CAPITULO 1
Habían pasado dos días desde que Hiroki había encontrado a Nowaki durmiendo con su senpai y a pesar del tiempo el castaño seguía distante con el menor, manteniéndose lejos del y hablándole solo si era realmente necesario, a pesar de que sabia que su comportamiento no era el adecuado para un adulto. Desde que había visto como Tsumori había abrazado a Nowaki en sus narices, no había podido para de refunfuñar y hacer reacciones totalmente infantiles, como la de golpear al senpai del oji-azul, al cual ni siquiera le había pedido una disculpa, excusándose con el hecho de que era el otro el que se había equivocado.
Hiroki estaba saliendo de su trabajo cuando se encontró con Miyagi y Akihiko que conversaban amenamente con Tsumori, decidido a escapar intento pasar por un costado sin ser detectado, cosa que salió totalmente fallida, puesto que fue visto al instante por el rubio doctor.
-que bueno que te encuentro Kamijou-kun, Miyagi-sensei me ha contado mucho de ti-
-jupm *odio mi vida* ¿ah que se debe su “agradable” visita?- dijo el castaño sin ocultar su mal genio, pero el rubio solo respondió con una alegre sonrisa.
-solo venía a invitarte a almorzar, si no tienes ningún inconveniente, por supuesto- en ese momento el celular de Hiroki comenzó a sonar, era Nowaki.
-Hiro-san, ¿vamos a comer juntos hoy?- el ojiazul después de lo que había sucedido con su senpai insistía en quedar con Hiroki para resolver los malos entendidos, pero este solo decía que ya tenía otras cosas preparadas para la tarde y le colgaba, repitiendo la acción incluso ahora. Nowaki sin sorprenderse por la actitud de su amante, ese día decidió ir el mismo a buscar al oji-café para arreglar las cosas, pero al llegar a casa solo se encontró con esta vacía, se resigno por el momento pensando que su pareja se encontraría en la universidad.
MÁS TARDE
-¿Hiro-san?- eran las siete de la tarde y Hiroki venía llegando en compañía de Tsumori, con su seño fruncido y una mueca de disgusto en la boca- Hiro-san, ¿Por qué vienes con senpai?- dijo el azabache en tono preocupado *Hiro-san… ¿me habrá ido a buscar al trabajo?*.
-estaba arreglando unas cosas en el trabajo y camino a casa me encontré con el- dijo Hiroki sin expresión en su cara dirigiéndose a la habitación.
-gracias por traerlo senpai, que tenga buenas noches- Nowaki le cerró la puerta al rubio y se dirigió inmediatamente a la habitación donde se encontraba el oji-café- Hiro-san…, ¿sigues enojado? ¿te sucede algo?- el mayor estaba de costado, tenía un rostro inexpresivo y no decía una sola palabra ante la mirada suplicante del contrario.
-nada…deja dormir- el castaño había llegado con mal humor, pero no era solamente por el hecho de que se había encontrado con el molesto senpai de Nowaki, si no porque se habían unido a la caravana Miyagi e incluso el pervertido de Akihiko, quienes no tuvieron ningún inconveniente para arreglar una quedada y arrastrar al profesor de literatura a ella- que molestos…-
-¿Quiénes?- el morocho quedo pálido, no esperaba que Nowaki lo escuchara, pero no estaba dispuesto a mentirle, simplemente le ocultaría unas cuantas cosas.
-*si llego a decir el nombre se Akihiko estoy muerto…* nadie, solo pensaba…- lentamente se fue haciendo el dormido, no permitiría que nadie le hiciera abrir la boca, por lo menos, no ahora.
TIEMPO DESPUÉS
Habían pasado unas semanas desde que Hiroki había ido a comer con el senpai de Nowaki y todo estaba volviendo a la normalidad, hasta que una noticia llego a los oídos del ojiazul.
Nowaki había decidido ir a buscar a Hiroki a la universidad para irse a casa juntos, cuando encontró a su senpai hablando con el superior de su pareja y el sobrevalorado escritor sobre su castaño.
-¿Por qué le llaman demonio Kamijou?- pregunto Tsumori divertido y respondió un muy contento Miyagi.
-pfff… no es obvio, por su carácter, todos los estudiantes le tienen terror-
-aun así es muy amable con las personas que quiere cuando lo necesitan- agrego Akihiko mientras fumaba un cigarro.
-todavía me acuerdo lo molesto que estaba cuando lo arrastramos con nosotros a la quedada- comento el rubio doctor que se encontraba allí.
-¡¿…?!- *¿quedada? Hiro-san no me dijo nada acerca de una salida con esos descerebrados y sempai*.
-y díganme ¿Quién fue a dejar a my sweat honey a casa cuando yo me fui?-
-yo los he llevado en mi auto con Tsumori-san y lo he esperado en el estacionamiento para que fuera a dejar a Hiroki-
-¡¡….!!*por eso Hiro-san llegó con senpai*-
-¡¡HEY!!, ¿Ustedes que hacen aquí?- un grito a lo lejos llamó la atención de todos, Hiroki había llegado, Nowaki iba a salir pero le dio curiosidad el hecho de que su senpai estuviera ahí, no encontraba nada de malo escuchar un poco y después aparecer, tenia todo el derecho, era su pareja.
-te olvidas que yo también trabajo aquí- respondió Miyagi, pero fue olímpicamente ignorado por los demás y el recién llegado.
-no es obvio Hiroki, te esperábamos- dijo Akihiko mientras lo tiraba al auto dejándolo en el asiento del copiloto y amarrándolo con el cinturón. El castaño puso una cara de desagrado antes de darse cuenta de que ya estaba en el auto de su amigo de infancia.
-¡¡HE!! ¿A dónde me lleváis? ¡¡suéltenme o ya verán!!- Miyagi y Tsumori se subieron al auto en la parte de atrás ignorando los gritos del invitado, mientras que adelante iba Akihiko manejando con el oji-café a un costado intentando llamarles la atención.
-guarda silencio Hiroki, no seas un llorón- *justo en el orgullo, ¿no Hiroki?*
-hump, idiota…- *bastardo, ya veras*
Después de un corto trayecto llegaron a un lugar que tenia un toque de elegancia y clase, sin duda un hotel de cinco estrellas, se podía observar claramente la clase de personas que iban allí.
-muy de tu gusto, ¿no? Akihiko-
-por favor, podrías intentar sonreír, te he traído para pasarla bien y conversar un rato, incluso invite a tus amigos- Akihiko agarro a Hiroki por el cuello y empezó a desordenarle el cabello como cuando eran niños.
-¡hey! Akihiko no hagas eso y el rarito del doctor ni siquiera lo considero un conocido- ante esas palabra se escuchó un pequeño berrinche atrás de ellos. Mientras tanto Nowaki que los había seguido, observaba a lo lejos como su Hiro-san era arrastrado por sus colegas y su sempai al interior del hotel.
Ese día Hiroki llegó tarde a casa, Nowaki no se encontraba puesto que le tocaba turno de noche, pero este no dejaría pasar la oportunidad de aclarar las cosas, por lo menos dejarlas en claro con su superior.
EN EL HOSPITAL
-senpai ¿Qué hacías en el trabajo de Hiro-san?- el oji-azul había encontrado solo a su senpai así que había decidido aclarar las cosas, confiaba en su pareja, pero odiaba que esta pasara tiempo con otros.
-¡oh! Nowaki, solo lo fui a buscar con sus amigos, estuvimos entreteniéndonos un rato, supongo que Kamijou-kun te lo conto, al principio solo nos encontrábamos, pero cuando descubrimos que teníamos tanto en común no pudimos evitar crear amistad y un tal Akihiko es muy amigable me mostro…- el menor no estaba del todo contento con la explicación, pero por lo menos ya sabía algo nuevo, aunque eso no lo relajo mucho el hecho de saber que el sobrevalorado escritor estaba acercándose a “su Hiroki”, le molestaba bastante.
EN LA MADRUGADA
Hiroki se encontraba terminando su trabajo cuando la puerta se abrió de golpe y un enojado Nowaki entro ignorando totalmente la presencia de otros, el oji-café no le dio importancia y siguió trabajando para luego agarrar una manta y quedarse acostado en el sillón.
-¡Hiro-san! Ahí no es lugar para dormir- Nowaki hablaba en un tono enojado y algo preocupado pero Hiroki no le hizo caso- ¡Hiroki! Te estoy hablando-
-¡no me llames así!- el castaño no pudo evitar enojarse, le cargaba que las personas se tomaran tal confianza para llamarlo por su nombre o en el caso de Nowaki, ignorar ese dulce apodo que le había confiado.
-¡¡¿y por que Usami-san puede y yo no?!!- Nowaki pregunto elevando el tono de voz, no soportaba la confianza que se tenían esos dos, ya sea por el estrés que le había causado el trabajo o el hecho de saber que su amante le ocultaba las cosas, tenia la necesidad de descargarse con algo.
-¡¿Por qué metes a Akihiko en esto?! ¡te he dicho que él es mi mejor amigo de infancia y ya hemos hablado de esto, te he dicho que me carga ese comportamiento de mocoso que hace berrinche!- Hiroki salió del living y se encerró en la habitación mientras Nowaki golpeaba desesperadamente la puerta de esta.
-¿Por qué Hiro-san? ¿Por qué no me dijiste que salías con senpai y tus amigos? ¿Por qué me lo escondiste…?- Nowaki hablaba en un tono triste, sabía que el jefe de Hiroki estaba atrás de él, por la forma en que lo provocaba cuando hablaba y por la vez que lo pillo a punto de besarlo, pero ahora también su senpai lo perseguía, estaba harto de tener que competir con todos los que estaban alrededor de “su” Hiro-san, también sentía celos del peliplata, pasaba mucho tiempo con él mientras que el trabajaba, cuantas veces había visto a Hiroki leyendo o tomando con su compañero, mientras que él lo veía como amigo, Nowaki creía que el buscaba algo más en el castaño.