Hongbin estaba devastado.
Había pasado prácticamente toda la noche estudiando para el examen más difícil de su carrera, haberse acostado a las 4 de la madrugada y despertado a las 5 de la madrugada para ir a la universidad y haber memorizado casi por completo su libro de texto no había servido de nada.
Estudiaba medicina, por obvias razonas unas de las carreras más complicadas que existían pero también una de las más bellas, no cualquiera se aventuraba a salvar vidas y quienes lo hacían tenían que amar lo que todo eso conllevaba.
Pero como cualquier cosa, no todo era color de rosa, y esto era lo que lo tenía totalmente destrozado caminando sin destino buscando averiguar qué fue lo que hizo mal. A pesar que dio todo lo que pudo para salir bien en ese examen, no sabía de donde había sacado el docente esas preguntas porque él no las había leído por ningún lado.
Sabía que había sacado muy mala nota en ese examen y sabía que eso había puesto final a cualquier esperanza para pasar la materia, a pesar que aún no terminaba el semestre, el examen costaba el 50% de la nota final, por lo que era imposible que se recuperara.
Sin saber aún donde había llegado, Hongbin se sentó en un banco, absorto aun en sus pensamientos sintió como algo golpeaba su pierna. El golpe fue agudo, dio de llano en el borde que sobresalía de su pierna, aquel hueso que cursaba desde su rodilla hasta su tobillo y que era fácilmente palpable.
-¡Auch!- gritó Hongbin saltando de un solo fuera del lugar en el que estaba sentado.
-Lo siento, discúlpame- Hongbin escucho las disculpas que le daba un chico pero eso solo le molesto más.
-¿Qué no ves por dónde vas?- le espeto enojado, su día no podía ser peor.
-No, lo siento, no puedo ver por donde camino- dijo el chico.
-¿Qué?- lo miro sorprendido. Fue ahí que su enojo se fue de su cabeza y sus mejillas se tiñeron de rojo.
Frente a él se encontraba un chico, era realmente hermoso, alto de cabello castaño. Su rostro era angular y su piel pálida. Sus labios rojos y carnosos pero sus ojos castaños a pesar que eran hermosos, no tenían ningún brillo. El chico sostenía en sus manos un bastón, pero no del típico que usan los ancianos para sostenerse y evitar caer, este bastón estaba extendido para poder determinar que objetos estaban en el camino y poder evitarlo. El chico era ciego.
-Lo que te dije. No puedo verte- respondió el chico tranquilo y se dio la vuelta dispuesto a irse. Era normal que algunas personas reaccionaran de manera exagerada cuando se tropezaban con él. Estaba acostumbrado.
-¡No! Espera por favor- dijo Hongbin desesperado- Lo siento, no debí reaccionar de esa manera.
-No pasa nada, a veces las personas no controlan sus impulsos- el chico estaba molesto. Para Hongbin parecía que era lo normal, después de todo no solo le había gritado también lo había incomodado con su comentario.
-No, discúlpame de verdad. No ha sido un buen día así que simplemente perdí los estribos después de todo lo que paso- El chico pareció entender. Además escucho la sinceridad en la voz del otro, pareció correcto aceptar sus disculpas.
-Está bien, no pasó nada, acepto tus disculpas. Soy Hyuk y tu- le pregunto a Hongbin levantando su brazo en el clásico saludo de presentación.
-Soy Hongbin- respondió agarrando la mano de Hyuk. Sintió una corriente deslizarse desde su brazo por todo su cuerpo, era extraño, nunca había experimentado algo como eso. Hyuk sintió exactamente lo mismo- Y bueno ¿Estás solo?
Hyuk comenzó a reírse, las personas siempre creían que porque era ciego no podía valerse por sí solo pero él era bastante capaz de hacer muchas cosas, a pesar de su discapacidad. Una de ellas era pasear por el parque y regresar a su casa sin que eso implique un verdadero riesgo.
-No te preocupes, que este ciego no quiere decir que sea inútil- dijo Hyuk.
-¡No quise decir eso!- se apresuró a decir Hongbin- Solo que, bueno que pasa si te desorientas o algo así.
-No pasa nada, me detengo y le pregunto a la primera persona que me encuentre- respondió Hyuk como si fuera lo más normal.
Para Hongbin eso era simplemente peligroso. Pero admiraba la tenacidad de Hyuk. A pesar de ello quería abrazarlo y protegerlo con todo lo que podía para evitar que se lastime. El castaño se le hacía muy tierno como para que algo pudiera lastimarlo.
-Eres increíble- dijo Hongbin sin siquiera pensarlo.
-No, es solo sentido común- respondió Hyuk, no le gustaba que las personas le dijeran cosas así, le hacían sentir; de alguna manera, más su discapacidad- Pero dime, que te tenía tan enojado.
-Bueno, no es nada importante- respondió intentando quitarle valor.
-Si no fuera importante no te habría afectado tanto- dijo Hyuk, con su bastón busco la banca donde Hongbin estaba sentado antes y valga la redundancia se sentó. Hongbin al verlo imito la acción.
-Lo que pasa es que hoy tuve un examen, uno muy importante- recalco la última palabra- y a pesar que estudie como nunca, no logre pasarlo y ahora perdí el semestre.
-Pues claro que estas mal, es algo que es importante para ti, es normal que te sientas así. Pero es algo que puedes cambiar, no pasa nada con que caigas de vez en cuando, siempre puede volver a levantarte- le dijo.
Hongbin se dio un golpe mental, él estaba ahí hablando de sus estúpidos problemas con una persona que tenía muchos más que soportar a diario. No era pena lo que sentía por Hyuk, pero sabía que no debía ser fácil.
-Sé que es muy imprudente de mi parte y que probablemente mucha gente te pregunte lo mismo. Pero ¿Porque no puedes ver?- Se aventuró a preguntar Hongbin, su naturaleza de medico lo obligaba.
-No me pasó nada, yo nací ciego, nunca he visto nada más que oscuridad- respondió sincero. HongBin no pudo evitar el dolor que atravesó su corazón. Hyuk nunca había visto el sol, ni los colores que surcaban el cielo al amanecer o al atardecer. Tampoco había visto la luna llena brillar en una bella noche. Ni como el mar se unía con el cielo en el horizonte ni como las montañas se ocultaban detrás de las nubes. Ni como la sonrisa de un niño podía iluminar una habitación. Ni la sensación de ver a alguien que algarera065 su día.
Nada. Hyuk no había visto nada.
-Lo siento, no sé qué decirte- respondió al fin Hongbin.
-Nada, no sientas pena por mí, no lo necesito-Hyuk se había molestado, por eso evitaba decir ciertas cosas, la gente solo podía sentir lastima por él. Él era capaz de hacer cosas que otros no podía, el no dejaba que su discapacidad lo limitara de alguna manera y a pesar que el camino no había sido fácil, había logrado no ser un inútil y realizar las cosas que necesitaba.
-No es pena, admiro mucho que puedas hacer todo lo que te propongas a pesar que no puedes ver. Pero eso no quiere decir que no me duela que no hayas podido disfrutar de cosas tan simples como los colores- dijo Hongbin. Hyuk comprendió pero no entendía porque tan pronto este desconocido podía sentirse así por el- ¿Sabes qué? de ahora en adelante hare que disfrutes de cosas simples, no las podrás ver pero las podrás sentir, tus otros sentidos se desarrollan más para suplir el que falta.
-Pero, Hongbin si recién nos conocemos, no sabes de mi más que mi nombre y que soy ciego, cosa que lo sabría cualquiera que me viera- respondió Hyuk.
-No importa, así comienzan las amistades, de circunstancias como estas, nos encontramos porque así tenía que ser y me animaste de alguna manera, así que eres bueno- Hongbin no sabía que decir, quería convencerlo de alguna manera. Hyun solo sonrió, escuchar lo que decía hacia que su corazón saltara, nunca había tenido amigos de su edad, sus padres y docentes eran buenos y lo amaban pero no era lo mismo que conocer a una persona de su edad y compartir cosas que con sus padres no podría
………………
Hyuk contaba sus pasos para poder llegar al parque, si, a ese parque donde había conocido a Hongbin. Le agradaba, a pesar del inicio brusco y torpe de su relación aun así quería conocerlo mas, quería tener un amigo como cualquier persona.
Nunca había visto, era algo que siempre había estado presente, era simple, su mente estaba negra y a pesar que podía imaginar muchas cosas él sabía que no llegaba al realismo del objeto en cuestión. Aun así reconocía que era algo que no podría remediar.
Era feliz, pero cada vez se sentía más solo. Ahora tenía 19 años, querían encontrar alguien con quien compartir el amor, alguien con quien compartir cada día de su vida. Pero tenía claro que había una posibilidad muy grande de que eso no pasara nunca.
Llego a la misma banca en la que se encontraron, saco su libro y comenzó a leer. El libro estaba escrito en braille, el braille es un sistema de puntos en relieve que les permite leer utilizando los pulpejos de sus dedos.
No pasó mucho tiempo cuando sintió un aroma que reconoció de inmediato. Alguien se había sentado a su lado y era obvio de quien se trataba.
-Hola Hongbin- dijo deteniendo sus dedos y escuchando su entorno.
-Oh, pensé que no me habías reconocido- dijo Hongbin alegremente. Había esperado bastante por ver al menor.
-Claro que te reconocí- se hecho reír- esperaba a que me hablaras.
Habían pasado varios días desde su primer encuentro y ambos habían esperado mucho por volver a encontrarse. Hongbin quería que Hyuk fuera feliz, le gustaba verlo sonreír.
-Vamos- le dijo a Hyuk tomándolo de la mano. Ambos sintieron nuevamente esa corriente eléctrica pasar a través de sus cuerpo. Se sentían cómodos teniendo sus manos unidas.
Hyuk caminaba a lado de Hongbin y no necesitaba su bastón, por alguna razón confiaba en él. De repente se detuvieron.
-Espera aquí, yo regreso en un ratito- le dijo Hongbin soltando su mano. El corazón de Hyuk se alteró, que pasaba si Hongbin se iba y no lo volvería a encontrar. No quería dejarlo ir, quería compartir con el todo lo que se pudiera. Hyuk no quería perder la única oportunidad que tenía para sentirse completamente normal.
-Toma- le dijo Hongbin de repente. Tan perdido estaba en sus pensamientos que no sintió que se aproximaba. Pero no pudo evitar que un suspiro de alivio saliera de sus labios. Hongbin cogió la mano derecha de Hyuk y puso en ella un helado.
-¿Un helado?- pregunto incrédulo- yo sé que es un helado.
-Yo sé que sabes que es un helado, pero quiero que disfrutes conmigo ese helado, como los amigos que somos- Hyuk no terminaba de entender el objetivo que tenía Hongbin, pero aun así llevo el helado a su boca. Estaba delicioso, algo que simplemente había saboreado antes pero tenía algo que lo hacía diferente.
Tal vez Hongbin tenía razón, compartir un helado con otra persona, lo hacía especial.
…………….
Pasaron 6 meses, 6 meses en que cada uno desarrollo sentimiento por el otro. Lo que comenzó por una amistad sencilla término en un romance. Pronto las cogidas de mano fueron más frecuentes era sencillo, no podían estar separadas la una de la otra.
Hongbin cuidaba mucho de Hyuk y a pesar que Hyuk era totalmente independiente le gustaba la atención que el mayor le daba. Habían compartido mucho, Hongbin le enseño a Hyuk a ver a través de él, a que cada cosa aunque fuera mínima la disfrutaran por el simple hecho de que estaban juntos.
Entre las tantas veces que se encontraron en el parque Hongbin había escogido una canción para escucharla con Hyuk. Mientras Hyuk estaba entretenido leyendo un nuevo libro que Hongbin le había regalado. El mayor saco su celular con los auriculares y selecciono la canción que había escogido. Coloco uno de los auriculares en el oído de Hyuk y el otro se lo coloco él.
Hyuk escucho cada palabra, silaba y letra que salió de la hermosa voz que el cantante poseía, mas allá de ser una melodía hermosa era una declaración de amor. Hongbin tenía sus manos unidas, esperando el momento idóneo para actuar. Cuando la canción llego a su auge, con una de sus manos (la que no sostenía la mano de Hyuk) acaricio la mejilla del menor.
Poco a poco acerco su rostro al del pequeño y lo beso. Al principio con torpeza por miedo de asustar a Hyuk pero delicadamente comenzó a moverse sobre los suaves y dulces labios del menor.
Hyuk nunca había besado a nadie y esta demás decir que se sorprendió del sentir los labios de Hongbin. Eran amables con él, como si quisiera ir despacio para saborear cada centímetro de ellos. Hyuk estaba en otro mundo, sentía que su corazón se saldría de su pecho, estaba enamorado del mayor, lo había descubierto varios meses antes pero no quería que Hongbin se alejara de él si no llegase a corresponder sus sentimientos.
Pero ahora lo estaba besando y el correspondía ese beso.
-Hyukkie, te quiero, como no he querido a nadie. Me has enseñado a mirar el mundo de una manera diferente y quiero que veas a través de mi todo lo que podamos hacer juntos, todo lo que podamos disfrutar juntos. Todo lo que antes no podías.
-Hongbin…- pero el mayor continuo.
-Hyuk. ¿Quieres ser mi novio?- pregunto Hongbin temeroso.
-Sí, hyung, claro que quiero- Hyuk no tuvo que pensar mucho. Él ya quería a Hongbin solo esperaba que el otro correspondiera a sus sentimientos. Se lanzó a los brazos de Hongbin y se fundieron en un abrazo que representaba mucho más que un sentimiento. Representaba la promesa de mantenerse unido siempre.
Separándose del abrazo Hyuk alargo sus brazos hasta que sus manos tocaron el rostro de Hongbin. Paso sus dedos por sus mejillas, por su nariz, a través de los ojos cerrados de Hongbin, de sus labios y finalmente de su cabello. Quería imaginarse como era el rostro de su novio.
-Eres hermoso, o por lo menos así es como te imagino- le dijo.
-Tú también lo eres, pero más allá del físico que podamos tener. Lo que mi corazón siente por ti es realmente verdadero y sé que lo que tú sientes por mí, también lo es.
Y beso nuevamente esos labios, ansioso de probar nuevamente al que de ahora en adelante sería su razón de vivir.