Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

We´re more than friends por Minale

[Reviews - 23]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Primero que nada, me disculpo por lo mucho que me tardé con esta actualización, tuve problemas técnicos por semana y media y luego me costó mucho volver a tener concentración para poder escribir, pero ya por fin lo pude terminar.

Creo que este capítulo es un poco más "suave", a mi parecer, pero es muy importante para introducir lo que viene. 

Espero que les guste y lo disfruten mucho, a mí me encantó escribirlo y espero lo noten, jaja.

Muchas gracias a quienes me siguen leyendo, su apoyo es lo mejor, en serio. ¡Que disfruten!

En lo que Kei saltaba de la cama para medio vestirse con las primeras prendas que encontró, la chica había tenido tiempo suficiente para salir del lugar. El rubio tomó una chaqueta y apenas se colocó las sandalias que tenía en la puerta del departamento salió en su búsqueda, dejando a un confuso Yo-ka con las ideas procesándose aún en la mente mientras por igual buscaba su ropa. El vocal no tenía idea alguna de quién era aquella chica, pero sabía lo grave que era el que los hubiera visto juntos de aquella manera. No valía la pena salir detrás del guitarrista, a lo mejor él conseguía alcanzarla y hablar con ella, así que esperar por su regreso era la mejor opción en esos momentos.

Tomó asiento en el sofá de la sala para esperar. Buri lo acompañó a su lado, el gato no tenía el sueño tan pesado como para no haber despertado con todo el movimiento que hubo en el departamento minutos atrás. Hasta ese momento en el que estuvo relativamente solo, comenzó a sentir el frío que hacía en el lugar, y con la escasa ropa que Kei había logrado encontrar para vestirse, se imaginaba cuán mayor frío podría estar sintiendo. Entonces, se levantó del sofá y fue a la cocina a preparar un par de tazas de café, se sentía en la suficiente confianza como para saber dónde estaba todo y sabía además que al rubio no le molestaría en lo absoluto, además no se creía capaz de quedarse quieto al estar con las ansias a tope por el regreso de su amigo. Aprovechó a recoger las copas y la botella de vino que había quedado sobre la mesa, con ellas había iniciado lo que hubiera sido una extraordinaria noche de no ser por la interrupción de esa mujer.

Quince minutos fueron los que Yo-ka tuvo que esperar por Kei. A su regreso, el rubio buscó su móvil que había dejado en la mesa donde habían bebido. Parecía sumido en su mente, no se percató del momento en que el pelirrojo le llevó la taza de café y tomó asiento en una de las sillas.

- ¿La has alcanzado? ¿Qué te ha dicho? - Hasta que escuchó su voz alzó la mirada para verlo, tenía un semblante preocupado. Negó como única respuesta.- Siéntate y bebé un poco de café, seguro que afuera está helando.

- No gracias, así estoy bien. - Kei terminó de enviar el mensaje de texto que parecía absorberle la atención y solamente se sentó, sin siquiera mirar la taza humeante frente a él.

- ¿Al menos has visto hacia dónde salió? - Yo-ka en verdad estaba preocupado por lo que fuera a suceder después, y muy en el fondo rogaba porque fuera una persona comprensiva.

- No, cuando bajé al primer piso ya se había ido. Quise buscarla en los alrededores del edificio pero sería inútil, pudo haber ido a cualquier lado. - Kei se notaba nervioso, y muy ansioso también, se  notaba en su voz y el continuo golpeteo de uno de sus dedos contra la mesa.

- ¿Y no sabes dónde  vive? Tal vez podamos ir a buscarla allí y hablar con ella.

- Claro que sé donde vive, por lo mismo te digo que es inútil buscarla. Ella sabría que la iría a buscar a su casa y por supuesto que no iría a un lugar tan obvio.

- ¿Crees que se haya visto tan afectada solo porque nos vio en la cama? ¿No te parece algo exagerado?

- Siendo ella no sería algo exagerado. Mejor la llamo, no responde el mensaje. - El guitarrista no dio tiempo a alguna otra pregunta del pelirrojo, de una vez marcó el número y esperó el tono.

Yo-ka se mantuvo en silencio, bebiendo pequeños sorbos de café en lo que esperaba algún resultado de aquella llamada, y aunque le sorprendía que la joven no contestara, tampoco le parecía algo de mucha importancia. Si Kei lo permitía, podían hablar con ella el día siguiente, no era necesario tanto alboroto.

- Mierda, no contesta… - Colgó la llamada y volvió a intentar.

- Kei, mejor déjala en paz. La podemos llamar cuando esté menos sorprendida.

- Te aseguro que no está nada sorprendida. - Respondió de mala gana, y Yo-ka no terminaba de entender bien el por qué.

- ¿Quién es ella como para que te importe tanto? ¿Alguna prima o amiga cercana que no supiera bien de tus gustos? - Kei seguía intentando localizarla y no parecía poner demasiada atención a lo que Yo-ka decía, pero oírlo de fondo comenzaba a ser molesto.- Vamos, que no creo vaya a divulgar esto a todo el mundo. Seguro solo no se imaginaba encontrarte alguna vez con un hombre y se ha llevado tremenda impresión. Pero con una buena plática para explicarte y pedirle discreción de su parte seguro que todo pasa.

- Yo-ka, cállate. No tienes ni la menor idea de lo grave que es todo esto. - La irritación que había comenzado a sentir ya iba asomándose en su humor, y con la poca paciencia que el vocal tenía no se podía esperar la mejor respuesta de su parte.

- ¿Y cómo carajos quieres que mida la gravedad del asunto si ni siquiera me has dicho de quién se trata? Para mí es solo una mujer que quién sabe cómo consiguió entrar al departamento a estas horas y nos vio justo luego de follar.

- Qué importa quien sea, el punto es que nos vio y eso es grave… Con un demonio, contesta ya… - El rubio seguía intentando con la llamada y otro mensaje después, estaba desesperado por conseguir alguna respuesta de esa mujer.

- Déjalo ya, Kei… ¿Por qué te importa tanto? Ya te dije, espera a que se calme y después…

- ¡Ya basta, Yo-ka! Cállate por un minuto, por favor. Me importa tanto porque es mi novia y me acaba de encontrar desnudo con otra persona en la cama, sobre todo con un hombre. Así que sí, es muy importante que responda. - Definitivamente, Kei tenía un extraordinario talento para decir las cosas sin pensarlas antes, y recordó ese pequeño detalle segundos después, cuando su mente le decía a gritos lo que acababa de hacer.- Joder, Yo-ka…

- Vaya, con que de eso se trataba todo. - Escupió con ironía. Tomó la taza medio vacía y se levantó de la mesa hacia la cocina para lavarla. En su mente aún resonaban las palabras que Kei acababa de decir, ahora sí que había logrado callarlo.

- Yo-ka, espera, déjame explicarte… - Solamente el móvil y la taza quedaron en la mesa, Kei se había levantado inmediatamente tras el vocal.

- No te preocupes, déjalo así.

- Es que no es como tú piensas…

- ¿A no? - La taza tenía que ser de muy buena calidad para no haberse quebrado cuando Yo-ka la golpeó con fuerza contra el lavado. Se volvió frente al guitarrista haciendo todo lo posible por contener la furia que lo invadía en ese momento.- ¿Entonces cómo es? Porque a como me lo pintas, no fuiste capaz de decirme que tenías novia y te fue muy fácil mantener el maldito secreto para revolcarte conmigo cuanta gana te dio. Tuviste la oportunidad de experimentar el sexo con otro hombre, ¿Y qué mejor amante que tu mejor amigo?

- En ningún momento fuiste mi amante, lo sabes mejor que nadie.

- Así como sabía que no estabas soltero la primera vez que te invité a salir. - El guitarrista no supo qué responder, mucho antes de esa primera cita él había comenzado su relación con aquella joven.

- Pero lo que siento por ti es completamente cierto. - Yo-ka soltó una amarga carcajada, acercándose a palmearle el hombro con una sonrisa sarcástica adornando su rostro una vez que calmó la risa. Kei no podía hacer nada más que observarlo.

-  Bien hecho, campeón. Me hacía falta un poco de humor para digerir esta mierda. - Siguió su camino al lado del guitarrista para salir de la cocina. Buscó su celular y su chaqueta lo más rápido que pudo, solo quería salir de ese lugar lo más pronto posible.

Kei solo pudo mirar cada una de las acciones del pelirrojo sin decir algo al respecto. Sabía el error tan grande que había cometido hasta el punto de llegar a lastimar a dos personas. El portazo que Yo-ka dio al salir lo había hecho entrar más en razón. ¿Por qué no había sido sincero con su supuesta novia, con Yo-ka y consigo mismo? Pero la respuesta a esa pregunta ya no importaba, el daño estaba hecho.

- No me veas así, ya tuve suficiente con los otros dos. - Le reclamó a Buri como si éste le reprochara con la mirada, aunque el gato seguía tranquilo en el sofá. El rubio tomó sus llaves y de nuevo su celular, dispuesto a salir una vez más. No se creía capaz de esperar demasiado para comenzar a solucionar todo el embrollo  que había creado.

 

Una vez más, las actividades de la banda no se iban a detener por un problema como el que Kei y Yo-ka tenían, sus otros compañeros no sabían absolutamente nada, aunque si los notaban distantes. El ensayo fue difícil para el guitarrista, el pelirrojo lo ignoraba por completo, no lo miraba ni siquiera por el espejo de la sala del ensayo, sentía cuán indiferente Yo-ka podía ser. Era muy difícil concentrarse completamente cuando no dejaba de pensar en lo mucho que hubiera deseado hacer bien las cosas desde un principio, pero ahora solo podía esperar por tener algún momento a solas con el vocal para poder hablar con más calma. Lo veía difícil por como el pelirrojo buscaba cualquier oportunidad para no quedarse solo en su compañía.

Había quedado con Shoya en volver a ayudarlo con algunos arreglos después del ensayo, sabía que Tatsuya estaría grabando la base para la siguiente canción y por lo tanto Yo-ka estaría solo repasando lo que  tenía ya escrito para la grabación de la voz, era la oportunidad que necesitaba para poder hablar con él. Pasó un rato trabajando con el bajista, tratando de conseguir la concentración que durante el día tanta falta le había hecho, pero al no poder sacar al vocal de sus pensamientos, pidió al castaño un tiempo de descanso de más o menos cuarenta minutos. Podía parecer demasiado, pero sabía que con Yo-ka la plática no sería corta, así que era mejor tener tiempo de sobra, además Shoya había entendido que a veces era necesario despejar la mente y no ofuscarse con el trabajo.

Sin perder nada de tiempo, Kei se dirigió directo a la sala en la que el vocalista estaba. Al entrar (no pensó en la necesidad de tocar antes ni de anunciarse), corroboró que no había nadie más con él en el lugar, y sin dejarlo decir absolutamente nada cuando volteó a ver quien había entrado, cerró la puerta con llave, así no habría manera de que otra persona los interrumpiera y fuera la excusa de Yo-ka para no escucharlo.

- ¿Necesitas algo? - Ya no había manera de evitarlo, pero sí de buscar cómo hablar lo menos posible con él.

- Tenemos que hablar de lo que pasó anoche.

- Pierdes tu tiempo. - Se encogió de hombros, restando importancia a lo que el guitarrista había dicho. Le dio la espalda al girar en la silla y volvió su atención a los papeles sobre el escritorio.- Hay mucho por hacer, no te distraigas.

- Yo-ka, por favor escúchame… - Pero el vocal se hizo de oídos sordos y siguió en lo suyo sin chistarse por alguna de las palabras de Kei.

El rubio rodó los ojos. A veces Yo-ka podía ser de lo más infantil si así lo quería. Se acercó al escritorio donde el vocal estaba y le arrebató las hojas para tener su atención. Él también podía ser tan infantil como quisiera si así es como al pelirrojo le gustaba manejar la situación.

- ¡¿Cuál es tu maldito problema?! - Había conseguido su atención, y un gesto enfadado como extra.

- Solo escúchame, y te dejaré en paz. - El pelirrojo vaciló un poco, pero cedió al dejar el lápiz sobre el escritorio. Se cruzó de brazos a la altura del pecho, enfrentando la mirada del rubio, quien mantenía una expresión neutral en su rostro, a diferencia de él.

- Bien, te escucho.

¿En verdad lo había conseguido? Le había parecido más fácil de lo que pensó, con lo terco que podía llegar a ser Yo-ka la batalla la había ganado con mucha facilidad. Pero la guerra aún no terminaba, y no desaprovecharía la pequeña victoria que había tenido.

- Créeme que estoy muy consciente del gran error que cometí.

- Sería el colmo si no.

- ¿Puedes dejar la ironía por un momento? - Hablar con el vocalista era todo un desafío, su temperamento era del asco.

- Está bien, pero date prisa, no estoy para tenerte demasiada paciencia.

- Sí, ya lo noté. - Pero estando él de mala gana tampoco iba a conseguir nada bueno. Calmó la mente unos segundos antes de continuar, dejando el tono hostil al hablar.- Cuando salimos, debí haberte dicho que estaba en una relación, y más aún antes de pasar aquellas noches juntos. Les mentí a ambos, pero fui muy sincero cuando te dije que me gustabas y no me arrepiento de haber pasado todo ese tiempo a tu lado.

- Pero… - Que Yo-ka se le adelantara en sus siguientes palabras no le sorprendió, el vocal no era nada ingenuo. Lo observó, queriendo adivinar algún pensamiento en aquella mirada seria, pero no consiguió nada. El pelirrojo sí lo había logrado con él, pero al revés no había surgido el mismo resultado.

- Pero ella es mi novia y no puedo seguir con esto que tenemos… Ni siquiera sé cómo llamarlo, pero está mal.

- Yo sí sé. Puedes llamarlo “Experimentar con mi mejor amigo, a ver cómo se siente follarlo.” - Sonrió con amargura, arrebatando las hojas de las manos de Kei.

- Por favor, sabes que no se trató de eso. Créeme, en verdad me gustas.

- Claro, te creo. Te gusta mucho meterla en cualquier otro lado que no sea el coño de tu novia. Eso sí que te lo creo. - Quiso alejarse del guitarrista al levantarse de la silla, pero éste lo detuvo al sujetarlo del brazo.

- Hablo en serio…

- También yo. - Se soltó del agarre con brusquedad, caminando hacia la puerta. Quitó el seguro y tomó sus cosas. - Ya déjame en paz, ¿Quieres? No estamos en edad para estupideces sentimentales. Tú ya tomaste una decisión, según me acabas de dejar muy claro, y no iré en contra de ello. Hay cosas mucho más importantes en qué enfocarse, no me hagas perder más el tiempo con esto. No soy juguete de nadie, y si quieres un amante búscate a otro, ya conmigo tuviste demasiado. - Abrió la puerta finalmente, volteando a verlo antes de salir.- Nunca me habías decepcionado, pero no creí que fueras tan cobarde. - Aunque las últimas palabras consiguió decirlas más calmado, la tristeza que ellas reflejaron no la pudo disimular. Sin necesidad de decir algo más, y ninguna interrupción por parte de Kei, el pelirrojo pudo al fin retirarse de la sala una vez cerró la puerta tras de sí.

No se explicaba cómo Yo-ka no había reaccionado de peor manera, ¿Se había esperado algo así? Seguro ya estaba lo suficientemente fastidiado con todo el asunto y no quería saber nada más de ello, por algo la conversación no había tomado tanto como él se había imaginado. Aún así, Kei no dejaba de sentirse el ser más idiota en toda la faz de la tierra. ¿En qué estaba pensando cuando dio paso a que todo ello ocurriera? ¿Realmente estaba haciendo lo correcto? La moral de unos podían decir que sí, pero él sentía a su ser gritar porque abriera los ojos y se diera cuenta de que estar con aquella chica solo por no verla mal a causa de lo que había hecho no era la mejor decisión. Yo-ka también estaba mal, ¿Y por qué no decidió estar con él si tanto decía que le gustaba y quería? ¿Porque aquella mujer había llegado primero y se supone era a quien más debía querer? No, esa no era la razón, pero se obligaba a creerla.

 

La cercanía que entre ambos había aumentado es esfumó. Ya no habían gestos cariñosos, ni insinuaciones, estaban distantes y compartían lo mínimo que como miembros de la banda se les exigía. Para Yo-ka no valía la pena seguir buscando algo con el guitarrista, no cuando ya había expresado su decisión y no volvió a mostrar más interés en acercarse a él, pensaba que realmente había sido algo pasajero, un calentón del momento, y que el rubio no había tenido verdaderas intensiones de llegar a algo más. Probablemente, ahora estuviera enfocado en mejorar la tan preciada relación de noviazgo. El vocal sabía cuando era necesario detenerse y dejar pasar todo aunque el dolor fuera difícil de sobrellevar, él sí había estado dispuesto a intentar algo con el guitarrista. No se arrepentía de haber pensado en ser correspondido, mas sí admitía haberse precipitado y no tomar las prevenciones necesarias, se había dejado llevar al tratarse de quien se suponía era su mejor amigo. Su error fue haber pensado que con tal lazo de amistad nada podía salir catastrófico y bajar la guardia, tanto que no vio venir lo que ahora sucedía.

Entender todo eso y dejar de culpar al rubio por las muchas cosas que sentía le tomó su tiempo. Las primeras semanas después de aquella noche no habían sido nada fáciles, pero tenía en qué ocupar la mente y agradecía que todo eso se diera en el tiempo en que no tenían que tratar demasiado. En los ensayos no tenían que hablar mucho, y las reuniones se enfocaban completamente en lo respectivo a la producción del nuevo material. Tenía muchas canciones en las cuales trabajar, así como la organización de otros eventos, todo ello ayudaba a mantener su mente ocupada en otras cosas la mayor parte del día, porque en la noche la historia era diferente, resultaba ser la parte del día en la que los recuerdos lo invadían sin cesar.

Ahora lo que más importaba era dejar esos pequeños sentimientos de lado, no habían crecido demasiado, pero no podía dejar que llegaran a más. Sin importar lo que había sucedido, tampoco quería perder la amistad que durante muchos años había cultivado junto al guitarrista, pero para no perderla tenía que dejar de pensar en lo que había hecho y dejar de ver al rubio como algo más que solo un amigo, a fin de cuentas no eran nada más, solo amigos. Con esta idea en mente, el ambiente tenso que entre ambos se sentía comenzó a disminuir cuando empezó a haber un poco de plática de forma más natural conforme los días iban pasando. El tema entre ambos no se mencionaba siquiera, los dos sabían que de llegar a retomarlo, tendrían un gran retroceso. El avance era muy lento, para Yo-ka no resultaba nada sencillo, y para Kei tampoco era lo más fácil del mundo, pero tampoco quería mantenerse apartado por completo de su amigo. No necesitaron acordar nada, por su parte cada uno entendía la condición en la que estaban, un mal movimiento y lo que quedaba de esa amistad acabaría destruyéndose un poco más,  no se podía ni pensar lo que podría eso afectar a la banda en su totalidad. En ese punto, la música parecía cumplir su papel fundamental, mantener los lazos unidos ante cualquier circunstancia, era la música por la que esas breves conversaciones se producían. La producción del nuevo material había tomado muy buen camino, tanto así que era difícil de imaginar lo que entre dos de los miembros de la banda ocurría.

Había momentos en los que Kei tomaba demasiada confianza al acercarse de más a Yo-ka, y aunque este no lo expresara directamente, se notaba lo incómodo que se ponía en esos momentos, ahí volvía a tomar distancia al recordar que aunque ya no fueran serios al tratarse, tampoco significaba que todo estaba de lo mejor. El vocal había notado el acercamiento del guitarrista una que otra vez, y quería que todo entre ellos volviera a ser como antes, más bromas, charlas amenas, sin sentirse forzado a convivir con él, pero aún no podía olvidar el haberse sentido como un auténtico juguete de placer sexual. En verdad hacía todo lo posible por dejar eso de lado, pero bien sabía que no podía ser tan sencillo, si lo que había sentido por el rubio iba más allá de una amistad, era obvio que olvidarse de lo que pasó no era fácil, pero debía reconocer que estaba dando todo de sí para que no interfiriera con la amistad.

- ¿Has estado durmiendo bien? Pareces algo cansado. - Yo-ka volvía de la sala de grabación cuando Kei lo recibió con la pregunta.

- ¿Ha salido mal? - Mantuvo la puerta entreabierta, si algo en la grabación había salido mal era mejor volver de inmediato a la sala y volver a grabar.

- No, no es eso, has estado genial. Pero, físicamente, te vez cansado. -Kei tocaba algunos acordes al azar, había estado acompañando la voz con su guitarra desde ese lugar.

- Hemos avanzado con muchas cosas, ya el café comienza a serme insuficiente para sobrevivir algunas noches. - El rubio sonrió con suavidad, él mejor que nadie sabía que se acercaban las noches más largas de todo el proceso.

- Podrías aprovechar esos adelantos para ir hoy a descansar más temprano, ¿Tienes quién te lleve? - El pelirrojo, a quien el color de cabello ya se le iba bajando como el mal humor con el guitarrista, terminó por cerrar la puerta por completo y sentarse en uno de los pequeños sofás de la sala, reposando la cabeza en el respaldo del mueble desde donde miraba al rubio.

-Tomaré un taxi.

- ¿Estás seguro? Puedo llevarte si quieres, solo termino unas pruebas y nos vamos. - Yo-ka negó, cerrando los ojos poco después.

- No te preocupes, sé llegar solo, no me pasará nada. - Lanzó una pequeña broma de forma inconsciente, vaya que sí estaba muy cansado. A Kei le hizo gracia el comentario.

- Anda, no seas terco. - Tal vez lo hubiera conseguido de no ser porque una ligera vibración se escuchó desde el bolso del guitarrista, provocando que Yo-ka abriera los ojos para saber de dónde provenía el sonido.

La plática cesó de inmediato, el rubio revisó el celular y pronto lo dejó de vuelta en su lugar, volviendo la mirada al vocalista que lo observa sin alguna expresión certera en el rostro. Se produjo un silencio momentáneo, sumamente incómodo para Yo-ka, siendo él mismo quien acabara con tal espantosa sensación.

- Bien, creo que es momento de irme. Este sillón es demasiado cómodo y no tardaré nada en quedarme dormido. - Se levantó en busca de sus cosas, entregándole una  copia al guitarrista de los apuntes que había hecho antes de ir a grabar.

- Déjame llevarte, ya es un poco tarde.

- Kei, déjalo así. Seguro tienes otros planes para hoy y no quiero hacer que te desvíes. Ya nos veremos mañana.

- No, pero si es…

- Nos vemos. - No dejó al guitarrista terminar la oración cuando se despidió, le dedicó una ligera sonrisa forzada y abandonó el lugar.

Yo-ka ni siquiera sabía lo que había producido aquella vibración en el celular del rubio, podía haber sido un mensaje, un recordatorio, algún correo, pero no quería saberlo, no quería siquiera cuestionárselo, y alejarse fue la más fácil solución que pudo encontrar en el momento. La breve plática había estado de maravilla comparada a otros días y no quería echarla a perder al final.

A Kei le quedó un sabor agridulce cuando el vocal se retiró. No quería forzarlo a nada, poco a poco Yo-ka había comenzado a hablar más con él y tener mejor interacción, era un gran logro, mas aún faltaba mucho porque todo llegara a ser como antes, si es que esa posibilidad podía existir. No había pasado un solo día en el que no se arrepintiera de lo que había hecho, quería ver a su amigo bien de nuevo, pero sin importar cuán fluido fuera el convivir juntos, todavía sentía que todo ello era solo una pantomima para esconder los verdaderos sentimientos. Y estaba seguro que el pelirrojo no era el único que sabía jugar a las escondidas. 

Notas finales:

¿Cómo les parece que va tomando camino la historia? ¿Les está gustando? Pienso que no todo es fácil ni de color rosa siempre, así que podrán imaginarse lo que está por venir con Yo-ka y Kei. Eso sí, no los haré sufrir mucho, no mucho. (?)

Si alguien gusta de agregarme en redes sociales para saber cuándo actualizo o quiere comentarme o preguntarme algo en concreto, me lo pueden hacer saber dejándome un review, ahí les diré cómo pueden buscarme. 

En verdad espero el capítulo les haya gustado y estén preparados para lo que sigue, comienza a ponerse interesante todo.

Sin más, nos vemos en el próximo capítulo, ¡Gracias por leerme! Y estaré esperando sus reviews, que son amor <3

P.D: Mil gracias a Iv, Isai y Lady Rose (Lo siento, no sé tu nombre en sí, jaja) por sus comentarios, siempre me animan a dar mucho más en cada capítulo. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).