Sunggyu maldijo internamente, mientras parpadeaba varias veces, releyendo una y otra vez la pregunta que se le planteaba en el examen: “¿Cuál de las siguientes figuras no corresponde a una base ortonormal dextrógira?”
Hizo una mueca al ver los cuatro dibujos que se le ofrecían como respuesta posible. ¿¡Por qué había decidido no estudiar para el maldito examen!?
Dejó escapar un grito exasperado, mientras echaba a suertes la letra.
Sunggyu se incorporó de su asiento y dejó su examen sobre la mesa del profesor, quien le ofreció una gran sonrisa.
“¿Debo esperarme otro 10, Mr. Kim?”
Si resulta ser la letra D, entonces sí.
“Por supuesto, profesor, ¿esperaría algo menos de mí?”
El profesor rió, complacido con la confianza en sí mismo que su mejor alumno mostraba.
“Los resultados estarán disponibles a partir del viernes.” dijo, devolviendo su mirada a la tonelada de papeles que tenía esparcidos por su escritorio.
Sunggyu asintió y se dio media vuelta, saliendo de la clase.
Para ser octubre, hacía bastante calor, y tuvo que recolocarse el cuello de la camiseta, intentando darse un poco de aire.
El campus de la universidad era extraordinariamente grande, algo con lo que Sunggyu no estaba de acuerdo. Por supuesto, aquello era una universidad de prestigio, la mejor del país, pero por ello mismo, apenas había cuatro gatos, y resultaba muy tedioso tener que emplear media hora en ir de un lugar a otro.
Sunggyu estaba cansado, y lo único que quería hacer era tumbarse en su cama, lamentándose por no haberle dedicado si quiera una ojeada al libro el día anterior.
La puerta del cuarto se abrió, y Sunggyu se incorporó del sofá donde se había quedado tumbado como quien se cae de un paracaídas.
“Hola, guapetón.” dijo, saludando al chico que entraba por la puerta, quien solo puso los ojos en blanco, ignorándolo.
“¿Qué tal el examen?”
Sunggyu dejó escapar un quejido, echándose de nuevo hacia atrás en el sofá y tapándose la cara con un cojín.
“¡Te dije que te lo miraras!” gritó el chico, cogiendo otro cojín para golpearlo en el cuerpo.
Sunggyu se retorció, defendiéndose, pero no pudo evitar reír.
“¡Yah, Sungjong! ¡No me golpees! Esta mente prodigiosa debe mantenerse intacta durante mucho tiempo. Al menos hasta que termine la carrera y haga mi doctorado el año que viene.”
“Eso solo son tres años, tomaré mi venganza entonces” dijo Sungjong, esbozando una sonrisa mientras se sentaba a su lado en el sofá, colocando las piernas de Sunggyu sobre su regazo.
“¿Sabes que va a haber un nuevo alumno en tu clase?”
“¿Ahora? ¿A finales de octubre?” preguntó Sunggyu, extrañado.
“Al parecer. Nos lo ha dicho nuestro profesor esta mañana.” respondió Sungjong. “Se supone que el chico llega esta noche, y mañana se incorporará a las clases.”
“Debe de tener bastante dinero si le permiten que se traslade en pleno curso y a una universidad como esta.”
Sungjong se encogió de hombros, lo cual hizo que toda su melena de pelo se le viniera hacia la cara.
“¿Qué tal te fue a ti?” preguntó Sunggyu, incorporándose del sofá para quitarle el pelo de la cara, el cual le estaba poniendo nervioso.
“Bien, he bordado mi presentación sobre las ondas. Además, usé tu consejo, y el profesor se ha quedado sin más palabras de elogio después de un minuto.”
Sunggyu esbozó una amplia sonrisa.
Sungjong era su mejor amigo en aquella universidad, y además, era un año menor que él, por lo que siempre le ofrecía su ayuda en cualquier asignatura o trabajo.
“Si sigues así, serás tan inteligente como yo.”
“Eres insoportable.” Sungjong volvió a poner los ojos en blanco, y apartó de un golpe las piernas de Sunggyu, quien dejó escapar un quejido. “Voy a hacer la cena, pero que sepas que si quieres alimentar ese cuerpo, vas a tener que mover el culo.”
Refunfuñando, Sunggyu se incorporó, y caminó hacia la cocina, siguiendo a un Sungjong que parecía disfrutar terriblemente de la situación.
****
“¡Joder, Sunggyu! ¡Levántate de una puta vez!”
Los gritos de Sungjong lo arrancaron de su maravilloso sueño. Sunggyu se incorporó, alarmado, y miró a Sungjong con los ojos entrecerrados, pasándose una mano por el pelo.
“¿Qué coño te pasa?”
“¿A mí? ¡Pero serás-!” Sungjong dejó escapar un grito de frustración, golpeándolo con todas sus fuerzas con la almohada en la cara. “¿¡Sabes qué hora es!? ¡Llegas dos horas tarde a clase! ¡Dos!”
“Mierda.” murmuró Sunggyu, incorporándose de la cama. “Pero tampoco hace falta que montes este espectáculo.”
“¡Será posible! ¿¡Todavía no te has dado cuenta de que te estás graduando en una carrera de física!? ¡Ten un poco de responsabilidad y muévete!”
Sungjong salió del dormitorio prácticamente escupiendo fuego, y Sunggyu no pudo evitar reírse.
Se vistió lo más rápido que pudo, pasándose una mano por el pelo para peinarlo, y salió corriendo del piso, casi olvidándose de coger su mochila en el último segundo.
Una vez más, odiaba con todo su ser aquel campus y su extensión.
Llegó a su clase de astrofísica apenas sin aire, y se dejó caer en su asiento, respirando con dificultad.
“Hola.”
Sunggyu levantó la cabeza de la mesa, solo para encontrarse con un chico cuyo color de pelo era morado oscuro, sus facciones duras, con una nariz afilada y un labio inferior sorprendentemente grueso.
“¿Hola?” respondió Sunggyu, puesto que estaba seguro de que no había visto a ese chico en su vida antes.
“Mi nombre es Nam Woohyun, fui trasladado aquí ayer por la tarde, y me presenté esta mañana, pero tú no estabas y...”
“Ohh, ¡tú eres el chico nuevo!” exclamó Sunggyu, de repente recordando la conversación que tuvo el día anterior con Sungjong. “Mi nombre es Kim Sunggyu, encantado.”
El chico esbozó una amplia sonrisa, que hizo que sus ojos desaparecieran en dos medias lunas, y Sunggyu no pudo evitar sonreír con él.
El profesor entró entonces por la puerta, poniendo fin a cualquier tipo de conversación.
Al cabo de un rato, Sunggyu sintió que alguien le golpeaba por detrás en la espalda con un diccionario.
Frunciendo el ceño, se giró para ver que era Woohyun quien estaba ahí sentado, y este esbozó otra de sus sonrisas, las cuales estaban empezando a subir en la lista de cosas que Sunggyu querría ver durante toda su vida.
“Te estabas quedando dormido.” dijo el chico, respondiendo a la mirada acusatoria que Sunggyu le estaba ofreciendo.
“Es que esta clase aburre hasta a un político.” se defendió Sunggyu, causando que Woohyun dejara escapar una risa, atrayendo la atención del profesor.
“¿Acaso son estudiantes de secundaria?” dijo, colocándose una mano en la cadera, intentando parecer imponente, pero solo causó el efecto contrario, y Sunggyu tuvo que emplear toda su fuerza para no reírse.
“No, señor.” respondió Woohyun, quien también estaba haciendo lo imposible para aguantar la risa.
“Lo siguiente será que os paséis notitas como una pareja adolescente.” refunfuñó el profesor, retomando su libro y volviendo a sus explicaciones en la pizarra.
Unos minutos más tarde, un pequeño trozo de papel aterrizó sobre su pupitre, y tuvo que frenarse a sí mismo de poner los ojos en blanco, pero no pudo evitar sonreír.
“¿Quieres ir a comer conmigo?”
Sunggyu aprovechó el momento en el que el profesor estaba de espaldas para devolverle la nota a Woohyun.
“No.”
Sunggyu pudo escuchar cómo Woohyun se reía, pero estaba bastante seguro de que el chico sabía que no lo había dicho en serio.
****
“¿Y qué quieres hacer después de terminar la carrera?” preguntó Woohyun tras darle un bocado a los espaguetis, lo cual causó que escupiera salsa de tomate por toda la mesa.
“Pero mira que eres cerdo.” respondió Sunggyu, haciendo una mueca y limpiando con una servilleta el tomate que le había caído en la mano. “Pues quiero hacer el doctorado y después...no lo sé, investigación, supongo. ¿Y tú?”
Woohyun se encogió de hombros.
“Quizás también haga un doctorado, la verdad es que no lo tengo muy claro.”
Sunggyu asintió, llevándose un trozo de su comida a la boca.
“¿Y cómo es que has sido trasladado a esta universidad con el curso ya empezado?” inquirió, y esta vez Woohyun esperó a terminar de tragar antes de hablar, lo cual Sunggyu agradeció profundamente.
“A mi padre lo trasladaron a Japón cuando yo tenía 15 años, y he vivido allí desde entonces. He estado estudiando en la Universidad Imperial de Tokio hasta que, este año, volvieron a trasladar a mi padre, esta vez de vuelta a Seúl. Lo normal es que hubiera tenido que esperar un año para reincorporarme, pero la Universidad de Tokio tiene un convenio con la de Seúl, y como mis calificaciones son excelentes, dejaron que me incorporara.”
“Vaya.” dijo Sunggyu, ligeramente sorprendido. “Al parecer voy a tener competencia.”
Woohyun esbozó una de esas sonrisas que a Sunggyu tanto le gustaban.
“Lo dudo, esta mañana cuando me he presentado, tus compañeros han dicho que había un chico que faltaba, pero ninguno se ha quedado corto a la hora de elogiarte.”
“Soy una persona maravillosa, no puedo evitarlo.” dijo, causando que Woohyun pusiera los ojos en blanco.
“Eres insoportable.”
“Pero te caigo bien.”
“Bastante.”
Sunggyu se sintió complacido.
“La verdad es que no suelo ser una persona bastante amistosa, pero, de alguna manera, has conseguido caerme bien.”
“Gracias, suelen decirme que tengo mucho encanto.” respondió Woohyun, haciendo un movimiento de pelo inexistente con la mano.
“Siento ser yo quien te lo diga, pero esa persona te ha mentido.”
Woohyun abrió la boca, ofendido, y Sunggyu se rió.
“Te iba a proponer si querías hacer el trabajo sobre robótica conmigo, pero creo que voy a considerar mi propuesta.” dijo Woohyun, enarcando una ceja.
“No te preocupes, tu propuesta ha sido aceptada.”
“¿Nos vemos mañana en la puerta de la clase de astrofísica? Y desde ahí ya podemos ir a donde tú creas conveniente.”
Sunggyu asintió, de alguna manera se encontraba extrañamente contento de que el chico le hubiera hecho aquella petición.
****
“¿Has visto al chico nuevo?” preguntó Sungjong, sentándose a su lado en la mesa de la cocina durante la hora de la cena.
Sunggyu asintió.
“He comido con él este mediodía.”
“Es asquerosamente guapo.” dijo Sungjong, arqueando las cejas, y Sunggyu hizo una mueca.
“¿En serio? La verdad es que no me he fijado mucho.”
“Seguro que no lo has hecho.” respondió Sungjong, lleno de sarcasmo.
“¿¡Qué quieres decir con eso!?” preguntó Sunggyu, indignado.
“Lo sabes perfectamente, hyung.”
Sunggyu se giró hacia su plato de comida, refunfuñando, pero no pudo negar que Woohyun sí que había resultado ser un poquito demasiado guapo.
***
“¡Te dije que tuvieras cuidado al mezclar el óxido y el sodio! ¿¡No has aprendido nunca que el peróxido de sodio es peligroso!?” exclamó Woohyun, apartando de un manotazo la mano de Sunggyu antes de que pudiera añadir el sodio.
“Pues la verdad es que no presto mucha atención en las clases de química, me aburren.” respondió Sunggyu, encogiéndose de hombros. “Pero pensaba echar una cantidad mínima, no hace falta alterarse tanto.”
“Vas a conseguir matarnos a ambos.” resopló Woohyun, pasándose una mano por el pelo. “¿Por qué te propuse ser mi compañero de trabajo?”
“Porque soy increíblemente atractivo y querías mi compañía durante las largas y solitarias horas de trabajo en el laboratorio.”
“O porque quería sacar un diez.”
“Eso también, pero sabes que podrías haberlo sacado tú solo.” replicó Sunggyu, apartándole un mechón de la frente y colocándoselo detrás de la oreja. “Simplemente querías saber qué era lo que podíamos conseguir si trabajábamos juntos.”
“Cierto, y la verdad es que estoy muy satisfecho con el resultado. Dudo que el profesor haya visto antes un trabajo de robótica más perfecto que este.” respondió Woohyun, retorciéndose ante el tacto de los dedos de Sunggyu contra su piel.
“Seguro que Stephen Hawking hizo uno mejor.”
“No puedes compararnos con Hawking. Es como comparar a un niño de primaria con uno de bachillerato: cada uno es bueno en lo suyo, pero la diferencia de potencial es significativa.”
Sunggyu sonrió y se sentó en uno de los taburetes del laboratorio mientras observaba como Woohyun ensamblaba un par de piezas a su robot.
“Han pasado cuatro semanas desde que comenzamos el trabajo, deberíamos tenerlo acabado para la semana que viene y así poder entregarlo.”
“Estoy seguro de que para entonces ya estará terminado. ¿Sólo nos queda pintarlo, no?”
“Eso y comprobar que todos los circuitos estén bien enlazados. ¿Al final empleamos un circuito en paralelo?”
“Creo que usamos uno mixto, para así aprovechar las ventajas de cada uno.”
Woohyun asintió y apuntó un par de cosas en un cuaderno que tenía sobre la mesa a la vez que Sunggyu se levantaba y se colocaba a su lado.
“Solo espero que funcione y no explote.” dijo Sunggyu mientras observaba cómo Woohyun presionaba el botón para encenderlo.
“Siempre y cuando no le hayas añadido peróxido de sodio.” dijo este, con ironía, y Sunggyu le dio un codazo, ganándose una sonrisa traviesa por parte del chico.
****
“¡Estoy muy indignado!” exclamó Sungjong, golpeando a Sunggyu varias veces con uno de los cojines para conseguir que se incorporara del sofá.
“¿Se puede saber que te pasa?” refunfuñó Sunggyu, sujetándolo de la muñeca para que parara de golpearlo.
“¡No me puedo creer que haya sido tu mejor amigo por estos 3 años y que ahora esté siendo completamente reemplazado por alguien que conociste hace cinco meses!”
Sunggyu entrecerró los ojos.
“¿Te has dado un golpe en la cabeza antes de venir?”
“No, y ni se te ocurra intentar negarlo.” espetó Sungjong, sentándose en uno de los sillones, con los brazos entrecruzados. “Desde que llegó prácticamente solo te juntas con él, solo sales con él, solohablas de él.”
“Eso no es cierto, paso tiempo contigo también.” intentó defenderse Sunggyu, aunque sabía que el chico tenía toda la razón del mundo.
“¿Ah, sí? ¿Cuándo fue la última vez que saliste conmigo? ¿En diciembre? ¡Y estamos a marzo! ¡Siempre que te pregunto me dices que tienes que estudiar o que ya tienes planes con Woohyun!”
“Lo siento.” respondió Sunggyu, no sabiendo qué otra cosa decir. “De verdad que lo siento, pero no me daba cuenta de que lo estaba haciendo, y que te estaba haciendo sentir mal.”
Sungjong suspiró, luciendo terriblemente cansado.
“¿Tan increíble es ese chico para que prefieras estar con él todo el tiempo, antes que siquiera pasar una tarde conmigo?” preguntó, antes de levantarse y encerrarse en su cuarto.
Sunggyu se dejó caer hacia atrás en el sofá, enterrando su cabeza entre los cojines.
Sungjong no había formulado bien la pregunta, pensó. Debería haberle preguntado otra cosa. Debería haberle preguntado si estaba enamorado de Woohyun. Porque entonces la respuesta hubiera sido sí.
Su móvil comenzó a vibrar, y lo buscó a tientas con la mano, solo para encontrarse con al menos veinte mensajes de Woohyun, quien había comenzado a preguntarle que por qué lo ignoraba tan solo tres segundos después de mandar el primer mensaje.
Sunggyu no pudo evitar sonreír, y su corazón dio un vuelco al pensar en el chico y su sonrisa asesina.
Woohyun: “¿Quieres venir esta tarde a mi cuarto y jugar un rato a la play?”
Sunggyu: Cualquier plan que incluya procrastinar y no estudiar me parece adecuado.
Caminando a través del campus, en dirección al cuarto de Woohyun, Sunggyu sintió cómo su corazón comenzaba a latir con fuerza. Había conseguido armarse de valor, y estaba decidido a contarle a Woohyun lo que sentía por él. Si pensara que el chico no correspondía a sus sentimientos, entonces nunca hubiera contemplado siquiera la idea de decirle algo al respecto. Pero Woohyun era terriblemente cariñoso en cuanto a él se trataba, siempre lo abrazaba, siempre le decía lo guapo que iba aquel día, lo regañaba cuando se equivocaba, o actuaba demasiado posesivo. Incluso, durante las veces en las que se había quedado a dormir en su cuarto, siempre insistía en dormir junto a él.
Sunggyu quería mucho a Sungjong, y lo apreciaba con todo su ser, pero Woohyun había conseguido acercarse a él de una manera en la que nunca nadie lo había hecho antes.
“¡Sunggyu!” exclamó una voz, frenándolo en seco en su trayectoria.
Se giró para ver a uno de sus compañeros de clase con un manojo de papeles en la mano, los cuales acabaron sobre las suyas propias después de que este se los tendiera para que los cogiera.
“¿Puedes dárselos a Woohyun? Son unos apuntes sobre física nuclear que me pidió.”
“¿Qué te hace pensar que voy a ver a Woohyun ahora?” preguntó Sunggyu, enarcando una ceja.
“Bueno....la verdad es que últimamente no os separáis ni un segundo, así que simplemente supuse que irías a verlo.” respondió el chico, algo confuso ante la pregunta.
“Está bien, se los daré.” dijo Sunggyu, dándose media vuelta antes de que el chico pudiera decir algo más.
Sunggyu sabía sobre los rumores que corrían por la universidad. Al no haber mucha gente, estos se extendían como la pólvora, y Sunggyu solo quería que cada uno metiera las narices en sus propios asuntos.
Abrió la puerta del cuarto de Woohyun con una copia de las llaves que tenía, y dejó los papeles sobre la pequeña mesa del salón.
“¡Woohyuuuuun!” exclamó, buscándolo por el cuarto.
El chico salió del cuarto de baño, llevando nada más que una toalla alrededor de su cadera, y el pelo mojado se le pegaba a las sienes.
El estómago de Sunggyu dio un vuelco, y la sangre comenzó a ser bombeada con más fuerza, causando que pudiera escuchar los latidos de su corazón en sus oídos.
“Hola.” saludó Woohyun, esbozando una sonrisa, y Sunggyu no pudo evitar devolvérsela.
“Un chico me ha dejado unos apuntes para ti sobre física nuclear.”
“Oh, gracias por traérmelos.” respondió. “Tenemos el examen la semana que viene y aún no me sé nada.”
“Podrías habérmelo dicho y hubiéramos estudiado juntos.” refunfuñó Sunggyu, sentándose en la cama del chico mientras este cogía algo de ropa para vestirse.
Sunggyu desvió la mirada hacia el suelo cuando Woohyun dejó caer la toalla hacia el suelo, y solo la levantó cuando ya tenía los pantalones puestos.
“¿Estás enfermo?” preguntó Woohyun, acercándose hacia él y poniendo una mano sobre su frente. “Estás enrojecido.”
Sunggyu negó con la cabeza.
“Hace mucho calor en este dormitorio.” respondió, y se hizo aire con la mano.
“Seguramente sea por mí y mi cuerpo de infarto.” rió Woohyun, sacudiéndole el pelo antes de salir del dormitorio.
Sunggyu puso los ojos en blanco, porque eso era precisamente lo que había pasado.
“¿Puedo quedarme hasta tarde?” preguntó, sentándose a su lado en el sofá tras haber cogido una bolsa de galletas de la cocina.
“Por supuesto.” respondió Woohyun, encogiéndose de hombros. “Puedes quedarte a dormir, si quieres.”
Sunggyu contempló la idea y, si todo iba bien, eso era precisamente lo que quería hacer.
“Hay algo que quiero decirte.” comenzó, y Woohyun enarcó una ceja, indicándole que continuara hablando. “Pero te lo diré esta noche.”
“Chst, ahora no podré vivir con la intriga.”
El videojuego al que ambos solían jugar todos los viernes se había acabado convirtiendo, al cabo de un par de semanas, en una competición entre ambos, la cual siempre estaba bastante reñida.
El móvil de Sunggyu comenzó a vibrar, y este lo desbloqueó para ver que era uno de sus compañeros de clase, preguntándole si quería salir con ellos aquella noche.
“¿Quién es?” preguntó Woohyun.
“Nadie.” respondió Sunggyu, volviendo a coger el mando para centrarse en el juego.
“Quiero saber quién es.” insistió Woohyun, echándose hacia adelante para coger el móvil, pero Sunggyu se lo quitó de las manos.
“Ya te he dicho que no es nadie importante, ¿por qué te interesa saberlo?” preguntó, sintiendo cómo su corazón comenzaba a latir desbocado, una vez más.
Eran aquel tipo de acciones el que siempre le decían que sus sentimientos no eran unilaterales.
Woohyun frunció los labios, y negó con la cabeza.
“Simplemente tengo curiosidad acerca de quién es.”
“Un compañero de clase me ha preguntado si voy a salir con ellos esta noche.”
“¿Y vas a hacerlo?”
“Creía recodar que tenía planes contigo.” Sunggyu enarcó una ceja, sorprendido ante aquella actitud.
“No quiero retenerte.”
“Sabes que no me retienes, idiota. Y ahora coge el mando si no quieres que te patee el culo una vez más.”
***
Era bien entrada la noche, y ambos se encontraban jugando a un juego de mesa: el favorito de Woohyun.
Sunggyu comenzó a ponerse nervioso, puesto que aquel era el momento perfecto para decírselo todo.
“Woohyun, tengo que decirte algo.”
El susodicho dejó las cartas sobre la mesa, asintiendo.
“Es cierto, me lo has dicho esta tarde. ¿Qué sucede?”
Sunggyu se incorporó, y se apoyó contra la mesa, mientras Woohyun también se levantó, colocándose en frente suya.
“Woohyun....me gustas.” dijo, y tomó aire, inspirando con fuerza. “Me gustas mucho.”
Y, antes de que el chico pudiera decir nada, se echó hacia adelante, chocando sus labios contra los de él durante unos breves segundos. Sunggyu no quería profundizar el beso, solamente quería sentir los labios de Woohyun contra los suyos, pero este no había echo ningún amago de responderle.
Sunggyu sentía que podría vomitar en cualquier momento, porque los nervios se lo estaban comiendo vivo.
“Sunggyu..” comenzó, y se pasó una mano por el pelo. “Yo...no soy gay, Sunggyu.”
El susodicho sintió como si le hubieran dado un golpe en el estómago, y su corazón se encogió en el pecho.
“No es cierto. He visto como actúas, por ejemplo, esta tarde. Estás mintiendo.”
“No, no lo estoy. Eres mi mejor amigo, y te quiero, pero no de la manera en la que tú me quieres a mí.”
Sunggyu sentía que no podía respirar, pero intentó no aparentarlo.
“Oh...” desvió la mirada hacia el suelo, sintiéndose terriblemente avergonzado en presencia del chico por primera vez desde que lo conocía. “Está bien, no puedo obligarte a quererme.”
“Aún así...me gustaría que siguiéramos siendo amigos como antes, Sunggyu...no quiero perderte.”
El chico asintió, aunque su cabeza no procesaba correctamente la información.
“Si no te importa, no voy a pasar la noche aquí.” dijo, y Woohyun estuvo de acuerdo.
Woohyun se dejó caer en el sofá con un pesado plof, cerrando los ojos, mientras Sunggyu, por su parte, caminaba por el campus, sintiendo una fuerte presión en su pecho y preguntándose cómo podía haber estado tan equivocado.