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¡Qué cosas! por Amok Scarlet

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Notas del capitulo:

¡¡Hola!!

Perdon por la demora, pero no andaba conforme con lo que escribía

¡Pero ya!

Espero les guste

¡Ah! Y ya recorde como se me ocurrió, andaba por la calle cuando escuche la canción de Qué vida la mía de Reik. Tal vez no tenga relación, pero así se me ocurrió

Esta vida que me ha tocado ha sido difícil y fácil, todo es relativo. Pero estoy en el auge de mi felicidad y no pienso desperdiciarla. Lo que me preocupa en este momento es como tomaran esta noticia sus padres. Sinceramente no estoy preparado, tengo un miedo que competiría con el océano, así de grande. Pero tengo que hacerlo, por mí, por él, por nosotros y nuestra vida juntos.


Mis padres ya lo saben, siempre les cuento de mi vida, claro sin contar esos detalles. Esos son solo míos y de Sasuke. Pero el problema en este momento es otro y se llama Itachi Uchiha, el hermano mayor de Sasuke, tres años mayor que yo. Si me preguntan es aterrador, es buena persona, pero si se trata de su “hermanito” es peor que una madre cuidando a sus crías.


Justamente estoy enfrente de él, me ve con una mirada asesina, llena de desprecio y repugnancia. Se siente horrible, ser visto de esa forma. Pero tengo que superarlo y demostrarle que soy el mejor candidato para su “hermanito”. ¡Qué ya está bastante grandecito! Pero bueno…


— Así que Naruto — me sigue examinando, me siento transparente


— Sí — eres fuerte, eres fuerte, es mi decreto


— Así que quieres casarte con Mi Hermanito — ven lo que les digo


— Así es — nos vemos desafiadoramente.


Hasta que llega Sasuke y nos separa — pueden dejar de hacer eso — yo lo tomo por la cintura y lo acercó a mí, Itachi me fulmina con la mirada, ja sabe que le gane — Dobe — ese insulto se volvió mi palabra favorita, conozco cada tonito que le da a esa palabra, y lo que significa. En este caso no quiere que haga esto enfrente de su hermano, qué mal que tengamos este tipo de pelea su hermano y yo, porque no me dejare ganar. Le besó los cabellos, logrando que se sonroje, muy poquito pero que lo nota su hermano y eso me satisface.


— ¿Entramos? — le pregunto y él asiente. Entramos y dejamos a Itachi clavado en el lugar que estaba desde que me abrió la puerta de la casa. Misión cumplida, uno menos, ahora sus padres. Otra batalla que tengo que vencer y abre ganado la guerra.


— Naruto — entramos a la sala y se quiere alejar de mí, pero no lo permito y lo acercó a un más a mí — mis padres — me señala con la mirada a donde están sentados una mujer tan hermosa como Sasuke, ahora sé de dónde salió tanta belleza, igualito a su madre, cabellos negros y ojos del mismo tono, junto a ella un hombre que se ve más grande que la mujer, de cabellos negros y ojos del mismo color. Ambos me miran, ambos estudiándome de arriba abajo y viceversa. La mujer me sonríe y el hombre frunce el ceño.


— Mucho gusto, Naruto Uzumaki — hago una reverencia mientras aun sostengo a Sasuke cerca de mí.


— El gusto es mío, Mikoto Uchiha — la mujer se acerca y me extiende la mano — por favor siéntate — después de estrecharnos la mano me señala los sillones y nos sentamos


En esos momentos entra Itachi sentándose a un lado de su padre que sigue mirándome con el ceño fruncido.


— Mi esposo Fugaku y me parece que ya conoces a Itachi — hace un gesto con la mano


— Sí, era mi sempai en la universidad — sonrió. Itachi iba en último año cuando yo entre a la carrera. Cómo estábamos en el mismo club nos llevábamos, ahora parece una persona completamente distinta.


— ¿Y a qué debemos tú visita? — esta parte me la he pensado tantas veces. Tantas otras lo he practicado pero ahora, no sé qué decir.


— Madre, padre — Sasuke tomo la palabra — me voy a casar con Naruto


Se supone que yo tenía que decir eso, gracias a mis nervios no he podido hacerlo, pero bueno ya lo hizo y solo me queda ver la cara de su padre


— ¿Qu… qué dijiste? — parece que no se lo ha tomado nada bien


— Nos vamos a casar — entró ya más tranquilo, aun con nervios — en diciembre — en realidad todavía no decidimos, es la emoción del momento. Deberían ver las caras que tienen


— ¿Tan… tan pronto? — ese es Itachi, no creí verlo tartamudear


— ¿Verdad que sí Sasuke? — lo miro, sabe que me estoy divirtiendo


— Así es padre — mira a su papá que se ha puesto serio


— ¿Trabajas? — me pregunta


— Sí


— ¿Dónde? ¿De qué? ¿Cuánto gana? ¿En dónde vivirán? ¿Sus padres lo saben? ¿Y la escuela? Quiero que mi hijo termine su carrera — parece que será largo


— Esas son muchas preguntas — digo para mí


— ¡Contesta! — a eso iba. Tomo aire, tratando de recordar las preguntas en orden. Cosa imposible para mí


— En el periódico de la ciudad. Editor y columnista como unos $10,000 al mes más un bono si entrego una buena historia. He comprado un departamento cerca de la universidad, sí mis padres lo saben, la escuela la pensamos acabar. ¿Algo más que desee saber?


Su padre se me quedo mirando, parecía pensar mis respuestas. Su madre también analizaba la situación. Y me sudan las manos, espero no se note mi nerviosismo


— De acuerdo


— ¿Eh? — pero si no pedí permiso-ttebayo


— Entonces, iremos a casa de tus padres — de nuevo... ¡¿eh?!


— Cla… claro



Ahora que me he saltado hasta este punto que todavía no sé cómo sucedió. Veo a mis padres llevándose “bien” con los padres de Sasuke. “Bien” literal, se están riendo en la sala, hasta Itachi. ¿Cómo lo hicieron?


Después de aquella platica, recuerdo que su madre dijo “¿Pues que esperamos?” y luego nos vi a todos los que estábamos en aquella sala, caminando a mí casa. Sasuke entre su hermano y su padre que parecían guaruras y yo en el extremo derecho junto a su mamá que me decía que le parecía “perfecto” para cuidar a su “bebé”. Cosa que me alago mucho.


Luego llegamos a la casa de mis padres. Toque el timbre, ya que deje mis llaves en el auto. Siempre se me olvidan, mi mamá abrió la puerta y resulta que es muy amiga de la mamá de Sasuke. ¡Qué sorpresa!


Mi padre todavía no llegaba, entramos y como mi madre sabía que tenía planes para casarme con cierto chico. Que ya había invitado antes a casa, pero no tenía la oportunidad de venir. Por la escuela y que anda buscando trabajo.


Y luego yo con los mismos problemas de la escuela y el trabajo. ¡Me explotan! ¡Pero pagan bien!


En fin que entramos y nos acomodamos en la sala. Mientras que mi madre hablaba animadamente con la de Sasuke. Al poco rato llego mi padre que se metió en la plática y al final todos andaban hablando y riendo.


— ¡Qué bueno que hayan venido! — Decía mi madre — No tenía idea que vivías tan cerca


— Pero ahora pasaremos mucho tiempo juntos — le secundaba la morena — entonces quedamos este fin de semana para ver los arreglos


— ¡Lo espero con ansias! — seguía mi madre


— Hasta el sábado, que tengan buena noche — y se encaminaron sin dejarme despedir de Sasuke, solo pude hacerle el gesto con la mano. Cosa que alegro a Itachi que se volteó y me miro con una sonrisa de “jajá maldito” eso se podía leer en esa sonrisa.


Entre a la casa de mis padres, y cenamos. Al final me quede ahí.



No pude ver a Sasuke entre semana y ya llego el fin de semana. Ahf, mis días sin él fueron grises, llenos de una torrencial lluvia, enserio, no dejaba de llover. Hasta hoy está lloviendo ¡y son solo las nueve de la mañana!


Al punto, mi madre y yo fuimos a casa de los Uchiha donde Sasuke y su madre nos esperaban. Fuimos en mi auto —como era de esperar— al centro comercial. Mientras entrabamos y salíamos de miles y miles de tiendas de trajes que nos tuvimos que probar para ver cuál era “el mejor par” para ambos. Hasta que estuvieron satisfechas con eso y debo decir que tienen buen gusto.


Ese traje gris claro que se prueba Sasuke le queda espectacular, marcando ese trasero y su espalda. Cuando fuera la boda se lo arrancaría para ver ese hermoso cuerpo. El mío tampoco parece malo, yo diría que es perfecto, mi moreno tiene cara de… ustedes saben. Podría modelar para él incitándolo a que se deshaga de las prendas que traigo encima.


— ¿Te gusta? — le insinuó mientras me doy una vuelta sobre mí mismo


— Dobe — ese tonito me encanta, me acercó a él


— Toca, se siente suave, ¿verdad? — se muerde el labio. Me lo quiero llevar. Le beso los labios — el tuyo también me gusta, ya quiero quitártelo — le susurró al oído


— Yo también — ¡mala suerte la que tengo estos días!


— ¿Ya están? — nuestras madres interrumpen el momento


— ¿Interrumpimos algo? — saben que sí


— Esos están perfectos, ¡nos los llevamos! — la señorita que nos atendía momentos antes asiente y nos vuelven a dejar solos


— ¿Cómo ves? — le preguntó


— Con los ojos — nos quitamos las prendas mientras las cambiamos por las que traíamos


— Qué gracioso, pero enserio


— No me molesta


— ¿Estás seguro?


— Eso me permitirá estar contigo antes — se acerca y besa mis labios


— Si tú lo dices — ¡como extrañaba este sabor!


— Ejem — las madres son muy oportunas — vamos que tenemos que escoger los vestidos


Fuimos en busca de sus vestidos. Tenían que ser mujeres. ¿Tan difícil era escoger uno? Pasamos como unas… muchas, muchas horas ahí. Viendo como cambiaban de opinión a cada rato. Qué “ese color no te queda” “ese se te ve mejor” “no me gusta el tirante” “el moñito no va” “el listón es muy grueso” “el escote es muy bajo” ¡Yo que sé!


Hasta que se sintieron satisfechas, logramos salir, pero gracias a eso estuvimos paseando por ahí juntos.


De ahí pasamos a ver el salón donde se celebraría la boda.


Debo decir que estas mujeres están apresurando las cosas, pero tampoco es que me moleste


— Buenas tardes señoras, jóvenes — saluda la señorita con la que teníamos cita hace como media hora


— Disculpe la tardanza — me dirijo a ella


— No se preocupen, pasen, adelante — entramos, ella detrás de nosotros



Estábamos en una oficina, mirando los tipos de arreglos con los que disponían y si queríamos algo en especial. Por primera vez en este viaje, nuestras lindas madres, nos dejaron el trabajo


“Los novios tienen que escoger” Fueron sus palabras. Justamente en eso estábamos. Algo perdidos por cómo debían ser las cosas. Pero nos las arreglamos bien. Al cabo de una hora terminamos por escoger todos los detalles. Queríamos algo sencillo, como nosotros o eso creo.


Ya una vez acabado todo eso, regresamos a casa. No sé si fue mi imaginación o yo que sé. Pero sentía que algo tramaban.


— Sasuke, dime que es mi imaginación — le pedí a Sasuke que estaba en el asiento del copiloto en ese momento


— No dobe, no es tu imaginación — maldije por lo bajo. Me daba miedo de lo que pudieran hacer. Las mujeres daban miedo, enserio


Paramos primero por la casa de sus padres, donde me despedí lo más casto de Sasuke. Ya quería tenerlo solo para mí. Después de ello una parada a casa de mi madre que me abrazó y me hizo prometer darme una vuelta el veinte. Pero siempre iba los fines de semana. Al fin que se lo jure que no haría nada el veinte y me daría la vuelta por ahí.



Y llegó el bendito veinte y ¡oh sorpresa! La familia estaba ahí y no solo la mía.


— ¿Por qué están todos aquí? —pregunté entrando a la casa, que no era muy grande, pero tampoco tan pequeña


— Vamos, siéntate — me dijo mi madre empujándome hasta un sillón y sentándome a lado de Sasuke que estaba igual que yo


— ¿Sabes qué pasa? — le pregunte entre susurros


— Sí claro, dobe. Por eso tengo cara de idiota en este momento — eso me dio risa


— De un idiota muy lindo-ttebayo — seguí entre susurros y risas


— Tch — se molestó, pero se le quito cuando lo bese — nos están viendo —me dijo, me había olvidado de las personas que estaban ahí. Solté una risa tonta, rascándome el cuello — dobe


— Teme


— ¿Listos chicos? — escuche a mi mamá gritar, parecía llevar la batuta en este lugar


— Esto es muy problemático — la voz de Shikamaru me hizo voltear a ver. Pero no solo estaban él. También mis otros amigos


— ¿Qué hacen aquí? — pregunte levantándome


— Aun no te han dicho — escuche que hablo muy bajito — ¡agárrenlo! — ordeno y me apresaron arrastrándome escaleras arriba


— ¡Suéltenme! — Grite mientras me arrastraban — ¡Hey Kiba! ¡Gaara! — No me hacían caso


— Tranquilo solo vamos a… — Kiba me aferraba más con sus brazos — auch eso duele, no te muevas tanto — se quejó por el golpe que le di en mi forcejeo y me metieron a mi habitación.


— Ahora póntelo, ¿o quieres que lo hagamos nosotros? — Gaara me enseño el traje que había comprado hace unas semanas atrás


— No puede ser — dije con voz ahogada y sorprendida


— Lo es — contesto Shino que no había hablado, él casi no habla


— Vale, ya lo pillo. Me lo pongo yo — lo tome del gancho que colgaba y le quite la bolsa en la que venía. Lo coloque sobre la cama. Los chicos salían del cuarto y estoy seguro que escuche un clic. ¡Le habían puesto seguro! ¡Cómo si me fuera a escapar!


Me desvestí y me metí a la ducha para refrescarme, ¡¿Qué demonios estaba pasando?!


Según mi gran entendimiento y yo la boda sería a principios del otro mes, ¡pero no! Nuestras hermosas madres apresuraban las cosas. ¿Sus motivos? No tengo la menor idea.


Pero ya estaba poniéndome el traje, sentía felicidad a pesar de la rapidez con que se movían las cosas. Tendría a mi precioso azabache en casa esta noche. Eso seguro. Y nadie podría quitármelo.


Me acomode la pajarita en el cuello, sentía que me asfixiaba, pero se veía bien en el conjunto. Toque la puerta para que me abrieran. Los chicos traían traje, ¿cuándo se habían cambiado? ¡Y qué rápidos!


Bajamos las escaleras y ya no había nadie, mire a la cocina y estaba vacía, asome al jardincito y nada. Había un auto negro, el de Shikamaru, quito la alarma y se subió. Yo lo imite junto con Gaara, Shino y Kiba.


— ¿A dónde vamos? — supongo que lo sabía, pero quería estar seguro


— ¡Qué problemáticos! — a Shikamaru parecía no gustarle las prisas con las que hacíamos las cosas, pero tampoco es que le desagradara la idea de verme casado


— ¿Ahora me pueden decir como paso todo esto? — cambie la pregunta


— Pues… — Kiba tomó la palabra — tu madre llegó un día a la escuela, debe de conocer a la directora porque nos encerraron en un salón


— ¿Enserio? — estaba sorprendido


— Nos encontramos los cuatro en él. Luego nos dijo lo que se iba a hacer y sin dejarnos oponernos nos terminó enredando en esto —continuó Shino, que miraba a la ventana


— ¿Solo eso? — mire a Kiba que estaba a lado mío. Vi que Shikamaru y Gaara cruzaron miradas. Lo mismo Shino y Kiba. ¿Qué otra sorpresa me esperaba?



Llegamos al salón, ese que al que venimos cuando compramos los trajes. Ahí estaban todos, con sus trajes y vestido. Aún no conocía a toda la familia de Sasuke, solo a su primo Sai, se parecía mucho a él. Y tenía mi edad.


Me recibió mi madre con una sonrisa y me arrastro enfrente de las sillas colocadas en el podio


— Te quedas aquí, pronto comenzará — la mire sin entender, ella lo noto — la ceremonia. Ahora espera — me dio un beso en la mejilla y se fue, desapareciendo entre la gente que se empezaba a acomodar en las sillas.


Había estado mirando a los lados, buscando a alguien conocido cuando vi a mi primo Deidara y lo salude con la mano, se acercó hasta donde estaba


— Te me adelantaste — me reclamo con el entrecejo fruncido en broma


— Jajá — me reí, que bien se sentía. Estaba nervioso pero tranquilo, gracioso ¿no? — ¿Y para cuando la tuya?


— Pronto, pronto. Cuándo logre dominar a ese bastardo — me dijo algo molesto


— ¡Cuánto amor! — alce las manos


— Si supieras — eso me dio aún más risa, él también empezó a reír


Una musiquita empezó a sonar y volteé a ver de dónde provenía, alguien tocaba el piano


— Vale, te dejo. Estas muy guapo primito


— Gracias — y se fue. Lo vi sentarse en unas sillas atrás de mí


— ¿Listo? — Gaara a parecía a mí lado


— ¡Claro que no! — me tomo el hombro y me sonrío. ¡Cómo nos comprendíamos!


La musiquita seguía sonando y Gaara me hizo mirar al pasillito que se hacía con las sillas, venía entrando Sasuke de la mano de su mamá. Ese traje sexy que me encantaba y deseaba quitárselo. Todos estaban de pie hasta que llegaron donde estaba yo y su mamá me hizo el ademán de entregármelo


— Me lo cuidas — me guiño el ojo y se sentó junto a su esposo, en las sillas del frente.


La musiquita dejo de sonar, en algún momento, yo solo miraba a Sasuke algo cohibido. Me saco una sonrisa enorme, estaba ligeramente sonrojado, pase mi mano por su hombro y lo alenté a verme, sonrío cuando vio mi sonrisa.


— Ahora podre tenerte solo para mí — susurre para que solo me oyera él


— Estimadas familias — se escuchó una voz y miramos al frente — estamos aquí para unir a estos dos jóvenes en matrimonio — ¿De dónde sacaron al padrecito? Qué yo supiera la iglesia no aprobaba el matrimonio gay — Uzumaki Naruto y Sasuke Uchiha, han pasado por el camino que los ha llevado a estar juntos. Estas dos personas que vemos en estos momentos, con los que hemos…


Saltémonos ese discurso, que diré que duro… ni idea, estaba absorto, escuchando cada palabra y cada mirada que Sasuke me lanzaba. Al fin que Gaara me paso un anillo y a Sasuke, Karin.


Después de la ceremonia, recibimos abrazos y felicitaciones de todos los presentes a los cuales muchos, no conocía. Pues nos fuimos presentando, conocía a su tío Obito, que me cayó muy bien. Demasiado agradable y no tenía ese temperamento Uchiha. Daba gracias que había alguien sociable en su familia.


También conocí a su abuelo que me miraba mal. ¡Qué miedo daba el viejo!


Pasando aquello, que el viejito me golpeaba con su bastón cada que tenía oportunidad y qué Sasuke llego salvándome. Pasamos al lindo jardín en lo que quitaban las sillas y acomodaban las mesas, tomando unas copas y siguiendo con las presentaciones.


No tardaron mucho y me moría de hambre. Nos sirvieron y estaba tan precioso mi azabache con esa sonrisa que poco salía de aquel escondite. Terminando de comer vinieron los brindis y el hermano de mi esposo. Suena tan bien “esposo”. Itachi se levantó y pidió que alzaran las copas


— Quiero brindar — al parecer se le subieron un poco, andaba colorado — por la felicidad de mi lindo hermanito — se tambaleaba un poco — hermanito — se dirigió a Sasuke — si algún día ese bastardo te hace algo, aquí estoy yo, para ti. Le mandaré a dar una lección por aprovecharse de ti y luego… — gracias a dios lo callaron, subió su primo Shisui. Jalándolo para que bajara del podio. Al parecer se avergonzó de su actitud y no solo él, ¡toda la familia!


— Salud por la pareja — mi amigo Kiba se paró y siguió con el brindis — Naruto — me miro con una sonrisa, yo solo pedía que no dijera alguna chorrada — mi amigo de la infancia, estamos felices por tu boda. Te deseamos lo mejor, y esperamos le quites el mal genio al Uchiha y de paso a su familia ¡Salud! — no lo hizo tan mal, muchos se rieron y gritaron al unísono


— ¡Salud! — ¡Hasta Sasuke río! Ese día estaba raro, todos estaban brillantes, alegres, divertidos. La mayoría mejor dicho uno que otro andaba gris. Pero se les paso después de un rato con unas copas encima


— Atención por favor — nuestras madres estaban en el podio con una copa — Hijo — la mamá de Sasuke tomo la palabra — te deseo lo mejor, eres lo mejor que ha pasado en mi vida. Quiero que desde este día seas la persona más feliz junto a la persona que amas. Siempre te amaré mi pequeño. Tu padre no está muy feliz por esta boda, pero verte feliz lo hace sonreír, ¿ya lo viste? — buscamos a su padre con la mirada y era verdad, estaba sonriendo y se giró cuando sintió las miradas sobre él — Te amo mi pequeño — las lágrimas de sus ojos se contenían, de ambos. De Sasuke y su madre. Mi madre tomo el micrófono esta vez


— Naruto, hijo mío. No caben palabras en mi boca para decirte lo feliz que me siento por ti. Fuiste el milagro de mi vida y la de tu padre — mi papá alzo la mano indicando que estaba ahí, apoyando a mi madre en sus palabras. Él también estaba a punto de llorar — eres un torbellino, que movió el piso bajo nuestros pies, tan incontrolable. Me hace demasiado feliz, que hayas encontrado a la persona que amas. Sé que con él serás mejor persona, que cuidaras de él como él te cuidará a ti. Quiero decir tantas cosas, pero no hay tiempo. Te amo.


— Los amamos — mencionaron ambas. Se bajaron y nos fueron a apachurrar con sus abrazos


— Gracias mamá — la abrace y bese


— Te amo mamá — escuche que le decía Sasuke a su madre


— Ahora les toca — me entregó un micrófono y me quede aturdido. Esto no se me daba muy bien. Se pararon a nuestro lado y yo miraba a Sasuke pidiendo ayuda


— Bueno… — sonreí como tonto


— Dame eso dobe — me arrebato el micrófono y todos se rieron. Yo me sonroje — Gracias por venir y por darnos esta sorpresa — y me lo regreso


— No eres hombre de palabras ¿verdad? — dije sin darme cuenta que el micrófono estaba encendido. Y las risas se volvieron a hacer oír. Él me fulmino con la mirada y termine por hablar — Pues… muchas gracias por acompañarnos en este gran día, y por dejarnos regalos — se rieron, a lo mejor digo pura tontería — y mamá, papá, suegros, amigos, y a toda la nueva familia, sigamos disfrutando de esta hermosa noche tan especial para mí y para Sasuke. De nuevo gracias por estar en este momento con nosotros


Los aplausos se oyeron y unos gritos pidiendo que nos besáramos. Sasuke no quería eso estaba seguro. Pero lo tome de la cintura y lo acerque a mí tomando su cuello para que no se alejara, al final se dejó hacer, pasando sus manos a mis mejillas. ¡Cuánto lo amo!


La noche termino bien, casi sin ningún percance. Tal vez unos detalles que creo debo contar. Cuando fui al baño encontré a Itachi y Shisui besándose cerca, me quede estático. Después encontré a Shikamaru y Temari escondiéndose de Gaara en la misma situación. Cuando salí un momento a tomar un poco de aire, vi en el jardín a Kiba y Shino, en la misma posición. Eso no me lo esperaba. Así que entre sin que se dieran cuenta de mi presencia. ¡Qué cosas pasaban! ¿Cómo no me di cuenta?


Sasuke se acercó a mí después de que vio mi cara de asombro


— ¿Qué pasa? — me preguntó pegándose a mí


— Nada — me miro con duda — solo que hay cosas que no te esperas y suceden — miró detrás de mí y sonrió


— Ya veo — me beso — ¿Nos vamos?


— ¿A dónde? — me halo de la mano hasta la puerta donde estaban la mayoría reunidos


— A nuestra luna de miel — le sonreí y nos besamos. Mi vida a lado de mi lindo azabache estaba comenzando

Notas finales:

Espero les haya gustado y si no les gusto el final haganmelo saber o si quieren una continuación también

Pero espero les haya gustado

Espero sus comentarios

Gracias por leer


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