Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

We´re more than friends por Minale

[Reviews - 23]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Aquí está la nueva actualización! Creí que la tendría en menos de una semana, pero hubieron días que no pude escribir nada pero bueno, al fin lo puedo subir. 

Es algo corto este capítulo, pero realmente me ha gustado cómo quedó, sobre todo porque le hice un cambio al final y me encanta, haha, creo que me encamoré de mi propio capítulo (?) Espero ustedes también se enamoren de él.

Les dije que las cosas se pondrían buenas, les adelanto que lo que sigue será aún mejor.

No les diré nada más, mejor los dejo que lo lean por su cuenta.

Una vez más les agradezco a todos los que me leen y a las personitas que me dejan reviews, esto es por y para ustedes.

¡Nos leemos!

- Mh, Yo-ka, espera… Espera…  - Aunque había pedido que se detuviera, Yo-ka no lo hizo por completo, sino que los besos comenzó a repartirlos con más lentitud, mirándolo para estar seguro de lo que había escuchado y no romper de nuevo el momento en un falso movimiento.

- ¿Y ahora qué?

Había sido el momento perfecto para retomar las intenciones de ambos luego de que el jodido mensaje los interrumpiera una primera vez, ¿Iba a ser él quién terminara de arruinar todo? Tenía a aquel hombre de rodillas entre sus piernas y los labios sobre uno de sus pezones, más excitante no podía ser la imagen y estaba a nada de arruinarla. Se maldecía internamente por prestar tanta atención a un mensaje cuando estaba tan cerca de conseguir lo que tanto deseaba en esos momentos de Yo-ka, ¿Entonces por qué no seguía adelante? ¿Era tan malo tener sexo con su compañero de banda? Por supuesto que no, esa idea ni siquiera se la creía posible y no era la razón por la cual lo había detenido, sería una excusa muy poco creíble para él y más aún para el pelirrojo. Pero el deseo por su vocalista estaba a tal nivel ya que las dudas por seguir o no se disiparon al instante que esos labios le robaron un suspiro cuando siguió estimulando su pezón.

- Yo-ka… - Le bastó sólo repetir el nombre para que aquel se detuviera por completo y lo mirara fijamente, aunque con una expresión bastante neutral, muy difícil de descifrar. Fue el momento perfecto para acercarse a reclamar una vez más aquellos labios en un beso, mientras sus manos despojaban el torso del abrigo y la camisa después. Yo-ka no lo había visto venir, pero las acciones de Kei eran suficientes para estar seguro que detenerse no era una opción.

- Lo estás dudando cada tanto, ¿Seguro que esto es lo que quieres?

- Cállate y siéntete privilegiado de ser el primer hombre con quien haga esto. - Yo-ka no pudo evitar la sonrisa burlona sobre sus labios, era algo más creíble para explicar por qué le había pedido que esperara.

- Es verdad, no sé si ya antes habías estado con otro en algo así… - El pelirrojo seguía usando el tono burlon en sus comentarios. Sus manos se habían distraído acariciando el torso del rubio con lentitud, descendiendo finalmente a desabrocharle el cinturón, luego el botón y finalmente bajar la bragueta. - Pero si es tu primera vez, haré que la disfrutes al máximo, Kei-chan.

Al parecer había funcionado lo que dijo, que no era mentira además. Tan pronto como aquellas últimas palabras resonaron contra sus labios, su mente volvió a perderse en otro beso que acabó por callar al pelirrojo y darle paso a que retirara su pantalón sin ninguna oposición de su parte.

A partir de ese momento su mirada no se volvió a apartar ningún momento del pelirrojo. No tardaron demasiado en quedar ambos desnudos por igualdad, los besos no se detenían así como tampoco las caricias, cada uno queriendo explorar cada milímetro del cuerpo del otro. Kei había vuelto a reposar su espalda por completo contra el respaldar del sofá, una de sus manos acariciaba la cabellera pelirroja, jadeaba  cada ciertos segundos. Lo que conllevaba el movimiento descendente y ascendente de la cabeza de Yo-ka en su entrepierna lo estaba volviendo loco. era la mezcla perfecta de habilidad y malicia.

El sofá pudo haber seguido siendo el principal espectador del acto, pero ante el ferviente deseo de tener más, el mueble fue reemplazado por una cama más espaciosa y cómoda, ya no había manera de volver a recordar ningún mensaje estando en una habitación alejada de la sala donde el celular se había quedado junto al resto de la ropa.

Pensar en virginidad era estúpido, pero Yo-ka no pasaba por alto que el rubio jamás había tenido una experiencia así con alguien del mismo sexo, tampoco es que fuera necesario ser experto eso sí. Lo único sorpresivo para el vocalista fue descubrir que Kei contaba con una pequeña botella de lubricante muy a mano en una de las mesas de noche al lado de la cama.

- Que pervertido eres, Kei… Tan callado siempre, pero seguro tu mente maquina mucho más de lo que dices. - Yo-ka, con la botella en mano, se acomodaba a horcajadas sobre la cadera del rubio, quien lo observaba sonriente recostado en la cama.

- No eres el único que sabe cómo divertirse. Pero admito que tienes un talento único. - Sus manos recorrían los muslos del pelirrojo lentamente pero sin cansancio, tampoco pasó desapercibido el verlo untar un par de dedos con lubricante. La escena simplemente se le antojaba de lo más deliciosa, su cuerpo no podía ayudar a ocultarlo.

- Estás ansioso… ¿Y si te enseño cómo podrías divertirte aún más?

- Por favor…

¿Quién hubiera pensado que sentir a su mejor amigo de esa forma tan íntima era la misma gloria? Siempre le había encantado oírlo cantar, pero escucharlo gemir era un deleite único y del que se sentía privilegiado en ese momento, más satisfactorio le era aún el saber que esos gemidos eran por su causa, en los últimos meses era de lo único que podía sentirse orgulloso de ser culpable.

Las posiciones se daban por si solas, sin ser pensadas, solo dejándose llevar por lo que ambos cuerpos acalorados necesitaban: Uno sobre el otro, luego una vuelta y podía estar el guitarrista entre las piernas del pelirrojo,  después un empujón y Yo-ka volvía a estar sobre él. Incluso ambos arrodillados frente al respaldo de la cama, Kei empujaba su cadera una y otra vez contra la de su mejor amigo y las manos del otro eran el perfecto soporte para no estallarse ambos contra la pared. Las penetraciones se daban al ritmo que impusieran, ya fueran rápidas, lentas, fuertes o suaves, no parecían distorsionar en ningún momento.

Y no pudieron faltar las mil y un caricias, los incontables besos, las múltiples mordidas que de seguro alguna marca dejaron, y una que otra traviesa succión en diferentes lugares lejos de los labios.  No importaba el calor ni el sudor, el placer tuvo toda la atención y podían sentirse sus estragos en cada rincón del cuerpo, ni siquiera el endurecido pene de Yo-ka se libraba de cada corriente eléctrica que recorría el falo, sobre todo cuando la mano del rubio le tocaba.

Las sábanas desarregladas recibieron a Yo-ka boca abajo completamente agitado, mas los besos de Kei en su espalda le hicieron volver a sonreír con amplitud. Intentó de mirarlo de reojo, estaba casi sobre sí de no ser porque tenía una mano apoyada en la cama a un lado de su cuerpo, y por la cercanía aún podía escucharlo jadear ligeramente luego del orgasmo al que lo había llevado.

- Tu espalda y tu trasero lucen tan bien así…

- Tan bien como tu mano… - Kei sonrió de inmediato, poco a poco dejó de acariciar el miembro del pelirrojo para observar aquel líquido espeso y blancuzco sobre su mano. - Dicen que los guitarristas son muy ágiles con los dedos, en ti se cumple perfectamente, incluso con tu cadera.

- Gracias, pero no olvidemos las deliciosas mamadas que los vocalistas conceden, me has demostrado que son las mejores.

- Puedo darte todas las que quieras, no te preocupes. - Sintió al rubio aún más cerca, así que ladeó la cabeza para mirarlo y se topó con ese hermoso rostro sudado, los labios enrojecidos a escasos milímetros de los suyos.- Chupártela es todo un manjar, mh… - Kei lo calló con una mordida en el labio.

- La próxima vez seré yo quien se trague tu pene por completo, se me antoja comerte sin pasar nada por alto.

- Eso es justo lo que quiero, y solo lo quiero de ti.

Kei ordenó a Yo-ka que pasara el resto de la noche con él, ni siquiera se le pasó por la mente algún dolor de cadera que su amigo pudiera tener, tan sólo quería tenerlo cerca el resto de la noche, mucho mejor si podían pasar abrazados cuantas horas les fuera posible. Había sido una noche inolvidable y estaba seguro que por su parte aquello podría volver a repetirse no una, sino más veces. Quería esa sensación de tener al pelirrojo a su lado perdurara por mucho más tiempo.

 

Después de aquella noche, la actitud entre ambos compañeros de banda fue cambiando a una velocidad más notoria. Aparte de pasar más tiempo juntos, aunque no fuera referente a asuntos de la banda, las muestras de cariño eran más frecuentes y no tomaban por sorpresa a ninguno de los dos, resultaba ser más natural. Sin embargo, no dejaban de tener cuidado de los momentos en que se demostraban ese cariño, no pensaban que fuera algo que todo el mundo a su alrededor necesitara saber, por obvias razones, pero ello no les impedía arreglárselas muy bien. A veces la soledad en alguna sala de ensayo les ayudaba, o la intimidad dentro de alguno de los apartamentos, incluso la privacidad de un mensaje de texto. Las salidas a comer, a beber, quedarse mirando una película después de un día de planeamiento en el estudio, habían comenzado a ser actividades que Yo-ka y Kei disfrutaban juntos más a menudo. La actitud del rubio había cambiado también conforme su cercanía con el vocal era más fuerte. Solía tomar la iniciativa no solo en las salidas, sino también en los besos, los abrazos y juegos en la cama, los que varias veces habían llegado a repetir placenteras noches.

Todo esto tenía al guitarrista más convencido de lo que esos detalles significaban. Estaba seguro de haber llegado a un punto con el pelirrojo en el que la palabra “amistad” quedaba sumamente corta a lo que realmente significaba todo aquello. El querer compartir con Yo-ka de una manera diferente a como lo hacía con Shoya, Tatsuya y sus demás amistades, solo podía significar una cosa. Quería ser él quien hiciera feliz al pelirrojo, hacerlo mejorar de humor y desestresarlo después de un cansado día de producción. Sólo pensaba en él y querer tenerlo a su lado por más tiempo.

No habían aún hablado del tema como tal, tal vez por aún seguir dentro de esa burbuja que ambos habían formado la primera noche que estuvieran juntos, pero para Yo-ka no era algo que urgiera. Parecía que ambos estaban sintiendo lo mismo al ver mucho más interés por parte de Kei en lo que eran, no sabía exactamente cómo llamarlo, mas confiaba en que ya no era una relación de amistad, sino algo más fuerte y especial. Tampoco lo había comentado con los otros dos miembros de la banda, y no creía que el guitarrista lo hubiera hecho tampoco, de lo contrario seguro alguno de los dos se hubiera acercado a preguntar. Tal vez lo harían cuando la relación fuera más formal y llevaran más tiempo juntos. Pero ahora no había razón por la cual preocuparse de ese detalle.

Aunque las cosas entre ellos estuvieran tan bien, los asuntos de la banda no se resolverían solo entre el bajista y el baterista. Parte del éxito que estaban teniendo lo atribuían a que siempre estaban en constante movimiento. No importaba si era temporada de poco trabajo, siempre había alguna canción en mente, aunque fuera para grabar en demo, había algo que hacer y así formar el siguiente paso que darían. Se podía llamar la fase inicial de un nuevo ciclo, en la que se tomaban decisiones con respecto el rumbo que la banda tomaría con el siguiente material que expondrían al público. Entonces, más que ensayos, casi todos los días había una reunión como mínimo, aunque fuera de media hora.

El otoño comenzaba a asomarse con algunos vientos frescos al ir anocheciendo, aún no llegaban las lluvias pero no faltarían algunas semanas para ello. Esa noche no escapaba de ser fría, los cuatro compañeros habían comprado varias rondas de café y té para no sentir tanto frío aún dentro del edificio en el que trabajan, solo ese día hubieran preferido ensayar hasta tarde para al menos no sentir el frío mientras practicaban las canciones. Al no ser el caso y terminar con los pendientes relativamente temprano, la vuelta a casa era lo único que se les ocurría para poder descansar bien. Después de una despedida alargada por la plática entre amigos, Shoya y Tatsuya tomaron rumbo cada uno a su departamento, siendo Kei quien de nuevo llevaría a Yo-ka hasta su residencia, lo que por supuesto no le molestaba en lo absoluto.

- Joder, te estás congelando, tienes la mano más fría que yo. - Reclamó el vocalista con diversión al tomar la mano que el guitarrista le ofrecía. El rubio tenía la mirada fija en la autopista y la otra mano en el volante, pero no por eso dejaba de sonreír.

- En unos minutos la calefacción hará su magia, no llores, estaremos bien.

- Creo que mañana iremos más abrigados. El frío de hoy me agarró desprevenido.

- Espera a que nieve, se nos entumecerá todo. - El vocal volvió a ver a su guitarrista con una mirada bastante sugerente, lo que a Kei le sacó una ligera risa al verlo de reojo por escasos segundos. - Vale, espero que “eso” no se nos entumezca. - Ahora la risa del vocal acompañaba la del guitarrista.

- Siento que te ha hecho mal pasar tanto tiempo conmigo, te he corrompido la mente, mira en lo que piensas ahora.

- No te creo que te estés arrepintiendo de lo que has creado, de seguro te retuerces de orgullo. - Yo-ka se encogió de hombros sin dejar de sonreír, asintiendo después. Kei estrechó un poco más la mano del pelirrojo al volver su completa atención al frente. - ¿Necesitas llegar temprano a tu departamento?

- Hm… No pensaba hacer nada más por hoy, ¿Por qué? - Ahora fue Kei quien se encogió de hombros ante la pregunta, podía sentir la mirada de Yo-ka fija en él y no le incomodaba.

- Tengo ganas de probar un vino que me regalaron hace un tiempo. Me encantaría me acompañaras.

- Por supuesto, eso me gustaría. - Era esa iniciativa de Kei la que lo convencía cada vez más de que sentían lo mismo el uno por el otro.

La desviación a su departamento no tomó demasiado, ninguno de los dos tenía prisa por llegar al lugar, la botella de vino no se movería de donde estaba porque se demoraran media hora más, y con la plática tan amena que fácilmente seguían, los minutos ni se sintieron pasar.

Aunque habían salido relativamente temprano del estudio, ya eran altas horas de la noche, por lo que  Buri no apetecía de acompañarlos en la mesa del comedor mientras probaban el tal vino, el felino había decidido refugiarse del frío en su respectiva cama a un lado en el pasillo de habitaciones.

En la privacidad que aquel departamento les brindaba los besos no esperaron demasiado para hacerse presentes, mucho menos por la mala excusa que había puesto Yo-ka al no querer que los labios de ambos se entumecieran, recordando lo que el rubio había comentado en el auto. Apenas habían bebido una copa, Kei ni la había terminado aún, cuando el vino quedó completamente olvidado y sustituido por esas muestras de cariño.

- Ven, en la habitación será menos probable que nos congelemos. - El guitarrista se levantó de la silla tomando de la mano al vocal para que lo siguiera, pero el pelirrojo optó por mejor abrazarlo por la espalda y así tener mejor acceso al cuello del rubio que comenzó a besar.

- Ajá, de seguro hace más calor ahí. - Kei sonrió aún más al sentir el roce del aliento de Yo-ka contra su piel, además que parecían entender perfectamente lo que vendría a continuación.

Para esas alturas de la “relación”, el retirar la ropa no era mayor problema. La puerta a medio cerrar ayudaba a tener aún más privacidad al estar desnudos en la cama, y aunque hubieran estado en esas condiciones varias veces antes, las caricias seguían explorando sus cuerpos como si fuera la primera. Por supuesto que las cosas no podían ser iguales cada vez que terminaban gimiendo el nombre del otro, sin importar que algunas posiciones se repitieran, la pasión no disminuía y muy al contrario, parecía aumentar a cada segundo que sus cuerpos estaban en contacto. Bastaba con un roce para que las ganas de más aumentaran en sobre manera.

El frío de la noche ya no era de preocuparse, afuera podía estar cuan frío se quisiera que dentro de las paredes de la habitación el calor hacía los cuerpos sudar. Tanto así que ni a Kei ni a Yo-ka les importó quedarse recostados sobre la cama sin cubrirse por las mantas una vez que alcanzaron el placer máximo. Definitivamente no había mejor manera para acabar esa noche.

Recostado sobre la cama, Yo-ka recibió a Kei quien se había acomodado casi por completo sobre su cuerpo, tan solo había apoyado los antebrazos sobre la cama a cada lado del cuerpo del vocal para mantener el torso más en alto y poder besarlo con gusto. Entre tanto, una de las manos del pelirrojo se paseaba por los cabellos húmedos del guitarrista y con la otra lo acariciaba en la espalda.

- Tus labios aún saben vino…

- ¿Te gusta?

- Es la mejor combinación. - El vocalista sonrió con amplitud al escuchar aquello, pero no dijo nada más para dedicarse a besarlo un poco más.

Los besos pasaron a ser más cortos, no menos pasionales, pero sin ser tan duraderos podían disfrutarse de igual manera. Con algo de torpeza, Kei intentó cubrirlos a ambos aunque fuera un poco con las mantas, al parecer su intento le resultó gracioso a Yo-ka como para hacerlo reír suavemente sobre sus labios. Realmente pasaban un momento que no parecía capaz de arruinarse con nada.

- Kei… ¿Qué es esto?...

O al menos eso pensaban hasta escuchar esas cuatro palabras. Kei reconoció la  voz de inmediato y sintió su estómago dar un vuelco en su interior, así como un escalofrío recorrer su espina dorsal. “¿Cómo puede ser posible?” se preguntaba el rubio en lo que miraba en dirección a la puerta, y hasta ese momento cayó en cuenta de todo: la copia de la llave que le había entregado a Runa.

- Mierda…

Notas finales:

¿Qué les pareció? ¿Cómo les parece el rumbo que va tomando la historia? Por favor, háganme saber todos sus comentarios en los reviews que de ahí me baso para saber qué tanto poner en el capítulo y qué no, ustedes son los que me ayudan.

Les agradezco a todos los que me han apoyado y espero que sigan conmigo hasta el final, daré todo de mí para que esta historia les guste hasta que acabe.

Espero no tardar mucho en la próxima actualización, si se dan cuenta cada dos semanas es que estoy intentando publicar, porque una semana me hago cargo de esta historia y la otra me concentro en la otra que por igual estoy publicando. Pueden pasar a leerla también si gustan.

De nuevo, muchas gracias a todas las personas que me leen, me hacen muy feliz. Aiko y Lady Rose, mil gracias por sus lindas palabras, me han animado como no tienen idea.

¡Nos leemos y espero sus review! 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).