Capítulo 3C – De Greg Hacía Mycroft con Cariño.
Greg tenía el cabello blanco natural por parte de su padre y la piel tostada por parte de su madre, sus ojos negros eran todo menos inexpresivos y tenía una forma de reír suelta y descarada, su cuerpo era estrecho y no era muy alto a pesar de tener diecisiete, aunque tal vez decir que no era alto sería una tontería y lo mejor sería aclarar que no era muy alto con respecto a Mycroft, que aunque era tres años menor que él seguía siendo mucho más alto, tenía las manos suaves y un tatuaje al final de la espalda en forma de estrella de ocho puntas que había visto por accidente en una ocasión en que el peliblanco se había quedado en su casa y había tenido que ponerse una de las camisas de Sherrinford para dormir porque las suyas le quedaban demasiado grandes en los brazos y en la cintura, pero le apretaban ligeramente en el pecho y los hombros. Las de su hermano, por el contrario, le quedaban un poco cortas, pues Sherrinford no era tan alto como él aun cuando tenían casi la misma musculatura.
A Greg le gustaba el Wiskey y el Jazz, el Blues Clásico, y un poco de New Metal, sus gustos literarios eran completamente opuestos a los suyos, y ni hablar de las series o las películas. Greg era bisexual y tenía novia y Mycroft cada día parecía asquearse más ante la idea del sexo, Greg quería ser policía y Mycroft tenía pensado conseguir un buen puesto en el gobierno de su país un día. Ambos estudiaban sexto año a pesar de que Greg era obviamente mayor que él, pero no estudiaban en el mismo instituto, Mycroft estudiaba en un colegio privado cerca de su casa y Greg en el público del centro de la ciudad. Cuando Greg sonreía la gente lo imitaba, Mycroft no sonreía, por lo que la gente dejaba de hacerlo en cuanto lo veían. Por esto nadie entendía como es que eran amigos, no entendía que Mycroft fue la primera persona en confiar en Greg, que había sido el mayor de los hermanos Holmes el primero en decirle que podía llegar a ser lo que quisiera, no importaba que sus padres fuesen un par de imbéciles obtusos y que su padre prefiriesen que se quedase trabajando en la tienda de la familia a que saliese estudiar o que hasta hace un par de años fuese un imbécil integral que se metía a robar en las tiendas de la competencia pero que era tan malditamente tierno que por eso los policías terminaron optando por detenerlo donde sea que lo viesen para ver que no se estuviese metiendo en problemas. No entendían que Greg fue el primer amigo verdadero de Mycroft, y que Mycroft había sido el primer gran sueño de Greg, aquello que nunca llegó a pensar que tendría, porque Mycroft le había apoyado, le había escuchado, y no le importó que Greg fuese, probablemente, la persona más sencilla y humilde de toda Inglaterra, que no fuese el más inteligente o el más influyente, y que no supiese una mierda sobre política o normas sociales. Y sonaría estúpido, pero todo el mundo sabía que un Holmes no se acercaba a ti si no tenías nada que aportarle.
Y ahora, cuando miraba a Margaret y le juraba amor eterno ante los testigos (Alyssa y Molly, pues Sherlock, John y Harry seguían siendo menores de edad y por muchos contactos que tuviese Mycroft el abogado le había recomendado buscar a alguien más) y se preguntaba como diablos había conseguido el pelirrojo el permiso para la boda y su emancipación (la suya y la de Margaret en realidad) estaba seguro de que eso no cambiaría a corto plazo.