongInnie...-Sonrió el mayor a decir lo último, según el menor en Kyung sonaba mas adorable decirle de esa manera- Pero si tu también me visitas... los domingos..- Como era posible que niños de tres añitos supieran los días de la semana, es porque sus madres siempre compartían esos días juntas y decían lo mismo que sus hijos.
 
-Esta bien... puerquito...rosadito Soo...-
 
-No me digas así..-dijo sonrosado el pequeño.
 
-Pero... pero... uh- hizo puchero cuando la mamá de KyungSoo se lo iba llevando.
 
-Despedite de JongIn, Soo.
 
-Chaito, Jongin osito...
 
-Chao, Soo puerquito...
 
Y así se volvieron a ver todas las semanas, viernes y domingos, siempre haciendo sus tareas los sábados para poder divertirse, en el inicio y fin de semana. Así sucedió y ya se les hacia costumbre visitarse.
 
 
Siempre habrá un recuerdo que nos llene de lágrimas
 
 
 
13 de enero de 2014
 
 
 
La brisa incesante, imparable y cada vez más fuerte, el viento que no dejaba de soplar, correr y tumbar las hojas de los árboles, mas bajos y mas altos, las pequeñas gotas de agua, que provenían de un cielo oscuro, se veía a lo lejos un rayo, y se escuchaba no tan cerca un trueno. Con los minutos, o mejor dicho segundos la brisa y lluvia, no paraban de caer y humedecer la tierra, empezó con simples gotas de agua dulce, y fue aumentando el ritmo del caer.
 
-Soo... lo siento...-Decía un JongIn, no preocupado , no para nada preocupado, lo decía un JongIn a punto de llorar del miedo, temor.
 
-JongIn..-hablaba su madre a lo lejos, en el lumbral de la puerta, parada, formado una penumbra, ya que las luces de adentro de la casa se mantenían apagadas- Que sucede.
 
-Nada-decía cortante y nervioso el muchacho.
 
-No me puedes mentir- Comentaba la madre, con una ceja levantada y cruzando los brazos, sabía perfectamente cuando su hijo mentía, JongIn lo demostraba fácilmente, siguiendo un mismo patrón siempre, morder uñas, sentarse, levantarse, caminar por todas las partes de la casa, tomar agua, volver a morderse las uñas, volver a sentarse, levantarse y darle mas vueltas a la casa, lo mismo que hacía y conocía su madre cuando el estaba nervioso.
 
-En serio, no pasa nada, es que ya sabes, Soo viene hoy y pues está lloviendo- y omitió la parte en que le trato mal al pequeño.
 
-Seguro que es eso..?
 
-Si...-asintió y respondió al mismo tiempo.
 
-Bueno.. el estará bien..-cuanto se equivoca su madre, se fue acercando lentamente hacía su hijo- está tranquilo, JongIn, el estará bien- repetía su madre, segura de sus palabras, sin saber que se vendría después.
 
El moreno se fue a sentar al sofá de la sala a esperar, a ver que pasaba, intentó llamar al de ojos grandes pero su celular no sonaba, se escuchaba la contestadora. El miedo incremento cuando el pequeño televisor de la cocina, que tenía su madre, se escucho decir que era peligroso salir de las casas, porque tal vez sería el inicio de un huracán o algo parecido, sintió una presión muy grande en el pecho, dominada por el miedo.
 
Sintió crecer mas aquel sentimiento de temor al escuchar como un auto frenaba y se chocaba en el frente de su casa, debido a que la carretera estaba mojada, salió afuera con el temor de que hubiera ocurrido algo malo pero nada paso el conductor solo se salió un poco de la calle. Cuando llego a la cera pavimentada su corazón latió rápidamente, cuan caballo galopando en un espacio libre, las praderas, salió corriendo hacia donde provenía KyungSoo, corriendo por la cera y saludando a JongIn a lo lejos.
 
-JongIn!- se escuchaba como gritaba Soo a lo lejos, llamándolo.
 
-Soo... llegaste!..- aun decía a lo lejos.
 
 
¿Qué cosas pueden pasar en un simple parpadeo?
 
 
Un aleteo de una mosca, unos cuantos latidos, una bocina de un auto, un corazón desesperado, unos ojos llamando, un rechinar de las llantas al intentar frenar en el pavimento mojado por tan gran tormenta, unos ojos cubiertos de lagrimas, un dolor en el pecho, unas gotas de lluvia dulce combinadas con lágrimas saladas.
 
 
-KyungSoo!!! CUIDADO!! ...-Gritó JongIn a lo lejos, pero ya, mas o menos, un parpadeo tarde.
 
Un carro lo atropelló, decía el moreno corriendo hacía donde se encontraba el pequeño, con lágrimas en los ojos pronunció- Soo... hyung -por primera vez- Hyung no me dejes... espera a la ambulancia... por favor- hablaba para tranquilizar al pequeño y asimismo.
 
-JongIn..m-me duele- pronunciaba con excazas palabras, en sus labios acorazonados.
 
-Tranquilo, no hables no gastes energía...
 
-JongIn.. ambos sabemos que pasará, no te engañes...-decía con lágrimas, no pretendía irse sin antes decir lo que sentía realmente.
 
-No entiendo Hyung... porque te paso esto?...-pronunciaba el moreno enojado.
 
 
No trates de entender todo, aveces no se trata de entender, sino de aceptar.
 
 
-Pero.. dijiste que ibas a ser mi cielo celeste hyung... y yo tu nube... hyung...-recostó levemente su cabeza en el pecho de su mayor, para escuchar el latir de su débil corazón, para así llevarse la última melodía de él, para cuando le hiciera falta, dormir con ese sonido en su cerebro, sentir que duerme y que lo que acaba de pasar fue solo una pesadilla.
 
-Así será JongIn...
 
 
Cuando mires el Cielo y veas a las nubes te darás cuenta que aquí estoy, contigo.
 
 
Señaló con su dedo indice el pecho del menor, justo donde se encuentra el corazón.
 
Si es de noche mira el cielo e imagina que las estrellas son los lunares que tengo en mi cuello.
 
 
Tocó su cuello con poca energía.
 
 
Aunque este lejos del aura de tu alma, llegare hasta tu vida en tus sueños más profundos, puros y buenos.
 
 
Dijo arrastrando las palabras en aquella oración, tocando levemente la cabeza del menor.
 
 
-Me gustas JongIn...
 
 
Dijo cerrando los ojos por última vez y dejando caer una lágrima pura y cristalina de uno de sus ojo, que dio fin a su vida, recorrió su rostro y termino en el cráneo de quien se encontraba apenas recostado de el, rápidamente el nombrado levanto su rostro y te dejo un casto y significativo beso en la frente y labios se su hyung.
 
-También me gustas hyung...
 
Derramó una lágrima al decir hyung al final de aquella corta oración.
 
 
Vete tranquilamente como si nada hubiera pasado, entonces así puedo pensar, que los recuerdo contigo fueron sólo un sueño
 
 
 
13 de enero de 2015
 
 
 
Por ese motivo me despido de este mundo, para ver si estoy a tu lado.
 
Siempre me pregunte que hacías en ese momento que demoraste en llegar, pero, en el momento de tu partida no era bueno preguntarte aquello.
 
La gente me decía que cada día que pasaba me veía peor, que empeoraba mi estado, ya no como, no respiró, no siento y no vivo como cuando tu estabas conmigo, tus palabras resuenan en mi mente, tu voz la escucho en mi cabeza, su piel la siento tocar con mis manos, tu cabello, tu olor, lo siento en en el aire, siento que estas conmigo, pero, tristemente no es así.
 
 
No hay medicamento que cure el dolor del alma, sólo hay un anestésico llamaado tiempo, que te enseña a no sentir dolor aunque la herida perdure.
 
 
-Hoy acabare con todo esto, hyun estare contigo...-miro hacia la ventana viendo las nubes y el cielo Celeste.
 
 
Quisiera que existiera una escalera al cielo para así poder irte a visitar todos los días.
 
 
-Espero que estés feliz de que voy a estar contigo allá arriba hyung... tus palabras siempre están en mi mente, aveces me lastiman y otras me hacen sentir bien.
 
 
Tengo la sensación que debería estar durmiendo
 
Para siempre...
 
 
-KyungSoo hyung... espérame no demoró- lleve el arma a mi cien y así jale el gatillo.
 
 
Boom
 
 
No importa el lugar que sea...
Si estas conmigo ese lugar será el cielo...
 
 
 
 
 
 
Lentamente el cuerpo de JongIn fue cayendo al piso, la arma abandono su mano y su alma abandono su cuerpo, su mente dejo de funcionar su corazón dejo de latir, pero no cuando disparó el arma, sino cuando su Cielo Celeste se volvió gris y las nubes lentamente desaparecieron de aquel lugar.
 
 
 
 
 
 
Dicen que cuando las personas mueren van al Cielo, pero yo no creo eso.
Estoy seguro que las personas que mueren siguen viajando en el corazón de alguien, se convierten en recuerdos y continúan viviendo.
 
 
 
 
 
Las personas que se aman terminaran reencontrándose, no importa que tan lejos estén, al final se encontraran.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Dedicada a esas personas que ya no se encuentran con nosotros...