Hace unos meses, tres para ser exacto, nos habíamos peleado, lo extrañaba…extrañaba sus payasadas que hacía para verme sonreír(a lo que yo haciendo uso de mi modo in ICE ponía cara de nada y me aguantaba las ganas de reír) y su bella sonrisa su ser envuelto en un manto de incógnitas secretos y cariño familiar… sus abrazos… pero esas palabras resonaban en mi mente y corazón no podía perdonarlo y seguía preguntándome ¿Por qué? ¿Por qué lo hiciste? A pesar de todo yo aun lo quería, no podía odiarlo ni aunque mi vida dependiese de ello y por eso me habían lastimado tanto sus palabras, porque yo sabiendo todo lo que implicaba amaba a mi primo. Había tratado de olvidarlo pero ese sentimiento era más fuerte que yo y no ayudaba que él fuera tan cariñoso y sobre protector conmigo dándome falsas esperanzas de que Gerome me quisiera tanto como yo a él… esperanzas que se hicieron añicos aquella tarde de abril.
Mis heridas sentimentales seguían sin cicatrizar y yo trataba de evadir mi dolor enfocándome en frivolidades típicas de cualquier adolescente de 17 años como el que yo era en aquel entonces. Recuerdo perfectamente ese día el día más feliz de mi vida y donde todo comenzó, dando un giro de 360° a todo lo que conocía.
Estaba metido en internet tratando de ignorar esas ganas de verlo que tenia y un mal presentimiento que hacía que algo en mi corazón se oprimiera, sintiera una tristeza profunda sin razón aparente, lo ignoré también. Abrí mi cuenta de Gossipbook, tecleé la contraseña y mi e-mail y vi mis notificaciones; pronto una pestaña apareció abriéndose la animación de un sobre que se abría y cerraba y una vocecita que canturreaba “usted tiene un e-mail nuevo” mi corazón latía con más fuerza, aceleradamente ya no podía ignorar el maldito presentimiento que me torturaba, hice clic en el mensaje y lo que vi me dejó helado.(E. De la H.: Se veía más o menos así, si la imagen no se ve de todos Modos pongo el texto abajo.)
Para:Dante099_reggaetonero@yamui.com.uk
Asunto: últimas palabras a Dante-chan
Hola Dante-chan hace tiempo que no cruzamos ni una palabra y me temo que estas serán las ultimas que te dirija demasiado formal ¿no? pero la situación lo demanda; voy a ser directo durante este tiempo pasaron tantas cosas que me llevaron a tomar grandes decisiones y una de ellas es ser claro contigo; seguramente me odias y ¿cómo no hacerlo? en ese momento solo dije lo que sentía y que guardaba en mi interior mi intención no era lastimarte ni quería que me odiaras yo…jamás quise esto de verdad lo siento Dante-chan pero los celos y estos sentimientos que se que jamás corresponderás tanta tristeza que guarde y esas cosas que siempre intenté decirte (pero al final me arrepentía) me jugaron una mala pasada y la verdad es que yo siempre te he amado al principio traté de negarlo, no es fácil de aceptar que estas enamorado de un niño al que le llevas 7 años de diferencia y además es tu pequeño primo… no me siento bien con todo esto pero con el tiempo logré aceptarlo aunque ese sentimiento de malestar no desapareció sintiendo asco de mi mismo por haberme enamorado de ti ,porque lo sé esto está prohibido y es el pecado más grande que he cometido algo totalmente aborrecible e imperdonable… lo sé y eso genera un gran peso sobre mi pero tú no tienes la culpa de nada. Son mi mente asquerosa y retorcida en junto a mi corazón lo siento de verdad por eso he aquí mi mayor decisión y la mejor que he tomado en mi jodida existencia: le pondré fin a todo esto y por fin podré cumplir mi mayor anhelo, protegerte… desde el cielo… siempre te amaré mi niño adorado lo siento de verdad que no pueda ser un primo normal como lo demás y que te haya decepcionado pero me rectificaré. Estefan, si estás leyendo esto te juro que jamás le hice nada indebido hice aunque solo superficialmente mi papel como buen primo jamás haría algo para perjudicarlo de alguna forma ni a ti mi prima y la mejor persona que he conocido en mis escasos años… lamento decepcionarte también.
P.D: si con alguna parte de tu puro corazón decide perdonarme aun con tanto que debes odiarme aún más y despreciarme te ruego que guardes recuerdo de mí como alguien que solo quiso protegerte de todo… incluso de sí mismo. Sé muy feliz mi niño yo estaré velando por ti por siempre. Adiós
Gerome Joshua Eillion.
Terminé de leer sin quitar la vista de la pantalla ahogándome en un mar de sensaciones como sorpresa tristeza enojo y felicidad no atiné más que a hiperventilar y hacer grandes esfuerzos, usando todo mi autocontrol y equilibrio para no caer de lleno con silla y todo por la sorpresa.
Se me heló la sangre, miré la fecha del mensaje 6:51 pm miércoles 16 de Mayo. Esas palabras “le pondré fin a todo esto y por fin podré cumplir mi mayor anhelo, protegerte… desde el cielo… siempre te amaré mi niño adorado…” resonaban en mi mente me hicieron reaccionar: iba a suicidarse. Me levante de la silla y tomé mi móvil bajé a toda por las escaleras a toda prisa mientras con una mano marcaba su número salí de casa y comencé a correr hacia su casa sin saber lo que encontraría. Traté de espantar esos pensamientos funestos de mi mente repitiéndome una y otra vez que llegaría a tiempo y que lo impediría, que todo iba a estar bien.
No contestaba de este lado de la línea solo se escuchaba un tutututututuuuuuuuuu hasta que automáticamente di con el contestador. Mis mejillas empapadas, mi voz quebrada y entrecortada y solo unas palabra “no lo hagas… por favor… no me dejes” quedaron grabadas en un mensaje de voz en su contestador. Ya estaba cerca de su casa, sabía que guardaba una llave entre las tablas sueltas de la entrada asique iba a tomarla y entrar.
Agitado llegué a su casa, las luces estaban apagadas haciendo que las luces se sumieran en una completa oscuridad. Caminé a la puerta ya con la llave en la mano, entré a tientas palpando las paredes en busca de algún interruptor de la luz mientras exclamaba tu nombre una y otra vez sin oír ni un indicio de tu presencia y el silencio y la oscuridad no me daban un buen presentimiento.
Al fin di con el interruptor de la sala todo estaba en orden pero sin rastros de mi primo, seguí por la cocina encontrándome con el mismo resultado. Avancé a tu habitación. La puerta estaba trancada, mi corazón latía con más fuerza. Con todas mis fuerzas empujé la puerta, a patadas y empujones al fin se abrió. La luz que se colaba desde el corredor iluminó esa escena.
Mi primo estaba arrodillado con una cuchilla entre sus manos haciendo presión en sus muñecas que comenzaban a gotear, parecía estar en un estado grave de abstracción con sus ojos verdes opacos clavados en su muñeca con una mueca de tristeza inextinguible tanto que pareció no notar los fuertes ruidos ni mi presencia. Actué acelerado tomando las manos con las que manipulaba aquel filoso elemento con el que planeaba poner fin a su vida y yo no podía permitir que eso sucediera… de un golpe lancé lejos ese cortante metal. Me arrodillé frente a Gerome con el pulso precipitado, rasgué un trozo de mi camiseta y con el vendé la herida de mi primo para luego tomarlo de su varonil barbilla y obligarlo a mirarme, había estado evitando mi mirada como si yo no estuviera allí. Estaba en shock
Nuestras miradas hicieron contacto y sin pensarlo dos veces di unos pasos hacia él y acorté la distancia que nos separaba, un movimiento rápido lo rodeé con mis brazos mientras me unía a su cuerpo en un cálido abrazo, apoyando mi cabeza en su pecho no queriendo soltarlo jamás pero recordé que había que aclarar ciertos asuntos con Gerome. Levante la vista encontrándome con su expresión: una perfecta mezcla de sorpresa y confusión un deleite a mis ojos, lo miré decidido adoptando un aire de seriedad que lo hizo reaccionar.
Me separe de mi primo de mala gana y volví a alargar la distancia si apartar mi mirada de sus ojos verde oliva traté de hablar pero no me salían las palabras, el ambiente era tenso tanto que se podía cortar en dos quería romper el silencio pero temía que mi palabras empeoraran las cosas en vez de mejorarlas. No dije nada mi brazo se movió como por inercia y mi palma impacto directamente sobre su mejilla dejándola roja.
-idiota mil veces idiota ¿como se te ocurre hacer semejante estupidez? Tan egoísta… ¡no pensaste en mí! ¡Es que no te importo! Ibas a dejarme… quien dijo que yo quería esto deja de sacar conclusiones mal hechas… -le reclamaba mirando a los ojos notando que a cada palabra de mi parte se hacía más acentuada la tristeza en sus ojos haciendo que mi corazón se estremezca ¡carajo! la estaba embarrando- porque yo… Gerome te quiero…no como un primo ni como hermano menos como un amigo sino como un hombre…
Lo había dicho, exponiendo mi corazón al hombre que amaba por primera vez me sentí libre en parte porque sabía que era correspondido además de haberme librado del peso que surge de cargar con algo que está prohibido a los ojos de los demás.
-Dante… mi niño… - susurró con voz grave sonriendo como había sonreído el día anterior nuestra pelea, tan hermosamente… para luego envolverme en sus fuertes brazos y eliminar la escasa distancia con un beso lleno de amor… mi primer beso.
Sus labios rozaban los míos con delicadeza mientras yo me aferraba a su espalda suspirando y torpemente tratando de corresponder esos placenteros roces… ¡así besan los dioses!… mis labios apresaban los suyos mientras sentía como todo mi ser vibraba… mis mejillas ardían y el ligero raspar de sus pelitos de barba mal afeitados en mi piel me extasiaba percibía su corazón latiendo lentamente, su cuerpo cálido junto al mío… simplemente magnifico… la gloria y el cielo mismos.
Lentamente fue deteniéndose, descansando por unos momentos su rostro sobre mi hombro. La paz que emergía de su ser era embriagadora a tal punto de hacerme sentir que no existía el tiempo ni el ayer ni el mañana solo él y yo juntos y era lo único que importaba. Pero el aura de aparente indestructible paz se rompió en un segundo, desvaneciéndose frente a nosotros dándole pasó al tintinear de mi condenado móvil y unos golpes fuertes en la puerta de la habitación recordándome en qué situación nos encontrábamos.