El hada tomó entre sus manitos los labios de Jinki y desesperada comenzó a besarlos.
Jinki sólo ladeó su rostro, tomó el cuerpo del hada y la devolvió al suelo.
Continuó tecleando su ensayo sobre las propiedades del látex y su reacción alergia en la piel, sintió que Taemin de nuevo escalaba por su camisa hasta aferrar sus manitos al cuello de la misma y subir un poco más llegando de nuevo hacia los labios.
El hada los tomó y comenzó a lamerlos.
Por doceava vez, Jinki la devolvió al suelo.
-No.- dijo autoritario, tomando los bracitos de Taemin para levantarlo e irlo a dejar en la casa para muñecas. –No creo que eso sea lo correcto.- incluso movió su índice en negación, llamando la atención de Taemin. –Así que deja de hacerlo.-
Jinki regresó por su laptop, se sentó en el suelo y tomó la lata de soda de la que estaba bebiendo, luego de beber un poco continuó tecleando.
Pero de nueva cuenta, Taemin estaba sobre sus labios.
-¡Que no!- susurró molesto.
Pero Taemin negó efusivamente, volviendo a pegarse, literalmente, a los labios de Jinki.
La razón: Jinki había jugado a “gira y besa” con Kibum, Haruna, Minho y Joon.
Iba caminando para ir a la cafetería y comprar algo para desayunar pero Kibum le interceptó y propuso jugar gira y besa, el juego de la botella. Antes de aceptar, claro, tenía que saber quiénes eran los otros jugadores, después de saber que también estaría Haruna decidió que estaba bien jugarlo.
El hecho de que sólo hubiera una mujer en el grupo era lo que le agregaba emoción y adrenalina, porque los besos con Haruna eran casi improbables. Y era una manera indirecta de besar a Kibum sin poner en muestra sus sentimientos.
Todo iba bien, sólo que no esperaba que le tocara besarse con Minho.
¡Fue tan raro!
Deseó incluso que la botella quedara en el espacio vaco y fuera beso de a tres, pero la boquilla lo apuntaba. Minho lo miró extrañado pero sonriendo, quizá apenado quizá avergonzando porque durante el juego había tenido la dicha de besar a Haruna y a Kibum incluso a Joon pero Jinki era otro nivel.
Así que terminó besando esos labios desconocidos, esponjosos y con sabor a la manzana que Minho estaba comiendo.
Como era normal, al finalizar el roce comenzaban a reírse. Antes de que Minho pudiera girar la botella el timbre de fin de almuerzo sonó, así terminó el juego.
Al regresar a casa Taemin identificó el aroma a Minho, ¡quería tenerlo! ¡Quería probarlo!
Así que no perdía tiempo ni oportunidad para recibir ese beso indirecto de los labios de Jinki.
Pero Jinki no paraba de retirárselo de encima. Le parecía desubicado y un poco enfermo pero de alguna manera el hada también tendría su ciclo de reproducción, sólo que él pasaba, no quería nada sexual con Taemin.
-No.- la volvió a bajar. Taemin lo miró, luego sus pupilas dilatadas se fijaron en esos labios. –Pórtate bien, pequeña.-