Lo mire a los ojos, el dolor palpable en mi persona. No podía creer que algo como eso estaba sucediendo, no podía soportarlo. Sus ojos se encontraron con los míos, me miró tan intensamente que creí que por un segundo, a él también le dolía.
Pero eran todas mentiras, nada había sido real; y dolía. Dolía el hecho de que había entregado todo lo que me quedaba, todo lo que fui capaz de darle lo hice. Todo por una maldita farsa, una farsa en la que mis sentimientos sufrieron la peor parte.
Aguante las lágrimas, no podía llorar en frente de toda la gente, en frente de las fans. Esperé paciente, a llegar hasta mi cuarto pero la hora pasaba tan lentamente que creí que podrías desvanecerme enfrente de todos.
Todos los besos compartidos ¿No fueron nada para ti? Nada, ni una sonrisa que me diste fue real… Me sentí sucio, parte de un juego donde yo salía lastimado y los demás no. Un juego en el que forme parte dos años, una parte de mí se la había llevado el dolor.
Park ChanYeol te amo con mi vida.
Hubiera hecho lo que sea por nuestro amor, un amor que creí que era real, tus palabras siguen ardiendo en mi interior, me queman.
-Te odio BaekHyun ¡Entiéndelo!
Las palabras volvían a mi mente, ese dolor intenso hacía su aparición de nuevo.
“Te odio”.
Pues no podía hacerlo, no podía devolverle los sentimientos. Porque no podía odiar a la persona que le enseño todo, le hizo sentir el amor, la pasión. Pudo descubrir lo que significaba amar a alguien con el corazón; amar tanto hasta que doliera.
¿También te duele ChanYeol? ¿Te duele como a mí?
¿Sientes cómo se rompe? ¿Sientes como mi corazón se rompe lentamente?
Creí cada una de tus palabras ¿No te basto con mentirme?
¿Tu también estas roto?
Recordaba los besos robados, los abrazos que lo hacían transportarse de la realidad hasta un mundo en el que solo eran ellos dos.
Las caricias en la oscuridad, la única testigo de lo que ellos hacían, de que ellos se amaban. Y ahora lo veía ahí parado, tan perfecto con ese traje negro que se ajustaba perfectamente a su cuerpo y su corazón volvía a debilitarse.
No pudo evitar soltar una lagrima, verlo tan feliz dolía. Porque no era él la razón de esa sonrisa, dolía aceptar que el único enamorado aquí era él. Maldita seas Byun BaekHyun.
Limpiosu lagrima rápidamente, nadie debía verlo tan vulnerable, las fans se darían cuenta de su cara de tristeza. Pero poco importaba, las fuerzas para seguir se desvanecían, su corazón se rompía de a poco.
Se sentía en un mundo diferente, una realidad llena de dolor, donde era obligado a salir con alguien que no amaba. TaeYeon lo sabía, era toda una mentira. Su corazón estaba en otra persona, TaeYeon lo sabía.
Un maldito amor no correspondido ¿No crees BaekHyun? Enamorado de alguien que ni siquiera puede mirarte a los ojos sin esquivar tu mirada, alguien a quien le diste todo y este lo boto a la basura.
-Amo a otra persona…
No podía dejar de creer en el amor, si creía en el amor de hecho; pero se sentía tan débil emocionalmente que ya nada importaba. No importaba que KyungSoo lo observara con preocupación, se sentía tan solo. Tan solo en un mundo donde las mejores cosas escasean, donde la gente es malvada y no se preocupa por el resto.
Un cruel mundo donde vivir para gente como él, gente frágil.
-Tus lágrimas valen más de lo que crees- murmuró ChanYeol limpiando las lágrimas del mayor.
Una frase barata, que él se había tragado, se había creído el cuento y ahora pagaba el precio por ser un iluso. ¿Por qué cayo tan rápido?
-¿Sabes lo hermoso que eres?- sus mejillas se colorearon de rosa.
Y ahora todo eso era un recuerdo que quemaba, quemaba muy dentro de él. Un dolor que estaba consumiéndolo, se estaba perdiendo.
Jamás pensó que enamorase dolería tanto, lastimaba a los que creían en él. Los que creían que todo podría ponerse mejor, una mentira total.
Terminada la presentación corrió hacia la camioneta que los llevaría de vuelta a la casa. Evito a todo el mundo, evito sollozar delante de los demás miembros, no dejaría que lo vieran vulnerable. Salió del vehículo corriendo, se encerró en el cuarto de baño y ahí pudo llorar.
Llorar era lo único que hacía, algo que calmaba el dolor. Quiso gritar, pero no podía. No podía seguir engañándose a sí mismo; ChanYeol amaba a alguien más y jamás volvería a hacer como antes.
Deseo que sus fuertes brazos lo rodearan, que lo protegieran de la crueldad en la que estaban rodeados. Quería que le dijera que todo iba a esta bien, que él lo cuidaría.
Pero fue todo una cruel mentira, la agonía que sentía era fuerte. Un abismo en su interior, un lugar donde las lágrimas eran negras, donde los sentimientos estaban destrozados y ya nada importaba.
Solo podía llorar, mordió su labio fuertemente para evitar gritar, algo que se había convertido en un hábito. Algo que evitaba que gritara hasta desgarrarse la garganta.
-Eres lo mejor que me ha pasado…
-Te amo BaekHyun…
Mentiras, solo mentiras. Solo podía culparse a él mismo, por haber sido el idiota que cayó en ese juego barato que no tenía gracia alguna. Un juego que él había formado parte hasta salir destrozado.
Quería salir de ahí, no quería ver a nadie. Cualquiera que se topara en su camino vería lo dolido que estaba, el dolor que estaba sufriendo.
Eres un cobarde BaekHyun.
ChanYeol… ¿Sientes mis lágrimas caer? ¿Puedes ver lo lastimado que estoy?
Sintió como su pecho dolía, le dolía el corazón. Sus lágrimas negras cayeron por sus mejillas, el delineador corrido ni siquiera le importaba. Observo su reflejo en el espejo, no lucia como él. Su rostro no tenía vida, sus labios estaban resecos y su sonrisa era totalmente fingida.
Dolía aceptar que ChanYeol no sentía lo mismo que él, dolía sentir el dolor en su pecho. Cegado por su propia imprudencia, ahora esto le pasaba por creer en las palabras del alto. Por creer que podía enamorarse y ser correspondido a la vez.
Primera vez en su vida que lloraba de esa manera, y no había nadie para él. No había nadie que lo consolara, nadie como ChanYeol. Sus enormes ojos, su fuerte cuerpo, su buen humor. Todas las palabras susurradas en su oído habían sido robadas, su corazón ya no le pertenecía.
Le había entregado todo a alguien que no me amaba, alguien que había fingido sus sentimientos.
¿También te duele ChanYeol? ¿No te sientes como yo? Perdido en su propio dolor…
¿No sientes este fuerte vacío en el pecho?
Corrió a su cuarto para que nadie lo viera en ese estado, nadie viera lo roto que estaba. Las lágrimas recorrían sus mejillas, y lo peor de todo era que compartía el maldito cuarto con ChanYeol.
Solían dormir en la cama del mayor, el alto lo rodeaba con sus brazos y lo protegía de cualquier cosa que lo hiciera sentir miedo.
-Te amo ChanYeol…
Palabras que había pronunciado con total sinceridad, con su corazón; no algo forzado y falso. Algo inútil.
La puerta se abrió lentamente y ahí estaba, ChanYeol tan perfecto como siempre.
EL alto corrió hacia la cama de BaekHyun, el dolor en su cuerpo era insoportable, no podía vivir sin su pequeño.
El mayor se levantó de la cama abruptamente, dispuesto a salir de la casa si era necesario.
-BaekHyun…- murmuró lentamente observando como el mayor corría hacia el comedor. Lo siguió.
-¡Lo siento mucho!- lo abrazo fuertemente por atrás cuando lo tubo cerca- Yo… BaekHyun no puedo seguir con esto, te amo, te amo tanto- las lágrimas del mayor se incrementaron, sintió los acelerados latidos del menor.
-No…- murmuró, no iba a dejar que siga jugando con él.
-BaekHyun te amo, no sé en qué estaba pensado, pensé que era lo mejor para ambos. Lo siento mucho pero no puedo dejar de torturarme a mí mismo por haber dicho lo que dije- el pequeño se dio la vuelta mirándolo a los ojos.
-¿Por qué lo hiciste? – pregunto con la voz rota.
-No lo sé… Creí que estaríamos mejor así ¡Lo siento tanto! Te necesito, necesito que estés a mi lado como antes. Lo siento mucho pero no puedo dejarte ir- el alto lloró, derramo lagrimas que se había guardado desde ese momento. El mayor lo miró con tristeza.
-ChanYeol me siento roto, no puedo seguir con esto…- el alto lo abrazo fuertemente, sintió como el mayor empapaba su camisa con sus lágrimas.
-Podemos hacerlo, yo te cuido Baek. Lo siento tanto, no puedo seguir si no estás a mi lado. Te necesito- creyó sus palabras, las creyó y las guardo en su corazón- Necesito que estés conmigo, contigo soy más fuerte. Tú me haces fuerte, sin ti no puedo. No me pidas que te deje ir, no podré hacerlo.
-No vuelvas a hacer algo como eso Channie- lo tomo del rostro para juntar sus labios en un beso apasionado. Un beso lleno de necesidad, de amor. Las lágrimas se mezclaban con sus labios, lágrimas de dolor y felicidad.
Se sentía correcto de nuevo, se abrazaron como si fuera a acabarse ese momento de un segundo a otro. Se fundieron en el cuerpo del otro, se fundieron en sus almas, volviendo a ser como antes.
-Baekkie, te amo tanto- murmuro el alto entre besos desesperados. Besos que serían el comienzo de algo bueno, algo que habían esperado por tanto tiempo.
Lo tomo de los muslos y el pequeño le rodeo la cintura con sus piernas. Lo apoyo contra la pared, besándolo con necesidad, con sentimientos.
Ambos estaban rotos, tenían el corazón roto; pero con el amor incondicional que profesaban en sus corazones. Se sentían bien en los brazos del resto, ya nada existía. Ni las fans, ni el manager, ni la empresa, solo ellos dos.
Un amor profundo y doloroso.
Lloraron entre besos, entre caricias, besos robados y risas. BaekHyun jamás se había arrepentido de nada, y no lo haría.
ChanYeol tenía su corazón, podía hacer lo que quisiese con él, romperlo o amarlo.
Pero no se acabaría todo ahí, las esperanzas habían crecido, las esperanzas de poder salir de ahí, de poder ser libres algún día. Eso no era lo importante en ese momento, en los brazos del contrario todo estaría bien.
Estaba bien, porque se amaban y eso era más fuerte que cualquier prejuicio sobre su condición sexual. ¿Acaso importaba? Ellos se amaban, y no habían podido separarlos, el amor es más fuerte que cualquier otra cosa.
Puede quebrarte o hacerte más fuerte.
Durmieron juntos, detrás de la puerta cerrada con cerrojo, había dos amantes que no podían dejar de profesar su amor. Que no iban a dejar que el resto se interpusiera en ellos, entre lo que sentían.
No se arrepentía de haberse enamorado de ChanYeol, lo necesitaba más de lo que creía.
-Te amo BaekHyun- y le creyó, creyó en sus palabras- Todo estará bien.
Y si, lo estaría, porque el menor era su fortaleza, la razón por la que todavía no se había desmoronado, el porqué de sus lágrimas y el porqué de sus palabras.
“Te amo”.
Las palabras que lograban que sus corazones latieran aceleradamente, no se sentían perdidos .Estaban destinados a estar juntos, sin importar lo que pasase.
Porque todo estaría bien, no se arrepentía de nada.
-También te amo ChanYeol…