Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Popular, nerd; lo mismo. por Baozi173

[Reviews - 183]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

—¿Luhan ha estado mejor? —Yixing le extendió una de las dos tazas con café a Junmyeon mientras escuchaba lo que decía y tomaba lugar a su lado, manteniendo la mirada clavada en el suelo.

—La verdad, no. —dijo bajito, soplando su bebida— Desde que su madre lo recogió solo he recibido un mensaje de su parte. —el menor encendía la pantalla de su celular y la desbloqueaba mientras hablaba. Sus mensajes estaban ahí, el más reciente era el de Luhan.

«Te iré a ver el fin de semana, no te preocupes por mí, Xing».

Luhan, tras pedir mentalmente la ayuda de Yixing para salir del aula, apenas puso un pie fuera del salón y estaba muy seguro de que nadie los veía dejó caer unas lágrimas. Solo resbalaron por sus mejillas, no hipó ni tuvo problemas para respirar con tranquilidad. Luhan no estaba triste, pero sus mejillas encendidas indicaban que por lo menos uno de sus sentimientos se podía identificar como vergüenza.

—¿Has hablado con Sehun? —preguntó Yixing a su mayor, frotando su sien con el índice.

—Bueno… —Junmyeon dio un trago a su café sin verificar siquiera que estuviera un poco tibio, se raspó la lengua con el agua caliente. Hizo una mueca, pero resistiendo el ardor terminó de tragar para poder hablar— No hablamos del tema, después de que Kris hablara solo ignoramos lo que pasó.

En cuando Luhan se retiró junto a Yixing el rostro de Sehun se puso de todos los colores, pero claro, en especial rojo. Las miradas seguían posadas sobre él y no podía —aunque quisiera— mover su cuerpo. Estaba paralizado, Luhan lo acababa de rechazar sin decir siquiera un simple no.

YiFan se levantó en el acto, tomando a su amigo de los hombros, dirigiendo su cuerpo a su sitio y gruñendo un fuerte y audible ¿qué carajos miran? que logró desviar toda atención no deseada.

Sehun… ¿quieres hablar? —le preguntó Jongin, pero el menor solo le volteó el rostro, echándose a dormir sin decir nada más. Jongdae se limitó a suspirar, evitó cualquier comentario sarcástico, aunque su naturaleza se lo exigiera.

—¿Solo lo evitó? —Yixing volvió a preguntar, dejando de lado su dolor de cabeza y mirando de frente a Suho— ¿Cómo se sentirá mejor si solo deja de lado que hoy pasó la vergüenza de su vida?

—Yixing, tranquilo. —ordenó Junmyeon, serio— Está mal, lo sé. —le dio la razón, colocando su taza en la mesita de noche junto a la cama del menor— Pero tú no conoces a Sehun como nosotros, en estos momentos ha de estar teniendo un martirio mental que no quiero imaginarme. Él es poco de mostrar interés en cualquier cosa.

—Eso lo noté. —interrumpió el menor, ganándose una mueca de fastidio— Oh, lo siento, continúa.

—Sehun tiene más ladosr03; de los que muestra, no llora seguido, no creo que lo esté haciendo ahorita mientras hablamos, pero sin lugar a duda mientras hundía su cara entre sus brazos lo vi respirar pesado.

El menor parpadeó sin saber qué responder a eso— ¿Puedes poner mi taza allá? —pidió extendiendo su café al mayor, recibiendo un gesto afirmativo con la cabeza.

Junmyeon colocaba las tazas juntas mientras intentaba liberar un poco su mente, la verdad su primera visita a la casa Zhang no estaba saliendo tan impresionantemente como hubiera imaginado. Los dueños de casa no estaban, habían salido y cuando ellos llegaron la casa vacía lo recibió silenciosa. Su primera cita decente debía ser más llena de nervios, pero no. Estaban ahí, a mitad de la habitación de Yixing, hablando de Sehun y Luhan.

—¿Quieres bajar a la sala para ver televisión?

Yixing tenía mala cara, como si no hubiera dormido, era por Luhan. Se estaba sintiendo mal, hundiéndose en un ciclón de emociones como si todo ese espectáculo de la mañana le hubiera pasado a él.

—No, no quiero.

Suho dejó caer su cuerpo, moviendo un poco el colchón. Estaba recostado con la cabeza poco alineada con las almohadas, de hecho, estaba casi en diagonal, pero sus brazos aun así se extendieron.

—Recuéstate.

El menor se sonrojó a los segundos, volvió a mirar a su novio echado en su cama, con los pantalones color negro y la playera blanca que hacía resaltar de forma impresionante su palidez.

Le hizo caso y colocó su cabeza sobre el brazo ajeno, muy junto a su pecho, con la mirada todavía perdida. En solo un segundo la posición se volteó por completo. Suho esperó a que Yixing se sintiera cómodo a su lado para desacomodarse. En un solo movimiento sus brazos fueron a parar uno a cada lado de la cabeza del menor, igual que sus piernas.

Yixing se vio confundido por un segundo, pero no dijo nada al notar que el contrario lo observaba con delicadeza, serio e igualmente angustiado. Lo notó en ese momento, Luhan no era el mayor de los problemas. Sehun habría de estar pasándola mucho peor. Había sido un poco egoísta, seguro Junmyeon estaba intranquilo por dentro, pensando en llegar a casa de su amigo antes de que anocheciera o planeando el intentar contactarlo durante toda la noche hasta que descolgara la llamada.

—Luhan estará mejor luego, lo prometo, tú debes dejar de sentirte mal en su lugar. —dijo.

—Junmyeon…

—No, hazlo. —reafirmó, casi dando una orden— No te haces ningún bien así.

Yixing odiaba dormir cuando se sentía angustiado, siquiera descansar lo molestaba. Él siempre necesitaba hablar de algo, debatir todo, si no se sentía cómodo quería que las palabras de alguien más retuvieran que se desesperara.

Intentó mantenerse tranquilo por Junmyeon, quien lo observaba desde arriba; fijo y pacífico.

—De acuerdo. —aceptó.

—Gracias. —fue tímido, pero bajó su cabeza con lentitud y le estampó los labios con dulzura. El mayor le dio un beso rápido a Yixing, a las justas atinando a la comisura de sus labios. Sus hombros se relajaron, dejando caer su cuerpo de costado, retomando su lugar junto a Yixing.

Tanteó sus pensamientos. Saltó muy rápido de Luhan a Sehun. Yixing ya no sabía por quién debía sentirse mal, o si debía hacerlo, Junmyeon le estaba pidiendo que lo dejara.

—Sehun también estará bien. —mintió el mayor para que el otro pudiera cerrar sus ojos y descansar un poco al abrazarlo, y así lo hizo.

Pero Sehun en realidad, mientras Junmyeon acunaba a Yixing entre sus brazos y le prometía que todo iba a estar bien, estaba frustrado. Sentado en la esquina de  cuarto, con el rostro completamente rojo y arrojando sus cuadernos de la cólera. Sus nudillos dolían horrores, había empezado a golpear la pared desde que llegó a casa y se encerró en su habitación tras rechazar el almuerzo que su madre le ofreció.

Sus nudillos morados y muñecas dolidas lo hicieron parar con el desquite. Se lanzó al suelo, sus dedos pasaron entre las hebras de su cabello, halando con suficiente fuerza como para sentir la presión.

Sehun no hacía berrinche, solo justificaba las lágrimas que no lograba botan con golpes. Le acababan de romper el corazón y de forma extraña aún no se sentía rendido, no interpretaba lo que había pasado como un rechazo. Pero había sido una fuerte bofetada a su simple y despreocupada realidad.

No todos ni todo era como quería, sin embargo Sehun seguía tomando con la diestra su pecho, como si en un acto metafórico sostuviera a su corazón que se caía. Lo aseguraba, juraba que era amor lo que sentía.

***

Minseok agitó la cabeza de derecha a izquierda, negándole a Baekhyun lo que exponía.

—Pero piénsalo, Min. —pidió tranquilo mientras sacaba un cuaderno de su mochila y lo dejaba sobre la mesa— ¿No te parece un poco raro? Yixing empieza a salir con Junmyeon, luego Sehun se declara públicamente a nuestro Luhan, ¿qué es lo que sigue? ¿Qué Tao anuncie un matrimonio con YiFan? —cerró su enunciado con un pesado suspiro, como si no hubiera respirado ni una vez mientras hablaba.

El mayor tomó el cuaderno de apuntes, buscando la última página— Afirmar que tus teorías sobre que nos tienden una trampa y todo esto es una farsa radica en dudar de la astucia de Yixing. ¿En qué mundo él se dejaría engañar de una forma tan vergonzosa? Debo aceptar que Yixing no sea aplicado o constante para sus estudios es lo que me otorga el segundo puesto que peleo siempre con Luhan. Él tiene más base en habilidad que yo, que Luhan y hasta KyungSoo.

—Sí, tienes algo de razón…

Baekhyun echó el cuerpo para atrás, dejando su cabeza colgada. Su sangre no subía ni bajaba, era ese tipo de momento en los que necesitaba urgente un abrazo de Minseok y no sabía cómo pedírselo sin ser demasiado evidente con respecto a sus razones. No era como si todos los días fueras con tu mejor amigo a decirle que tal vez y solo tal vez habías metido la pata de una forma tan original que hasta el Minseok más pacífico del mundo, o sea el que estaba sentado junto a él, se inspiraría para darle una bofetada, de ida y vuelta.

—Baekhyun…

—No, no estoy bien, lo siento. —completó el menor, estrellado su cabeza contra la mesa.

—¿Ah?

—Min, debo decirte algo. —puntualizó Baekhyun.

Minseok parpadeó varias veces, su amigo parecía creer que en una conexión mental y mística, cuando abrió la boca para pedir auxilio le estaba dirigiendo una interrogante del porqué estaba más intenso de lo usual.

La verdad, así cruda, era que Minseok sí había notado que Baekhyun tenía algo raro. Como si su adrenalina se hubiera llenado el doble de lo que acostumbraba y estuviera drenando todo en forma de ansiedad. Lo había visto, pero no le importó preguntar. Minseok se sentía más necesitado de un poco de comprensión en ese momento, no se inmutó ni un poco cuando Baekhyun le pidió ayuda para estudiar a pesar de saber que este era alérgico a mirar sus cuadernos en cualquier lugar que no fuera instituto. Lo vio como un momento adecuado para estar solosr03; y charlar sobre los temas que lo aquejaban.

El mayor decidió ser un poco egoísta y ver por sí mismo esa tarde, pero como era de esperarse, no lo había logrado. Con los ojos de su menor clavado sobre su cuerpo no pudo evitar flaquear en su decisión y angustiarse por no ser un mejor amigo y preguntar antes.

—¿Qué pasó?

Baekhyun tragó duro, como si su saliva ardiera. Sus ojos estaban caídos, pero su boca seguía siendo una línea recta, sin expresión que le diera una pista al contrario sobre lo que quería decir.

—Digamos que tengo un asunto que no logro resolver. Digamos, solo digamos… —se detuvo un instante, paseando sus ojos por su comedor— que me interesa una persona, pero probablemente no sea tan adecuado como debería.

Minseok estaba confundido, Baekhyun se estaba robando la confesión que él le quería entregar.

—¿Qué? —escupió con el rostro inmóvil— ¿Quién? ¿Tú y un humano que respira, come, transpira y tiene boca para debatir contigo las ideas que presentas y estánr03; erróneas? O sea, más o menos todas… —rodó los ojos— Eso parece imposible. —murmuró sin poder evitar ser un poco humorista en un momento tan raro donde se requería seriedad.

—¡Minseok! —se quejó el contrario— Esto es en serio.

—Lo siento, Baek, pero es inevitable ser un poco incrédulo con respecto a toda la sombra sentimental si se trata de ti. —se excusó Minseok, encogiendo los hombros y arqueando las cejas.

—Pues es cierto. —reafirmó Baekhyun con las mejillas tornándose rosadas— Es complicado… Digamos que, tal vez, posiblemente, en algún universo alterno, una situación hipotética y un escenario adyacente...

—¿Dónde aprendiste tantas palabras? —le interrumpió el mayor.

—¡Minseok!

—Ya, no te enojes, continúa. —hizo un ademán con la mano para hacerlo terminar su enunciado.

—Nos besamos… un par de veces.

Parpadeó dos veces exactas en un segundo y medio. Baekhyun podría jurar que podía escuchar el estómago de Minseok pidiendo comida y que su pulso era tan ruidoso como para molestar al bebé recién nacido de su vecina.

—Necesito más detalles, la información no procesa, el sistema dice error.

—¡Minseok!

—¡Deja de gritarme y dímelo todo! —exigió con el ceño rígido.

Baekhyun se sintió sucio, demasiado, ese sentimiento era mucho más intenso que esa ocasión en la que una prima había encontrado un video de apenas dos minutos de porno en su celular. Mucho más impuro que cuando su madre lo atrapó levantándose los pantalones. Hasta ahora no sabía si ella había notado que estaba manoseándose, tampoco planeaba preguntarle.

Minseok podía sacar de su costilla una hostia, Baekhyun estaba seguro de que si le explicaba lo que había ocurrido en verdad, moriría de un ataque al corazón. Y no, él no podría pagar el servicio funerario.

—Chanyeol me besó una vez… yo lo besé una segunda y así. —atinó a decir, censurando por completo la verdadera historia.

—¡¿Qué?!

—¡Minseok, no necesito que me veas con cara de monja!

El mayor no sabía qué cara poner, su rostro se arrugó de la impresión y ya no recordaba que había llegado a la casa Byun con intenciones de hablarle a Baekhyun sobre sus sentimientos fallidos hacia Jongdae.

—Sé que suena muy extraño todo esto, —le agitó las manos frente a su pecho, como si estuviera calmando a un animal— pero te juro que no planee que saliera así. ¡Lo prometo! —suplicó un poco de compasión— Minseok, estoy desesperado. Me ahogo en sentimientos que no identifico y el no poder hablar contigo de todo esto me estaba matando, necesitaba que lo supieras. Te necesito como mi mejor amigo en este momento.

—Baekhyun…

—Chanyeol me gusta, posiblemente, —soltó avergonzado y agachando la cabeza, relajando sus hombros y brazos— pero no sé cómo interpretar esto, si esta emoción romántica solo es producto de un capricho de retraimiento hacia ellos o en serio siento las estúpidas mariposas, larvas o lo que sean esos insectos que se alojan en mi estómago.

—En serio necesitas decirme de dónde has estado aprendiendo tantas nuevas palabras.

—¡Kim Minseok!

—De acuerdo, de acuerdo, no te esponjes.

El rostro del mayor se había relajado, ¿estaba sonriendo? Sí, tal vez. Baekhyun era adorable cuando no sabía qué hacer, y en realidad la mayoría del tiempo era así, pero pocas las veces en las que él de verdad aceptaba que había algo mal en sus procesos eran milagrosas.

Que Baekhyun dijera en voz alta que no sabía algo, que no empezara con su discurso de sabelotodo cuando en realidad no tenía idea ni de cuándo se independizó Corea, eso ya era demasiado.

—Y… ¿Me vas a contar?

Quería y no quería contarle.

—Ehm… bueno, —paseó la mirada por el piso— empecé con él en el verano.

—¡¿Desde el verano?!

—No, desde el verano no, —negó con la cabeza y manos, estaba muy nervioso— ahí fue la primera ocasión. En el café, nos besamos una vez, pero nada más, lo juro, no nos volvimos a ver hasta inicio de clases.

El menor recordaba cada detalle, había analizado cada uno que hasta aburría. No tenía costumbre de pensar mucho las cosas, pero ahí estaba, repasando las veces que Chanyeol volteaba a mirarlo en clases, en su cabeza había una planilla infinita de los movimientos que habían intercambiado. Quería que Minseok lo ayudara con todo eso, su amigo tenía esa costumbre de observar mucho a la gente, tal vez con un profesional a su lado Baekhyun podría empezar a deducir mucho mejor las cosas y poner en práctica todo eso llamado meditar.

—Sigo sin entender nada, ¿a él le gustas?

Se quedó estático, buscando pronunciar algo con los labios entumecidos, pero sabía que la respuesta que saldría estaría tan dispersa que no serviría de nada.

—Probablemente no. —se mintió a sí mismo y a Minseok en el proceso.

El mayor lo miró con los ojos perdidos, sin saber qué era lo que debía decir con exactitud para que la mirada perdida de su amigo retomara el cauce adecuado.

—A ver, retomemos desde el comienzo pues no entiendo mucho de lo que dices, desde el café si no te importa. Me vas a contar todo, a detalle. —ordenó Minseok mientras se levantaba de su silla y tomaba la mano de Baekhyun para conducir el paso de ambos hacia la sala, buscando la confidencialidad que les otorgarían los muebles.— ¿Cómo has tenido todo eso guardado y aun así me has pedido que venga a enseñarte geometría como si nada?

Como siempre, Baekhyun iba a hacer las cosas mal. Iba a inventar una historia censurada, una que Minseok pudiera oír sin querer matarlo, le iba a contar que se besaron en un ataque de demencia, que la curiosidad les ganó cuando volvieron a clases, que la rutina de besarse a escondidas era parte de su día a día y evitaría por completo mencionar que hace apenas un par de días había ido a casa de Chanyeol para enseñarle un curso que no manejaba y ni entendía en ocasiones.

Baekhyun prefería seguir mintiéndose a sí mismo. Prefería negar que cuando, al despedirse después de una tarde mirando solo el cuaderno e inventando formas de llegar a un resultado en ejercicios que nunca había visto antes, Chanyeol no se inclinó hacia él y le quiso susurrar al oído un suave me estoy enamorando. Lo negaba, no se permitía pensar que era real, por lo que, después de una tarde entera de solo estudiar —lo que ya era raro considerando su historial y rutina—, fue Baekhyun quien se lanzó a besarlo únicamente para callarle la boca, suplicando que no fuera verdad lo que había escuchado.

Se estaba sintiendo vulnerable, no quería caer tan rápido. Pero claro, ahí estaba, narrándole a su amigo una historia mal contada para apurarse en sentirse un poco mejor con su conciencia. Satisfacción mental momentánea para luego pedir que retomaran el que Minseok le explicara geometría a Baekhyun, pues dentro de dos días tenía que volver a la casa Park como tutor, y él no tenía idea de lo que veía cuando abría sus libros.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).