Había algo que realmente le molestaba de Lee.
Era reservado y siempre se mantenía atento a clases; no era nadie especial pero algo le molestaba de él.
Minho suspiró lanzando el lápiz a la mesa, totalmente cansado de estar buscando algún defecto al muchacho.
"Hey, Choi"; se giró con rudeza, Jonghyun le miraba con una ceja alzada. "¿Qué diablos te pasa?".
"Nada de tu incumbencia", respondió frío. Jonghyun bufó ante la actitud de su amigo. Se puede ir al diablo, pensó luego de ver como la mirada de Minho volvía a los inicios de la fila de asientos a su lado.
Minho seguía viendo el perfil de Taemin mientras escribía alguna cosa que el maestro decía.
Algo le molestaba y quizás por eso pasaba la mayoría del tiempo haciendo bromas pesadas con Jonghyun al pobre.
Y no pararía hasta descubrir que era esa molestía en Lee.
Taemin hace mucho estaba sintiendo una mirada fijada en él. Diablos, quería ignorarlo pero era demasiado penetrante.
Sabía que era Minho y con mayor razón debía ignorarlo pero simplemente no podía. Era constante.
No sabía porqué no hacia nada respecto a las bromas pesadas que el moreno le hacia junto con el otro cabeza de perro con músculos; nunca les hizo nada.
Y, quizás, nunca lo sepa. De todas maneras, Minho sólo le dirigía la palabra para decir palabras hirientes a su persona.
Maldito el día en que su corazón decidió fijarse en él.
Por otro lado, Minho estaba mirando a Taemin fijamente; el castaño guardaba sus cosas en el casillero.
Encontraba que era el momento perfecto para atacarlo, estaba vacío por completo.
Y no perdió oportunidad. Lo acorraló golpeando la espalda del bajo con rudeza contra los casilleros.
Taemin gimió con dolor y se atrevió a mirar los ojos del alto; su mirada seguía siendo igual de imponente que años anteriores.
"¿Qué quieres ahora, Choi?", dijo Taemin fastidiado de toda la repetitiva historia. Minho apretó sus hombros, un nuevo quejido salía de los labios de Taemin. Miró con atención el rostro de Lee; aún tenía un rasguño de la golpiza de hace unas semanas.
Iba a acariciar su rostro cuando Taemin alejó su mano con rápidez y trató de soltarse. Minho, obviamente, lo apretó aún más fuerte.
"¿P-por qué?", dijo resignado y mostrando debilidad ante Minho, y entonces Choi descubrió algo. Su estómago comenzó a quemar, una sensación molesta que llenaba su cuerpo.
Pero de todas maneras quería terminar lo que había empezado e ignorar todo lo que estaba sintiendo en ese momento.
"¿Por qué?"; apretó sus hombros por un segundo soltando un bufido, Taemin cerró sus ojos con expresión de dolor. "Porque eres un maldito inadaptado, un cerrado al mundo".
Lo siguiente que hizo fue estampar su puño en la mandíbula de Taemin. El bajo cayó al suelo con un alarido quieto; su cuerpo fue alzado del cuello de su camisa y Minho propinó otro golpe seco al rostro de Taemin.
"Porque te ves como un puto cobarde", Minho golpeó una vez más el rostro de Taemin; "Porque tu presencia me causa náuseas, mi estómago te intolera"; para esas alturas, el rostro del bajo estaba con moretones y una que otra zona abierta con sangre corriendo en su piel. "Eres detestable".
Minho se alejó del cuerpo aturdido del bajo, limpió sus manos tensas en sus pantalones y le dio una mirada rápida a Lee. Estaba encogido, sus rodillas a punto de tocar el pecho tembloroso al igual que el resto de su cuerpo.
Bufó antes de irse cansado del lugar. Taemin quedó ahí, escondiendo los sollozos y dejando caer lágrimas gruesas mientras soportaba el ardor de sus heridas al contacto de sus lágrimas.
Nadie se enteró de nada por ese día.
Era un nuevo día. Minho estaba en la tarea de siempre; buscar esa cosa que le provocaba malestar en su estómago en Lee Taemin.
Hoy su rostro tenía un nuevo set de moretones, unos adhesivos sobre sus heridas sangrantes de ese día. Su mirada gacha mientras su mano se movía sin gracia alguna sobre su cuaderno en figuras sin importancia.
Sus ojos escaneaban con lentitud las facciones heridas de Taemin. Un brillo en sus ojos, algo inusual; Minho quería creer que eran lágrimas. Sus labios estaban demasiado rojos para veces anteriores.
Sus manos comenzaron a sudar. Su estómago comenzó a quemar mientras pasaba observando el rostro de Lee. Esa sensación.
"Minho, hey"; Jonghyun miró preocupado el ceño fruncido del moreno, Minho lo ignoró por completó. " Yah, Choi Min-"
"Cállate Jonghyun".
Taemin respiró tembloroso, escuchando la voz molesta de Minho. Miró de reojo hasta que giró levemente su mirar a los asientos de atrás.
Ambas miradas chocaron irremediablemente.
La sensación avanzó a su pecho, su corazón estaba sintiéndolo.
Taemin quitó la mirada de inmediato, se paró de su asiento con escándalo y a la vista de todo el salón.
"¿Puedo i-ir al baño?"; la maestra asintió preocupada por el accionar, así que sin dudarlo se lo permitió.
Saliendo del salón, Minho se paró y pidió acompañar a Taemin. La maestra no pudo negarse.
Corrió viendo la espalda de Taemin avanzar hasta la azotea. Le siguió a paso apresurado hasta que llegó con el aliento escazo a la puerta que le separaba del exterior.
Abrió lentamente la puerta, viendo a Taemin escondiendo su rostro entre sus piernas; sollozos fuertes se escuchaban.
Era vulnerable a los ojos de Minho, ese lado indefenso de Taemin causaba estragos en su interior.
Arrepentimiento.
"L-Lee Taemin"
El muchacho alzó su rostro y sus ojos llorozos y rojos junto a su cara manchada de esas cosas violáceas en ella fueron el punto culminante en Minho.
Esa debilidad que mostraba Taemin, causaba esa molestia que él consideraba repugnante; sin embargo, le daba una cálidez agradable a su pecho, a su corazón.
Esa imagen de un Taemin pequeño sólo le daba arrepentimiento y...
Ganas de protegerlo entre sus brazos.
Lee Taemin era hermoso.
Sintió algo recorrer su rostro, lo tocó con confusión y se dio cuenta que eran lágrimas.
Taemin se levantó confundido con toda la escena. "M-Minho", susurró tratando de no alterar más aquello.
Cerró sus ojos al ver que se acercaba corriendo a él, esperando un golpe pero sólo sintió unos fuertes brazos apretarlo en un abrazo.
Entreabrió sus ojos con temor y sólo pudo ver la espalda temblorosa de Minho y sentir en su cuello el aliento irregular y caliente del alto. Estaba llorando.
"D-de verdad lo siento tanto, soy un desgraciado por hacerte esto tantos años"; Taemin sonrió leve. Las lágrimas caían sin parar de sus ojos y seguramente las de Minho tampoco.
Levantó sus brazos, palmeando su espalda y acariciando con su mano libre la nuca de Minho, jugando calmo con el cabello del alto.
"Perdóname, por favor", dijo Minho escondido aún en el hombro del bajo; "Todos los golpes, insultos, todo; perdón".
Taemin alejó el cuerpo del alto, viendo los ojos arrepentidos de Minho. Tomó entre sus manos el rostro húmedo y caliente de Minho y le sonrió.
"Cada golpe y cada insulto que me has dicho, todo eso lo he perdonado por tres años seguidos, a cada final del día"; Minho dejó de respirar cuando escuchó la voz suave de Taemin dirigirse a él. "Te he perdonado porque a pesar de todo no pude odiarte".
Lágrimas finas salían de un sonriente Taemin. Minho no supo reaccionar con una respuesta verbal. En cambio, acercó su rostro al de Lee y dejó que sus labios acariciaran con lentitud y cuidado los rotos y heridos de Taemin.
Ambos cerraron sus ojos, disfrutando del beso de significado importante; un tipo de disculpa íntima que se ofrecían uno al otro.
Se separaron cautelosamente y Minho sólo recién, pudo darse el lujo de tocar el magullado rostro de Taemin.
"Sin duda eres precioso, no sé como no me detuve antes a verlo".
"Lo bueno es que queda mucho aún, puedes disfrutar conmigo para entonces", dijo el bajo arreglando el cabello de Minho.
"De verdad lo lamento"
"Ya no importa, sólo- llevemos la fiesta en paz".
Minho robó otro beso a Taemin; disfrutó la sensación en su pecho una vez más.
"Te protegeré como una flor, Lee Taemin".