Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Hombre por Hacchiko

[Reviews - 40]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hi, sweeties♥!

 

¿Emocionados por este segundo capítulo? Espero que sí. (Yo sí).

 

Muchas gracias a quienes comentaron y leyeron. Espero que este capítulo les guste más que el anterior. Besos y abrazos psicológicos,

 

Att. Hacchi♥!

Hombre

¡Hacchiko!

Capítulo 2: Que quede claro

 

 

 

Después de gritar y celebrar que Tae Min estaba de regreso, los chicos le enseñaron el nuevo baile. Ellos no quisieron soltar ni un segundo a Tae hasta que él, con algo de pena, les comentó que los alcanzaría en un momento, ya que necesitaba ir al baño. Respetando su privacidad, avisaron que estarían en el auto esperándolo. Todos excepto uno. Cuando Tae estaba lavando sus manos, escuchó una voz y alzó su rostro al espejo frente a él.

 

 

—Hey, Hyung. —saludó en respuesta con una sonrisa sacudiendo sus manos antes de tomar papel y secarse.— ¿Pasa algo?

 

 

—Yo… —se quedó sin palabras. Tae Min vio su reflejo una vez más, esperando a que hablara.— Escucha, terminamos muy mal, así que quería ver si…

 

 

—Hyung. —interrumpió dando media vuelta para ver a Min Ho.— Todo está solucionado. Solo era un niño. Ahora que he madurado, veo las cosas más claras. —le dio una leve palmada a su hombro con tranquilidad.— Todo está bien.

 

 

—¿Como antes? —preguntó con duda, necesitaba asegurarse. Minnie con una linda sonrisa asintió.

 

 

—Sí, Hyung, como antes.

 

 

—¿Desde cero?

 

 

—Desde cero. —afirmó todavía radiante. Un gran suspiro que salió desde el fondo de su alma, provocó risas en Tae Min.— Parece como si acabaras de revivir. —Min Ho mostró una sonrisa más grande.

 

 

—A decir verdad, así me siento. —admitió acercándose, notando como la felicidad del otro se borraba, siendo sustituida por confusión hasta que, a unos centímetros de besar su boca, el nuevo bailarín colocó su mano en el pecho contrario y lo alejó.

 

 

—Disculpa, ¿qué estás haciendo? —cuestionó mostrando una pequeña sonrisa incómoda. No estaba queriendo hacer lo que Tae Min pensaba que quería hacer, ¿cierto? Min Ho, ante su pregunta, se separó extrañado.

 

 

—Dijiste que todo estaba bien así que pensé…

 

 

—¿Pensaste qué, Hyung? —animó con seriedad ante su silencio.

 

 

—Que podíamos continuar juntos. —murmuró avergonzado.

 

 

—Sí, eso dije. —Min Ho levantó una ceja, ahora más confundido. Tae Min al ver su semblante, comprendió lo que el otro había entendido.— Oh. —soltó incómodo.— Cuando dije “todo está bien”, me refería a nuestra amistad, no a… —levantó los brazos señalando el espacio entre ellos dos.— Esto. —completó.— No puede haber nada entre nosotros.

 

 

—Pero no lo intentamos bien, Tae Min. Es decir, yo me equivoqué y fui un idiota pero no nos esforzamos mucho. Siento que si le damos otra oportunidad…

 

 

—No, Min Ho. —interrumpió.— No quiero. No tenemos nada en común. Es mejor si solo somos amigos. —solucionó con voz cansada.

 

 

—Tae Min, he estado pensando tanto en esto que…

 

 

—Ya te dije que no, ser amigos será más fácil…

 

 

—Pero yo no quiero tu amistad. —Tae Min abrió sus ojos impactado y vio al suelo.

 

 

—Ya entiendo. —murmuró.— Homofóbico, ¿eh?

 

 

—¡No es eso! ¡No lo soy! —exclamó bufando. Era como si hablara solo, Tae Min no lo miraba.

 

 

—¿Entonces qué es, Min Ho? —levantó su rostro hacia él.— ¿Cuál es el problema en que seamos amigos?

 

 

—Que yo quiero más que eso. —sorprendido, retrocedió, sintiéndose nervioso. Parpadeó rápido. No quería caer de nuevo con sus mentiras.

 

 

—Pues yo no quiero y ya deja de molestar con eso. Key Omma y Onew Hyung son muy perspicaces, no quiero que sepan que discutimos esto.

 

 

—Entonces solucionémoslo y seamos novios.

 

 

—¡No! —gritó exasperado.

 

 

—¿Por qué no piensas en ello? No puede ser que yo sea el único que extrañe esto entre nosotros, además, vi la nota.

 

 

—¿Nota? —repitió en un murmullo al ver que Choi sacaba un papel.

 

 

—Esta es tu letra. Esto es tuyo y estaba en mi sudadera. Quise hablar contigo pero ya te habías ido.

 

 

—Estuve tres días esperando a que respondieras. Esa nota ya venció. Las cosas han cambiado y yo ya crecí. —concluyó dándole la espalda.— Olvida esto y ya volvamos con los demás.

 

 

—Está bien. —aceptó su derrota.— Solo quiero un favor. —Tae Min, extrañado, volteó para mirarlo y abrió sus ojos, asombrado, al sentir la boca del otro sobre la suya. Era un beso suave, de “piquito” que no tomó más de dos segundos, sin embargo, fuera del baño, se escuchó una fuerte palmada y un “¡ouch!”.

 

 

Diez minutos después, Tae y Min Ho aparecieron con éste último sosteniendo una botella de agua fría en su mejilla y una mueca de dolor. Los tres dudaron en preguntar, pues se notaba que Tae Min estaba de mal humor, a diferencia de cuando estaban ensayando. Aún así, armándose de valor y decidido a afrontarse a las consecuencias, Onew abrió la boca.

 

 

—¿Qué le pasó a Min Ho? —el castañito giró a ver con desinterés y volvió para sonreír.

 

 

—Es que había una mosca en su cara y la maté.

 

 

—¿Es verdad, Min Ho? —preguntó Jong Hyun preocupado.

 

 

—Sí, Tae Min es un ángel. —afirmó con una sonrisa forzada. Ninguno de los tres se creyó la mentira, no obstante, decidieron dejarlo pasar.

 

 

—Bien, entonces, suban al auto. —dijo Onew señalando la camioneta.

 

 

—Las damas primero. —molestó Min Ho estirando su brazo hacia el auto, viendo cómo Tae Min apretaba los labios y entornaba la mirada. Después, fingió que no le afectó el comentario e imitó el movimiento del mayor.

 

 

—El burro por delante. —retó al rapero con la mirada, y éste, sin quedarse atrás, dio pie a una muda batalla de fulminaciones visuales. No lo dijeron, pero quien evadiera al otro o parpadeara, perdería. Tenso, Jong Hyun decidió interrumpir.

 

 

—No hay problema, yo quería ir primero. —giraron para ver al vocalista subiendo al asiento trasero. Los menores se dieron una última mirada congeladora y corrieron a la puerta. Tae Min, con una pierna adentro, gritó al sentir que Min Ho lo cargaba de la cintura para bajarlo y subir antes. Key y Onew compartieron una mirada preocupada. Esperaban que solo fuera el primer día.

 

 

 

 

 

Ki Bum, sonriente, tomó una bonita blusa rosa y volteó buscando a su (secretamente) novio, sin embargo, toda felicidad huyó de su rostro al ver a una linda señorita con el uniforme de trabajo muy cerca de él. Oh, no, no. No acababa de guiñarle, ¿cierto? Oh, cielos, estaba coqueteándole. Ki Bum frunció su ceño tras sus falsas y gafas de armazón grueso. ¿Qué hacía esa mujer cerca de su Puppy? Bufando, tomó las otras siete blusas, cinco pijamas, cuatro pares de zapatos, trece accesorios, dos collares, nueve pares de aretes, tres gafas de sol y un bonito sombrero antes de dirigirse a la caja carraspeando su garganta para que el otro captara que tenía que pagar, y es que, no era por presumir, pero su amada abuela cumplía años ahora y Key, como buen nieto preferido iba a ir con ella para felicitarla. Con su novio.

 

 

Oh, sí. La abuela ya sabía que Jong Hyun y él eran novios. ¿O amantes? Bueno, como sea, ya lo sabía, y no paró de decírselo cuando se lo notificaron. ¿Presumida? ¡Para nada! Esta vez, Ki Bum tenía muchos regalos para su queridísima abuela, pues impartirían camino a Daegu, lo cual les llevaría, en auto, unas cuatro horas aproximadamente. Bastante tiempo para ellos dos solos. Claro, sería un paraíso si no hubiera sido por aquella señorita uniformada. Ahora, Key estaba de muy mal humor. Jong Hyun, después de comprar comida para el camino, se dio cuenta, pues Ki Bum no le dirigió la palabra ni le dio un beso. Nada. Y eso era bastante extraño. Al cabo de veinte minutos, Jong Hyun decidió aligerar un poco el ambiente poniendo música. Key, al instante, la apagó. Bien, entonces conversarían.

 

 

—¿Te hice algo malo, Bummie?

 

 

—No, nada.

 

 

—¿Pasa algo? Puedes decirme.

 

 

—No quiero. —refunfuñó con los brazos cruzados mientras miraba por la ventana.

 

 

—Okeey. —soltó confuso, centrándose en la carretera. Solo habían pasado cuatro segundos cuando Key volvió a hablar.

 

 

—Ella era muy bonita.

 

 

—¿Quién?

 

 

—La que nos atendió.

 

 

—Ah. —soltó sin saber qué decir.— Pues, supongo…

 

 

—¡Lo sabía! ¡Te gusta! —acusó a gritos asustándolo. Jong, por un segundo, dio un giro brusco al auto y al instante volvió al camino correcto. Suspiró aliviado y sin dejar de ver el camino, regañó.

 

 

—¡¿Estás loco?! ¡Me asustaste! ¡Eso es peligroso, Key!

 

 

—Ah, ahora me dices que es peligroso. ¡Ella te gusta! ¡No lo niegues!

 

 

—Ki Bum, no tengo idea de qué hablas.

 

 

—¡De esa mujer! ¡La bonita curvilínea de ojos enormes e intenciones macabras! ¡Te estaba coqueteando!

 

 

—Lo sé, me di cuenta, pero no le hice caso.

 

 

—¡¿Te diste cuenta y no hiciste nada?! —regañó.— ¿Qué pasa con lo de “tengo un novio bien bueno, lo amo y no necesito a nadie más que él”? ¿Eh? —reprendió observándolo con su ceño fruncido.

 

 

—Es que ella no me interesa, Bummie. ¿Qué debería hacer si ella no me interesa? —Key, tras razonarlo, coincidió con su novio. Si no le importaba, entonces no había por qué preocuparse. Entonces, ¿por qué le molestaba tanto? Abrió la boca a punto de disculparse, cuando un ruido los hizo callar. Jong, sintiendo que el auto perdía velocidad, se orilló para no causar problemas a los demás a pesar de que la carretera se encontrara desértica. El vocalista apagó el coche y bajó para revisar el motor siendo seguido por Key, quien llegó a tiempo para ver como el humo salía del cofre.

 

 

—Oh, ¡fantástico! —gritó Key con sarcasmo.— ¿Qué tiene el auto?

 

 

—No lo sé, no entiendo a los autos.

 

 

—¡¿Qué?! —exclamó antes de gruñir en voz alta. Con enfado, buscó en su teléfono.— No tengo saldo. —Jong imitó a su novio y miró al lado contrario con exasperación.

 

 

—No tengo pila. —Ki Bum volteó a verlo con miedo.

 

 

—¿Qué? —miró a los alrededores y volvió con él.— Pero no hay ningún teléfono cerca. No he visto ningún teléfono en el camino.

 

 

—Siempre hay teléfonos, el problema está en si sirven o cuál estará más cerca. —la diva, ante su respuesta, revisó su celular con desesperación, marcando una y otra vez con la misma respuesta.— Key…

 

 

—Mi abuela se va a preocupar. —dijo sin dejar de llamar hasta que Jong tomó sus manos, obteniendo su atención.

 

 

—Entonces te llamará. —el otro iba a hablar pero Jong lo hizo primero.— Para entonces, le dirás que estás bien y que el auto se detuvo. Todo estará bien, Bummie, yo te cuido. —la diva parpadeó con preocupación, y el mayor, al ver que no era suficiente, lo abrazó.— No dejaré que nada te pase.

 

 

 

 

 

Onew fue a la cocina con intenciones de buscar algo para comer. De nuevo estaba solo. Bueno, casi. Tae Min había salido con un amigo, Min Ho estaba arriba enojado por algo que ni él mismo entendía y Jong y Key… bueno, esos dos siempre estaban juntos sin importar a donde fueran. Así que, de nuevo estaba solo. Fue cuando sacó el bote de jugo para beberlo directo de la boquilla que una voz lo hizo brincar del susto y soltar la bebida.

 

 

—Eso es asqueroso. —con el corazón latiendo a mil por hora, vio a la niña a unos pasos de él. Era Eun Soo, su sasaeng.

 

 

—¿Cómo diablos entraste?

 

 

—Y eso es grosero. —agregó ella poniendo sus manos en su cintura, ignorando la pregunta.— Eso no importa, lo que realmente importa es lo que vengo a decir. ¿Me das un vaso de agua? —sorprendido todavía, obedeció a la adolescente y le llevó el vaso a la mesa. Ella bebió un poco y sonrió.— Te echaba de menos, Oppa.

 

 

—¿Qué se te ofrece, además de mi agua?

 

 

—Verás, iré al grano. —admitió.— Además de robar tu ropa interior, quiero llegar a un acuerdo contigo. —él, con sospecha, entrecerró sus ojos.— No hagas eso, parece como si en lugar de ojos tuvieras dos rayas. —ante su comentario hizo una mueca disgustada enchuecando su boca y alzando la ceja.

 

 

—¿De qué acuerdo hablas?

 

 

—Joon Oppa está muy triste. No quiere salir de su cuarto, escucha a SHINee todo el día, sobre todo la canción que sacaron en su primer álbum, “El nombre que amé*” porque fue tu primer solo. No quiere comer, no quiere salir, no quiere hablar, no quiere nada. Tienes que hacer algo o yo lo ahorcaré. No sé cuánto pueda soportar con él así. —compartió ella con preocupación.

 

 

—Pero yo no puedo hacer nada.

 

 

—¡Mientes! —indicó ella con su dedo.— Él te extraña y se siente mal por mi culpa. No quería ir tan lejos, te lo aseguro, Oppa.

 

 

—No me digas así.

 

 

—Por favor, solo dale una oportunidad, deja que tenga una cita contigo. —el cantante rodó sus ojos.

 

 

—¿Es en serio? —bufó.— Creo que la que miente aquí es otra.

 

 

—¡No! ¡De verdad! Joon Oppa está muy triste, por favor.

 

 

—Lo siento, le dije que no quería volver a verlo y sigo así. —ella se puso de rodillas frente a él.

 

 

—¡Estoy arrepentida! ¡Lo siento mucho! ¡No lo volveré a hacer! Por favor, ¡perdone a mi Oppa! Él nunca tuvo la culpa.

 

 

—Aunque los perdone, no quiero verlos. —admitió, a lo que ella alzó su cara enojada y se puso de pie.

 

 

—Bien, solo le advierto: no nos pida ayuda cuando Key tenga que hacer otra visita al hospital. —ante sus palabras, Onew quedó boquiabierto.

 

 

—¿Me estás amenazando? —cuestionó impactado.

 

 

—No. Solo estoy avisando. —anunció dando media vuelta con una mirada demasiado seria. Onew, tras caer de nuevo en su agujero de terror, no dudó en levantarse y detenerla para discutir de nuevo ese “pequeño” acuerdo.

 

 

 

 

 

—Hace calor. —exhaló Jong Hyun con demasiado cansancio. Ki Bum se abanicaba con su mano. Ambos estaban sentados en el asiento trasero con las puertas abiertas.

 

 

Si bien, el clima en Corea era fresco, en verano era húmedo. Lo loco era que ya estaban comenzando con el otoño, es decir, en a finales de septiembre el clima solía ser más fresco. Ese día, el sol había decidido poner toda su fuerza para quemar el lugar en el que ellos se encontraban atascados. Había pasado poco más de una hora y seguían sin tener llamadas. Tenían el radio prendido, sin embargo, el calor y estar en medio de la nada con solo un teléfono hacía el tiempo más lento y aburrido. El celular color rosa de Key estaba frente a ellos para responder en cuanto sonara, pues ir caminando hasta encontrar un teléfono era demasiado arriesgado con ese calor y sin agua. En un impulso por quitarse el calor, Jong Hyun se quitó la camisa, haciendo que Ki Bum gritara regaños histéricos.

 

 

—¡Pervertido!

 

 

—Key, ¡somos hombres! ¡No entiendo por qué te pones así! —exclamó cansado por el calor y los agudos chillidos de Ki Bum.

 

 

—¡Porque no es el momento para que te desnudes, cerdo! —el mayor rodó sus ojos ignorándolo y se sentó a un lado de él.

 

 

—Entonces, estabas celoso de la mujer que nos atendió. —comentó haciendo que Key evadiera su cara con vergüenza.— Key, no sé qué pasa…

 

 

—Ya la habrías besado. —silencio.

 

 

—¿Qué?

 

 

—Tenemos tres meses y una semana juntos y no nos hemos besado, Jong. —suspiró viendo sus brazos entrecruzados.— Si estuvieras con una chica o incluso Se Kyung, ya la habrías besado. Siento que solo te aburro. —confesó con pena.

 

 

—Eso es ridículo, Bummie. Jamás me aburriría contigo. —Key no le creyó, continuó con la vista clavada en sus piernas hasta que Jong, poniendo la mitad superior de su cuerpo sobre él, levantó su barbilla.— Desde antes que me dijeras que te gustaba, sentía que eras como mi otra mitad pero en términos de amistad. Puedo pasar todos los días pegado a ti y jamás me aburriré. Y bueno, sí me gustaría besarte pero no quiero forzarte a nada.

 

 

—¿Lo dices en serio? —cuestionó inseguro, y el cantante asintió.

 

 

—Muy seguro. Y con respecto a la señorita… —remarcó la última palabra con fastidio, causando risas en él.— Mira, le habría dicho todo que no me interesa, que estoy apartado, que alguien ya tiene mi corazón, pero no puedo decir que tengo pareja por dos motivos: uno, sería un escándalo, y dos, no es una mujer la persona que me tiene loco. —Key asintió, coincidiendo.— Nos meteríamos en problemas solo por ser territoriales, Bummie, ¿crees que no me molesta verte abrazando a otros? ¿Que verte con otras chicas me hace feliz? Tengo que soportarlo, cariño.

 

 

Key, sintiéndose arrepentido, miró sus manos. Él tenía razón. ¿Por qué se estaba comportando de esa manera? Jong lo manejaba con tanta madurez y él, como si se tratara de un juego para niños de seis años.

 

 

—Lo siento.

 

 

—Yo también. A veces siento que debería orinar sobre ti para marcar territorio. —Key le dio un manotazo al tiempo que trataba de no reír.

 

 

—Cerdo. —murmuró con una sonrisa tranquila.

 

 

Jong Hyun levantó las comisuras de sus labios observando a su novio, quien ahora estaba bajo él, casi acostado en el asiento. Las puertas estaban abiertas, sin embargo, la atmósfera era intensa, como si los hubieran encerrado en un cuarto pequeño. Jong Hyun analizó un poco más el rostro de su novio. A pesar del sudor, el cabello despeinado y la camisa desarreglada, se miraba bien. Más que bien. Sin pensarlo siquiera, se dejó llevar por su instinto y se acercó, parpadeando más lento. Ki Bum, con su corazón tamborileando contra su pecho, cerró sus ojos.

 

 

El calor ya no era tan importante. Tampoco el hecho de que Jong Hyun no llevara camisa o que hubiera amenazado con orinar sobre Key. Como si sus cuerpos fueran los que manejaran sus mentes, cortaron los centímetros que los distanciaban y unieron sus labios. Ki Bum, con los labios alzados, colocó las manos en las mejillas de su pareja para acomodarlo. Segundos después, se separaron y observaron sus rostros alegres. No era el momento más romántico, pero parecía ser el correcto. El que habían estado esperando.

 

 

—Me gustan tus labios. —admitió Jong Hyun.

 

 

—¿En serio?

 

 

—Son suaves, son rosas. Son grandes y muy ricos. —confesó logrando que Ki Bum riera.— ¿Podemos nombrarlo como nuestro primer beso oficial? —la diva asintió.— ¿Quieres estrenar el segundo? —el menor no respondió, solo jaló su cara y juntaron sus bocas de nuevo.

 

 

Key exhaló por la nariz, estaba tan contento, y su boca era mucho mejor a lo que parecía. No esperaba que Jong mordiera su labio inferior y adentrara su lengua, sin embargo, no le molestó. Sonrieron entre el beso, gozándolo como ninguno otro. Jong Hyun no tenía ningún punto de comparación, pues Key, a pesar de ser tan inexperto y torpe, tenía labios deliciosos. De cualquier forma, tenían mucho tiempo para practicar. Ki Bum, sin desperdiciar el momento, deslizó sus manos por los hombros aún flacuchos pero firmes de Jong, logrando que su piel se erizara. Key, al percatarse, rió, haciendo eco en la boca del otro, quien, para vengarse, escabulló las manos bajo su camisa para picar sus costillas. Ki Bum, entre brincos y quejidos se separó.

 

 

—Eso es trampa. —acusó riéndose.

 

 

—Aish. —le sacó la lengua.— Dame otro beso, pues. —ordenó juguetón, y Key, sin protestas, abrazó su cuello para juntar sus labios, ahora con la intención de adentrar su lengua en busca de la contraria, sacando un gemido sorprendido del mayor. Aprendía rápido, solo le faltaba perfeccionar. Sus suspiros se volvieron pesados, Jong Hyun volvió a meterle las manos, esta vez, centrándose en los huesos de su cadera trazar suaves círculos en ellos. Key gimió y Jong mordió su labio. Lento y dedicado, continuaron el beso hasta que el celular sonó.

 

 

“Déjalo” logró balbucear Ki Bum con su boca unida a la de él, no obstante, Jong Hyun, al escuchar que volvió a cantar el aparato, recordó. ¡Era la llamada que estaban esperando! Sin cuidado, se apartó de Key como si quemara y se aventó al asiento delantero, alcanzando el último timbre.

 

 

—¡¿Hola?! —gritó sin querer.

 

 

¿Ki Bum? —la voz de una mujer.

 

 

—E—es su teléfono, pero no habla él. —Key, con el ceño fruncido y algo molesto por ser empujado de manera tan brusca, se sentó correctamente en el asiento y acomodó su ropa.— ¿Quién habla?

 

 

Soy su prima, Jung Hee. ¿Dónde está él?

 

 

—Está conmigo, se encuentra bien, pero el auto se descompuso cuando apenas salimos de Seúl y no teníamos manera de comunicarnos, ¿podría llamar una grúa, por favor? Hace mucho calor. —respiró después de tantas palabras, dándose cuenta de que sonaría extraña su voz entrecortada. Con más calma, dio las indicaciones a la mujer y ella afirmó que haría la llamada. Una vez solucionado, Jong Hyun colgó triunfante el celular.— ¡Aleluya! ¡Estamos salvados! —gritó con alegría.

 

 

—Aigoo, tenía que llamar ahorita. —se quejó Key con un puchero en sus labios. Jong se sentó a su lado.

 

 

—Ve el lado bueno. Una vez que vayamos a casa, nos encerraremos y nos besaremos mucho, mucho, mucho. —Ki Bum sonrió coqueto ante la idea.

 

 

—Eso me gusta. —admitió travieso, recibiendo un beso en su nariz.

 

 

—Aunque podemos seguir practicando. Unos diez minutos más, no lo sé. —comentó con fingido desinterés, sonriendo con triunfo cuando Key lo jaló de las orejas para seguir con su actividad interrumpida.

 

 

 

 

 

Bien. Seguía enojado. Bueno, no enojado, sino confuso. Creía que le gustaba a Tae Min tanto como él. Que sentían lo mismo a la misma intensidad, sin embargo, su conversación le hizo reflexionar. ¿Se podía olvidar a alguien en tres meses? Tae Min no parecía arrepentido ni indeciso. ¡Si hasta le dio una cachetada! Pensó que tal vez con un beso lo confundiría, pero solo logró confundirse a sí mismo. Eso y que le doliera el cachete. Se lo sobó de nuevo con un puchero. Al menos, algo de lo que Tae Min dijo era cierto: Desde cero. Si Min Ho de verdad quería una oportunidad con él, por más pequeña que fuera, tendría que empezar desde cero.

 

 

¿Pero cómo conquistar a un chico? En esa conversación, Tae Min había dejado en claro que era un chico. Aunque era bastante irónico que usara una cachetada en lugar de un puñetazo, que era la respuesta usual de un chico. Suspiró antes de sacudir su cabeza. No, conquistar no. Primero debía conseguir su perdón y ya después podría conquistarle, el problema estaba en cómo demostrarle lo arrepentido que estaba. Escuchó la puerta a lo lejos y la voz de Onew Hyung saludando animado.

 

 

Oh, ya llegó. Se puso de pie, buscando algo para excusarse, ya que se encontraba en el cuarto de Key y Jong, donde Tae Min había dejado su maleta el día anterior y donde se quedó a dormir. Fue cuando la puerta se abrió que Choi volteó, encontrándose con el dueño de sus dilemas.

 

 

—Vine a disculparme. —dijo sin encontrar nada para esconderse.

 

 

—Te perdono. Vete. —señaló la puerta con su pulgar.

 

 

—No. —respondió con tristeza exagerada como un niñito al que le quitarían su juguete. Tae Min alzó una ceja.— Quería hablar contigo sobre lo de ayer.

 

 

—No hay problema, solo vete.

 

 

—Lo siento mucho. —inclinó la cabeza con pena y se fue dando pasos pequeños. Al pasar por su lado, Tae Min lo detuvo poniendo una mano en su pecho.

 

 

—Espera. —el mayor volteó curioso y Tae lo miró con seriedad y algo de arrepentimiento.— Yo también lo siento. Fui muy infantil y exagerado.

 

 

¿Éste era Tae Min? ¿El pequeño que enrojecía por todo, asentía repetidas veces y reía por la pena? ¿El que cuando se ponía nervioso llegaba a tartamudear? El Tae Min actual le impactaba demasiado, era más serio, más maduro, más tranquilo y controlador de sus emociones. Tae Min de verdad había cambiado y quizá no había nada que pudiera salvar más que una amistad.

 

 

—Aún eres pequeño, no te preocupes. —para su sorpresa, Tae Min arrugó la nariz con fastidio y dio un inmaduro pisotón.

 

 

—No soy pequeño. —ahí estaba. Aún había señales del antiguo Tae Min. Sonrió.

 

 

—De acuerdo, Minnie. —al instante, Tae Min desvió su rostro, solo que era muy tarde, Min Ho había visto su rubor. Oh, qué tierno.

 

 

—Solo vete.

 

 

—Si me das un beso. —ante la proposición, Tae Min giró y lo fulminó con la mirada. No necesitó hablar para que Min Ho se arrepintiera y saliera en silencio.

 

 

 

 

 

Onew miró de nuevo su reloj. Diez minutos de retraso. Exhaló, decidiendo que si en cinco minutos no llegaba, él se iría. Estaba nervioso, debía reconocerlo. Aún le gustaba Joon. Mucho, sin embargo, no creía ser capaz de perdonarle cosas como las que él hizo. Aunque, bueno, quizá debería soltar el pasado. Joon ya le había dicho que no era su intención, jamás quiso herirlo y de verdad le gustaba él. ¿Podría creerle? En su última disculpa, Jin Ki se vio tentado a detenerlo y decirle que sí, que lo extrañaba y lo perdonaba, pero le dio miedo. ¿Y si volvía a hacerle daño? No podía permitirlo. Finalmente, diez minutos después, el rey de Roma apareció trotando.

 

 

—Hola. —saludó con una enorme sonrisa. Estaba feliz. Oh, cielos. Estaba feliz por él. Jin Ki sintió una calidez extraña dentro de él. Después notó que tenía maquillaje, sobre todo en el área debajo de sus ojos. Ojeras. Y se miraba más delgado. Una preocupación creció dentro de él.

 

 

—Hola. —respondió con demasiada seriedad y luego soltó una pequeña sonrisa, aunque éste ni se dio cuenta de su mal ánimo.— Llegas tarde. —comentó, reprendiéndose casi al instante por ser tan grosero.

 

 

—Lo siento, se me fue el tiempo. —mintió con timidez. Un momento, ¿esa era ropa nueva?

 

 

—Oh, ok. —volteó al cine.— ¿Entras? —cuestionó medio indicando al lugar, recibiendo un efusivo asentimiento. De verdad estaba muy feliz. Luego bajó la mirada, apenado. Estaba siendo demasiado evidente. Fingiendo que no pasó nada, se acercó a él y tomó su mano. Jin Ki volteó al sentir sus mejillas ruborizadas y se apresuró, con el pelinegro tras él.

 

 

Unos minutos más tarde, escogieron la película y compraron golosinas, entrando a la sala. Aún era temprano, por lo que estaban solos. Joon sonrió, teniendo recuerdos de su primer beso y giró hacia Jin Ki, quien revisaba desinteresado su teléfono. Varias veces intentó iniciar una conversación, sin embargo, él era muy cortante. No quería arriesgarse con él, estaba obligado a asistir. Sí, eso. Obligado, trataba de convencerse. Joon, con cada intento fallido, su corazón caía más. ¿Acaso sus ojeras se notaban? ¿Acaso había notado que estaba demasiado delgado? Se puso nervioso, pero prometió no llorar. No quería ser pesado o empalagoso con Jin Ki, después de todo, según su sobrina, solo le daría una oportunidad. La película inició. Después de pasar el principio, Joon tomó palomitas, sin embargo, su mano chocó con la de Jin Ki, quién al instante, la apartó. Algo no estaba bien.

 

 

—¿Qué pasa contigo? —murmuró.

 

 

—Nada. —contestó. El cine seguía solo. Casi nadie asistía entre semana, por lo que podían seguir conversando.— Solo mira la película. —ordenó con pereza. El mayor no pudo continuar con eso.

 

 

—Dime qué ocurre, por favor. —pidió suave, y Jin Ki sintió que temblaba con su voz. Cielos, lo extrañaba. Indeciso, lo ignoró. Así era mejor.— Onew, háblame. —Ante su nombre, suspiró cansino.

 

 

—¿Podrías ver la película?

 

 

—No, si no me haces caso.

 

 

—Yo ni siquiera quería venir. —admitió, a lo que Joon abrió la boca, sorprendido.

 

 

—Entonces, ¿qué haces aquí?

 

 

—Tu sobrina me chantajeó. Dijo que si venía, se mantendría lejos. —ante la verdad, el pelinegro exhaló, impactado. No tenía ni un poco de interés por él. Aquello le quebró un poco más el corazón, sin embargo, al identificar las ganas de llorar, inspiró profundo y se puso de pie.

 

 

—Tranquilo. Mira la película tú solo. —dijo antes de dar media vuelta e irse.

 

 

—Joon…

 

 

—Ni te molestes. —soltó al tiempo que atravesaba la puerta de emergencia y lo dejaba solo.

 

 

El pelinegro en cuanto salió a la calle, subió el gorro de su sudadera y caminó a casa llorando. Para cuando entró, sus lágrimas estaban secas, lo cual fue bastante oportuno, ya que Mir se encontraba en la sala, viendo televisión.

 

 

—Llama a la prensa. Ya tengo mi decisión. —avisó.

 

 

 

 

 

Continuará…

 

 

Notas finales:

1* “The Name I Loved Es una de las canciones en el álbum de Year Of Us, donde sale Ring Ding Dong. Sin embargo, como es una canción triste además de ser el primer solo de Onew, la creí adecuada para la ocasión, así que cambié (de nuevo) los datos, por eso puse que era del primer álbum, donde sale “Love Like Oxygen”, “SHINee World (doo-bop)”, “Romantic” y “Si Fuera Ella”.

 

Bien. A mí sí me gustó este episodio. A continuación, la sección que, aunque no es obligatoria, me haría muy feliz que la contestaran, y se trata del:

 

Question Time

 

*El Question Time es una pequeña sección de preguntas al final de cada capítulo para ayudarte a tener ideas al momento de escribir un comentario y que no dejes un “conti, plis”. No es obligatorio, pero me encantaría conocer tus opiniones.

 

• ¿Parte favorita? (*Puedes escoger más de una).

 

• ¿Se esperaban la reacción de Tae Min?

 

• ¿Se imaginaban que Key sería celoso?

 

• ¿Esperaban que la acosadora saliera de nuevo?

 

• ¿Les gustó la escena del auto? ¿Les gustó el beso?

 

• ¿Les gustó la disculpa de Min Ho?

 

• ¿Qué opinan de la cita obligada del JoOnew? ¿A qué creen que se refería Joon cuando dijo que ya tenía su decisión? O:!

 

 

 

Muchas gracias a todos por leer, no olviden dejar un poco de su amor♥. Besos y abrazos psicológicos,

 

Att. Hacchi♥!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).