Era una mañana tranquila, con el resplandor del sol y el cantar de las aves, un tanto aburrida para él, pero perfecta para molestar a cierta persona que encabezaba su lista y así como le vino esa idea fue directo tomar su celular cuando este sonó.
RINGGG RINGGG RINGGG
Cogió su celular rápidamente, para mandar al diablo a quien osaba llamarlo arruinando sus recientes planes.
-Hola… ¿Presidente Reborn?- era la pregunta hecha apenas contesto.
-¿Quién es?- pregunto Reborn, con un humor peor que antes, si le llamaban era porque sabían que era su número, ¿Qué clase de idiota llama sin saber a quién llama?.
-¡Ah! Si es usted, no estaba segura si era el número correcto.- contesto la otra persona.
-Sí, este es mi número. Y ¿Quién es usted?-pregunto, sabiendo que se trataba de una mujer por la voz.
-Aaa… lo siento por no presentarme antes, soy --------- -contesto cortésmente la otra voz.
-¿Oh? Y se puede saber a qué debo el honor de su llamada.- dijo con una voz de interés al saber quién le llamaba.
-Claro que sí, le llamaba para pedirle un favor.- contestaba cortésmente de nuevo.
-¿Un favor? ¿Qué clase de favor?- pregunto un poco interesado, en saber qué clase de favor le pediría alguien como ella.
-Pues… me gustaría pedirle que si -------- - pedía la otra voz.
-Por supuesto que sí. – contestaba amablemente, mientras una media sonrisa de total diversión se dibujaba en su rostro –Pero, lamentablemente no podrá ser ese día, pero que tal ---- , le parece bien- preguntaba, esperando la respuesta de la otra implicada.
-Por supuesto, entonces será ese día.- contestaba animada la otra voz.
-Entonces nos veremos ese día y que tenga una buen dia- se despedía.
-Sí, y que usted también tenga un buen día.- se despidió igual la otra voz.
-Así que ya avanzamos a esto- menciono al término de la llamada, tan solo pudo sonreír divertidamente, pero con obvios rasgos de malicia, como se iba a divertir ese dia, claro que si no lo malograban ese trio de idiotas de Mukuro, Dino y Kyoya, ¡Oh! También estaba Natsu…. De verdad se divertiría demasiado ese dia.
ooOoo
El sonido de las sirenas se hacían cada vez más fuerte, hasta el punto de hacerte creer que venían por ti, resonando por todo la avenida hasta llegar hasta un pequeño parque donde habían niños jugando en los juegos que habían ahí.
-¡Por Dios! ¡Tal parece que vienen por mi –kora! –gritaba Colonello, que se encontraba sentado en una pequeña banca intentando calmar aun medio sorprendido y traumado Tsuna por lo ocurrido hace unos minutos. -¡¿Pero cómo se atrevió a golpearte ese bárbaro -kora?!- gritaba cada vez más, empezando a asustar a los niños que se encontraban jugando ahí.
-No… no fue… así- trataba de explicar Tsuna, medio recuperándose de su reciente momento macabro que había vivido, que ahora era como su trauma. – Yo lo estropee todo… - tratando de que Colonello dejara de echarle toda la culpa a Kyoya.
-¡¿Cómo que fue tu culpa –kora?! Y si te equivocaste en algo ¡¿QUÉ?! ¡Eso NO le daba el derecho a golpearte! ¡KORA!- gritaba y gritaba Colonello en su enojo contra Kyoya.
-Pero de verdad no fue culpa de Hibari-san… sino mía….y él no me golpeo…- trataba aun de defender a la persona que casi lo mata, pero es que él sabía que todo había comenzado por su culpa.
-¡Tú! – Grito Colonello al mismo tiempo que se paraba y señalaba a Tsuna – ¡Vienes conmigo –Kora!- termino de decir, mientras tomaba de la mano a Tsuna y empezaban a caminar hacia la autopista.
-¡Eh! ¿A…adonde?- pregunto Tsuna algo confundido por la repentina acción.
-¡A donde mas –kora! ¡Al hospital –kora!- respondía Colonello, como lo ma obvio del mundo - ¡Necesitamos una revisión de pies a cabeza, para ver qué tan herido estas -kora! -seguía diciendo, mientras llevaba aun Tsuna sorprendido hasta su auto y lo metía en el, para luego sentarse en el asiento de conductor y empezar a manejar hacia el hospital.
-Esto… Señor Colonello…- trataba de llamarlo Tsuna que estaba en el asiento de copiloto – si vamos a un hospital… entonces, seguramente ellos se darán cuenta que soy un doncel…- decía con voz baja Tsuna.
-¿Qué-kora?- preguntaba Colonello que no lo había logrado escuchar, sin apartar su mirada del camino.
-Dije, que ellos se darán cuenta que soy un doncel…- volvía a decir Tsuna un poco más alto.
Brummmmm ZZIIIIIIIIZZZZZ
Fue el fuerte y chirriante sonido de los neumáticos del auto de Colonello al frenar de repente al darse cuenta de aquello, dejando a un Tsuna aún más asustado que con lo de Kyoya o por lo menos casi igual, pero sin ningún accidente afortunadamente.
-Es… cierto –kora- decía Colonello una vez que el sonido de los neumáticos desaparecieran de sus oídos –Pero si no te revisan, y el bárbaro ese te hizo un daño grave… me sentiré muy culpable… ¡Y NATSU ME MATARA –KORA!. - decía y gritaba al darse cuenta de lo que le avecinaba si Natsu se enterraba, si es que no se enteró de lo de la fiesta y como se olvidó de Tsuna.
-Pero Señor Colonello, Hibari-san no me golpeo… todavía- volvió a decir Tsuna, esperando que esta vez le escuchara y entendiera que no le habían llegado a golpear, pero diciendo lo último en un susurro.
-¿No lo… hizo –kora?- pregunto Colonello con esperanza en los ojos y voz; y la negación de Tsuna le devolvía su alma que medio se había salido de su cuerpo. – Entonces no tienes ninguna herida y yo posiblemente no corra peligro de muerte…- decía relajadamente - ¿Entonces a dónde vamos? ¿Regresamos a la mansión?- preguntaba con una media sonrisa. – Espera… pero de verdad no te golpeo, ¿o solo lo estás diciendo para que nada le pase al bárbaro ese? –preguntaba medio dudoso aun.
-De verdad no me golpeo…- seguía intentando convencer a Colonello.
-Ni siquiera eres una monja oficial… no debes de andar por ahí perdonando, así por así –kora…- decía Colonello aun dudoso.
-Señor Colonello, de verdad no confía en las palabras de las demás personas.- decía Tsuna algo triste, pues ya no le creía, aunque hasta hace poco parecía si creerle.
Ring Ring Ring Ring
-Pues mira es la llamada de quien causo la falta de confianza.- decía Colonello al ver el nombre que aparecía en su celular que no dejaba de sonar.
.Hmmm… Reborn ¿Qué es lo que quieres-kora?- contesto Colonello, llamando la atención de Tsuna.
-¿Así le contestas a tu jefe, Colonello?- era la pregunta que se escuchaba tras el celular.
-Pre… presidente Reborn ¿Qué es lo que quiere –kora?- volvió a hablar pero un poco más cortes.
-Hmp. ¿Natsu está contigo?- preguntaba Reborn.
-Si… ¿Por qué? ¿Paso algo -kora?- preguntaba dudoso.
-¿De verdad creíste que no me enterraría de lo que paso en la mansión? ¿Me crees tú?- eran las respuestas o más bien preguntas que recibía.
-Si ya lo sabes, ¿Para qué preguntas –kora?- preguntaba.
-Porque me da la gana y quiero que vengas a darme su versión ¿Entendiste?- decía Reborn.
-Sí, pero quien te…. ¿Kora? ….. – No termino de hablar cuando escucho un dummm… -¡ME COLGO –KORA! – grito cuando se dio cuenta, asustando a Tsuna que se encontraba a su lado.
-Se… Señor Colonello ¿Paso algo?- pregunto Tsuna.
-Paso que ese R…-no pudo terminar de hablar cuando su celular volvió a sonar interrumpiéndolo - ¡Arg! ¿Ahora quién es?- medio grito, mientras contestaba.
-Herbívoro…-era la palabra mencionada con enojo tras la línea.
Colonello apenas escucho ese tono y forma de llamarlo, sintió un escalofrió -¿Qu... Que quieres –kora?- pregunto con todo su valor y enojo reunido, al recordar lo que estuvo a punto de hacerle a Tsuna.
-¿El herbívoro osado está contigo?- preguntaba como si nada Kyoya.
-¿Por qué? ¿Te vas a disculpar –kora?- preguntaba Colonello con un tono más serio.
-Pásamelo.- ordenaba Kyoya.
-Justo ahora Natsu está siendo revisado en el hospital -kora- mentía Colonello como si nada
-Pásamelo- volvió a ordenar Kyoya.
-…… Está bien –kora – decía resignado –Quiere hablar contigo –Kora – mientras le pasaba el teléfono a Tsuna que estaba aún sentado.
-¿Eh? … ¿Que le digo?- preguntaba Tsuna , aun sin creer lo que le había dicho Colonello a Kyoya -¿A... Alo?- dijo, mientras cogía el celular.
-En que hospital estas, herbívoro- exigía Kyoya, más que preguntar.
-¿Ah?... Pues…- Tsuna no sabía que responder.
-Responde.- volvió a ordenar Kyoya, ignorando a los pocos trabajadores que lo saludaban mientras el bajaba las escaleras, hacia el estacionamiento.
-Pues… - cuando iba a contestar, algo le vino a la mente a Tsuna– De casualidad, ¿Está llamando porque está preocupado por mí?- que no pudo evitar preguntar con duda.
-¿Yo?- sonó la respuesta tras el celular con un tono de irritación y media sorpresa(¿).
-Si es así, yo estoy bien Hibari-san -respondía con algo de alegría Tsuna.
-Herbívoro, yo no estaría preocupado por ti nunca- era la respuesta inmediata de Kyoya – solo llamo para decirte que tienes que explicarle lo ocurrido al Carnívoro y que yo no lo comencé ¿Entendiste?-volvió a decir.
-Claro que hare eso. Me encargare de todo.- respondía Tsuna, un poco triste aunque no sabía el porqué.
-Pero. ¿Dónde estás herbívoro?- volvió a preguntar Kyoya, mientras abría la puerta de su carro y empezaba a subirse, cuando recordó algo –Si estas en el hospital, siendo revisado, ¿Cómo puedes estar hablando por el celular?- pregunto.
-¡¿Eh?!- Tsuna estaba sorprendido, no sabía que no se podía hablar por celular en un hospital.
-¿De verdad estas en un hospital, herbívoro?- pregunto con enojo Kyoya.
-Yo… yo…- Tsuna no sabía si seguir mintiendo o decir la verdad.
-Herbívoro, ¿Dónde estás?- volvió a preguntar a un más enojado.
-¡Compre los huevos! ¡Huevos frescos de la granja! ¡Huevos!-
Fue el sonido o más bien la voz de un vendedor que resonaba por su megáfono, haciendo evidente la mentira hecha por Colonello y que se repetía tras la línea hasta los oídos de Kyoya.
-¡Herbívoro!- era el grito de Kyoya, tras escuchar aquello.
-¡El kilo de huevo a 3,000 yenes! ¡Huevos!-
Y el vendedor no paraba de hablar, así que Colonello totalmente nervioso y descubierto, agarro el celular de las manos de un Tsuna en estado de shock.
-Shhhrrr…. ¡Enfermera Lee, traiga unos huevos por favor-kora! Shhrrrr….- decía en un intento de acabar con aquella llamada, mientras fingía estática, para qué al final colgara el celular. – ¿Tsuna estas bien?- pregunto, mientras lo tomaba de los hombros para que lo viera.
-¿Qué haremos?- pregunto Tsuna aun algo shockeado por haber sido descubierto mintiendo.
-Solo diremos que se cortó la llamada-kora – dijo Colonello, para darle una pequeña sonrisa nerviosa y encender el auto de nuevo para ir hacia la oficina del Presidente Reborn para aclarar todo y ponerle fin a esto.
Mientras que en el estacionamiento de la empresa, Kyoya salía de su auto –Era una mentira.- y se dirigía hacia arriba para volver a habla con el Presidente Reborn.
Después de unos minutos en el auto que parecieron horas, para poder llegar a la empresa y hablar con el Presidente, ambos bajaron del auto e ingresaron al edificio.
-Estará bien, mientras le expliquemos al presidente lo que paso-kora –le decía seguro Colonello a Tsuna.
-Sí, debo de explicar todo, para que sepan que Hibari-san no hizo nada malo.- respondía Tsuna un tanto ido.
-¿Natsu?-
Era la pregunta que hizo que ambos miraran al frente, encontrándose con lo que menos querían en ese momento, un testigo y es que de una de las bancas que habían al lado de las escaleras estaba el reportero Skull, que al verlos se les acerco.
-¿Natsu?- pregunto Skull al llegar a su lado.
-¿Quién es usted –kora?- pregunto Colonello desconfiado, pues no lo reconocía.
-Ah… soy el reportero Skull del diaria Nacional.- se presentaba oficialmente Skull, dándole una tarjeta a Colonello.
-Hay, lo siento reportero, pero no es un buen momento para una entrevista –kora- se excusaba Colonello, tratando de evitar que se descubra lago sobre lo ocurrido en la mañana, pero nada estaba a su favor al parecer.
-¿Oh?... vio el video que se subió a Internet.- pregunto Skull, no rindiéndose para tener una entrevista.
-No, no lo he visto-kora...- contestaba Colonello.
-Bueno, parece que Natsu y Kyoya no se están llevando bien. Sucedió algo entre ellos?- preguntaba Skull a Colonello -¡¿Natsu estas herido?!- volvió a preguntar más exaltado al ver la pequeña herida en la boca de Tsuna, creyendo que lo habían golpeado y agarrando su cámara que estaba colgado de su cuello para tomar una foto de la herida de Tsuna.
-No, no está herido-kora – contestaba Colonello. Mientras se ponía entre Tsuna y Skull a cada segundo, evitando que este tomara fotos en sus varios intentos.
-¿Acaso alguien te golpeo?- pregunto al ver que no le dejarían tomar fotos de la herida.
-¡No! ¡Absolutamente NO!- aclaro en un casi grito Tuna a Skull, sin darse cuenta que alguien bajaba las escaleras.
-¿Acaso fue Kyoya?- pregunto Skull, mientras señalaba a Kyoya que bajaba las escaleras, haciendo que tanto Tsuna como Colonello voltearan a verlo.
-¡No, no fue Hibari-san!- respondía Tsuna, mientras volteaba rápidamente hacia Skull.
-Ok, escribiré que dijiste eso.- decía Skull con una sonrisa en el rostro, mientras se iba, al igual que Kyoya.
-Mejor apresurémonos en explicar esto-kora- decía Colonello empezando a subir las escaleras, seguido por Tsuna.
ooOoo
En un café-inter de la zona se encontraba un trio de amigas, que como siempre estaban cada una en su cabina buscando información de sus idols, cuando una de ellas encontró en una página un titular que la impresiono.
-¡¿Qué?! ¿Kyoya-sama y Natsu se pelearon?- fue su grito que sorprendía a sus acompañantes y se acercaron rápidamente a ella y leían el titular que decía ¨ ¿Peleas y discordias en el grupo A.N.JELL, desde el comienzo?¨.
-¿Qué paso Blue Bell?- preguntaba su amiga Haru, apenas llego.
-¿Qué más puede pasar? Ese Natsu está destrozando A.N.JELL- decía exasperada Blue Bell.
-A ver… ¨Pero Natsu en lugar de mostrar una herida obvia, entusiastamente negó el ataque de Kyoya.¨- leía en voz alta Daisy, el único doncel del trio.
-Pero, ahí dicen que él negó que se habían peleado ¿no?- decía Haru.
-¡Esto!- dejo en voz alta Blue Bell, mientras se levantaba precipitadamente asustando un poco a sus amigas -¿No parece que Natsu trata de destacar utilizando a Kyoya-sama?- decía segura de sí misma, mientras Daysi le daba la razón – Natsu, esta fuera – dijo para hacer la señal de muerte y sentarse de nuevo y empezar a escribir bastantes mensajes a otras fans.
ooOoo
Ahora que ya había podido aclarar todo con el Presidente Reborn, Tsuna creyó que todo estaría bien y se podrí a ir a su habitación a descansar pero jamás pensó que la entrada se encontraría rodeada de repente, evitando su salida. Y ahora se encontraba atascado en la empresa o más bien en la azotea, en donde lo llevo Colonello para ver mejor la situación.
-¡Natsu fuera, fuera! ¡Natsu, fuera, fuera!- eran los gritos de las fans del grupo, armadas con carteles y megáfonos, que se escuchaba por toda la empresa hasta la azotea – ¡Estamos en contra del nuevo miembro! ¡No Natsu! ¡Natsu fuera, fuera! -y que se repetía cada 2 segundos.
Tsuna no podía creer lo que veía, las fans lo odian de verdad, así que nervioso tan solo se fue a sentar en el suelo, mientras que Colonello estaba viendo su celular.
-Tsuna escucha esto lo más buscado en internet es - decía Colonello mientras veía su celular -¨ ¡Natsu!¨, lo segundo es ¨¡¿Kyoya y Natsu peleando?!¨, tercero ¨¡Echen a Natsu!¨, cuarto ¨ Eres Natsu ¨ …. ¿Eres Natsu? ¿Eres Natsu? ¿Kora?- decía algo dudoso de como tomar aquella búsqueda en internet – quinto ¨La herida de Natsu¨… vaya la respuesta a esto es enorme –kora. –terminaba de decir Colonello como si nada.
-Debería bajar y explicarles todo.- dijo Tsuna, mientras se paraba lentamente y algo temblando por lo nervioso que estaba, intentando llamar la atención de Colonello.
-No, no puedes hacer eso-kora – decía Colonello, agarrando del brazo a Tsuna, sin haber despegado su vista de su celular –¿Sabes lo que te pasara si bajas? – le pregunto, separando su mirada por fin de su celular y recibiendo una negativa de Tsuna -¿Quieres ver-kora?- le pregunto, mientras se sacaba su saco -¡Ahí esta Natsu-kora!- y lo aventaba desde la azotea hacia donde estaban las fans, observando impresionados como aquel mar de fans se abalanzaban hacia el saco, destrozándolo al instante, solo dejando uno que otro trozo de lo que era. –Vistes –kora – le decía a Tsuna que apenas si podía apartar su vista con miedo.
Después de unas varios minutos que parecieron horas, al fin se logró disipar aquel mar de fans y Colonello pudo llegar a salvo a Tsuna a la casa que compartía con los demás.
-¿Estarás bien? No quieres que entre contigo –kora – le preguntaba Colonello preocupado.
-Estoy bien, solo vaya a descansar Señor Colonello.- decía Tsuna mientras se despedía y empezaba entrar a la casa.
-Eso espero –kora…- fue lo último que dijo Colonello al ver que Tsuna entraba y se alejó en su auto.
Tsuna estaba ido, no podía creer que en un solo dia todas las fans lo odiaban, había arruinado la oportunidad de ser cantante de su Oni-chan, ahora como le diría que la había fregado todo.
-¡Enzo ataca!-
Fue el grito que lo saco de sus pensamientos, pero antes de siquiera poder alzar su cabeza fue intervenido en un ataque de baba por un perro que no paraba de lamerlo por toda la cara, haciéndole cosquillas e inevitablemente se riera, mientras intentaba huir de aquel ataque. Hasta que sintió unos pasos que se acercaban y que aquel perro se alejaba de él liberándolo de su agradable tortura.
-Hey, chico vomita mierda de cerdo – fue lo primero que dijo Dino al separarlo, después de haberlo observado por un rato –Primero le haces eso a Kyoya ¿Y ahora destruyes su cuarto?, sin contar con lo que me paso a mi.- le decía en un tono serio, mientras veía como Enzo quería seguir lamiéndolo.
-Me asegurare de limpiar la habitación- decía Tsuna cabizbajo, mientras se sentaba y sin haber oído lo último que dijo Dino.
-Te hare lo mismo que hiciste. ¡Enzo atácalo!- decía mientras se levantaba y soltaba la cuerda de Enzo y este se tiraba encima de Tsuna tumbándolo y empezando de nuevo a lamerle la cara. -¡Eso es! ¡Lámelo! – Decía viendo como Tsuna era atacado y trataba de levantarse sin lograrlo - ¡Justo ahí! ¡También ahí!- y seguía diciendo viendo como Tsuna ya no podía más, riendo por las caras y acciones de Tsuna -¡Bien hecho! ¡Sigue así!- felicitando a su perrito Enzo, pero no conto con que Tsuna lograra zafarse y pararse para poder salir corriendo de ahí -¡¿A dónde vas?!- pero Dino fue más rápido y logro atraparlo, apresándolo con ambos brazos desde atrás, sorprendiendo a Tsuna.
-¡Deténgase por favor!- empezó a gritar sorprendido por la acción de Dino, intentando zafarse de su agarre -¡Suélteme!- lográndolo y alejándose corriendo rápidamente hacia adentro.
-ÉL es muy raro. Solo estaba bromeando y él se lo toma tan seriamente.- decía sorprendido Dino por la acción y desesperación de Tsuna de soltarse. -¿Estoy haciendo algo inapropiado o qué? ¿Por qué debía de empezar a gritar?- mientras miraba por donde se había ido Tsuna –Después de todo, no fue él el pervertido que salto sobre Kyoya.- decía algo enojado, para irse a seguir jugando con su mascota.
Mientras Tsuna corría apresurado por la entrada, intentando limpiarse la cara, cuando casi se choca contra Mukuro que estaba saliendo.
-Lo siento- se disculpaba Tsuna.
-¿Estas bien?- fue lo primero que le pregunto Mukuro con una sonrisa a Tsuna.
-¿Eh?- Tsuna no sabía a qué se refería, pero cuando vio como Mukuro extendía su mano hacia él, intentando tocarle no pudo más que agachar la cabeza con algo de miedo mientras retrocedió un paso, recordando lo sucedido con Kyoya.
-Si reaccionas así, todos se darán cuenta.- fue lo primero que dijo Mukuro, tras quedarse un segundo estático por la reacción de Tsuna.
-¿Qué?- volvió a preguntar Tsuna, no entendiendo a que se refería Mukuro.
-Ves lo estás haciendo de nuevo.- volvió a decir –Estoy diciendo que es obvio cuando estas asustado o con miedo.- aclaraba al darse cuenta que no le entendía –para todos será fácil creer que Kyoya te golpeo.- terminaba de decir amablemente sin despegar la vista de Tsuna.
-Ah, a eso se refería.- respondía Tsuna al haberlo entendido, recibiendo una sonrisa de Mukuro mientras se iba.
Al ver que Mukuro se había ido por completo, decidió ir a la habitación de Kyoya a limpiarla, pero al llegar un escalofrió le recorrió al recordar lo que había sucedido ahí en la mañana, pero aun así era su deber porque el había iniciado todo –Debería terminar de limpiar antes de que regrese.- se dijo a sí mismo para empezar a recoger los discos que estaban regados en el piso – viendo que varios disco de música y videos eran de la misma actriz –Hibari-san debe ser su admirador- mientras seguía recogiendo, cuando encontró un foto en donde estaba aquella actriz y un pequeño niño con el ceño semi fruncido - ¿Acaso será Hibari-san?- se pegunto, mientras miraba aquella fotografía, sin darse cuenta que alguien había entrado a la habitación.
-¿Qué haces aquí?-
Fue la pregunta que sorprendió a Tsuna haciendo que voltease y viese a un molesto Kyoya, parándose en el acto sin poder decir nada, mientras se le arrebataba los discos que tenía en la mano.
-¿Qué vistes ahora, herbívoro?- fue una pregunta de enojo de parte de Kyoya.
-No vi nada- fue lo primero que dijo Tsuna, ya no quería enojarlo más, solo quería hacer las paces y llevarse bien pero jamás espero que Kyoya lo tomara de la mano y lo sacara de su habitación jalándolo. – Hibari-san, ¿Qué está haciendo?- preguntaba Tsuna confuso por aquella acción, siendo ignorado por Kyoya, hasta que se detuvieron en la sala, donde aparecieron el Presidente Reborn y Colonello hablando.
-Kyoya ¿Qué haces?- preguntaba Reborn, como si nada, llamando la atención de Mukuro y Dino que se encontraban conversando en la sala también.
-El herbívoro se tiene que ir.- dijo seriamente señalando a Tsuna que estaba a su lado.
-¿Intentas añadir fuego al escándalo?- volvió a decir Reborn seriamente a Kyoya, mientras que Colonello se hacia el desentendido.
-Entonces, no me quedare aquí.- y sin más que decir se fue, dejando a todos sorprendidos por su acción y volteando a ver a Tsuna.
-Ambos tuvieron un comienzo difícil- menciono Mukuro tranquilamente- lo mejor es darles un poco de tiempo, para que las cosas mejoren – haciendo que toda la atención estuviera en él y ya no en Tsuna.
Al ver que toda la atención se iba a Mukuro, Tsuna aprovecho para ir tras Kyoya para tratar de arreglar las cosas, saliendo también de la casa.
-¡Espere Hibari-san!- fue lo primero que dijo en cuanto lo vio, aun sabiendo que no le haría caso, pero para su sorpresa Kyoya si se detuvo y se volteo quedando al frente suyo, pero ahora las palabras que quería decir no salían.
-Tenía razón, herbívoro.- hablo Kyoya, al ver que Tsuna no hablaba – Seguiste haciendo cosas que odio y estoy seguro que las seguirás haciendo- respiro profundo las ganas de golpearlo ahí mismo aumentaban al recordar lo anterior – si vuelve a suceder, esta vez nada ni nadie evitara que te golpee- terminando de hablar, se dio la vuelta sin esperar respuesta alguna para subir a su auto e irse, dejando a un Tsuna triste y con sentimientos de culpa.