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Nuestro renuevo de Olivo por Ana Reiko

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La luna en lo alto del cielo nocturno, filtrando sus rayos de luz por las ventanas de la torre Hokage, con el propósito de iluminar todo a su alrededor con un simple roce de su luz fulgurante, el viento brindaba énfasis en que esta noche era diferente a las demás, dejando fluir un presentimiento en el cuerpo que provocaba una emoción difícil de ignorar, incluso se manifestaba un ambiente extraño y pesado al respirar

Tsunade Senju observaba por la ventana, se veía preocupada y con los ojos buscando a alguien que todavía no llegaba. De repente, seescuchó es estallido de dos bolas de humo, lo que indicó el arribo de dos figuras que empezaron a emerger entre la niebla residual.El polvose disipó para revelarados individuos misteriososcon capuchas completas cubriéndolos de pies a cabeza y con dos máscaras ocultando sus rostros. La Godaime se dio la vuelta para ver a los recién llegados.

Los dos ninjas se despidieron de sus máscaras, revelando sus identidades: Naruto Uzumaki y Sasuke Uchiha.

El primero en hablar fue Naruto, su rostro acongojado y sus ojos temblorososeran motivos suficientes para que la Senju supiera que algo no andaba bien. Apenas Tsunade iba a articular palabra alguna para averiguar el motivo de la preocupación del rubio, cuando el Uzumaki profirió con exasperación.

-¡Tsunade obachan, por favor sálvalo!

Esta súplica tan llena de dolor e impotenciaalarmó a la líder de Konoha. Entonces las respuestas se dieron cuando el Uchiha y el Uzumaki se despojaron de sus capas voluminosas, dejando a la vista los uniformes anbu que vestían. Naruto tenía en sus brazos un bulto envuelto en una sabana.

-Naruto entrégaselo, ella sabrá que hacer. —ordenó Sasuke al rubio. Su tono era calmado más no frío o indiferente, demostrando que lo que le hubieseafectado a Naruto también golpeó mentalmente al Uchiha.

Con paso pausado y aún con esa expresión dolida, Naruto entregó el bulto en los brazos de Tsunade, quien percibió de inmediato que el bulto era pesado y cálido, en ese momentolevantó la manta, y lo que descubrió fue sorprendente.

-Esto es... un bebe

-Cuando asaltamos la guarida de Orochimaru, buscamos de inmediato su laboratorio, el cual se hallaba en lo más profundo del refugio subterraneo, cuando localizamos el area, entramos y encontramos indicios sobre experimentos genéticos, existían registros en pergaminos y en aparatos de estudio científico, sin embargo las evidencias mas importantes estaban en un pabellón lleno de cunas con bebes,este fue el único sobreviviente, los demás estaban muertos—anunció Sasuke, conteniendo aquellos sentimientos residuales que le dejó contemplar esa escena, desvió su mirada por unos segundos.

El portador del Sharingan podía ser indiferente a muchas cosas de la vida, presenció masacres, asesinatos y hasta experimentos retorcidosy más considerando que vivió durante 3 años bajo la tutela de Orochimaru, sin embargo, lo que presencio esa noche, lo golpeó .

Naruto apretó los puños, mordiéndose el labio, ahora estaba lleno de ira contra el sannin domador de serpientes.

-Tsunade-obachan, ¿el bebé está bien?, ¿sobrevivirá, verdad? —preguntó el rubio con un nudo en la garganta.

Tsunade se dio cuenta que la respiración del bebé era acelerada y se quejaba a pesar de estar envuelto en una manta.

-No puedo asegurar nada hasta revisarlo, pero hare todo lo que este mi alcance para que no muera—señaló con determinación Tsunade y apretósus dedos contra el pequeño bulto que cargaba en sus brazos.

Una ráfaga de viento endemoniado se manifestó azotando las ventanas, las cuales crujieron, ymúltiples hojas flotaron usando el viento como medio. Una promesa se sello ese día.

Nadie pudo predecir que la promesa de Tsunade realmente se cumpliría.

Ese bebé resultó ser un varoncito, fruto de los experimentos de Orochimaru, quién jugando a ser Dios, recolectó sangre de los dos ninjas más poderosos de la guerra, el último Uchiha y el jinchuriki del Kyubi. Todo con el propósito de obtener un cuerpo perfecto y transferir su esencia en él en un futuro cercano. Solo las paredes de esa guarida conocían el numero de cuantos inocentes fueron traídos a la vida para luego morir en cuanto eran sacados de unos tanques transparentes con líquido de turbia consistencia, era una lástima que las paredes oían y veían, más no hablaban.

Y entre esos fracasos, emergió un acierto, que se dejó atrás simplemente, como si al ser concebido con éxito hubiese perdido su valor para el cual fue creado.

Tsunade Senju, estabilizó al bebé rescatado, su estado era delicado, poseía bajo peso por una desnutrición y por ende fue propenso a infecciones respiratorias que conllevaban a fiebre elevada. Sumado a que como todos los seres artificiales su vida media podría ser corta, y tal vez, ese fue el motivo del abandono de su “creador”.

La suerte le sonrió a ese bebé rescatado, recuperando completamente su salud, después de tratamientos médicos y cuidados intensivos.

La líder de Konoha estaba maravillada por la estructura del bebe, era un humano completo, sin ninguna carencia ni mal formación como los otros infantes descubiertos en la guarida de Orochimaru, tal vez fue concebido por medio de gametos artificiales creados a partir de la manipulación de chakra en células madres humanas. Se presumía que los gametos una vez creados fueron inyectados por el material genético de Sasuke y Naruto, recolectados de la sangre. Una técnica tan precisa solo podría catalogarse como algo prodigioso y prohibido, algo que Orochimaru haría. Prácticamente el bebé tenia las características físicas de sus padres biológicos, poseía cabello negro dominante en el clan Uchiha y a simple vista las facciones en su cara y sus ojos claros eran iguales a los de Naruto.

Tsunade sostenía la teoría de que Orochimaru uso más carga genética Uzumaki con el propósito de volverlo más resistente una vez que estuviera listo para nacer, eso  explicaría el parecido con Naruto, en contraste eso contradecía totalmente que el bebé tuviera el cabello oscuro, pues al usar mas material genético de un lado los rasgos de Sasuke pasarían a ser recesivos y por ende debería predominar el cabello rojo, típico de los Uzumaki.

Fuera como fuera, era un milagro de la ciencia y de algo superior que ese bebé llegara vivo a Konoha.

En pocas palabras era el hijo biológico de Naruto y Sasuke.

La Senju brindó toda la información que descubrió sobre el bebé a los “padres”. Ahí junto a la soberana se hallaba Shizune con lacriatura en brazos.

-Lo único que pueden hacer es amarlo por el tiempo que viva…

-Entiendo—musitó Naruto algo  apagado incapaz de saber que decir por primera vez

Sasuke estaba imperturbable, nadie supo que paso por su mente, su faz era la de siempre.

-Ahora si no quieren hacerse cargo de él, el estado puede criarlo. — sugirió Tsunade al ver la falta de emoción en los rostros de los jóvenes frente a ella.

Ese comentario paró en seco a Naruto. Ser criado por el estado significaba que simplemente, te darían lo necesario para sobrevivir hasta que te volvieras un ninja y pudieras mantenerte a ti mismo. El Uzumaki recordó su triste y solitaria infancia, solo se les daban dinero para vivir en un apartamento pequeño sin cariño y sin nada más.

-¡Yo lo  criare!—exclamó decidido, mirando a su retoño en los brazos de Shizune.

-Naruto, no es fácil criar a un bebe solo, además eres muy joven.

Naruto iba a replicar, pero fue interrumpido.

-Ayudare a criarlo, si somos dos no hay objeción. —dictó Sasuke con su tono más que acostumbrado.

Aun así, Tsunade dudaba, pensaba que eran jóvenes inexpertos, sumado a que eso significaría que harían un paro de actividades por un tiempo para cuidar al niño. Naruto guardaba algo de dinero, pero Sasuke era punto y aparte, las arcas Uchiha estaban casi vacías, sin mencionar que acababa de reanudar como ninja activo hacia poco. Y luego estaba el detalle del físico de Sasuke. El Uchiha solo poseía uno de sus brazos, su brazo izquierdo lo perdió en la batalla final contra Naruto, y nunca aceptó colocarse un brazo hecho con células de Hashirama a modo de prótesis, muchas veces se le ofreció la oportunidad. Naruto lo aceptó, manteniendo el brazo artificial vendado, como acto de amistad al Uchiha.

El poseer un solo brazo no era impedimento para misiones, pues Sasuke era fuerte en batalla, pero criar a un bebe era algo muy diferente.

-Godaime. —Llamó el portador del Sharingan a la soberana de Konoha, sacándola de su ensimismamiento. —Quiero la prótesis—comunicó.

El rubio se sobresaltó junto con las otras dos kunoichis. El silencio duro algunos segundos y al no obtener respuesta, Sasuke añadió.

-¿Ya es tarde?

-No, lo conservépor si cambiabas de opinión. —informó Tsunade satisfecha. —Esta hecho, Shizune, preséntales a su hijo—ordenó a su subordinada.

La ninja medico obedeció y acercó al pequeño a Naruto y Sasuke, quienes vieron a esa criatura tan indefensa y pacífica.

-Naruto-kun debes aprender a cargarlo. —aconsejó Shizune.

-¡¿Yo?! pero , pero…—replicó alarmado el rubio, volteó hacia el Uchiha como pensando “Sasuke debería cargarlo”. Adivinando su pensamiento, Shizune dijo:

-Sasuke-kun no puede hacerlo, no hasta que tenga su prótesis, y después estará en rehabilitación y  solo podrá levantar al bebé por periodos cortos, tendrás que hacerlo tú.

Naruto estaba nervioso, comenzaba a pensar en que no fue buena idea lanzarse de valiente y criar a un niño.

-A todo esto. ¿Cuál será el nombre del bebe?, y ¿Qué apellido tomará?—cuestionó Tsunade. —No podemos seguir llamándolo bebe.

Nadie había pensando en ese detalle.

-No le daré mi apellido. —avisó Sasuke con frialdad, todos lo voltearon a ver extrañados, esa frase parecía como la que dice un padre irresponsable a su novia a la que dejo por accidente embarazada. El Uchiha agregó una explicación para que no lo malentendieran—Seria muy peligroso si se sabe que hay un Uchiha vivo, eso lo expondría a los enemigos.

Ese detalle era importante.

A pesar del indulto de los kages, Sasuke estuvo al tanto que se ganó muchos enemigos con sus acciones pasadas y no quería exponer a ese inocente para que pagara pecados que no le correspondían, tal vez esa criatura no había hecho nada pero al ser Uchiha lo buscarían para tomar revancha o querer robarle su poder, nunca se sabía, era mejor ser precavido. De cierta manera tenía sentido, aunque la forma en que lo expreso Sasuke fue rudo.

-Menma Uzumaki, ese será su nombre—soltó Naruto, extendiendo sus brazos para recibir de Shizune a su nuevo hijo.

Tsunade y Sasuke abrieron los ojos de sorpresa, Naruto volvía a sorprender a la gente al usar un nombre de condimento para su vástago.

El asunto de tener un hijo en común no cambio los sentimientos de Naruto y Sasuke, al menos de esa manera se percibía, vivieron bajo el mismo techo, en este caso en el apartamento del Uzumaki el cual era pequeño pero era suficiente mientras Menma siguiera siendo un bebe, cuando  creciera buscarían otro lugar, además Sasuke nunca ofreció su hogar.

Menma propició el desarrollo del instinto paternal de Naruto  y Sasuke.

Los dos chicos aprendieron a cambiar pañales, hecho que les pareció asqueroso al principio pero se acostumbraron, y también a calentar la leche y hervir biberones para el bebé, Tsunade les ofreció una nodriza mas se rechazó la idea. Los llantos de Menma eran fuertes y podían desesperar a cualquiera, en más de una ocasión Sasuke pensó en hipnotizarlo  con su Sharingan y dormirlo, luego se arrepentía de esa idea y salía a enfriar su cabeza, dejando a Naruto a veces llorando junto con Menma al no saber qué hacer.

Fueron tiempos duros, pero valió cada segundo.

Las sonrisas, las primeras palabras de Menma, la salida de sus dientes y aprender a caminar, fueron pequeños trozos de felicidad que valían cada desvelada.

El Uzumaki no había tenido madre ni padre pero conoció a Kushina y Minato a través de Menma y, todo ese amor que se guarda por un hijo, lo demostraba cuandoabrazaba a su retoño a diario diciéndole lo mucho que lo quería y dándole besos también. El Uchiha conoció el amor fraternal, pero su carácter y personalidad no pegaba con la paternidad, de todos modos seguía siendo indiferente y frío para muchas cosas, mas siempre demostraba con acciones su cariño, si Menma se le quedaba mirando y alzaba sus brazos, Sasuke lo abrazaba y lo mantenía en su regazo, tomándolo como si fuera su más preciado tesoro que nadie le arrebataría.

Cuando Menma cumplió 2 años, Naruto y Sasuke decidieron turnarse la custodia para cuidarlo y pasar tiempo  con él ya quedebían que trabajar.

Realmente no sabían si lo que lo hacían era lo correcto o no.

Muy pocos sabían sobre Menma, solo el equipo 7y algunos shinobis selectosconocían su origen verdadero, para el resto de Konoha ese niño era un huérfano Uzumaki rescatado por Naruto.

Ya habían pasado 4 años de esos acontecimientos, con 24 años encima, y con la vestimenta de Nanadaime Hokage, Naruto Uzumaki veía su reflejo en aquella ventana, en donde Tsunade se reflejo el día en que trajeron a ese bebe en aquella misión, mientras evocaba todos esas memorias que lo unían a el y a Sasuke con Menma, quien se aferro a la vida a pesar de todo, y que ahora era un niño sano como cualquier otro.

Aun se cuestionaba el hecho de que ese niño siguiera vivo, y más aun por cuanto tiempo, no quería encariñarse y luego perderlo.

Ahora con Naruto siendo el Hokage a Menma se le considero como el hijo adoptivo del soberano, muchas chicas se acercaron al rubio para ser la “madre”, pero el rubio las rechazo todas. Nadie se percató que el Uzumaki mantenía una buena razón para rechazar a las chicas, y es que durante todo ese tiempo de convivencia criando a su hijo con Sasuke, se habíaenamorado de él.

Al principio se sentía muy feliz al pasar tiempo con el Uchiha, sus lazos se estrecharon, entendía que lo quería por su amistad, pero esto paso a segundo plano cuando empezó a desearlo, Sasuke poseía un físico atrayente, una piel blanca y pálida que te invita a la tentación, y era muy apuesto, en cuanto a su personalidad, a pesar de que Naruto era muy diferente, sentía un complemento con el Uchiha, intuía que estaría ahí para Menma y para cualquier problema que se tuviera. Sin embargo, todos estos sentimientos fueron guardados bajo llave para no perjudicar la relación que tenían y también afectar el desarrollo de su retoño.

4 años de sentimientos reprimidos por Sasuke, agradeció de sobre manera que el portador del Sharingan pidiera las misiones que se requería estar fuera de la aldea por meses, al menos eso aliviaba las ansias del Uzumaki, pero eso perjudicó a Menma por estar separado tanto tiempo de su otro padre.

Todos  estos aspectos los reflexionó Naruto cuando tenía un breve descanso del trabajo, de cierta forma su sueño de ser Hokage le estaba pasando factura en salud pues le producía cansancio y estrés, jamás se imagino que así fuera ser el líder de la aldea. Sus actividades sucedían una tras otra, llegaba tarde a casa y solo alcanzaba a recostarse con Menma después de un día largo.

Si tan solo pudiera satisfacer esos sentimientos que guardaba por Sasuke no se sentiría tan frustrado y se quitaría un peso de encima. Ahora lo único que lo consolaba era su retoño.

-¡OTOUCHAN!—gritó una voz infantil, abriendo de golpe la puerta de la oficina del Hokage.

Ahí con unos shorts azules y una camiseta blanca con un remolino impreso en el centro hizo acto de presencia Menma Uzumaki.

-¡Menma!

Naruto se levantó de su asiento y fue donde su hijo estaba parado. El pequeño Uzumaki mostraba una sonrisa zorruna, el semblante le cambio al Nanadaime Hokage, ver a su hijo le devolvía las fuerzas ante tanto caos laboral, ese infante era una fuente inagotable de energía. Menma poseía unos hermosos ojos grandes de color azul oscuro, su cabello negro como la noche, alborotado con unas patillas largas, su piel ni muy bronceada ni muy pálida, perfecta ala vista. Realmente era una combinación de genética maravillosa entre Uzumaki y Uchiha.

El pequeño pelinegro se acercó a su progenitor.

-Ne otou-chan, me libre de Konohamaru-oniisan—dijo muy orgulloso, como si escapar del joven Sarutobi fuera un logro excepcional—él es malo siempre me dice que no debo venir aquí porque estas ocupado. —hizo un puchero.

-Konohamaru no es malo, pero es verdad que tengo mucho trabajo.

Menma se desanimo, realmente esperó poder salir a jugar con Naruto esta vez, algunas veces el Uzumaki se escapaba de la torre Hokage dejando un clon haciendo su trabajo, solo para ser reprendido por Shikamaru al descubrir la maniobra.

En ese momento entro el susodicho, Shikamaru Nara, el actual consejero del Nanadaime Hokage, quiénalzó una ceja al ver a Menma en la sala. El Nara era otro de los que tenían conocimiento sobre el pequeño, en el momento en que Naruto asumió el poder, se le confió guardar el secreto.

-¿De nuevo aquí Menma?—cuestionó Shikamaru. El consejero  conocía los escapes del pelinegro, era tan persistente que no era raro que intentara siempre escaparse de su actual tutor Konohamaru.

En ese momento Konohamaru llegó corriendo a la oficina de Naruto, pasando al lado de Shikamaru.

-¡Oi fuiste muy listo al escapar, usando como excusa que deseabas jugar a las escondidas!—se quejó el Sarutobi.

-Naruto, ni pienses en escabullirte de la oficina—advirtió Shikamaru, el Uzumaki se sobo la nuca de la vergüenza, comprendía exactamente a qué se refería el Nara.

De inmediato Menma se escondió detrás de su padre, usando la capa del Hokage para tapar su cara, realmente lo que más le disgustaban al pequeño Uzumaki eran Shikamaru y Konohamaru, pues en su opinión creía que no querían que su padre Naruto pasara tiempo con él.

-Vamos, el Nanadaime tiene mucho trabajo—expresó

severamente el Nara. —Por cierto Naruto, no es mejor que mandes un clon para jugar un rato con Menma.

Naruto se detuvo a pensarlo, pero las pequeñas manos de su hijo apretaron su capa.

-¡No, yo quiero a mi otouchan jugando conmigo, no a un clon!—replicó con una voz ahogada el pequeño Uzumaki,quien estaba a punto de llorar.

-Shikamaru, deja que se quede un rato. —suplicó Naruto, tomando a Menma en sus brazos para consolarlo un rato, el infante ya estaba con su hipo porque las lagrimas estaban por salirse de sus ojitos.

-Naruto, ¿en qué mantendrás entretenido a un niño de 4 años? Ni siquiera puedes ofrecerle un libro para leer. —objetó el Nara.

-Le daré algo para que dibuje. —respondió con una sonrisa, siempre daba soluciones tan fáciles a problemas como estos. Luego Naruto miró a su hijo a los ojos y añadió—Menma, te tienes que portar bien, no olvido la última vez que estuviste aquí, fue un caos.

El pequeño Uzumaki asintió.

-Como  quieras Naruto— declaró con un suspiro, Shikamaru sabía que había perdido contra el Hokage, si dejaba pasar estos detalles era porque sabía que Naruto  cumplía su palabra, si se decía que todo estaría en orden así seria—solo asegúrate de hacer tu trabajo, ¿de acuerdo?

Dicho esto Shikamaru se marcho, Konohamaru iba a seguirle los pasos al Nara cuando Naruto lo detuvo.

-Konohamaru, quiero que te quedes—invitó Naruto, miró a su retoño, quien le devolvió la mirada confundido, el Hokage bajo a la altura del pequeño y exclamó. —Menma, engañaste a Konohamaru, y eso no se hace.

-Pero otouchan…

-Si dejo que Konohamaru te cuide es porque él mismo se ofreció, él también es un ninja que tiene misiones y toma parte de su tiempo libre para jugar contigo. —Explicó Naruto, puso su brazo en el hombro del niño y agregó —Él no es malo, no quiero que pienses eso nunca, prefiero que estés con él que con un clon mío. Ahora, ¿sabes lo que tienes que hacer, no?

Menma dio varios pasos al frente y mostrándose tímido, pronunció :

-Perdóname Konohamaru-oniichan, no debí engañarte.

El Sarutobi vio conmovido a Menma, algo verlo expresar culpabilidad.

-Está bien Menma. —le acarició la cabeza en señal de buena voluntad.

-Konohamaru, gracias por cuidar a Menma hoy, y disculpa sus travesuras. —dijo Naruto, haciendo una reverencia con la cabeza.

-Descuida Naruto-Oniichan…—se detuvo al oírse así mismoal hablarle de una forma tan informal al Nanadaimedisculpa Hokage-sama.

-No hay problema, llámame como quieras Konohamaru. —enunció con una gran sonrisa juvenil, la verdad el titulo de cómo fuera llamado era lo de menos. El titulo no hacia al Hokage.

Sin más se despidió con la mano el nieto de Sandaime, cerrando la puerta tras de sí.

-Menma bien hecho, oye te tengo una buena noticia, ven para decírtela—invitó Naruto, el niño se acerco—hoy Sasuke regresa de su misión, así que podremos verlo. —confesó Naruto

Los ojos de Menma se agrandaron por la sorpresa y por el gusto.

-¿En serio?, ¡Si, veré a Otousan!—exclamó corriendo y saltando por la habitación. Naruto no se resistió mas, lo tomó entre sus brazos y le dio un beso en la mejilla.

Durante algunas horas, Padre e Hijo se mantuvieron juntos en silencio cada quien en lo suyo, mientras Menma jugaba a dibujar shurikens, ninjas peleando y otras cosas, Naruto lo observaba por encima de las torres de papeles que se amontaban en su escritorio, sonreía orgulloso, veía en su hijo rasgos de Sasuke, mas cuando se concentraba en actividades.

De pronto Menma se levantó del asiento y dirigiéndose a Naruto, manifestó

-Otouchan tengo hambre. —se sobo la panza que le gruñía.

Naruto miró en automático el reloj de pared en la pared frente a él, su hijo tenía razón, ya pasaban de las 4 de la tarde. El Hokage nunca comía a sus horas y su estomago se acostumbro a no comer como era debido, pero Menma era otra cosa, él era un niño en crecimiento.

-Vamos Menma, iremos a comer en la salón de juntas.

Los dos Uzumakis se trasladaron a esa habitación. Dicho sea de paso, ese salón precisaba de dos sillones, uno frente a otro, y una mesa pequeña en medio. Asimismo los retratos en fotografía de los Hokages anteriores adornaban una de las paredes. Menma espero sentado en uno de los sofás mientras Naruto ordenaba ramen para comer y darse un pequeño gusto. El pequeño Uzumaki miro a su alrededor, los rostros de los anteriores lideres de Konoha eran raros, de todos solo conocía a dos.

Naruto llegó con la comida y sin mas ceremonia disfrutaron de los fideos humeantes, la carne ahumada con el huevo cocido, todo acomodado en un gran tazón adornado con los ingredientes estrella “Narutos” y “Menmas”. Irónicamente Menma no gustaba del ingrediente cuyo nombre compartía, prefería el “Naruto” en el caldo.

-Ne otouchan, te pareces mucho a Yondaime Hokage. —indicó Menma, señalando el retrato.

A simple vista Naruto era similar a Minato, largas patillas y cabello alborotado, el único detalle que los diferenciaba eran los mechones de la frente alineados hacia izquierda.

-Es natural Menma, ya que Yondaime Hokage es mi otouchan.

-¡Eh, no lo sabía!, ¿Pero por qué no está aquí con nosotros?

-Él murió siendo un héroe, junto con mi Okachan—contestó conmovido ya que los rostros de sus padres emergieron en su mente, y luego miró a su hijo con ternura—Menma tú te pareces mas a él, solo el color discrepa.

Una sonrisa amplia se posó en los labios del niño.

-Bueno, eso es porque mi pelo es igual al de Otousan.—espetó orgulloso —Ne Otouchan, ¿Cómo se llamaban Ojisan y Obachan?

-Minato Namikaze y Kushina Uzumaki. Esos eran sus nombres

- ¡Oh~ esos nombres suenan geniales!—emitió Menma con entusiasmo, para un niño como él, esos nombres resultaban llamativos como si fueran celebridades, una idea curiosa asalto su cabeza, y pregunto--¿sabes los nombres de los padres de Otousan?

-Eso tendrás que pregúntaselo a Sasuke.

-De acuerdo, lo haré hoy.

Una vez que terminaron su almuerzo volvieron a la oficina de Naruto, durante el resto de la tarde Menma se la pasó dibujando una y otra vez. Nanadaime terminó su trabajo poco antes de las 9 de la noche, al pequeño Uzumaki se le cerraban los ojos ya que su hora de dormir se aproximaba, ya quería llegar a casa.

-Andando Menma, he terminado

No le dijeron dos veces y el enérgico Uzumaki se levantó del suelo, recogió todos sus dibujos y partió al lado de su padre tomándole de la mano.

Naruto y Menma se encaminaron entre las calles de Konoha, donde aún existía  gente, la vida familiar ya estaba siendo terminada en las casas residenciales pero los shinobis jóvenes apenas comenzaban su vida nocturna saliendo con sus enamorados a comer o a platicar plácidamente.

-Otouchan, ¿Ya habrá llegado Otousan?

-No creo, aun es temprano.

De pronto una familia de shinobis pasó al lado del Hokage, a quien saludaron cordialmente. La familia era pequeña, una madrey un padre tomando de la mano a su hijo de la misma edad que Menma.

El primogénito del Hokage se quedo mirando a la madre. Ese detalle fue captado por Naruto, intuía que su niño deseaba una madre, Sasuke y él solo serian padres para Menma, mas se requería la calidez de una mujer. Nanadaime se sintió culpable pero no podía engañar a su corazón, él sentía algo por Sasuke, asimismo, era cruel para cualquier mujer no ser amada y solo ser usada como madre para un niño.

-Menma…tu ¿Quisieras tener una mamá?—preguntó el rubio.

-A veces, solo me preguntó cómo sería—contestó un poco triste, esas palabras estrujaron el corazón de Naruto, sin embargo Menma recobro su sonrisa y confesó —pero sabes Otouchan, Sakura-chan me dijo que si yo quería una mama, fuera a buscarla a ella.

Naruto se confundió por esas palabras.

-¿Sakura-chan te dijo eso?

-Sí, ella me dijo:

“Menma, ¿Sabes porque hay tantos integrantes en el equipo 7?, la razón es simple. Naruto y Sasuke son tus papás, Kakashi-sensei es como un Ojisan, Sai es el tío raro. Somos una familia. Yo no soy tu mamá, pero si quieres un abrazo de mamá, solo tienes que decirme y yo te daré todos los que quieras.”

Naruto quedo atónito. Nunca pensó que Sakura hubiera tenido una conversación con su hijo. Cuando se rebeló el origen de Menma, la Haruno los apoyo en criar al bebe, incluso hubo veces en que les ayudaba cuando tenían problemas de salud, de hecho, ella era su médico particular. Algunas ocasiones bromeaba con Naruto diciendo: “Menma es el hijo del equipo 7”. Ahora poniéndolo en perspectiva la pelirosa estaba encariñada con el pequeño Uzumaki, sin embargo siempre la percibió manteniéndose al margen, en cuanto llegaba Sasuke a escena, Sakura se despedía. La Haruno aseguró queno era nada personal contra Sasuke ni mucho menos, pero había algo extraño.

-Ya veo, entonces Sakura-chan te ha dado muchos abrazos. —Preguntó curioso y divertido.

-Sí, muchos, cada vez que me cuida o me ve con Konohamaru-oniichan, lo hace —exclamó muy contento reviviendo esos momentos con la Haruno —Sakura-chan no es mi mamá, pero me gustan sus abrazos.

Naruto sonrió, no le molestaba ese gesto maternal de Sakura, al contrario lo agradecía, lo reconfortaba la idea de que su retoño fuera querido.

Caminaron por algunas calles más en un vecindario que recién fue remodelado. La casa Uzumakiestaba en la cima de una loma, ahora Naruto, siendo el Hokage, poseía una mejor vivienda. Uso todos sus ahorros para comprarla. no era una mansión, solo una casa pequeña de dos plantas. Al entrarMenma corrió al interior de su hogar directo a la televisión y Naruto se fue a la cocina a preparar la cena. Al poco tiempo ya estaba a la mesa con su hijo comieron algunos sándwiches dulces con leche fresca.

-Otousan ya se retraso. —comunicó Menma sin despegar su vista de la televisión.

-Seguramente llegará por la mañana, será mejor irnos a dormir.

Merma asintió decepcionado, no era la primera vez que esperaba tanto para ver a su otro padre.

Padre e hijo se fueron a dormir, en la planta alta se encontraban tres cuartos. El de Naruto, Menma y uno extra que a veces ocupaba Sasuke, pues el Uchiha seguía viviendo en su casa de la infancia en el barrio Uchiha.

Después de cepillarse los dientes Menma entró en su cama, Naruto lo arropo con las cobijas y le dio un beso de buenas noches, encendió la luz de la lámpara de noche para que el cuarto de su hijo no quedara en oscuridad total.

Naruto se fue a dormir, seguro que Sasuke regresaría en la madrugada. Era típico del Uchiha.

El Nanadaime no podía pegar el ojo para dormirse, siempre ocurría lo mismo cuando Sasuke retornaba a la aldea. Meditó en otro asunto a tratar con el Uchiha.

El tema era sobre Menma principalmente pero también sobre las misiones prolongadas que le gustaban a Sasuke tomar, ya eran inexistentes en estos tiempos de paz. Seguro el portador del Sharingan se molestaría, prefería perderse en misiones para traer dinero con bonos extra para mantener a Menma. Con los ahorros de Naruto invertidos en la casa, el Uchiha se convirtió en el pilar económico mientras Naruto volvía a tener ahorros al guardar sus sueldos de Hokage.

Naruto se quedó pensando en este asunto,cerró sus ojos para dar una respiración profunda y un sentimiento de relajación invadió su cuerpo. La somnolencia resultante del cansancio laboral hizo lo suyo mandándolo al país de los sueños.

Las horas comenzaron a transcurrir.

Eran poco más de las 1 de la mañana cuando la puerta principal se abrió y el ruido de una llave llego a los oídos de Naruto y estése despertó, si bien su sueño era profundo, su oído shinobi se desarrolló lo suficiente para despertarse ante un ruido. El Uzumaki se levantó de la cama como resorte y salió del cuarto para recibirlo.

Sasuke encendió la luz del salón, así desterró la oscuridad de la madrugada, dejó su mochila en uno de los sillones justo en el instante que Naruto bajaba por las escaleras.

Sus miradas se encontraron, hacia un mes que no se veían.

Sasuke Uchiha teníael cabello más largo, su fleco y la forma de su peinado volvió a cambiar, ahora ocultaban la mitad de su cara. Si Naruto se parecía cada vez más a Minato, Sasuke se asemejaba a Madara Uchiha. 

Nanadaimepensó que Sasuke dejó crecer su fleco para ocultar su rinnengan en su ojo izquierdo.

-Bienvenido—saludó el rubio, con la tranquilidad de que su persona más querida estaba en casa, sano y salvo. Una sonrisa marca Uzumaki se le dibujo sonrisa en el rostro.

-Estoy en casa. —respondió Sasuke, él comprendía que en Konoha en esa casa siempre sería bien recibido.

 


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