—No entiendo por qué no me odias—suspiró Minhyun, viendo a Baekho que estaba viendo televisión sin ponerle atención. Su perfil era hermoso, aunque estaba frunciendo el entrecejo y había cambiado su expresión calma por una un tanto molesta.
—¿Quieres que te odie? No te voy a odiar.
—No entiendo.
—Minhyun, detente, solo no te odio y no me voy a alejar.
Minhyun le había confesado sus sentimientos a Baekho hace una semana atrás y Baekho no había dicho nada más que un "lo sospechaba" ¿Qué significaba eso? Lo había sabido y no lo había golpeado, ignorado, acusado, no había armado ningún escándalo, simplemente se había quedado en silencio hasta que Minhyun había ganado el valor para decírselo. Minhyun no estaba seguro de por qué Baekho había aguantado algo así sin siquiera reclamar o hacer algo, una pequeña cosa para que entendiera en qué postura estaba.
—Minhyun, te lo he dicho creo que tres veces, no te odio, no te odiaré.
—Deberías.
Baekho suspiró con cansancio y finalmente lo miró. Minhyun no sabía si Baekho ya se había hartado y finalmente le iba a propinar el golpe que tanto había estado buscando.
—Quería ver una película con tranquilidad, pero creo que no se puede—se levantó y se fue a su habitación sin siquiera mirar atrás, dejando a Minhyun totalmente frustrado.
"Una cachetada hubiera sido mejor", pensó Minhyun mirando con una expresión derrotada la puerta de la habitación del otro.
**
Baekho estaba sonriendo porque era un buen día, una día de descanso en la playa. Su manager los había dejado ir a todos y Baekho parecía tener un día especialmente bueno porque a pesar que habían tenido días muy agotadores, Baekho estaba muy animado y estaba también demasiado sonriente. Aunque ahora definitivamente era una sonrisa más brillante, tal vez era porque ver la playa y estar al sol lo hacía genuinamente feliz. Minhyun pensó que una sonrisa así le gustaría de Baekho dirigida solo hacia él, si puedieran ser amantes, si pudieran ser pareja, si Baekho pudiera entregarle su corazón de vuelta, si Baekho pudiera decirle que sí.
—Tienes una cara larga—habló Baekho.
—No es cierto.
—Es cierto.
—Es cierto—se encogió de hombros Minhyun, mirando hacia adelante, no mirándolo porque Baekho tan cerca lo ponía un poco débil. Suponía que si miraba a Baekho, el otro se iba a dar cuenta que estaba triste o que era el causante de sus preocupaciones.—Estoy frustrado, deberías decirme que me odias.
—Minhyun, ¿es eso nuavemente?
—Sí. Desearía que solo me dijeras que me odias, así dejaría de pensar en ti.
—No sé qué decir.
—Solo dime que me odias—susurró.
—No voy a hacer eso.
—¿Entonces qué harás?
—Nada. Yo…no te diré que te odio porque no sería justo decir algo que no quiero decir, que no siento. Detente…
—Entonces vete, no puedes ayudarme.
—Minhyun, por favor.
—Vete, mi ánimo no cambiará, no importa si estás cerca o lejos.
—¿Sabes que esta no es mi culpa? —preguntó Baekho en un tono serio pero no molesto, sino más bien uno suave y algo amigable.
—Sé que no es tu culpa, así que no puedes ayudarme. Es mi culpa. No puedes ayudarme.
—Lo siento…
—No es tu culpa, no tienes que disculparte.
**
—Feliz cumpleaños—Minhyun le tendió la mano para estrecharla, y Baekho alzó la ceja.
Estaban solos, el resto de los miembros se había ido a la cama y ambos estaban sentados en el suelo de la pequeña terraza que tenían en el departamento para celebrar comiendo muchos snacks.
—¿Por qué haces eso?
—Hacer qué—miró Minhyun tratando de ver si Baekho estaba molesto porque estaban muy cerca, luego de no recibir respuesta, se alejó un poco. —Lo siento.
—No hagas eso.
—No entiendo—susurró Minhyun.
—No te alejes, no me des la mano…
—De acuerdo—Minhyun pestañeó nerviosamente y miró sus propias manos. No entendía qué era lo que Baekho quería de él. ¿Eran amigos? ¿Terminaría su amistad?¿Había decidido que era mucho lidiar con su amor que quizá se leía en toda su cara?
—Mírame—pidió de una forma suave que hizo que Minhyun levantara la mirada para encontrarse con la mirada expectante de Baekho. —Quería que estuvieras conmigo, solo tú. ¿Crees que te quiero lejos o te odio? No puedo. Estoy nervioso…esto es tonto—se mordió el labio de forma nerviosa. —Minhyun, solo déjame—susurró antes de acercarse para besar al otro.
Minhyun percibió los suaves labios de Baekho sobre los suyos, tanteando. En un principio estuvo demasiado nervioso, no sabiendo qué hacer, pero ¿no era eso lo que había soñado más que nada?
Cuando por fin devolvió el beso, sintió que Baekho esbozaba una sonrisa. Era un simple gesto que le daba a entender que Baekho se había decidido finalmente, y era hermoso, en la terraza de la casa, de noche, con un hermoso silencio y las estrellas, como en una bella película romántica.
Los labios de Baekho eran mucho más suaves y cálidos de lo que creía, su respiración tan cerca de la suya envolviéndolo, invitándolo a continuar y a explorar, a continuar y no parar ni por un segundo si es que podía ser posible. Minhyun aceptó dejarse llevar porque Baekho parecía saber lo que hacía, y él no era estúpido para no saber cómo besar, como hacer de eso un buen primer beso para ambos, de ayudar a hacerlo memorable.
Y luego de eso Baekho tomó su mano y sonrió, volviendo a buscar sus labios muchas veces entre snack y snack.
***
—No entiendo qué te hizo cambiar de opinión—habló Minhyun de la nada.
Habían pasado muchos días desde su primer beso, de su segundo, tercero, cuarto…Y Minhyun no había preguntado qué era lo que había pesado en la mente de Baekho, cómo de no tener una respuesta certera por mucho tiempo había pasado a besarlo, a abrir su corazón y dárselo por completo.
—Yo también estaba confundido—confesó. —Luego de tu confesión todas mis dudas se volvieron más reales. No eras solamente tú el que tenía sentimientos fuertes, yo también sentía algo fuerte por ti, y estaba asustado. Fui un tonto por dejarte todo ese tiempo sintiéndote mal, porque cada vez que me alejaba de ti sabía que te estaba hiriendo y también a mí mismo porque no admitir abiertamente mis sentimientos.
Minhyun sonrió. Saber que Baekho también había tenido un conflicto mental, que también había estado pensando en él lo reconfortaba de cierta manera. Nunca había estado solo realmente, Baekho había estado allí viéndolo a lo lejos, preguntándose cosas también, estando preocupado.
Y no necesitaba saber más, ya nada más importaba, solo la compañía de Baekho, su toque cálido y sus tibios besos que lo inundaban de una felicidad indescriptible.
Cuando miró a Baekho, le sonrió y esperó que Baekho de cierta manera pudiera leer lo que quería, y cinco segundos después, los labios de Baekho estaban sobre los suyos haciendo que todas las palabras quedaran pequeñas, sobraran…
[Fin]