Capítulo 1
Kyungsoo despertó de su sueño con el ruidoso sonido de la alarma que le indicaba que había llegado la hora de salir de la cama y salir a trabajar. Se levantó pesadamente para asearse y cambiarse; no quería ir a trabajar y le daba pereza pensar en que ponerse, pero aun así lo hizo.
Luego de haber escogido su ropa y haber peleado con su cabello se sentó a desayunar cómodamente en su pequeña mesa que quedaba junto a su cocina, prendió el televisor para así poder distraerse, pero su puerta comenzó a sonar. “Xiumin” pensó al levantarse a abrir la puerta.
-- -abrió la puerta, viendo a su amigo en la entrada-
--¿Ya nos vamos ojón?
-- -suspiró- Sí, vámonos –cogió sus llaves y salió de su casa-
-- ¿Qué tienes Soo? -pregunto Xiumin-
--Nada, ¿Por qué lo preguntas?
-- Tu rostro luce enfermo
-- ¿Qué? -toco su rostro-
-- ¡Ah verdad! Tu cara siempre ha sido así -soltó una carcajada-
Kyungsoo no sabía cómo es que había terminado siendo amigo de Xiumin, ya que este era completamente diferente a él y no compartían los mismos gustos.
Xiumin era más afeminado y siempre le hacía bromas pesadas, Kyungsoo era serio y callado cuando era necesario.
Pero pese a esas diferencias, amaba a su amigo con todo su corazón, ya que Xiumin y él compartían recuerdos inolvidables, momentos que recordaría para siempre.
-- ¿Qué opinas ojón? -espetó Xiumin dándole un folleto-
-- ¿Para qué es esto? -examino el pedazo de papel-
-- Es una invitación a una “Party Hard” A Jongdae lo invitaron, es por eso que iré.
-- ¿Y yo que tengo que ver ahí? -pregunto confundido-
-- Ains! Te estoy invitando bobo.
-- ¿Ah? -negó con sus manos- No gracias, sabes que no voy a fiestas.
-- ¡Vamos ojón! No seas aburrido, te aseguro que te divertirás.
-- Xiumin, no lo sé…
-- Por favor Soo -junto sus manos suplicando-
-- -dio un bufido- Está bien.
-- -Xiumin lo abrazo-
Kyungsoo no sabía en lo que se había metido.
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-- Sehun ya sabes, hoy en la noche.
-- ¡Por supuesto! Estoy contando las horas para ir a esa fiesta.
-- ¡Yes! Te imaginas todas las mujeres que habrá -dijo Jongin
mordiéndose los labios-
-- Solo piensas en eso ¿verdad? -lo miro juguetonamente-
-- Por supuesto -le guiño el ojo-
-- ¡Dejen de conversar y trabajen! -intervino su jefe-
-- Lo siento Sr. Park -logro articular Sehun volteándose-
-- Que amargado -miro hacia su PC-
Jongin era el típico chico mujeriego, no había chica que se le resistiera, y su apariencia sexy y confiada siempre lo ayudaba a conseguir a la mujer que más le gustaba, pero solo por esa noche, porque odiaba los compromisos serios. Si bien en ese aspecto no tenía problemas, en el campo laboral era un verdadero desastre. El trabajo en oficina era estresante y aburrido desde su punto de vista y sobre todo, odiaba a su jefe Chanyeol, ante sus ojos este era un presumido y vanidoso. La verdad solo trabaja en ese lugar porque su amigo Sehun se encontraba ahí, porque nada le costaba enamorar a una vieja millonaria y tener la vida que tanto deseaba.
Prefería pasar el tiempo de fiesta en fiesta tomando y acostándose con cualquier mujer, a estar todo el día encerrado frente a una computadora.
-- Ya me voy yendo. Nos vemos en la noche -dijo Jongin guardando sus cosas-
-- Oye negro ¿no vas a terminar el informe? -enarco una ceja-
-- Naaahh! Después lo hago. Ya me voy -agarro sus cosas y se marchó-
-- Tsk! Idiota. -movió su cabeza desaprobatoriamente-
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-- ¡Estoy cansado! -dijo Xiumin tirándose en la mesa-
--Dímelo a mí. -se sentó en una silla-
-- ¡Ya llego por quien lloraban! -entro con los brazos extendidos-
-- -Xiumin se paró rápidamente- ¡Jongdae! -corrió a abrazarlo-
-- Tranquilo cachetón -dijo Jongdae- Hola Soo
-- Hola. -saludo sin interés-
-- ¿Ya estás preparado para la noche Xiumin? -pregunto Jongdae con entusiasmo-
-- ¡Sí! Ya muero por ir a la fiesta -dijo casi saltando- Ah y Soo también viene con nosotros.
-- ¡¿Qué?! -levanto sus manos hacia arriba- ¡ES EL FIN DEL MUNDO!
-- Cállate Jongdae -intervino Soo mientras se sacaba el delantal- Yo me voy Xiumin.
--Sí, más tarde te recojo Soo. -dijo Xiumin-
-- Como sea -salió de la heladería-
-- ¿Se amargo? -Jongdae pregunto inocentemente-
--¿Tú que crees?
-- Lo siento… -hizo puchero-
-- Ay cállate -se sacó el delantal- Andando.
Ambos terminaron cerrando la heladería, aunque hubo problemas cuando cerraron la puerta porque se trabo y ninguno de los dos pudo desatorarla porque no tenían fuerza, por lo que tuvieron que pedir ayuda a un vecino que gustosamente los ayudo a resolver su problema.
Luego de eso se fueron caminando y peleando infantilmente, como siempre lo hacían.
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Aunque Jongin no tuviera el mejor sueldo o el mejor puesto de trabajo, tenía una enorme casa que era muy hermosa ante los ojos de todos, esto gracias a una de sus conquistas que no solo le regalo una casa si no también un auto que iba a kilómetros impresionantes.
Se podía decir que lo tenía casi todo, pero le faltaba el amor verdadero, Jongin no tenía padres debido a que su madre había fallecido y su padre lo abandono tras este hecho, por esa razón paso toda su niñez y parte de su juventud en un orfanato, quizás esa era la razón por la que nunca entablaba una relación seria.
Había tenido que afrontar una vida muy dura, pero al encontrar a Sehun un día lluvioso en una de sus tantas fiestas, se dio cuenta lo que era la amistad y abrió su corazón un poco.
Sehun no era el “gran amigo”, pero para Jongin él era su hermano molestoso y confianzudo.
--Ahora que me pongo -abrió su armario- Debo verme sexy
-- Solo cámbiate rápido negro -dijo Sehun entrando a su cuarto-
-- ¿En qué momento llegaste? -estaba sorprendido-
-- Hace media hora, solo que al ir a tu cocina y ver tu refrigerador lleno, me entretuve vaciándolo. -se hecho en la cama estirándose-
-- Si sabes que esta es mi casa ¿verdad?
-- Si, si, si, lo que sea. Déjame dormir un rato -se acomodó-
-- Está bien señorito -hablo sarcásticamente-
Definitivamente Jongin no sería el chico hablador y seductor que es ahora, si Sehun no se hubiera cruzado en su camino, por eso lo quería.
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Kyungsoo realmente no quería ir a esa fiesta, estaba demasiado cansado y presentía que iba a estar aburrido viendo tanta gente a su alrededor, no es que el no fuera sociable, solo que él prefería quedarse en casa escuchando música o leyendo cualquier libro, a estar tomando y bailando.
Lo peor de la situación era que ni siquiera sabía que cojones ponerse, ya que casi nunca salía a ese tipo de eventos, solo asistía a la iglesia y salía unas cuantas veces con Xiumin, de eso no pasaba.
Entonces comenzó una crisis existencial para él, no sabía cómo demonios ir a la fiesta, fue así que llamo a Xiumin.
“Dímelo baby “-era la voz de Jongdae-
“Xiumin ¿eres tú?” -pregunto confundido-
“¡Cállate Jongdae! -grito por el teléfono- Oh sí ¿Qué paso Soo?”
“Mmmm… No sé qué ponerme…“
“¿Aun no te has cambiado?”
“No…”
“Estoy en camino, espérame”
“Está bien”
Kyungsoo se apresuró a sacarse la ropa y agarrar unas toallas, porque sí… Aun no se había bañado.
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Luego de bañarse, secarse el cabello, echarse cremas por cada parte del cuerpo, cambiarse de ropa, echarse perfume y mirarse al espejos mil veces, Jongin al fin se sentía listo para ir a la fiesta. Se puso su casaca beige y voltio a ver como dormía Sehun en su cama, se veía placido y cómodo pero ya era tiempo de irse así que salto abruptamente sobre el para así despertarlo. Sehun abrió los ojos bruscamente y al ver quien estaba encima de él lo golpeo con sus puños gritándole como loco, mientras Jongin solo se reía levantándose de su encima.
Luego de este pequeño altercado Jongin salió apresuradamente en dirección a la calle para poder abordar su coche, ahí esperaría a Sehun.
-- ¡Apúrate nalgón! -toco el clausot del coche-
-- -se acercó corriendo y entro al auto- Listo, ya vámonos.
-- Esta noche es nuestra -hablo Jongin mientras manejaba-
-- Por supuesto negro. ¡¡Hoy cojo hasta con un hombre!!
-- -se carcajeo- Tampoco te pases Sehun.
-- ¿Por qué no? Dicen que lo disfrutas más -se relamió los labios-
-- No sé tú, pero yo soy bien hombre.
-- Si claro… Mejor sigue manejando.
-- -chasqueo la lengua-
La regla número 1 de Jongin era “NO HOMBRES”, podía andar con todas las mujeres del mundo pero nunca se metería con un hombre.
Eso era lo que creía él.
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INCOMODO, ésa era la palabra que describía como se sentía Kyungsoo, y no era precisamente porque las chicas lo miraran con deseo, es que la ropa que llevaba puesta lo hacía sentir como un sucio, nunca se había vestido o peinado así, sabía que había sido una mala idea haberle pedido ayuda a Xiumin con el tema de la ropa.
-- Ya cambia esa cara ojón, te ves bien. -Xiumin palmeo la espalda de Kyungsoo-
-- No lo sé…-dijo sobándose los brazos-
-- Hoy coges Kyungsoo ¡HOY COGES! -grito Jongdae-
-- -Xiumin golpeo a Jongdae- Mejor publícalo en Facebook Jongdae. Aish! -lo miro mal- ¿A qué hora vienen tus amigos?
--Se supone que ya deberían estar acá -miro su celular- ¿Dónde estarán estos tarados?
-- -apareció junto a Sehun- ¡Ya estamos aquí bitch!
-- ¡Negro! -abrazo a Jongin- Viniste con tu amigo el inexpresivo.
-- Muy gracioso Jongdae. -dijo Sehun-
-- -Xiumin fingió toser-
-- -noto la tosida fingida de Xiumin- ¡Ah sí! Chicos estos son mis pasivos, digo mis amigos.
-- -Sehun estallo en carcajadas-
-- Cállate Sehun -Jongin golpeo el hombro de Sehun-
-- Hola yo soy Xiumin -dijo muy sonriente-
-- ¿Y quién es Kyungsoo? -pregunto Jongin-
-- -Jongdae lo busco con la mirada- ¿Dónde esta esté ojón?
-- Atrás mío -admitió Xiumin- Sal Kyungsoo
-- -Kyungsoo paso al frente- Hola…
-- Waoo! A este si le doy. -dijo en tono burlón Sehun-
Todos rieron pero menos Kyungsoo, se sentía como un bicho rodeado de tantos chicos guapos y altos, sin contar a Xiumin claro.
Pero entre todos ellos solo uno le llamo la atención, era ese tal Jongin que ante sus ojos era muy guapo, casi como uno de esos modelos de catálogo que su amigo siempre le enseñaba.
Se dedicó a escanearlo de la cabeza hasta los pies, hasta que la voz sutil de alguien lo saco de sus pensamientos.
-- Hola Kyungsoo, gusto en conocerte -Jongin le dedico una sonrisa-
-- Ho-ho-hola -tartamudeo incomodo-
-- Espero llevarnos bien. -le tendió su mano-
-- Claro que sí -estrecho su mano con la de Jongin-
Y por supuesto que se iban a llevar bien, más de lo que ellos se imaginaban.
Todo podía pasar en una sola noche, incluso hasta lo impensable.