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Encuentro accidental por scarlette Uzumaki

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Notas del capitulo:

No tengo mucho que mencionar, espero se diviertan al leerlo, tan como yo disfruté en escribirlo, cabe mensionar que los personajes no son mios, son de su autor, lo que si es mia es la historia. Enjoy!!

Su mente le decía que debía reaccionar, que lo que estaba haciendo no era correcto, su mente le indicaba, que independientemente quien estuviera con el no debería de estarle haciendo lo que ahora hacía, se encontraba empotrado en una de las paredes de un viejo edificio, adaptado a antro, con un tipo tocándole por todas parte. Lo había conocido ahí mismo, hace apenas unos 15 minutos atrás, él junto con sus otros amigos había arribado por un poco de diversión sana.

 

—    ¡¡Oh dios!!, No debería de estar haciendo esto— Se dijo Naruto mientras jadiaba, esa persona lo estaba tocando como ninguna otra lo había tocado, y dejando de lado el hecho de que lo estaban haciendo prácticamente en público, lo que más le inquietaba era que lo estaba haciendo con un hombre.

 

 

Ese día en la mañana sus amigos lo habían llamado, era el cumpleaños de la pequeña Hinata, por fin cumplía sus 18 años, legalmente ya era área reglamentaría y aunque ya había superado su deseo de zampársela, no podía negar que aun tenia ciertas ganas de comérsela. En fin, ese hecho lo uso como excusa para una fiesta. Rápidamente llamo a todos sus conocidos en común.

 

— ¡¡Hey chicos!! , hay que celebrar la pequeña Hina-chan— pronunció con gran entusiasmo una vez que los había reunido a todos. Sus amigos se pusieron de acuerdo y quedaron en ir a una discoteca de nueva apertura que había tenido ya a su corto tiempo de abierta una buena crítica.

 

El día trascurrió tortuosamente lento para él, esperaba encontrarse alguna candidata a ligue, aunque el presumía de mujeriego ante sus amigos, la verdad era que no poseía experiencia con ninguna de las tantas a las que le había pedido salir, por alguna extraña razón todas terminaban con él a las pocas semanas de empezar la relación, alegando que no las trataba como era debido, que su carácter era diferente a como proyectaba en público.

 Y era en cierta forma así, él era un joven de 20 años de edad, cabellos rubios, ojos azules y una personalidad desinhibida, decía las cosas sin pensarlas, y definitivamente era muy simpático, en la universidad lo reconocían por su “hermosura” y por su despistes, pero tratándose de cosas amorosas el cambio era radical; era completamente tímido, sus novias no podían pasar con él de un agarrón de manos o un pequeño beso sin que el muchacho se pusiera de mil colores o se incomodara de sobre manera.

 

Llego la noche y con ella su ida al antro, cuando entró a su casa en punto de las 8:00 de la noche, saludó a sus padres con un beso, y les comunicó que se estaría preparando para ir a festejar  hinata, su amiga de la infancia, ellos sonrieron.

 — Hijo nos felicitas a la pequeña Hina-chan—pronuncio su padre con voz ceremoniosa — Sí hijo dile a Hina-chan que la queremos y le das un abrazo bien apretujado de mi partes, -dattebane!!­— Él sonrío — de tu parte ma’—.

 

Subió las escaleras con prisa, de una manera escandalosa, recibiendo un pequeño regaño ­—  ¡Lo siento –dattebayo!— Se cambió, decidiendo como vestimenta, un jeans blancos y ajustados, un cinto en color café y una camisa a cuadros roja con negro y gris. Tomó su cartera, llaves y celular, y así partió hacia el punto de encuentro acordado por él y sus compañeros.

—Kiba amigo, voy saliendo hacia haya, nos vemos en 15 minutos— Pronuncio ya estando dentro del taxi —Claro Naruto, Ya estamos prácticamente, todos exceptuando a Shikamaro y a Chuoji, pero ya sabes que eso se tardan los años, aquí te esperamos, bye­­— Corto el castaño la llamada.

 

 

Al llegar él se completó el grupo y partieron caminando al antro, cuando entraron sonaba la música de manera estridente, donde quieran que veían era un vaivén de cuerpos, contorsionándose, moviéndose y expulsando energía al bailar. Él y sus amigos tomaron una mesa y enseguida ordenaron sus bebidas, decidió en ese momento, hablar.

— Muy bien, deseo, con todo el corazón Hina-chan que te la pases muy bien en tu cumpleaños, que logues obtener lo que te propongas y que en el futuro que labres estemos ahí todos para poder observar en lo que te conviertes, te quiero mi niña de los ojos hermosos, recuerda que te amo— indudablemente era un sentimental y todos brindaron y burlaron por su reacción ante aquellas palabras. Decidió enseguida sacar a bailar a Hinata y así, uno a uno de sus amigos se unió en la pista.

 

Uno a uno, fueron integrándose en la pista hasta que de repente, si poderlo evitar, ya cada quien bailaba separado con gente que había pedido bailar con ellos, pero nunca se esperó ver a aquel hombre, era un en sueño poderlo ver, hermosos ojos negros, como la misma oscuridad de la noche sin luna, cabellos azabaches y una piel de porcelana, alto, atractivo y finalmente con una misticismo a su alrededor, cada uno bailaba con otra persona, pero sus miradas chocaban a cada instante, sus movimientos se reflejaban en sus respectivas parejas, carisias, miradas, besos, todo hecho para ellas pero pensadas para aquel que había cautivado su vista.

 

No pudiendo resistirlo más, paró de bailar, lo miró fijamente y se dirigió a los sanitarios del establecimiento, era sus señal y todo dependía de aquel individuo, si venía a por él, la sensación de deseo era mutua, si no, el regresaría e ignoraría el impulso de acercársele.  

 

 

Entro, lavó sus manos y se hecho un poco de agua en su rostro y cabellos, estaba haciendo tiempo, pero el hombre no entraba al baño, su señal había llegado, no estaba interesado en él, se dispuso a salir, cuando de pronto ya a unos cuantos pasos del baño se topó con esa persona, iba a hablar, pero no le dio tiempo de reaccionar.

 

Sintió unos labios sobre él, también sintió una mano posarse en su cintura, y una inmensa sensación de calor se apoderó de su cuerpo, raídamente correspondió el beso, que iba de menos a más, más demandante, más morboso y con más pasión, la mano que tenía en su cintura bajó, se posó en su trasero atrayéndolo hacia la persona, sus pelvis chocaron, la temperatura volvió a subir, sus manos se posaron en los cabellos ébano, abrazando sin intención la cabeza de ese hombre, atrayéndolo hacia él.

 

Podía sentir la lengua de aquel atractivo azabache entrando en su cavidad, y el correspondía el juego de lenguas, salivaba y no le importaba, el placer lo consumía. Bajó sus mano a los hombros de su azabache, como el decidió nombrarlo, sintió que era empotrado sobre la pared, y rápidamente, rodio el cuerpo del otro con sus piernas, él hombre masajeaba en un momento sus trasero y en otro momento su pecho, para después acariciarle el pelo, separó sus labios del ojiazul, de una manera vertiginosa.

 

— ¿Oye, cómo te llamas?— Preguntó el moreno, con impaciencia mientras se apoderaba del cuello del rubio — N… NN… Na… Naruto— dijo suspirando Naruto  — ¿y tú?— Pregunto con impaciencia mientras tocaba el pecho de aquel hombre.

 — Mi nombre es Sasuke— Dijo acompañado de una sonrisa arrogante y prosiguió a besar de nueva cuenta el cuello de Naruto, por otro lado Naruto había perdido su lucidez, iba y venía entre tanto placer, empezó a sentir pequeñas envestidas sobre la ropa, su espalda se curveó. — ¿qué dices de ir a un hotel y terminar lo que empezamos aquí?, creo que estamos dando mucho espectáculo— Mencionó Sasuke al percatarse de unas cuantas miradas sobre ellos, sin oportunidad a contestación lo haló fuera del antro.

 

—    Dios no puedo creer que esté haciendo esto con un desconocido— dijo contrariado, Sasuke sonrío — Ya no soy un desconocido, conoces mi nombre y prontamente, conoceremos nuestros cuerpos— dijo serio y parsimonioso.

 

Al tomar el taxi, Sasuke dio la indicación, por un momento el chofer voltio a verlos contrariado — que no escucho, o le repito que quiero que vaya a un motel cercano— dijo Sasuke serio y tajante.

 

Naruto fue sostenido otra vez, y acercado al cuerpo de Sasuke, él se dejó ser y recargó su cabeza en el hombro del azabache, y prontamente inicio el besuqueo, el taxi arribo al motel, Sasuke pagó, y tomando de la mano al rubio se dirigió a la entrada del motel.

 

—    Quiero una habitación sencilla, por favor— mencionó el moreno cuando presionó el auricular. — Claro señor escoja su habitación, son 250 por favor y gracias por escoger este motel— termino de hablar el empleado y enseguida escogieron la habitación.

—    No estoy seguro de esto Sasuke, tengo miedo, en realidad esta será mi primera vez— dijo angustiado y apenado el rubio. — Nunca antes he estado con alguna otra persona— terminó en susurro su oración — mejor para mi usuronkatoshi— Volteo y le dio un pequeño golpe en la frente a aquel ángel bajado del cielo.

Su mente le decía que debía reaccionar, que lo que estaba haciendo no era correcto, su mente le indicaba, que independientemente quien estuviera con el no debería de estarle haciendo lo que ahora le hacía, se encontraba empotrado en una de las paredes de un viejo edificio, adaptado a antro, con un tipo tocándole por todas parte. Lo había conocido ahí mismo en el antro hace apenas unos 15 minutos atrás, él junto con sus otros amigos había arribado por un poco de diversión sana.

 

—    ¡¡Oh dios!!, No debería de estar haciendo esto— Se dijo Naruto mientras jadiaba, esa persona lo estaba tocando como ninguna otra lo había tocado, y dejando de lado el hecho de que lo estaban haciendo prácticamente en público, lo que más le inquietaba era que lo estaba haciendo con un hombre.

 

 

Ese día en la mañana sus amigos lo habían llamado, era el cumpleaños de la pequeña Hinata, por fin cumplía sus 18 años, legalmente ya era área reglamentaría y aunque ya había superado su deseo de zampársela, no podía negar que aun tenia ciertas ganas de comérsela. En fin, ese hecho lo uso como excusa para una fiesta. Rápidamente llamo a todos sus conocidos en común. — ¡¡Hey chicos!! , hay que celebrar la pequeña Hina-chan— pronunció con gran entusiasmo una vez que los había reunido a todos. Sus amigos se pusieron de acuerdo y quedaron en ir a una discoteca de nueva apertura que había tenido ya a su corto tiempo de abierta una buena crítica.

 

 

El día trascurrió tortuosamente lento para él, esperaba encontrarse alguna candidata a ligue, aunque el presumía de mujeriego ante sus amigos, la verdad era que no poseía experiencia con ninguna de las tantas a las que le había pedido salir, por alguna extraña razón todas terminaban con él a las pocas semanas de empezar la relación, alegando que no las trataba con era debido, que su carácter era diferente a como proyectaba en público. Y era en cierta forma así, él era un joven de 20 años de edad, cabellos rubios, ojos azules y una personalidad desinhibida, decía las cosas sin pensarlas, y definitivamente era muy simpático, en la universidad lo reconocían por su “hermosura” y por su despistes, Pero tratándose de cosas amorosas el cambio era radical; era completamente tímido, sus novias no podían pasar con el de un agarrón de manos o un pequeño beso sin que el muchacho se pusiera de mil colores o se incomodara de sobre manera.

 

Llego la noche y con ella su ida al antro, cuando entró a su casa en punto de las 8:00 de la noche, saludó a sus padres con un beso, y les comunicó que se estaría preparando para ir a festejar  hinata, su amiga de la infancia, ellos sonrieron — Hijo nos felicitas a la pequeña Hina-chan—pronuncio su padre con voz ceremoniosa — Sí hijo dile a Hina-chan que la queremos y le das un abrazo bien apretujado de mi partes, -dattebane!!­— Él sonrío — de tu parte ma’—.

 

Subió las escaleras con prisa, de una manera escandalosa, recibiendo un pequeño regaño ­—  ¡Lo siento –dattebayo!— Se cambió, decidiendo como vestimenta, un jeans blancos y ajustados, un cinto en color café y una camisa a cuadros roja con negro y gris. Tomó su cartera, llaves y celular, y así partio hacia el punto de encuentro acordado por él y sus compañeros.

—Kiba amigo, voy saliendo hacia haya, nos vemos en 15 minutos— Pronuncio ya estando dentro del taxi —Claro Naruto, Ya estamos prácticamente, todos exceptuando a Shikamaro y a Chuoji, pero ya sabes que eso se tardan los años, aquí te esperamos, bye­­— Corto el castaño la llamada

 

 

Al llegar él se completó el grupo y partieron caminando al antro, cuando entraron sonaba la música de manera estridente, donde quieran que veían era un vaivén de cuerpos, contorsionándose, moviéndose y expulsando energía al bailar. Él y sus amigos tomaron una mesa y enseguida ordenaron sus bebidas, decidió en ese momento, hablar — Muy bien, deseo, con todo el corazón Hina-chan que te la pases muy bien en tu cumpleaños, que logues obtener lo que te propongas y que en el futuro que labres estemos ahí todos para poder observar en lo que te conviertes, te quiero mi niña de los ojos hermosos, recuerda que te amo— indudablemente era un sentimental y todos brindaron y burlaron por su reacción ante aquellas parabras. Decidió enseguida sacar a bailar a Hinata y así, uno a uno de sus amigos se unio en la pista.

 

Uno a uno, fueron integrándose en la pista hasta que de repente, si poderlo evitar, ya cada quien bailaba separado con gente que había pedido bailar con ellos, pero nunca se esperó ver a aquel hombre, era un en sueño poderlo ver, hermosos ojos negros, como la misma oscuridad de la noche sin luna, cabellos azabaches y una piel de porcelana, alto, atractivo y finalmente con una misticismo a su alrededor, cada uno bailaba con otra persona, pero sus miradas chocaban a cada instante, sus movimientos se reflejaban en sus respectivas parejas, carisias, miradas, besos, todo hecho para ellas pero pensadas para aquel que había cautivado su vista.

 

No pudiendo resistirlo más, paró de bailar, lo miró fijamente y se dirigió a los sanitarios del establecimiento, era sus señal y todo dependía de aquel individuo, se venía a por él, la sensación de deseo era mutua, si no, el regresaría e ignoraría el impulso de acercársele.  

 

 

Entro, lavó sus manos y se hecho un poco de agua en su rostro y cabellos, estaba haciendo tiempo, pero el hombre no entraba al baño, su señal había llegado, no estaba interesado en él, se dispuso a salir, cuando de pronto ya a unos cuantos pasos del baño se topó con esa persona, iba a hablar, pero no le dio tiempo de reaccionar.

 

Sintió unos labios sobre él, también sintió una mano posarse en su cintura, y una inmensa sensación de calor se apoderó de su cuerpo, raídamente correspondió el beso, que iba de menos a más, más demandante, más morboso y con mas pasión, la mano que tenía en su cintura bajo, se posó en su trasero atrayéndolo hacia la persona, sus pelvis chocaron, la temperatura volvió a subir, sus manos se posaron en los cabellos ébano, abrazando sin intención la cabeza de ese hombre, atrayéndolo hacia él.

 

Podía sentir la lengua de aquel atractivo azabache entrando en su cavidad, y el correspondía el juego de lenguas, salivaba y no le importaba, el placer lo consumía. Bajó sus mano a los hombros de su azabache, como el decidió nombrarlo, sintió que era empotrado sobre la pared, y rápidamente, rodio el cuerpo del otro con sus piernas, él hombre masajeaba en un momento sus trasero y en otro momento su pecho, para después acariciarle el pelo, separó sus labios del ojiazul, de una manera vertiginosa.

 

— ¿Oye, cómo te llamas?— Preguntó el moreno, con impaciencia mientras se apoderaba del cuello del rubio — N… NN… Na… Naruto— dijo suspirando Naruto  — ¿y tú?— Pregunto con impaciencia mientras tocaba el pecho de aquel hombre — Mi nombre es Sasuke— Dijo acompañado de una sonrisa arrogante y prosiguió a besar de nueva cuenta el cuello de Naruto, por otro lado Naruto había perdido su lucidez, iba y venía entre tanto placer, empezó a sentir pequeñas envestidas sobre la ropa, su espalda se curveó. — ¿qué dices de ir a un hotel y terminar lo que empezamos aquí?, creo que estamos dando mucho espectáculo— Mencionó Sasuke al percatarse de unas cuantas miradas sobre ellos, sin oportunidad a contestación lo haló fuera del antro.

 

—    Dios no puedo creer que esté haciendo esto con un desconocido— dijo contrariado, Sasuke sonrío — Ya no soy un desconocido, conoces mi nombre y prontamente, conoceremos nuestros cuerpos— dijo serio y parsimonioso.

 

Al tomar el taxi, Sasuke dio la indicación, por un momento el chofer voltio a verlos contrariado — que no escucho, o le repito que quiero que vaya a un motel cercano— dijo Sasuke serio y tajante.

 

Naruto fue sostenido otra vez, y acercado al cuerpo de Sasuke, él se dejó ser y recargó su cabeza en el hombro del azabache, y prontamente inicio el besuqueo, el taxi arribo al motel, Sasuke pagó, y tomando de la mano al rubio se dirigió a la entrada del motel.

 

—    Quiero una habitación sencilla, por favor— mencionó el moreno cuando presionó el auricular. — Claro señor escoja su habitación, son 250 por favor y gracias por escoger este motel— termino de hablar el empleado y enseguida escogieron la habitación.

—    No estoy seguro de esto Sasuke, tengo miedo, en realidad esta será mi primera vez— dijo angustiado y apenado el rubio. — nunca antes he estado con alguna otra persona— terminó en susurro su oración — mejor para mi usuronkatoshi— Volteo y le dio un pequeño golpe en la frente a aquel ángel bajado del cielo.

Notas finales:

Espero les haya gustado y puedan apoyarme tanto a mi como a la historia. Bye y gracias por leer


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