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Fotografiando A La Noche *ChanBeak* por JoLucke

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Notas del fanfic:

¡¡¡Hola!!!

Creo que no demoré tanto en volver xD (espero... quiero pensar que no) & después de terminar con la primera temporada de BFYH, se me vino a la mente esta nueva historia, que espero que les guste igual que la anterior.

Dato curioso: igual que BFYH, Fotografías instantáneas también me salió la inspiración de un sueño y un comentario que me hizo Jorge... no pregunten que es un poco raro xDDD 

Notas del capitulo:

Bueno, en realidad estoy probando una nueva forma de redactar, espero que esté mucho mejor que la anterior. me esforzaré al máximo para que sea de su agrado ^u^)/

 

Espero que les guste~

Chanyeol, a diferencia de otros niños, se esperanzaba con algún día ser como su héroe; su padre. Quien no tenía el mejor trabajo de todos, pero si se notaba la gran pasión que le tenía a aquella profesión. Y no estaba de más. Algunos pensaban que algo tan simple como eso no podía ser objeto de pasión ni dedicación, mucho menos de orgullo, pero ¿Qué más da lo que diga la gente? Para Chanyeol, ser Fotógrafo era su gran sueño.

En navidad no pedía coches de juguete con estampado de fuego y letras en inglés que jamás sabría lo que significaba, o al menos no ahora, en cambio él pedía una cámara Lumix GH3, pero siempre le llegaba una cámara desechable, porque aún no tenía la edad suficiente para una de esas.

Su lugar favorito era el cuarto rojo (Aunque realmente se llamaba Cuarto oscuro y no rojo) en su casa. Pasaba horas revelando aquellos rollos, que aunque no eran de la cámara que quería, podía usarlas bien. Le emocionaba el hecho de meter un pedazo de papel en aquél líquido y terminar con una clara imagen de alguna persona, planta u animal.

Su niñez prácticamente fueron flashes. Tomas de sus lugares favoritos, sus actividades favoritas, sus personas favoritas. De su papá. De aquél perro que le ladró, pero que no le quitaba lo bonito que estaba. También sacaba de su escuela y sobre todo le encantaba coleccionar las de aquél chico de su misma edad, que tenía una preciosa voz. Entonces se la pasaba pensando en las posibilidades de fotografiarlo él mismo, y se ilusionaba con aquella idea. Y cada día se esforzaba. Y cada día era una nueva oportunidad para sacar una nueva fotografía. Porque él aspiraba a ser fotógrafo y fotografiar a aquél niño.

 

Entonces cuando los niños de su edad le molestaban por ser el más alto, por ser el más “Cobarde” (Porque Chanyeol le temía mucho a las historias de terror, a la oscuridad y a las alturas, sobre todo a las alturas), por no tener mamá y por la nula profesión que deseaba tener, corría a los brazos de su padre y este le tarareaba su canción favorita para consolarle. Y entonces volvía su sonrisa y sus esperanzas.

 

En su décimo cuarto cumpleaños ya pasaba a la preparatoria. Y estaba cada vez más cerca de su sueño. Y todo pintaba bien para Chanyeol, y todo saldría bien. Porque tenía una vida social ya casi perfecta. Ahora ocultaba sus temores, se había vuelto más “macho”, y su apariencia física no era para nada mala. Entonces ya tenía más confianza.

-Nos iremos a vivir a Corea de nuevo- Le comentaba su padre cuando estaban almorzando juntos antes de que cada quien se fuese a hacer sus asuntos, porque el padre de Chanyeol jamás se metía en los asuntos de su hijo, pues le tenía confianza.

Entonces todo lo que había hecho Chanyeol se fue a la basura. Tendría que iniciar de nuevo.

Le pesaba iniciar en un lugar que no conocía, con gente que no conocía. ¿Por qué le pasaba esto a él? ¿Por qué cuando ya había logrado tanto?

 

Las primeras semanas fueron como el mismísimo infierno. Tenía que desempacar en cuanto volviera del colegio, pues tan mala era su suerte que dos días después de llegar a Corea, tuvo que iniciar sus clases. Y su padre no podía ayudarlo, porque ahora aparte de ser fotógrafo, tenía otros dos trabajos que le ayudaban a sostenerse. Porque eran tiempos difíciles y cada minuto contaba.

“El tiempo no espera a nadie” Se decía Chanyeol. Y esa era su frase número uno. Entonces retomaba sus energías y se esforzaba más. El idioma no fue difícil de dominar, pues (además de haber nacido en corea) su padre era coreano y por seguir su sueño llegó hasta china, él le había enseñado el idioma desde niño y ahora ya lo dominaba.

Y cuando se sentía mal y su padre no podía estar con él, se encerraba en su habitación y con los cascos a todo volumen, escuchaba la hermosa voz de aquél chico. Se preguntaba si ahora podría ser capaz de cumplir su sueño de fotografiarlo. Y se abofeteaba mentalmente por pensar tan negativamente. Él siempre se había caracterizado por ser 100% positivo y así se mantendría.

 

Porque las esperanzas son los pilares de la vida. Y esa era su frase número dos.

 

Es en el invierno de su décimo quinto cumpleaños que recibe la noticia de que su cantante favorito ha renunciado a SM. Entonces siente que todo se va a la borda. Porque su sueño era fotografiarlo, verle aunque sea  a la distancia… y ya no podría. Navegando en internet es que se entera de que el chico ha desaparecido sin dar explicación, ni de su renuncia, ni menos de su paradero. Y se da ánimos de que seguro tuvo sus razones para hacer eso, entonces se calma y piensa en otra cosa para despejar su cabeza.

 

En el otoño de su Décimo Octavo cumpleaños, se encuentra saliendo a un bar, para beber con sus amigos.

Su novia también está ahí y le mira reprobatoriamente, mientras él bebe una botella de Soju* y le pasa por la garganta como si fuera agua. Ya no hay ardor ni nada, se siente tan natural (por años de práctica). Pero la chica no se molesta por su salud, sino porque “Odio el aliento a alcohol Yeol, ni se te ocurra quererme besar porque ¡¡Apestas!!” y “Me tienes que llevar a casa, ahora”, entonces la chica se enfurruña con el Pelinegro y este solo le susurra un “Hoy no tengo ganas de follar”. A la chica se le suben los colores a la cara y furiosa se levanta de su asiento y se marcha, no sin antes dejarle la palma de su mano bien marcada en la mejilla derecha de Chanyeol y un “Eres un imbécil, ¡Terminamos!”, con lo que termina dramáticamente su escena.

Chanyeol sonríe y sus amigos le molestan “¿Pero qué haces?”, “no sabes de lo que te pierdes, está bien buena” y otros “¿Me la puedo tirar yo?”. Y Chanyeol sabe que todos saben que es una fácil. Pero es un caballero y con un “Cállense Idiotas” con el que defiende su Título.

Se intenta levantar y darle un buen puñetazo a un tipo que no paraba de decir guarradas de la rubia (Ahora exnovia), pero su intento se ve frustrado por un fuerte mareo. Entonces quizá, y solo quizá, ha bebido mucho. Se sostiene de la mesa de madera en donde todos están y lleva su mano a la boca, cubriéndola, evitando una arcada y que un líquido baboso, oloroso y asqueroso, saliera de su boca y salpicara los snacks que aún quedan. Corre al baño y entra en una cabina, sin cerrar la puerta ni ver a su alrededor, se pone de cuclillas, poniendo su rostro en el retrete al tiempo que no aguanta más y deja vaciar su estómago. Las arcadas parecen convulsiones y Chanyeol se pregunta cómo pudo haber perdido el control así. No está totalmente borracho, pues al menos está consiente.

Se levanta a duras penas y tira de la cadena para no ver el contenido. Siempre ha odiado el vómito, su olor y apariencia. Espera un poco mientras escucha unos sonidos raros, pero no le da mucha importancia y se levanta de a poco. Lava su rostro y enjuaga su boca en uno de los 4 lavabos. Al levantar la vista al espejo, abre sus ojos como platos al ver la escena a su espalda. En la última cabina de retrete se ven dos cuerpos. Del primero del que se percató fue de un moreno (que le daba la espalda), alto que estaba haciendo movimientos con su cadera. Chanyeol no es consiente del todo a la primera, es entonces que escucha gemidos de éxtasis y luego ve un rostro asomarse por un lado del cuello del moreno y se da cuenta de que está penetrando a otro, aparentemente, más joven, con piel pálida, labios entre abiertos, hinchados, gimiendo sin pudor, aferrándose a la espalda del moreno, quien arremetía una y otra vez. Eran dos tipos teniendo sexo. Hombres.

Sabe que debe de apartar la mirada. Sabe que debe de ser asqueroso para él. Pero simplemente no puede salir del estado de sorpresa.

Mira el rostro del más menor y solo vio un rictus de placer. Sus ojos estaban cerrados, pero se abrieron en el momento en el que él se disponía a dar media vuelta y salir de ahí y olvidarse de todo lo que había visto. La expresión que esperaba Chanyeol era una de sorpresa, vergüenza o por lo menos algo de timidez. Cualquiera. Menos la que puso.

 

-¿Quieres unirte? –Le pregunta entre jadeos. Y Chanyeol adopta una expresión de sorpresa combinado con algo que no sabe si es excitación o asco. Y si es la primera se lo atribuye al alcohol en su venas, pero si es la segunda, se lo debe a su honor como “Macho”.

 

Notas finales:

Hoy es la primera vez en mucho que subo un capítulo en el día y no en la madrugada xDD esque a esta hora hay mas gente y puedo dar a conocer el nuevo Fic ;) 

 

Tenía el capítulo desde el martes, pero Jorge tenía que revisarlo y darme luz verde y por eso apenas lo estoy subiendo.

Pero diganme... ¿Qué les pareció?

 

Espero con muchas ansias sus comentarios y lo que esperan de esta nueva historia, y probablemente para mañana en la noche les subo el siguiente. (/OuO)/

 

Saludos~~~~


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