Recientemente me mude a un nuevo barrio, vivo con mis padres, mis tres hermanos y mi amado gato, hoy cumplo 16 años y papá nuevamente se ha puesto mal, mi madre piensa que lo mejor es llevarlo al hospital pero mi padre es muy terco. Mi hermano mayor está en el último año de escuela y ya tiene pensado que estudiar para cuando vaya a la universidad.
- ¡Dante baja de inmediato que no tengo tiempo!- demonios, mi hermano grita como loco.
Baje lo más rápido que pude y lo encontré ahí parado mirando a la ventana de frente, cada vez que hace eso me hace pensar que es un degenerado.
- podrías por favor dejar de mirar de esa manera, parece ser todavía una niña como para que este siendo acosada- dije mientras pasaba por su lado.
- cállate y vámonos que llegaremos tarde- hoy era la primera semana de clases, mi hermano exagera demasiado por no llegar tarde.
- ¡¡¡Giovanni date prisa que se va a romper el espejo de tanto mirarte!!!- realmente gritaba como loco.
- ¡Gabriel! Apúrate que llegaremos tarde- desde este año mi hermanito menor estará en el mismo cole que yo ya que nuestros padres piensan que somos muy desunidos entre los cuatro.
Llegamos y todos se encontraban formando hasta que llegaron seis chicos y una nena, llegaron y todas las chicas salieron corriendo donde ellos, se ve que son los “populares” cuanto odio a ese tipo de personas.
- ¡Gabo, cuánto tiempo!- grito aquella niña, parece no estar en este colegio ya que no lleva el uniforme.
- ¡Ariel como estas!- decía mientras la abrazaba.
- ¿dónde se metió Gabo?- mi hermano preguntaba mientras miraba por todos lados, como siempre andaba en su mundo en donde nunca se da cuenta de nada.
- es aquel qué esta con esa chica-
- bueno ya es hora de formar, vámonos-dijo y nos fuimos dejándolos a los dos.
Me sentía muy incómodo, había un chico un poco extraño, el cual me observaba, no le tome mucha importancia y seguía atendiendo mientras el profesor explicaba. Las horas fueron pasando hasta que por fin llegó la hora de salida.
Quería comer algo ya que no había podido hacerlo, me acerque a un puesto y compre un pastel, salí de ahí, me encontraba caminado tranquilamente a mi nueva casa, de repente sentí como si me estuvieran siguiendo, trate de correr pero lo único que hice fue acorralarme en un callejón.
- oye… muchachito por qué tan solito- escuche una voz muy gruesa que me hablaba.
Me empecé a poner nervioso ya que no encontraba escapatoria.
- que pasa ¿nervioso?, quieres que te relaje- escuche una nueva voz que me hablaba detrás de mí acercándose.
- cálmate, te gustara- me di la vuelta viendo quienes era aprovechándose de aquello uno de ellos rasgo mis prendas.
No podía moverme por el mido que sentía, quería gritar pero mi boca estaba tapada, sabía que debía hacer para que no me hicieran daño, ¿pero qué?
- ¡¿ustedes de nuevo?, acaso no se cansan de dañar a personas indefensas!- vi hacía el lugar de donde provenía esa voz divisando a un chico de cabellos dorados como el sol ojos verde miel profundos los cuales me hipnotizaron.
- ¡tú, gusano!, no te cansas de entrometerte en mi camino- decía mientras comenzaba a introducir una de sus manos en mis pantalones.
- y tú…siempre metiéndote con lo que es mío- decía mientras se acercaba más hacia esos tipos que me acorralaban.
- siempre diciendo que todo es tuyo, no entiendes que ni tu vida es tuya- aquel chico empezaba a acercarse más y aquel hombre empezaba a tocarme cada vez más.
- si te acercas más, no me are responsable por lo que le pase- pude observar como con una de sus manos sacaba de sus pantalones su miembro posicionándolo en mi parte baja rozando la misma.
- si tú haces eso será la última vez que sentirás que estás vivo- sonaba amenazantemente.
- ¡tú! Y cuantos más ¡JA!- empezó a reírse
Tenía mucho miedo y no sabía qué hacer, acaso en verdad seria brutalmente violado.
- no sabes que hacer ¿verdad?- decía mientras sentía como empujaba su bulto más hacia mi tratando de meterlo- creo que esta vez también te quedaras viendo y nada más- “¿otra vez?” que quería decir con eso, pude ver como una pequeña sonrisa ese mostraba en su rostro.
- aléjate de él si no quieres…esto- y saco un…un ¡ARMA! Pe…pero qué demonios estaba pasando aquí...todo esto parecía una pesadilla.
- crees que me asustaran con un arme de juguete- al terminar de decir eso pude escuchar un fuerte disparo- cá…cá…cálmate… n…no deberías jugar con esas cosas – y comenzaba a soltarme
- si no quieres que juegue contigo será mejor que lo dejes ir- me soltó y sin pensarlo mucho fui donde estaba aquel chico.
- ¡CORRE, CORRE!- me gritaba y salimos corriendo
Ellos nos empezaron a perseguir y yo ya no podía más ya que estaba lloviendo y me impedía poder hacerlo más rápido.
- ¡VETE, VETE, YO LOS DISTRAERÉ PERO CORRE!- me gritaba pero…
- no…no puedo dejarte- fui hacía el para abrazarlo.
- ¡¡NO!!
CONTINUARA…