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My mistake por ksll

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Notas del capitulo:

¡Buenas! Este es un fanfic escrito por harukno y traducido por mí con todos los permisos de la autora original.

El fanfic se basa en el drama "School 2013". Si no lo vieron, se los recomiendo.

La autora original hace fanvideos y los sube a su cuenta de youtube también les recomiendo esos hermosos videos.

También hizo un trailer para este fanfic, pueden verlo antes de empezar a leerlo.

Sin más, ¡a disfrutarlo!

 

Aclaraciones al final del capítulo.

Capítulo 1: “Diles que fui feliz”

 

Música de fondo: James Arthur - Tell them I was happy (letras de la canción en cursiva a lo largo del capítulo)

 

Go Nam Soon caminaba despacio por la vacía calle. El sol se había ido hace mucho, y una fría brisa le daba escalofríos por su columna. No se había puesto mucho abrigo, y tenía solo sus finos brazos para calentar un poco su congelado cuerpo. Este había sido un día duro. Se había peleado con unos delincuentes de otra escuela – quienes aleatoriamente lo agarraron afuera del campus, diciendo que necesitaban una confrontación con el mejor luchador del área.

 

Nam Soon se deshizo de ellos fácilmente, y los dejó ir. Este no era el momento de estar peleando con extraños. Después de todo, era una de las últimas noches que pasaría con Heung Soo. En las próximas semanas su amigo se mudaría a Seúl para seguir sus sueños – y Nam Soon iba a ser dejado atrás.

 

Tomó un profundo respiro, dirigiéndose a la casa de su amigo. Probablemente recién habría llegado de su entrenamiento de fútbol - Nam Soon podía ver la luz proveniente de su habitación. Sonrió ligeramente antes de entrar a la casa, directo a su habitación, abriendo la puerta sin vacilar.

 

Heung Soo acababa de salir de la ducha, y estaba ahora, secando sus pies. Se volteó a mirarlo mientras pasaba por la puerta.

 

“¿Por qué viniste de nuevo?” Heung Soo preguntó, la esquina de su boca convirtiéndose en una sonrisa tan pronto saludó al otro chico.

 

Nam Soon saludó, yendo de puntillas al lado de Heung Soo y tirando su mochila en la parte trasera de una silla.

 

“¿Tu mamá?” preguntó, empezando la conversación como siempre lo hacía.

 

“Ella está siempre igual,” Heung Soo respondió, limpiando su pie mojado del baño con una toalla azul mate.

 

“No te preocupes, se despertará mañana.”

 

“Siempre dices lo mismo todos los días,” rió Heung Soo, volteando su cabeza para mirar a su amigo, estudiando su cara. Nam Soon siguió mirando al frente, con una sonrisa tranquilizadora.

 

“Es cierto así que solo créeme y duerme bien,” dijo al final, agitando su mano y recostándose en el piso. Heung Soo lo siguió, recostándose a su lado, con sus brazos detrás de su cabeza.

 

“Te dije que duermas en tu casa, ¿Por qué sigues viniendo todos los días?” preguntó, incluso cuando ya sabía la respuesta.

 

“Es cómodo aquí.”

 

“¿Por qué?”

 

“Lealtad, hombre. Esto es lo que se llama lealtad.”

 

Heung Soo dejo que una sonrisa apareciera en su cara de nuevo, mientras acomodaba la toalla azul bajo la cabeza de Nam Soon. Incluso aunque tenían la misma edad, Heung Soo tenía esa necesidad de cuidar a su amigo, como un hermano mayor. Él sabía que su amigo no tenía a nadie más a quien recurrir, justo como él.

 

“Déja de decir tonterías. Viniste porque no quieres dormir solo en una casa vacía ¿no? ¿No tienes a nadie a quien regresar además de mi?”

 

No obtuvo ninguna respuesta, así que apoyo en sus codos para mirar la cara del otro chico, quien tenía los ojos cerrados. Él sabía que Nam Soon estaba pretendiendo estar dormido, porque su boca todavía estaba cerrada – y el siempre dormía con la boca bien abierta. Tomó ventaja de ese momento para cubrirlo con una frazada, asegurándose de que no sienta frío.

 

“Buenas noches,” dijo, acomodando la cabeza en sus brazos cruzados, y cerrando sus ojos en un intento de quedarse dormido. Pero terminó abriéndolos nuevamente en cuanto escucho un movimiento del otro chico. Lo miró justo cuando Nam Soon se volteó hacia delante suyo, todavía pretendiendo estar dormido.

 

Heung Soo curvó sus dedos contra la frazada involuntariamente y se tomó un momento para realmente mirar a su amigo.

 

La expresión de Nam Soon se debatía entre un ceño fruncido y una sonrisa divertida, mientra seguía entre pretender estar dormido y realmente empezar quedarse dormido. Heung Soo lo miró de cerca, tratando de determinar si se había dormido. Reposó su barbilla en la palma de su mano, mirando la cara de Nam Soon. El chico respiraba lento, su boca empezaba a abrirse – señal de que realmente estaba quedándose dormido. Heung Soo dejó que una pequeña sonrisa creciera en su cara mientras lo observaba. El ver una expresión tan suave en la cara de su amigo, movió algo cálido dentro suyo, que tuvo que tragarse.

 

Heung Soo descansó en su lado de la cama por un tiempo, frunciéndole el ceño a la cara dormida de Nam Soon. Pensándolo, se dio cuenta que de seguro extrañaría a este chico cuando se mudara a Seúl.

 

La boca de Nam Soon se cerró de repente, y la visión de Heung Soo se detuvo en sus labios – eran ligeramente rojos, y estaban secos por el frío, pero no pudo evitar notar lo suaves y carnosos que parecían. Nunca antes les había prestado atención. Heung Soo alzó su mano para sentirlos con sus dedos, no pensando claramente – él solo quería sentir esos labios color cereza.

 

Pero entonces escuchó a Nam Soon roncar, y se detuvo bruscamente bajando su mano y mirando hacía otro lado, avergonzado. No sabía que se había metido en él esa noche, pero estaba contento de que Nam Soon ya estuviera dormido.

 

“Maldita sea,” murmuró despacio, cerrando sus ojos.

 

I remember years ago

Someone told me I should take

Caution when it comes to love, I did”

(Recuerdo que años atrás
Alguien me dijo que debía tomar
Precauciones cuando se trata de amor, lo hice)

 

Las siguientes semanas pasaron más rápido de lo que esperaban. Nam Soon estaba secretamente teniendo un tiempo difícil suprimiendo sus sentimientos, y Heung Soo pretendía no darse cuenta. Las peleas empeoraban día tras día, y a Nam Soon parecían no importarle los moretones que seguían apareciendo en su piel.

 

Era sábado a la noche cuando Heung Soo corrió directo a la casa de su amigo después de notar que no atendió su teléfono y no apareció por su casa como siempre lo hacía.

 

La luz de su habitación estaba apagada, pero Heung Soo se dirigió a la casa de todas formas, solo para estar seguro. Saltó a través del portón, parando justo delante de la puerta cerrada y tocó el timbre esperando por una respuesta, pero no obtuvo ninguna. Trató nuevamente, esta vez espiando a través de las ventanas para intentar distinguir algo, cuando las luces parpadearon dentro de la casa.

 

Suspiró, golpeando la puerta con su puño y esperó unos segundos antes de golpear de nuevo, más fuerte, al no oír ningún movimiento adentro.

 

“¿Nam Soon?” Llamó, tratando de mantener su voz baja. Después de todo ya era tarde, y no quería que los vecinos lo malentendieran. Miró por las ventanas nuevamente y se quejó para si mismo, mirando por todos lados de la calle para ver si alguien podía verlo. Entonces se dirigió a la parte trasera de la casa, la cocina de Nam Soon. Abrió de un empujón y entró.

 

Se volvió a quejar para sí mismo y echó un vistazo a la puerta de la habitación de Nam Soon, frunciendo el ceño ante la señal de “No molestar” que estaba colgada.

 

“Más te vale estar durmiendo una siesta,” murmuró mientras la abría.

 

Se consternó mucho más al encontrar la habitación vacía. Se paró en la entrada, calmándose a sí mismo antes de caminar por el lugar, preocupado – hasta que sus ojos encontraron la mochila de Nam Soon tirada a un lado de la cama.

 

“Idiota,” gruño a la habitación vacía, sentándose sobre la almohada del chico. Cuando Nam Soon salió del baño, una leve expresión de sorpresa recorrió la cara del chico. Heung Soo lo miró, enojado, mientras el otro se le unía.

 

“Hey,” Heung Soo dijo, en un tono sarcástico. “¿Te divertiste?”

 

Nam Soon no respondió, se tiró en un lado de la habitación, cerrando sus ojos. Heung Soo cambió su expresión en cuanto notó la sangre en la camiseta de su amigo.

 

“¡Nam Soon!” Exclamó, corriendo a agarrar sus brazos antes de que éste cayera sobre el armario. Sin decir otra palabra, desabotonó la camiseta de Nam Soon. Su piel estaba cubierta de moretones rojos, pero no tenía ningún corte – lo que significaba que la sangre era de alguien más o de las heridas de su boca. “¿Qué diablos pasó?” preguntó.

 

“Sólo me metí en una pelea…” Nam Soon respondió, sonriendo con la esquina de su boca.

 

“Por el estado en el que está tu cuerpo, yo diría que te acaba de atropellar un camión,” Heung Soo siseó enojado mientras sostenía a Nam Soon abajo. “Por favor dime que no dejaste a nadie tirado e inconsciente en la calle.”

 

“Creo que perdí esta vez,” miró a su amigo, todavía con esa sonrisa en su cara. “Hay una primera vez para todo.”

 

“Vamos,” Heung Soo murmuró, alcanzando detrás de los brazos de Nam Soon para levantarlo. “Siéntate,” dijo, recostándolo sobre la cama. Con cuidado le sacó la camiseta para revisar los moretones. “Voy a traerte algo de medicina.”

 

“Hey, no necesitas preocuparte. Sé como cuidar de mí mismo,” Nam Soon murmuró, bromeando y tratando de no pensar en las razones por las que estaba actuando de esa forma en los últimos días.

 

“Aish. Siempre voy a cuidar de ti,” Heung Soo dijo, más como un hábito que en realidad pensando. La expresión divertida de Nam Soon fue rápidamente reemplazada por unos ojos levemente llorosos. Heung Soo miró hacía otro lado, pretendiendo no notarlo, pero sus ojos también se tornaron algo rojos. Los dos sabían que esa no era la verdad – él ya no estaría ahí para cuidarlo.

 

Tratando de escapar del mal ambiente, Heung Soo suspiró y se dirigió a la puerta, corriendo afuera de la habitación a la cocina y juntando la única medicina para los moretones que pudo encontrar.

 

Cuando volvió a la habitación de Nam Soon, el chico no se había movido ni un poco. Estaba acostado sobre la cama, con su espalda contra la frazada. Miró directo a la puerta cuando su amigo entró, relajándose.

 

“¿Cómo te sientes?” Heung Soo preguntó, acercándose.

 

“Bien. Solo necesito dormir.”

 

“Después de la medicina,” dijo, apoyándose junto a la cama. “Aún mejor, deberías tomar una ducha. Apestas a transpiración y toda esta sangre...”

 

Nam Soon se mantuvo en silencio, mirando a la pared mientras juntaba fuerzas suficientes para levantarse y entrar al baño. Heung Soo se acercó rápidamente, ayudándolo a pararse.

 

“Supongo que no necesitaras ayuda para bañarte ¿no?” Preguntó, seguro de que sería demasiado incómodo.

 

“Estoy bien,” murmuró en respuesta, dirigiéndose lentamente al baño y cerrando la puerta tras él. Mirando al espejo, podía ver por qué Heung Soo parecía tan preocupado – su pecho estaba todo rojo y su cara hinchada estaba manchada con sangre alrededor de su boca. Dejó salir un suspiro de dolor mientras tocaba su piel y maldijo cuando se despojó de las ropas que le quedaban, entrando a la ducha.

 

Nam Soon se tomó su tiempo ya que estar bajo el agua fría hacía que sus moretones dolieran menos. Con un suspiro, apagó la ducha luego de unos minutos, sintiéndose un poco mejor. Salió, agarrando una toalla para secar su pelo.

 

En la habitación, Heung Soo ya había extendido la cobija sobre el suelo y acomodado la almohada de Nam Soon a un lado, asegurándose de que al menos fuera un poco cómodo para que el otro durmiera. Mientras esperaba, comenzó a pensar sobre su amigo y la razón de que estuviera actuando de ese modo – cuando se mudara a Seúl, ¿Quién estaría ahí para cuidarlo?

 

Miró a Nam Soon cuando éste salió del baño.

 

“¿Quieres algo de ramen?” preguntó, sus ojos mirando fijamente el delgado pecho de Nam Soon – pero antes de que pudiera pensar mucho sobre eso, apagó cualquier extraña e instintiva reacción voluntariamente.

 

“Eso sería genial,” Nam Soon respondió, mientras secaba su pelo. Otra toalla estaba envuelta alrededor de su delgada cintura.

 

“Después de que te ponga medicina,” advirtió, tocando la cobija a su lado. Nam Soon lo siguió, sentándose justo a su lado mientras Heung Soo sacaba la medicina de una botella. No lo tocó por un buen momento, simplemente cerniéndose a su lado, revisando la piel llena de moretones. Un segundo después su mano, con un frío ungüento, tocó su piel blanca haciendo a Nam Soon estremecerse. Después de que esparció el ungüento por todos los moretones del pecho y la espalda, Heung Soo cambió a otra medicina para tratar los cortes de los lados de su boca. Con un algodón que había agarrado del baño, empezó a ponerla en los labios del otro chico. Nam Soon tembló un poco debido al ardor pero no se movió, y mordió su labio inferior involuntariamente. Eso fue suficiente para que Heung Soo parara lo que estaba haciendo y mirara los húmedos labios del joven. Había algo de sangre sobre el corte del labio superior, y no pudo evitar mirarlo. Él, sus propios labios, acercándose sin darse cuenta.

 

“¿Heung Soo?” Nam Soon finalmente preguntó, notando que el otro había dejado de ponerle medicina.

 

“Demonios,” Heung Soo balbuceó, levantándose. “Terminé. Voy a hacer algo de ramen.”

 

Se fue rápido a la cocina, insultándose a sí mismo. ¿Qué demonios estaba mal con él en los últimos días? De hecho, ¿qué estaba mal con ambos?

 

En la habitación, Nam Soon tocó suavemente sus magullados labios – la mirada en los ojos de Heung Soo lo hicieron estremecerse, pero justo después, estar solo en su habitación hizo que todos sus sentimientos volvieran. Heung Soo estaba por dejarlo, y no había nada que él pudiera hacer para cambiarlo. Trató de probarse a sí mismo que podía disfrutar sus días incluso sin su amigo, pero la verdad era que no tenía a nadie más. Estaría total y completamente sólo.

 

Cuando Heung Soo volvió al cuarto para llamar a Nam Soon a comer, encontró a su amigo acostado en el piso, dormido. Dejó un pequeño suspiro escapar de sus labios, y se agachó a su lado, cubriendo el cuerpo del más joven con todas las cobijas que pudo encontrar. Hacía un frío infernal y el idiota todavía estaba con las toallas. Después de asegurarse que Nam Soon estaba todo cubierto, se acostó sobre la cama sin cobijas ni almohadas. Estaba bien mientras Nam Soon estuviera cómodo – y no había forma de que pudiera dormir junto al otro de esa forma.

 

“Idiota,” masculló, tomando una última mirada al chico herido antes de darle la espalda.

 

All my scars are open

Tell them what I hoped would be

Impossible”

(Todas mis cicatrices están abiertas
Lo que tanto esperé era
Imposible)

 

“Vamos,” Nam Soon murmuró, mientras se acercaba al portón de Heung Soo, todavía tragándose sus propias emociones.

 

Hoy era el día en el que iban a decir adiós. Heung Soo estaba dejando la pandilla, y como se suponía, debía recibir un castigo. Pero esa no era la razón por la que Heung Soo se sentía perdido, porque a él no le importaba ninguna pandilla. Lo único que le importaba, era su amigo caminando delante de él.

 

Sus hombros empezaron a tensarse mientras se forzaba a sí mismo a no mirar al otro chico alejándose. Go Nam Soon no dijo nada y solo guió el camino entre las calles, yendo al lugar donde se suponía que Heung Soo sería golpeado, sus piernas largas se arrastraban por el piso.

 

Sin embargo, luego de darse cuenta que no lo estaban siguiendo, Nam Soon se volteó, mirando al otro que seguía parado. Pudo notar que los párpados de Heung Soo empezaban a hincharse y ponerse rojos, pero pretendió no darle importancia.

 

“¿Qué? ¿Ahora estás asustado?” Nam Soon preguntó, con un tono burlón. Para él, este sería el último adiós. No debía mostrar ningún rastro de tristeza, sería justo como el día en el que se unió a la pandilla. Y luego de eso tendrían una fiesta en la que le daría una apropiada despedida, con un nuevo par de zapatillas que compró luego de trabajar muy duro.

 

“Nam Soon…” Heung Soo murmuró. No quería esconder más sus propias emociones ni pretender que no veía el dolor de su amigo. La verdad era, que el no estaba del todo feliz al tener que mudarse – quería quedarse justo al lado de Nam Soon y cuidarlo. ¿Cómo podía dejar a su amigo solo? ¿Quién cuidaría de él luego de que se fuera?

 

Pero, al mismo tiempo, no podía tirar sus sueños así como así. Si quería seguir la carrera de un futbolista profesional, tenía que mudarse a Seúl eventualmente, y podría no volver a tener otra oportunidad si dejaba pasar ésta. Nam Soon no querría eso, y Heung Soo sabía que esa era la razón por la que el otro se esforzaba tanto en pretender que estaba completamente bien.

 

“Vamos. Tenemos una fiesta a la que atender luego de esto,” Nam Soon dijo, totalmente consciente de que no estaba siendo honesto consigo mismo. Lo sabía, pero al mismo tiempo no podía evitarlo. Se suponía que tenía que estar feliz por Heung Soo, y olvidó quien quería ser – un amigo que se apegaría a él y nunca lo dejaría ir. Pero ese chico no podía salir. Nunca podría enfrentar a Heung Soo si él fuera el responsable de que el otro tire sus sueños lejos.

 

Suspirando, continuó su camino hacía el frente y escuchó a Heung Soo siguiéndolo después de un momento.

 

And thinking all you need is there

Building faith on love and words

Empty promises will wear, I know, I know”

(Creyendo que todo lo que necesitas está allí

Confiando en el amor y en las palabras

Las promesas vacías se desgastaran, lo sé, lo sé)

 

Esa noche, Heung Soo se tragó todo lo que quería decir.

 

Sólo pídeme que me quede contigo, idiota.

 

Si hubiera dicho eso, ¿sería todo diferente?

 

"And now, when all is done, there is nothing to say"

(Y ahora, cuando todo está hecho, no hay nada más que decir)

 

Nam Soon nunca quiso lastimarlo de esa manera. Él nunca quiso aplastar sus sueños. Sólo estaba enojado, solo quería que se quedara a su lado y no lo dejara. Pero no de esta forma.

 

Había arruinado todo, y ahora, había perdido todo. Heung Soo nunca lo perdonaría, y estaba todo arruinado. Nam Soon no tenía razones para seguir viviendo.

 

Miró a la pared de su cuarto sin poder hacer nada, paquetes de comida y cobijas esparcidas por todo el piso. Pero ya no le importaba.

 

“Lo siento,” murmuró, mientras una lágrima caía de su mejilla.

 

And you were strong and I was not

My illusion, my mistake

I was careless, I forgot, I did”

(Y tú eras fuerte y yo no
Mi ilusión, mi error
Fui imprudente, lo olvidé, lo hice)

 

Incluso aunque sabía que Nam Soon ya no estaba allí, sus piernas lo llevaron al frente de esa casa. Pasó a través del portón abierto, y entró por la puerta delantera. Ya no había ni un solo mueble en la habitación. Era ahora, una casa vacía.

 

Todavía podía ver a Nam Soon sonriéndole, en su mente, acostado sobre las cobijas leyendo algún manga. Podía verlo acostado a su lado mientras leían juntos, o cuando empezaban a pelear con almohadas jugando.

 

Se apoyó en su muleta. Su pierna todavía le dolía, y probablemente lo hiciera por siempre. Con eso en mente, le dio la espalda al imaginario Nam Soon, y pasó a través de la puerta sintiendo las lagrimas bajando por sus mejillas incontrolablemente, mientras se prometía a sí mismo que nunca volvería a llorar otra vez.

 

You have gone and so effortlessly

You have won, you can go ahead, tell them

All we had is gone now

Tell them I was happy”

(Te has ido y sin ningún esfuerzo
Has ganado, puedes seguir con tu camino, diles

Todo lo que teníamos se ha ido

Diles que fui feliz)

Notas finales:

¿Qué les parece? En mi opinión, el fanfic es hermoso por eso le pedi permiso a la autora para traducirlo ^_^ Pero van a ir viendo como les hace later el corazón a mil por hora a medida que avanza.

Si quieren leerlo en su idioma original acá el link.

¡Nos leemos en el próximo capitulo! Los reviews son vida~


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