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No todo es oscuridad por Jai Doshik

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Notas del capitulo:

Veamos como le ha ido a Deniuk, Dylan sigue pasándolo mal esperando a saberlo.

-Den, vamos, tienes que subir, está empezando la lluvia de meteoros- Dylan estaba en lo alto del mirador viendo una impresionante lluvia de meteoros que estaba dejando un espectáculo digno de reyes.

 

-Ya voy, ya voy- Decía el castaño mientras llegaba arriba y miraba al cielo poniendo una mirada totalmente iluminada, demasiado emocionado.

 

-Deniuk-

 

-¿Sí?-

 

-Tengo algo que decirte- Notó como después de esto Den le miró y sin moverse ni nada empezó a alejarse. -¿Den? No, no te vayas, ¡espera!- Intentó seguirle corriendo pero tropezó y cayó.

 

Abrió los ojos y solo pudo verse a sí mismo acostado y con un abismo frente a sí, sin poder ver a Den por ninguna parte.

 

-No te vayas- Empezó a llorar, haciendo su voz más entrecortada y angustiada, con un pesar en su interior que apenas le dejaba hablar. –No me dejes solo, yo te… amo- Su emociones se desintegraban con un miedo enorme y tan solo podía tratar de llamarlo sin apenas poder levantar la voz.

 

Aquel niño pelinegro abrió sus bonitos ojos verdes que ahora estaban confusos. Todo lo que estaba viendo hacía un momento era solo un sueño, una pequeña pesadilla en la que su amigo se alejaba continuamente de él aunque lo llevara a lugares que le gustaran mucho. Entendió lo que pasaba y se quedó callado, pensando en ello aunque con la mente un tanto confusa aun. Vio a la madre de Deniuk allí, estaba despierta y con el móvil seguramente tratando de distraerse con algo para que el tiempo no se le pasara tan lento ya que aun habiendo pasado unas 18 horas desde que inició la operación, aun no dijeron absolutamente nada. El chico fue a desayunar y cuando volvió fue cuando al fin uno de los médicos estaba hablando con la familia de Deniuk, viendo una reacción de alegría por parte de estos quienes sonrieron y se abrazaron con una alegría indescriptible en su mirada.

 

Eso hizo que todos los pesares en su interior se borraran. Gracias a aquella reacción de los padres entendió que la operación iba bien por lo que dio un salto y hasta un pequeño grito de alegría recibiendo la mirada de los padres de su amigo y del médico.

 

-Está bien, ¿no? He visto vuestra reacción y no me he podido contener- Preguntó al acercarse un poco más.

 

-Sí pequeño, la operación está siendo un éxito de momento. Es cierto que no podemos decir que esté todo bien hasta dentro de unos días o incluso un mes pero de momento todo va bien, no tienen de que preocuparse, pronto acabaremos la operación- El médico sonreía al terminar de hablar al ver lo felices que reaccionaban aquellos seres queridos de su paciente. Volvió dentro de nuevo por una puerta por la que ellos no podían acceder.

 

-Claro que iba a salir de esta, él siempre sale adelante- Le dijo la madre del castaño, dándole algunos ánimos de más.

 

Sonrió ante aquello y se abrazó a ella instintivamente de la alegría, se quitó un peso enorme de encima con todas esas emociones negativas que se llevó la buena noticia, tanto se quitó que necesitaba expresarlo de alguna forma y así fue, sonrojándose un poco cuando se dio cuenta y separándose.

 

-L.. lo siento- Dijo el pequeño.

 

-No tienes que disculparte por algo así- Respondió, sentándose de nuevo junto a los demás aunque el padre de Deniuk fue a por una botella de agua a la máquina expendedora.

 

-Es que tenía mucho miedo-

 

-Sé cuanto os queréis, aunque no haga mucho que te conoce Den me ha hablado mucho de ti, seguro que estará deseando verte de nuevo cuando despierte-

 

Eso le hizo sonreír y ahora solo tenía que esperar un poco más para cuando acabaran con la operación. Aunque podía ir a casa a descansar ya que no podría ver a Den seguramente de momento, quiso quedarse igualmente, simplemente para saber con certeza que de veras había acabado todo bien.

 

Llegó el momento final, vino de nuevo el doctor ahora acompañado del médico que había estado tratando el caso de Deniuk desde siempre. Les explicaron que realmente si había ido todo bien en la operación y que ya lo estaban llevando a la unidad de cuidados intensivos, que despertaría en unas 6 horas cuando se le pasara el efecto de la anestesia. Aun con la alegría de antes todos se alegraron aun más y al médico se le notaba realmente agotado pero a su vez contento también.

 

Dylan aprovechó aquello para irse a casa, ducharse y descansar apenas unas 3 horas, acumulando sueño pero sin importarle ya que lo hizo a propósito para estar allí cuando su amigo despertara. Mientras iba de camino al hospital de nuevo se repetía en su cabeza una y otra vez la manera en que le diría a Deniuk lo que sentía por él. Era algo que le ponía realmente nervioso pero estaba decidido y se lo iba a decir en cuanto tuviera la oportunidad, claro que las palabras sí que eran un poco liosas y trataba de pensar bien la forma de decírselo.

 

-Quizá debería disculparme también por como le contesté a lo que dijo en la montaña. A lo mejor podría comprarle algo, se aburrirá mucho mientras se recupera de la operación o quizá le vaya a buscar la consola que le di mejor- Pasaba por varios escaparates de diferentes tiendas y en una de ellas vio algo que llamó su atención, un proyector de estrellas. –Eso sería perfecto, así podrá ver las estrellas aun estando allí encerrado, seguro que le ayuda a sentirse mejor- Con una sonrisa por haber encontrado algo que estaba seguro que iba a gustarle a su amigo entró a la tienda y lo compró.

 

No lo envolvió puesto que sabía que Den apenas podría abrirlo pero con esto se puso de camino al hospital. Ya allí se reencontró con los padres de su amigo quienes también habían hecho lo mismo y estuvieron de vuelta un poco antes que este. La espera ahora fue bastante más corta pero a la vez menos pesada, ya que ahora solo tenían que esperar a que despertara. No les dejaron pasar hasta ese momento puesto que estaban haciéndole pruebas y querían estar ellos mismos atentos a la evolución de la anestesia y de cuando la expulsara y demás, todo el tratamiento médico que debía recibir.

 

Al final llegó el ansiado momento en el que su médico vino para avisarles de que ya podían pasar, de hecho les guió hasta la sala donde se encontraba. Dylan tenía un poco de nervios que notaba en su estómago sobre todo, simplemente por cómo se encontraría a Den.

 

Ahí estaba en la camilla, Deniuk se encontraba mirando al techo y apenas se había dado cuenta de que allí estaban sus seres queridos estando algo atontado. El pelinegro no pudo contenerse, se adelantó de forma rápida poniéndose al lado del castaño y ahí fue cuando ese pequeño se dio cuenta de que Dylan estaba ahí. Le miraba con los ojos entrecerrados y con el rostro algo pálido para solo mostrar una pequeña sonrisa. Trataba de mantener la mirada pero se notaba el cansancio en su rostro, alcanzando a ver a sus seres queridos y como estos estaban sonrientes al verle.

 

-Hola- Dijo Den a modo casi de susurro, tenía la voz un poco seca.

 

Dylan empezó a sollozar y en nada empezó a llorar con un alivio en todo su cuerpo y un desahogo enorme en todo su ser, notándose en su rostro sobretodo, al fin veía con sus propios ojos a la persona a la que tanto quería y lloraba por ello.

 

-Hola Den, vol… volviste..-Entre sollozos. –Gracias- Dijo cuando apenas paraba de llorar, mirándole con esos ojos verdes aun más brillantes por las lágrimas.

 

Den sonrió cuando le vio de esa forma, se sintió bien al verle y esa forma de reaccionar por él, sintiéndose de nuevo muy querido, sobre todo al ver a su padre y su madre también emocionados tras este.

 

-Bienvenido Deniuk, ¿Lo ves? Te dije que saldría bien- Su madre le acarició la mejilla a la vez que su papá le acariciaba un poco su cabello.

 

-No te imaginas lo alegres que estamos de verte bien hijo- Dijo su padre, moviéndose un poco al lado para no taparle la visión a Dylan.

 

-Gracias a todos, siento haberos preocupado.. agg- Se quejó un poco, estaba algo adolorido por la zona donde habían tenido que abrirle y se sentía algo entumecido de estar tanto tiempo acostado.

 

-¿Te.. duele?- Preguntó Dylan.

 

-Sí, pero sobretodo estoy incómodo de no poder moverme apenas ya que el médico me dijo que no me moviera- Se encontraba totalmente quieto, pero el caso es que ni movía  sus brazos y casi nada.

 

-Cielo, se refería a que no muevas demasiado por donde te operaron, pero puedes mover tus brazos, cabeza y demás, con cuidado-

 

-¿En serio?-  Preguntó inocentemente, de veras se había pensado que no podía mover nada. Se relajó y movió su cabeza para mirar mejor a aquellas personas, moviendo también sus brazos para poder estirar aunque fuera un poco su espalda, a parte de estos, sintiendo un gran alivio en sus hombros.

 

-Desde luego Den eres tan inocente- Dijo Dylan sonriéndole un poco.

 

-E.. eh, tampoco tanto. No te metas conmigo, que estoy malito-

 

-No digo que sea algo malo- El pelinegro dijo esto último junto a una sonrisa y en una mirada dirigida directamente a sus ojos, haciéndole sentir extraño y aunque aun atrayéndole esa bonita mirada risueña.

 

-Bu.. bueno..- Den iba a decir algo más, le alegraba que esa parte de él le gustara a su amigo pero se encontraba algo más tímido al tener a sus padres presentes.

 

-Espero que no te dure mucho el dolor- Dylan se sentó en una silla al otro lado de la camilla, pudiendo estar a la altura de Deniuk aun con todas esas pantallas que le estaban controlando.

 

-Bueno… siento sobretodo una sensación rara en mi interior, mi cuerpo se siente muy extraño-

 

-Debe ser normal… supongo, bueno tu cuerpo se tiene que acostumbrar a tus nuevos órganos, diría yo-

 

-Igual estaremos aquí todo el rato para cuidarte y atenderte- Su madre se había sentado también y desde ese lado le hablaba. –Pero necesitarás mucho reposo, así que tómatelo con calma mi pequeño-

 

-No hace falta que os quedéis aquí todo el rato por mí- Dijo esto aun sabiendo que sin Dylan se aburriría ahí.

 

-Pues te aguantas porque estaré aquí todo el tiempo que pueda- Respondió su amigo mirándole después de apoyar su codo en su pierna y su cabeza en su mano, sonriéndole un poco.

 

-Entonces tendré que aguantarte- Se rio un poco bromeando pero luego se escuchó un “auch” de su parte, le dolió un poco reírse. –Uff, será mejor que ni me ría-

 

-Nosotros iremos a desayunar Deniuk, con un chico tan responsable como él estás en buenas manos- Dijo refiriéndose a Dylan quien no parecía que fuera a aceptar separarse de su amigo, pasaría con él todo el rato que le permitieran.

 

-Cla.. claro que sí señora- Respondió Dylan.

 

-Vale mamá, ahora nos vemos-

 

Observó cómo se levantaba y ambos se iban de la habitación, en realidad su madre quería dejarles a solas, ahora que todo estaba bien no estaba tan preocupada y notó que querían algo de intimidad ya que Dylan no paraba de mirarla a ella de forma algo nervioso y hacia la puerta, como esperando el momento en que se fueran. Además entendía que era algo importante ya que lo escuchó un poco hablando en sueños cuando esperaban a que acabara la operación.

 

-Ah se me olvidaba. Te he traído un regalo- Afirmó Dylan, haciendo que Den cerrara un momento sus ojos y le mirara.

 

-¿U.. un regalo? Pero no hacía falta que trajeras nada-

 

-Da igual, quería comprarte algo para que se te pase mejor el tiempo que tengas que estar aquí- Sacó poco a poco el proyector de estrellas de la bolsa y en un momento lo levantó rápidamente, sacándolo de un punto donde Den no podía verlo y así enseñándoselo.

 

Aquel chico sabía de qué se trataba puesto que siempre había querido tener uno por lo que la emoción se notó en su rostro, dejándole boquiabierto aun sin apenas poderse mover.

 

-¡Es un proyector de estrellas!- Levantó la voz al verlo y luego casi susurrando con voz más suave, volvió a hablar. –Es genial- Miró con algo de pena a su amigo, se moría por aceptarlo pero no sabía si hacerlo simplemente por ser cortés, pero sintió una mirada casi traviesa de su amigo, como emocionado incluso por darle eso, por lo que no dijo nada más que para agradecérselo.

 

-Espera, voy a enchufarlo por aquí para que veamos cómo se ve-

 

Cerró las persianas de la ventana y apagó la luz, dejando la sala a oscuras excepto por las pantallas que controlaban el estado de Deniuk. Enchufó el aparato en uno de los enchufes libres y el proyector se encendió, mostrando un montón de puntitos en el techo y en las paredes mostrando zonas más iluminadas que otras pero con un orden bastante bueno. El castaño se quedó mirándolo atento todo el espectáculo, le gustaba mucho aunque no fueran estrellas de verdad.

 

-Es genial, hasta tiene algunas constelaciones y mira- Señaló a un punto. –Hasta tiene estrellas fugaces- Parpadeó para seguir mirando aquello relajándose bastante y sintiéndose incluso menos adolorido, ni siquiera pensaba en el lugar que se encontraba. –Muchas gracias Dylan de veras, aunque no necesitas consentirme tanto, siempre me he conformado con poco-

 

-Pero me gusta verte así de feliz cuando te hago algún regalo así, además no es tanto el coste para mí… tú te gastaste todo tu dinero aquella vez para invitarme al parque acuático- Le respondía mirando a su rostro más que a las estrellas y viendo estas reflejadas en sus ojos de color miel oscuros con aquella falta de luz.

 

-El regalo es genial y me encanta, siempre quise tener algo así pero lo que me hace realmente feliz es estar cerca de ti Dylan- Dijo haciendo alusión a aquello que dijo primero, sonrojándose un poco mientras miraba al techo.

 

Su amigo pelinegro estaba mirándole fijamente y  el castaño lo acabó notando, mirándole también. En ese momento ambos se miraban a los ojos bajo ese manto de estrellas y por una vez Den se sintió algo intimidado, sonrojándose.

 

-¿Qué ocurre?- Preguntó acostado en la cama.

 

Dylan se levantó y abrió las persianas, desenchufando el proyector y devolviendo la luz a la sala dejando ver a su amigo el sonrojo en sus mejillas e incluso la gota de sudor que cayó de su barbilla. Volvió a ponerse a su lado pero ahora se quedó en pie al lado de aquella camilla, mirando a su cara y luego hacia abajo enormemente vergonzoso y bajando sus manos a darle suaves caricias a las del castaño.

 

-Den... quiero decirte algo sobre lo que he estado pensando mucho- El otro chico solo tragó saliva, creía saber de qué iba aquello pero después de la respuesta en la montaña le tenía algo desconcertado. –Sé que no llevamos mucho tiempo juntos, que las personas normales tardan normalmente mucho más en conocerse bien pero… has llegado a ver tan dentro de mí y yo he llegado a hacerlo tan adentro de ti, hemos compartido tantos momentos especiales y incluso tantas aficiones… nos hemos visto en los momentos de mayor debilidad y hasta eso lo hemos compartido. Siento que con todo eso es como si te conociera desde siempre y de hecho ojalá te hubiera conocido antes- Todo aquello que estaba diciendo no era ni de lejos lo que estuvo ensayando para decirle, pero todas esas palabras estaban saliendo de lo más profundo de su ser y se estaba desahogando con ello. –Y todo eso me hace sentir por ti más que una simple amistad-

 

Deniuk se sonrojó mucho, su corazón estaba ardiendo y sentía que fuera a explotar, realmente eso se notó en las máquinas que le controlaban aun sin ser más notorio que en esas rojas mejillas.

 

-Te a.. amo- Dylan lo soltó, al fin lo dijo y aun así le costaba mucho mantener la mirada en los ojos de la persona a la que amaba, haciendo que la declaración fuera un gesto incluso más tierno a los ojos del castaño.

 

-Yo, yo.. también te amo, mucho- El castaño trataba de mantener su mirada, todo aquello le tomó por sorpresa y se sentía casi sin aliento de lo cálido que estaba su interior. Tomó un momento la mano de Dylan y la puso con cuidado en su corazón, por encima del camisón que le pusieron, ahí pudo notar lo rápido que iba e incluso algo de esa calidez. –Mi corazón va a estallar- Dijo en una voz tan baja que casi no se escuchó. –Pero eso mismo intenté decirte en la montaña, siempre que estoy cerca de ti mi corazón se siente cálido y emocionado-Den dejó libre la mano de su amigo y solo se quedó mirándole.

 

-Lo siento por lo de esa vez, tuve miedo y no sabía que responder pero de veras te quiero un montón, te quiero más que a nadie- Dylan respondió acercándose un poco más a este al agacharse y dejar sus manos reposadas sobre la camilla.

 

-No tiene importancia- Refiriéndose a lo de la montaña. –Me estabas ayudando y quizá fui algo precipitado- Le sonrió sonrojado. –Pero tu también eres la persona más importante para mí, te quiero demasiado. N.. no solo por como eres, tan cariñoso y genial, a veces no puedo dejar de mirar tu carita con esos pequeños lunares junto con todo tu rostro que tanto me atrae y tu cuerpo es tan suave y bonito-

 

-¿Yo? Eres tú quien parece un pequeño ángel castaño con un cuerpo tierno y perfecto, ni siquiera sé cómo me pude contener para no tocarte cuando te bajé sin querer el bañador en aquel parque acuático- Aquellas palabras sí que dejaron completamente extraño y cálido a Deniuk sobretodo porque cuando se lo dijo se había acercado bastante a su rostro y le miraba desde esa distancia, ambos se miraban con los ojos entrecerrados extasiados por el amor que se acababan de declarar.

 

La visión de los verdes ojos para Den frente a la visión de los ojos color miel para Dylan, ambos se miraban el uno al otro ahí y sentían las constantes respiraciones del otro muy cálida y totalmente suave, pasando a dar caricias en las mejillas de Deniuk para acabar en el acto al que ambos fueron sin darse cuenta. Los labios se empezaron a rozar tiernamente y se unieron en un beso, cerraron sus ojos un momento mientras Den movió su cabeza para recibirlo mejor.

Sintieron los suaves labios del otro pero algo aun más cálido e intimo en contacto con el otro, sus lenguas se encontraron entre si durante unos momentos, moviéndose tiernamente la una contra la otra para acabar separándose. Un hilito de saliva les unía mientras se miraban a los ojos.

 

Se separaron un poco más, esta vez más conscientes de lo que acababan de hacer y ambos de una forma sonrojada empezaron a sonreír.

 

-N.. no tenía idea de que eso se sintiera tan bien- Deniuk estaba tranquilo en su cama con un calor en ciertas zonas de su cuerpo culpa de ese beso, al igual que el pelinegro. Hasta calmó un poco el adolorido cuerpo de aquel chico.

 

-Ni yo, es la primera vez que hago algo así- Se sonrieron mutuamente. –Ahora entonces somos.. novios, ¿no?-

 

-Claro- Respondió mordisqueando su labio inferior. -¿Me das uno más?-

 

Dylan solo respondió con una sonrisa algo traviesa. –Pero solo uno más, tienes que descansar más bien después de eso-

 

Se iba a agachar para dárselo cuando alguien abrió la puerta, haciendo que Dylan se diera un susto más enorme que el que se había dado alguna vez en algún videojuego de terror, obligándole a ponerse recto de nuevo rápidamente. Se trataba de sus padres y ambos chicos trataron de disimular inútilmente su sonrojo.

 

-Ma… mamá, mira lo que me ha regalado Dylan- Para disimularlo aun más el castaño se puso a hablar inmediatamente y señaló a donde creía que estaba el proyector ya que no lo veía desde su ángulo.

 

De momento aquellas personas no vieron las intenciones de un beso o algo parecido pero su madre sí que se dio cuenta del sonrojo en el rostro de ambos aun cuando Dylan volvió de nuevo al otro lado de la camilla, pensando bastante en cosas que se le ocurrían con ello y emocionándose un poco por el hecho de que fuera su hijo en esa situación.

 

Durante el día sus padres estuvieron ahí todo el rato y los únicos momentos en que Dylan se separó de quien ahora era su novio fue para ir a comer o cuando los médicos les hacían salir para hacerle alguna prueba o cuidado. Pero la noche llegaba y solo 1 o 2 personas podían quedarse con el castaño aunque para suerte del pelinegro solo se quedaría la madre de Deniuk y se irían turnando para quedarse cada noche uno de sus progenitores.

 

Se tumbaron en los sillones que se echaban para atrás y con ello se levantaba delante un reposapiés, de una forma bastante cómoda, así apagaron la luz para dormirse pero el que menos sueño tenía era Den ya que además estaba incómodo y adolorido por la operación, aun con calmantes que le daban. La madre fue la que cayó primero ya que apenas había dormido y por ello Dylan se levantó de manera sigilosa caminando sobre sus calcetines y llegando a donde su amigo quien le miró sin hacer ruido.

 

Dylan se agachó poco a poco y se acercó al rostro de su chico para poner esos labios tan suaves como la seda sobre los de este, uniéndose de nuevo a él en un besito tierno y cariñoso, separándose luego y mirándole de cerca.

 

-Te amo- Le susurró el pelinegro.

 

-Yo también te amo- Estaba sonrojado ya que los besos le intimidaban de esa forma y además lo estaba haciendo casi a escondidas de una manera algo traviesa y a su vez romántica en aquella oscuridad, le encantó.

 

-Buenas noches- Ambos se mostraron una pequeña sonrisa pero apenas se veía con la oscuridad, apenas por la pálida luz de la calle entrando por la ventana.

 

Pronto se durmieron ellos dos también, sobretodo Deniuk debía descansar y de hecho de esa forma no sentiría tanta molestia. El corazón y la mente de ambos estaban en el otro chico, en esos momentos no podían pensar en otra cosa ya que su interior y ante todo su corazón estaban emocionados. Dylan había tenido una vida un tanto difícil pero había aprendido a apreciar la vida sobretodo por la promesa que le hizo a su amigo, quien ahora era su novio, de no volver a intentar lo que iba a hacer cuando se conocieron. Sintió que fuera lo que fuera entre los problemas que vinieran ahora podía contra cualquier cosa por seguir adelante y luchar por ser feliz y con esos pensamientos cayó en un profundo sueño abatido por el cansancio de todo el día anterior y las poquísimas horas que durmió.

 

Deniuk miró hacia su amigo justo antes de dormirse, sentía que ahora todo estaba completo sabiendo que Dylan también le amaba, con una sonrisa que ni siquiera se fue cuando al fin el sueño se apoderó de él. 


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