Kotae.
Masomi Akashi siempre sea caracterizado por ser un hombre serio con mano dura en los negocios pero nadie ponía en duda la falta de disciplina con su propio hijo, la prensa no daba tregua por las declaraciones hechas por el joven Akashi, sus socios cuestionaron la manera en que controlaba la situación, al final del día fue a parar al hospital por un problema cardíaco.
— Tu hijo es toda una fichita, no se mueve como nosotros queremos— visitando a su colega y amigo Shing Cheng sacaba el humo de un habano el cual le brindaba un desahogo cada noche después de un día ajetreado. — Esperaba que el joven cambiase su actitud, reflexionando sobre el brillante futuro que puede tener con mi pequeña Mei, pero veo todo lo contrario en Seiji.
— Es un idiota enamorado cree que el amor es más importante, su ideal es solo una ilusión, cuando se de cuenta del error vendrá suplicante por la fortuna de esta familia— conectado a la máquina que media su pulso, apretaba sus dedos contra la sábana blanca tratando de sacar su ira.
— Tu podrás esperar, yo no lo haré, mi niña ya sufrió mucha humillación por parte de ese mocoso, si tu no lo pones en cintura le obligare, veras mi respuesta muy pronto querido amigo.
Expulsando la última bocanada de su puro, camino a la salida afinando los últimos detalles para llevar a cabo su plan. La razón por la que el señor Cheng quería una fusión con los Akashi era simplemente para evitar su ruina, gastando la mayor parte de su fortuna en juegos de azar y mujeres, ahora contaba con lo necesario para sobrevivir su malcriada hija era el pase de salida al mismo tiempo que la llave para una cuantiosa suma de dinero.
En los respectivos hogares cada pareja reorganizaba sus posesiones materiales a fin de iniciar su nueva etapa universitaria, algunos más felices que otros puesto que se verían limitados de tiempo debido a las clases variadas y la lejanía de algunos. Durante los primeros años de licenciatura se puso a prueba la confianza entre enamorados, luego de algunas fotos escandalosas, cartas con mensajes demasiado sugerentes y reuniones secretas, Aomine Daiki, Kagami Taiga y Midorima Shintaro aprendieron la importancia de confiar además de escuchar a sus compañeros de vida, apunto de terminar sus estudios una noticia dejo a varios impactados pues no se lo esperaban, el halcón anunció la llegada de su primogénito y su futura boda la cual sería un mes después de recibir su diploma.
— Sólo unos meses para graduarnos, a algunos ya nos urge que suceda ¿ Verdad Kazucchi?— sentado en la cafetería de la facultad, se burlába de la situación de su amigo, el futuro arquitecto quien sonreía mientras disfrutaba de su barquillo con helado de café. Desde hace unas semanas siente el deseo de comer postres siendo los helados sus favoritos.
— Ryo-chan no te rías, mamá Midorima casi nos asesina cuando le dimos la noticia, solo se calmo por que le dije que un mini Shin-chan no podía venir al mundo sin su padre, aun con eso lo encerró en el armario todo el día y lo mando a dormir con el perro.
— Takao-kun no tiene mascota o compraron uno y no me avisaron.— sorbiendo su ya conocida malteada de vainilla kuroko se hizo presente en la conversación que minutos atrás no tenía importancia para él.
— Tetsu-chan lo mando con el vecino para que durmiese con su mascota, pobre de mi Shin-chan tuvo una semana difícil, después de eso lo dejó pasar a casa pero solo podía estar en la planta baja a lo que es igual dormía en el sofá.— viendo como su rubio amigo comía su cuarta paleta ambos jóvenes se cuestionaron con la mirada por la posibilidad de otro bebé en camino.
— Ryota-kun desde cuando comes tantos dulces no es normal en ti.— era solo una pregunta inocente pero la respuesta fue más relevante de lo esperado.
— No lo se, creo que hace quince días tuve un desmayo en plena sesión de fotografía, dijeron que fue exceso de trabajo así que me enviaron a casa además de darme un descanso permanente como modelo.— decir que no estaba deprimido era mentira, le dolió mucho cuando lo dieron de baja, desde ese tiempo a estado ahogando sus penas con mantecado.
— Ryo-chan el helado no es lo único que comes o sí, quizá te sientas más cansado o con náuseas después de comer.
— No siento nada de eso, solo quiero disfrutar de algo dulce desde que me levanto hasta dormir, Daicchi dice que me pondré gordo por tanta chatarra que consumo sobre todo en la noche por eso me ayuda a ejercitarme.
— Voy a tener pesadillas a partir de este día.— terminando su batido sugirió ir al hospital y pedirle a la señora Midorima un chequeo rápido para estar seguros de la condición de su amigo.
— Si sale positivo culpara a Shin-chan por ser el primero, dirá que todo se correrá como el agua.— daba vueltas en el pasillo balbuceando cuanto se le venía a la mente.
— Tetsu-chan, Kazu-chan puedo pedirles que localicen a Aomine por favor.— la sonrisa más el tono en el que Yura Midorima dio la orden, los hizo comprender que alguien seria asesinado por impaciente.
Pasadas las seis de la tarde, el resto de la generación milagrosa y sus parejas se reunieron en el hospital esperando la confirmación y la fecha del nuevo miembro, saliendo del cuarto de observación Midorima-sama habló con sus otros niños — Como ya todos saben seré abuela por segunda ocasión, nacerá a mediados de mayo solo tres meses de diferencia, ahora me pregunto quien será el siguiente.
— Atsushi y Himuro-san.— llamando la atención hacia su persona Akashi Seijiru dio la noticia que acababa de recibir. — Están en Noruega por un curso ahí por un chequeo de rutina descubrieron su embarazo, el próximo mes regresan a Francia supongo que su hijo o hija nacerá en ese país.
— Shintaro ves lo que provocas, ya van tres no me extrañaría que hubiesen más en los próximos días, lo bueno es que algunos están por graduarse.— moviendo la cabeza de un lado a otro dejo que los jóvenes se retirasen a sus hogares a descansar y recapacitar sobre su futuro.
Llegando a su morada, poco más grande que el apartamento donde vivían antes de ingresar a la universidad, una bonita casa sola con jardín y patio trasero extenso donde Nigou podía jugar, kuroko cuestiono a Kagami sobre el tema que le rondaba la cabeza desde días atrás — Taiga tu ¿ Quieres tener hijos? Lo pregunto porque...
Callado por unos carnosos labios y tomado prisionero entre la puerta de su casa y el cuerpo del alto pelirrojo, tuvo que esperar para recibir una respuesta más concreta que esa. — La única razón por la que no tenemos niños es porque quiero que cumplas tu sueño, créeme si por mi fuera desde que te traje a esta casa te hubiese hecho unos cuantos, así que no me provoques o te juro no iras al instituto en días.
Ahora conocía la verdad del por que dormían separados, compartían cuarto y cama pero Taiga no hacía más que dormir, antes de saber que podía dar a luz se la pasaban muy pegados apenas y recordaban comer algo, desde que empezaron la licenciatura solo recibía un par de besitos algunas caricias además de palabras cursis, Kagami no quería truncar su meta de ser veterinario por ello se distanció.
— Taiga solo por esta vez, olvídate de todo y hazme sentir que me amas.— un par de lagrimas rodaron por su rostro al sentir que su pareja pasaba de lado abriendo la cerradura e ingresando a lo que era la sala dejándole sólo en la entrada conteniendo el llanto que amenazaba en salir.
Un sin número de emociones surgieron, una tras otra golpeaban su pecho, al final opto por sólo cambiarse de ropa y salir a despejarse, no supo como llegó al bar solo sintió la necesidad de desahogarse bebiendo copa tras copa, en el calor de la noche un sujeto se le acercó y comenzó a seducirlo, no estaba tan ebrio como para no darse cuenta de lo que sucedía pero era justo lo que deseaba, sentirse amado y deseado aunque solo fuera por una noche, estaba por salir del lugar con su nuevo amigo cuando alguien más se interpuso llevándole consigo.
— Deberíamos llamarle, estoy seguro que Kagami esta como loco buscándole.
— Siempre tan considerado Kouki, le marcamos cuando estemos en casa, no te preocupes.— Akashi se apresuro en llegar al bar, porque su pareja le llamó desde ese lugar ya que el auto se descompuso y aún estaba lejos, fue entonces que vieron al peliceleste en mal estado con otro hombre.
Dentro de su hogar dejaron al invitado en la sala durmiendo, mientras Furihata se daba un baño relajante, Seijiru hablaba a casa del tigre de Seirin para informar del paradero y el estado de su amigo. Pasada la medianoche el automóvil rojo carmín se estacionó al frente del pórtico, en la banca fuera de su hogar el emperador esperaba a que su visita se acercase y poder conversar.
— Akashi buenas noches.— por cortesía saludo aunque su semblante reflejaba cansancio. — Se que es tarde pero cuando llamaste estaba del otro lado de la ciudad buscándolo.
— No me des explicaciones vagas, mejor dime por que Tetsu se encontraba dispuesto a irse con el primero que le hablase bonito.— leyendo en el rostro de Kagami la confusión que sus palabras provocaron, fue más específico sobre lo ocurrido horas antes de su encuentro. — Te diré esto solo por si acaso no queda claro, el error que cometiste hoy es igual al que hice en Teiko, di por hecho que a Tetsuya lo hacía feliz ganar en todos los partidos, no me dí cuenta que en realidad lo estaba alejando a su vez encerraba sus sentimientos volviéndose inexpresivo, no le regreses a ese estado ahora que sonríe y te dice como se siente. Yo amo a Tetsu, lo hago como un hermano por ello quise hablar contigo antes que la situación empeore, perdí algo muy importante y tarde en recuperarlo, Taiga estas dispuesto a perderle y que quizá nunca regrese.
Sumido en sus cavilaciones, recordó el motivo por el cual se fue de casa, su lindo conejito quería algo que por su bien no estaba dispuesto a darle. — Solo quería que cumpliese la meta que se propuso a alcanzar, nunca pensé que lo tomaría por algo malo.
— Desde que te enteraste de su condición por así decirlo, te alejaste de él, pensaste que no lo notaria, yo pude verlo es obvio que Tetsuya igual, esa falta de atención en todos los aspectos fue lo que dio como resultado una borrachera y el estar a punto de ir a un hotel con un perfecto extraño solo por que le ofreció aquello que no tiene en casa.— viendo lo tarde que era le invito a pasar la noche, dejandole cerca del peliceleste. — Piensa bien lo que quieres y si tu objetivo choca con él, terminarlo antes que se vuelva más serio y doloroso para ambos.
Siguiendo su camino al entrar a su recamara el castaño lo esperaba leyendo un libro para no dormirse, platicaron sobre el problema de sus amigos, eran la pareja más estable de todas pero ello ocultaba un detalle que nadie noto hasta que fue demasiado tarde. — Si deciden separarse, estoy seguro que será Kagami quien termine su romance por el bien de Kuroko.
— Te equivocas Kou, si lo hace será por su bien, tu me enseñaste que no se debe dar por hecho nada e incluye los sentimientos de las personas cercanas a mí. Tetsu se cerrará y lo más seguro es que no vuelva a confiar en nadie por el resto de su vida y eso es justo lo que no quiero que pase.
Los brazos del castaño lo rodearon brindándole confort y tranquilidad, pasará lo que pasará a ellos solo les quedaba apoyarlos como amigos y más aún como la familia que ahora son. Mientras unos dormían tranquilamente, algunos se miraban al espejo viendo crecer su vientre e imaginando como sería su bebé, otros más se aprovechaban de la situación actual para cumplir su anhelado objetivo.
— Padre estas seguro que con esto él se fijará en mí.
— Mi adorada niña, solo es cuestión de tiempo en un par de días todo su mundo se vendrá abajo y no tendrá más opción que casarse contigo. Ya lo verás muñequita, tus sueños se harán realidad. " O yo dejo de llamarme Cheng Shing"