Día X.
Tú nombre es Eridan Ampora. Tienes 18 años y actualmente estudias en una Universidad en Minesota. Puedes presumir que tienes uno de los mejores promedios en toda la escuela, y eso es algo que te aumenta el orgullo al 100%.
Tú vida es como la de cualquier persona, vives en una casa grande con tus padres, que trabajan mucho y casi no están contigo (Pero de todas maneras los quieres aunque no lo demuestres mucho). Compartes buenas calificaciones con tu amigo, Sollux Captor. Hablas todos los días con él y la pasan muy bien. Les gusta jugar videojuegos y ver películas. Es un buen amigo por muchas cosas:
Te entiende y escucha problemas que tienes, se ayudan mutuamente en tareas y otras cosas, es muy divertido y te ayuda a no elevar tu orgullo y soberbia. Es como si siempre lo mantuviese en 2%. Creo que es el mejor amigo que pudieras tener.
Pero olvidemos los pensamientos para otra ocasión.
Actualmente estás en la clase de álgebra, escuchando la aburrida clase. Sí, aunque tengas buenas calificaciones, eso no significa que dejen de ser aburridas.
En uno de esos momentos de eterna aburrición, volteas a ver a Sollux con una mirada de aburrimiento. Sin darte cuenta se acerca a ti y te susurra algo.
—El profesor tiene el cierre del pantalón abajo—. Volteas a ver y, efectivamente, tiene el cierre abajo.
No puedes evitar soltar una carcajada y Sollux también ríe contigo, ambos cubren sus bocas con las manos para evitar problemas.
— ¡Sollux, Eridan! ¿Hay algún chiste que tenga que compartir con la clase?—.
—N-no, profesor. Lo siento—. Ambos repiten y callan. Sí, tener buenos amigos también implica estor problemas. Pero da igual, es genial.
La última clase termina. Ambos salen a descanso y tomar una merienda. Como es de costumbre, se sientan en una de las mesas pequeñas en las que solo caben los 2. Hablan y después regresan a clases. La vida en la escuela es más interesante cuando tienes a un mejor amigo para compartir las clases.
En una conversación que tenías con Sollux, tose y se cubre con su brazo. Ambos no le toman importancia y Eridan se disculpa por la interrupción. Después regresan a clases y continúan con la vida que llevaban comúnmente.
Las clases han finalizado, ya es de tarde y el crepúsculo ha comenzado, ambos salen.
—Oye, Ed. Hoy mis padres salieron. ¿Quieres ir a casa y jugar videojuegos? Puedes quedarte a dormir si quieres—. Sollux pregunta con ese ligero siseo a causa de sus brackets y sus dientes. Inevitablemente, una sonrisa de ternura se marca cada vez que hablas. Y es algo que le molesta en un sentido no malo, porque “No es tierno y hasta llega a ser molesto hablar así. Solo espero que algún día pueda quitarme esto y dejar de hablar así”. Pero da igual, sigue pareciéndote un poco tierno. Aunque Sollux sea por 4 meses más grande que tú y por 30 cm más grande que tú.
Llegan a una casa mediana, algo grande. Pero más pequeña que la tuya.
Entran y suben a su habitación, dejan sus mochilas a un lado y prenden la consola. No hay nada más divertido que jugar Smash en el WiiU de Sollux. Después rolan turnos para jugar Shadow Of the Colossus. Y así se pasan el día. Al final, ven una de las preciadas películas de Harry Potter que tanto te gustan.
Y como ya son las 11:30 de la noche, es tarde para que regreses a casa, entonces te quedarás a dormir ahí. No sin antes enviarle un mensaje a tus padres diciendo que te quedarás a dormir en casa de Sollux.
El día ha sido largo y divertido jugando con videojuegos. A Sollux le causa gracia ver tus gestos de enojo y desesperación cuando estás perdiendo. Y, obviamente te enfadas algo. Tu orgullo te impide aceptar las derrotas. Pero, pierdes y punto.
Y al final ambos usan un pijama y van a una cama. Dejaste una de tus pijamas en caso de volver a quedarte en casa de Sollux. Siempre eres precavido.
Duermes en la cama de Mituna, el hermano de Sollux. Solo que él está estudiando en Inglaterra por parte de su escuela y no regresará hasta el siguiente año.
Ambos descansan en sus camas y caen en los brazos de Morfeo. Mañana será un día largo.