Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El principe de andromeda por Alexiel Gremory

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

De nuevo debo ser el nuevo en la escuela. Me dirijo a la escuela con mi uniforme, mi morral y los auriculares puestos caminando en la gran tumultuosa ciudad que detesto. En mi anterior escuela no era obligatorio el uso de uniforme pero en esta sí lo era; está compuesto por una camisa blanca, unos pantalones de color gris oscuro y una corbata roja.

Mis padres se habían separado ya hace un año y vivía con mi madre pero mi tía, la hermana de mi padre que es una mujer joven que no superaba los cuarenta años, vive en medio de la ciudad. Mi padre que quería que tuviera aun una mejor educación que la que recibía, pidió a mi tía que me pudiese quedar a vivir con ella mientras que yo terminaba la secundaria en la que solo me faltaba tres años contando este ya que comenzare en cuarto año.

Eso sí, sin mi consentimiento. Pareciendo solamente que querían deshacerse de mí. Esta escuela sería más exigente que el anterior pero igual no creo tener problemas, mis notas siempre han sido altas. Mi mayor problema sería el tener que socializar, ya que me costaba hacer nuevos amigos, no conozco a tendría a ningún conocido y la mayoría ya tendría conocidos de años anteriores.

Hubiese preferido que me acompañase alguien pero mi tía trabaja en una oficina y mi primo que termino la secundaria ya hace un año, se encontraba viviendo en otro lado, trabajando y estudiando. Por suerte no esta tan lejos y puedo guiarme por el nombre de las calles hasta que puedo notar un enorme edificio que se veía s simple vista.

Me encontraba parado frente a las enormes puertas de la escuela que eran de metal negro, las demás personas pasaban por mi lado para dirigía a la segunda puerta por la que se terminaba de entrar. Estoy nervioso pero lo oculto bajo un rostro de fastidio, doy un último suspiro para quitarme los auriculares y cuadrarlos en mi bolsillo acercándome cada vez más  adentrándome al edificio.

Subo las escaleras y camino por el pasillo en el que estaban unas formidables ventanas en las que se podían ver el patio. En las puertas se encontraban los números de los cursos para poder guiarse, llegando hasta el cual a partir de ahora pertenecía. Paso desapercibido entre los estudiantes que no paraban de hablar y me siento cerca de una ventana en la que estaba acostumbrado a sentarme.

Cuando veo a un guapo con el pelo rubio que tenía la mano apoyada en el mentón y el codo sobre la mesa con una expresión de fastidio pero a diferencia de mí, el no pudo pasar desapercibido a las chicas que se encontraban tratando de hablar con el esperando a que le dijese su nombre pero solo las ignoraba.             

El preceptor entro y pidió que tomaran asiento, comenzando a tomar lista siendo mí nombre uno de los primeros.

- Dante Vallejos -

- presente –

Seguía pasando lista hasta llegar al que más me estaba interesando

- Sebastián –

- presente – dijo levantando levemente la voz, pudiéndolo escuchar por primera vez siendo de un tono grave. Ahora ya sabía cuál era su nombre. ¿Qué estoy haciendo? Es el primer día y ya me fijo en un chico, debería concentrarme en tratar de adaptarme mejor.

Después de terminar de pasar lista nos dice que será nuestro preceptor durante todo el año y que espera que nos llevemos bien, informándonos también que ahora tendríamos literatura y a la segunda hora matemáticas.

Mientras pasaban las horas, nos daban los contenidos que veríamos durante todo el año. Verdaderamente era más era más exigente, los libros que nos estaban nombrando eran complicados pero igual la literatura es mi materia favorita y mi comprensión lectora era buena así que no creo tener problema a diferencia matemáticas, mi fuerte no era nada que tuviese que ver con los números.

Durante el recreo no trate de acercarme a nadie y nadie se acercó a mí con intenciones de hacer amistad. Para ser el primer día la mayoría de los grupos ya estaba hecho, era de esperarse. La mayoría están aquí desde primer año y se conocen, esto me va a ser difícil.

Cuando al fin toco el timbre para que nos vallamos, preferí quedarme unos minutos más para poder conocer la escuela. La mayoría ya se había ido quedando solo unos pocos alumnos que tenían asuntos que atender que caminaban hacia el mismo lugar que yo. Caminaba por el gran pasillo hasta llegar al baño que era un lugar grande, las pareces eran blancas y el suelo de color azul oscuro. Me parecía el baño de un hospital más que el de una escuela, me acerque a uno de los grifos para lavarme las manos ciento que alguien me toma por la espalda tirándome a uno de los sanitarios cerrando la puerta mientras me tapaba la boca con su otra mano. Forcejeaba para tratar de soltarme pero era más fuerte que yo, metidos ambos en ese reducido lugar, me obliga a acercarme más contra la pared ocultando nuestros pies. Puedo notar que era más alto que yo y sintiendo su respiración en mi oreja y en mi nuca.

- no hagas ruido – murmuro en mi oreja

Perfecto, es el primer día y ya piensan violarme en el baño de la escuela. Me doy vuelta ligeramente viendo que se trataba de Sebastián el que me estaba haciendo esto.

- ¿A dónde se fue el chico? –

- vi que acababa de entrar aquí –

- nos quedaremos un rato a ver si aparece, busca por los sanitarios –

Detrás de la puerta se podían escuchar tres voces diferentes que hablaban de encontrarme para molestarme pero aun así me pone nervioso estar los dos tan pegados uno al otro. No podía quedarme quieto, quería salir.

- quédate quieto –

Trate de calmarme de a poco pero quien sabe cuánto tiempo tendremos que estar en esta forma, siendo aprisionado contra su pecho y su respiración en mi cuello que me daba escalofríos pudiendo sentir casi sus labios apoyados en mí. Los tres chicos hablaban afuera esperando a que apareciera cuando ciento que termina de posar sus labios en mí cuello succionando. No podía decir nada porque si no nos escucharían y nos descubrirían. Quería reírme por los besos que me estaba propinando y para no hacerlo muerdo mi labio tratando de no hacer ruido.

- ya se abra ido, vámonos – escuchando los pasos indicando que se estaban yendo.

No pude soportarlo más y me suelto de su amarre saliendo corriendo del baño sin mirar atrás. Salí corriendo lo más rápido posible hacia la salida, escuchando como pedía que me detuviese que solamente quería aclarar lo que había pasado. No dejo de correr en ningún momento, sin importarme si me estaba siguiendo o no pero no quería verlo después de lo que había pasado.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).